Aproximaciones al periodismo internacional y sus hacedores

  • El periodismo y sus corresponsales alrededor del mundo
  • Testimonios de periodistas en el extranjero y el esfuerzo de los medios mexicanos para informar sobre los alcances de la globalidad.
    "20130406183019". Adolfo Lujan

    «20130406183019». Adolfo Lujan

Por Guillermo Espinosa de los Monteros

Publicado originalmente en RMC 57

Periodista de Notimex

México es una nación que ha buscado internacionalizarse rápidamente en el último tercio del siglo XX. Tal cambio de actitud frente al mundo y frente a su propio ensimismamiento vivido por décadas, representa un reto para los periodistas mexicanos. Varios millones de hombres y mujeres nacidos en México radican en Estados Unidos y miles más se han establecido en los cinco continentes.

Actualmente, el gobierno –con sus más de 100 embajadas y consulados–  y el sector empresarial –con exportaciones a decenas de países e inversiones industriales y financieras– establecen conexiones institucionales y económicas en todo el planeta.

Cubrir periodísticamente los acontecimientos internacionales que interesan a la sociedad mexicana, así como las acciones de política exterior y las actividades económicas, políticas y culturales de individuos y grupos nacionales, ya no debería considerarse un lujo para los medios informativos del país, sino una tarea sistemática para la cual deben prepararse redactores, reporteros y editores.

El periodismo internacional acumula una historia de siglo y medio. Pero no sólo los medios de países altamente industrializados han desarrollado esa vertiente del periodismo. Naciones como Brasil, Argentina y Colombia cuentan, desde los años sesenta y setenta, con una experiencia acumulada en tal camino. Si los periodistas mexicanos aspiran a ser los ojos y los oídos de la sociedad a la que pertenecen, la tarea por delante es enorme porque los medios del país aparecen a la zaga en su intento por llegar al mundo.

Hoy, además, México es la sede de muchos periodistas extranjeros, pero de sus raíces y motivaciones profesionales poco se conoce. Lo que a continuación se presenta es un repaso de los antecedentes del periodismo internacional, las características del corresponsal, los testimonios sobre el extranjero y el esfuerzo de los medios mexicanos para informar sobre los alcances de la globalidad.

 

Periodismo a escala mundial

El periodismo internacional es un fenómeno de la actividad intelectual y económica que data del segundo cuarto del siglo XIX. Su historia está ligada al desarrollo de la escritura, la imprenta, la industria editorial, las tecnologías de comunicación y el transporte.

En todo el mundo se ha hecho periodismo de una u otra forma, oral e impreso, pero en los dos últimos siglos se ha configurado la historia y la economía del periodismo en la era industrial; se ha abierto el camino a una organización académica y gremial que identifica a los periodistas; se ha constituido una actividad profesional cercana a las ciencias sociales y las humanidades.

El periodismo impreso toma forma bajo ciertas condiciones del desarrollo de la economía de mercado. Hay cinco siglos de distancia entre la imprenta de Gutenberg y la rotativa. La invención de esta maquinaria tuvo un impacto directo en la forma de hacer periodismo. Los avances tecnológicos para la impresión y la producción masiva de papel fueron los motores del cambio de la prensa política y literaria del siglo XIX al diarismo, con los grandes tirajes, la figura de reportero y el concepto genérico de noticia y nota informativa .1 Primero fueron relevantes las noticias locales y lo que era de interés a las élites sociales.

Los acontecimientos sobre el extranjero entraron a las páginas de los diarios con dilación, porque no había formas de acopio informativo o porque el interés no trascendía fronteras. Así ha sido la historia de la prensa en el mundo. El periodismo nació como una actividad de comunicación local, con una vocación comunitaria. La primera agencia de noticias internacionales se organiza hasta el segundo cuarto del siglo XIX. Las noticias sobre el extranjero ganan su espacio en la prensa diaria casi un siglo después de la Revolución Industrial.2

El periodismo internacional no sólo tuvo que ser antecedido por el desarrollo de la industria editorial, sino también por la transformación de los transportes, las comunicaciones cablegráficas y el comercio internacional de metales y productos agrícolas, especialmente los granos y el ganado. La difusión en Nueva York de noticias sobre precios de granos en Londres, fue uno de los eslabones genéticos del periodismo económico y de las variables internacionales del mismo.

Las guerras, los conflictos político militares en los Estados coloniales europeos, 3 fueron los primeros conductores temáticos del periodismo en países como Inglaterra y Francia.

Hoy día, las guerras son aún objeto de un interés primordial para los periodistas, y las motivaciones son las mismas de ayer: la voluntad de relatar los dramas del conflicto, la ambición de publicar las noticias que estremecen a los lectores, la necesidad de reportar con imparcialidad los factores del cambio social y político. Por esas razones, la historia del periodismo está llena de reporteros que han cubierto conflictos armados de mayor o menor dimensión, por periodos cortos o largos.4

Con el tiempo, los estadunidenses han desplazado a ingleses, franceses y alemanes en la cobertura informativa internacional.

A la larga –escribió Anthony Smith en La geopolítica de lainformación–, Estados Unidos acabó con el predominio de la Reuters a fines de los cuarenta, con el interés de crear un flujo de noticias más equilibrado que entrara en Estados Unidos y que no estuviese mediado por una organización que, aun cuando no es controlada por el gobierno británico, parecía imponer un conjunto de prioridades y valores ingleses a las noticias de todo el globo. 5

Pese a todo persiste una constante disputa por la vanguardia en el estilo y la influencia política mundial.6 Más que cualquier otro ejercicio periodístico, el escrito en inglés se ha ganado una doble reputación a nivel mundial: es escandaloso, sensacionalista y entrometido 7, pero también es penetrante en hechos e impone pautas sobre el concepto de noticia y redacción. 8

 

La economía del periodismo internacional

Las agencias de noticias se crean en los años treinta del siglo XIX. La información económica fue su primera materia prima: difundieron datos sobre la agricultura y la minería en el mundo. El periodismo es una actividad económica del capitalismo, que en sus orígenes satisfizo la necesidad de comunicación de comerciantes y banqueros interesados en informarse sobre precios de mercancías y mercados de granos y metales.

La información política se entregó primero en forma de suplemento. El francés Charles Havas puso a la venta la traducción de documentos con información de actualidad sobre el extranjero: ese fue el primer producto de comunicación periodística que ofertaba acontecimientos de terceras naciones. El inglés Julius Reuter, que fue empleado de Havas, introdujo a su servicio la difusión de “hechos súbitos e imprevistos”. Reuter abrió la profesión a un esfera intelectual hasta entonces inimaginable, sin el desarrollo político y tecnológico alcanzado hasta entonces.

La venta de información agrícola y minera fue sólo el primer medio de intercambio para las empresas periodísticas. Las primeras agencias de noticias internacionales funcionaron como monopolios trazados a partir de fronteras nacionales.

El periodismo internacional es una expresión intelectual del capitalismo, a la vez que un género empresarial: su producto de exportación es la información, según interpretación de Smith:

El flujo de exportación de medios de información actúa como un tipo de requisito ideológico para el flujo de otras exportaciones materiales.9

Reuter le dio la estructura de negocio al periodismo de corresponsalía en el extranjero. Havas, el inglés Reuter, el alemán Peter Wolff, que puso las raíces de la DPA de hoy, y el inglés William Howard Russell, el primer corresponsal de guerra de la prensa industrial, fueron los más notables periodistas de la primera generación de reporteros asignados a misiones en el extranjero y marcaron caminos para tal gremio, que ha llegado a ser una familia peculiar del periodismo, distinguida por su afán migratorio.10

 

Teclear despachos internacionales

Las técnicas de redacción de despachos internacionales han tenido su particular proceso evolutivo. Han existido bajo la forma de la crónica, el relato casi literario, el recuento breve de hechos, la interpretación política, el análisis económico.

Se ha dado un cambio constante en las técnicas de redacción en periodismo internacional. Cuando John Reed escribió para la prensa neoyorquina y bostoniana, sus despachos sobre la Revolución Mexicana eran crónicas que se convirtieron en relatos literarios. 11 Las piezas de Reed, como las de sus contemporáneos en África o Asia, fueron escritas con libertad de estilo, cumpliendo con el propósito de dar noticias y enterar a los lectores de los acontecimientos que alteraban la normalidad de los pueblos sobre los cuales hacían periodismo de corresponsalía. Hoy los textos de información internacional son por lo general informativos y sucintos.

Los despachos de corresponsales y enviados especiales a las guerras europeas ocupaban lugares privilegiados en los periódicos. Los conflictos armados han estimulado el desarrollo profesional del corresponsal y la evolución de las técnicas  periodísticas. Los historiadores  señalan a Russell como el primer corresponsal de guerra en el extranjero, asignado a la cobertura de la Guerra de Crimea entre 1861 y 1865. 12

De acuerdo con Smith, los corresponsales de guerra han sido una suerte de militares. Sin duda, la cobertura de ese tipo de acontecimientos13 ha sido una dura prueba a la habilidad de los periodistas.

Han cambiado los medios de transmisión de la noticia a las redacciones centrales de los corresponsales y en general de los periodistas, así como las formas de redacción. Reuter se valió de palomas mensajeras y de la adquisición de cables submarinos para transmitir ininterrumpidamente los servicios informativos de su empresa. En la época actual, las ventajas de la tecnología satelital  hacen instantánea la comunicación entre redacciones de prensa.

 

 De los corresponsales

Quienes ejercen el periodismo internacional son generalmente conocidos como corresponsales o enviados especiales. Estas dos formas de ejercicio profesional son las facetas periodísticas de vocación y orientación internacionalista.

En su concepto más primitivo, las obras de enviados al extranjero y corresponsales se encuentran en la historia misma de la literatura universal antigua, comenzando por las cartas de San Pablo en Hechos. Los orígenes más próximos de lo que hoy es el periodismo internacional se encuentran en varias ciudades de Europa, a principios del siglo XIX, especialmente en París y Londres. No sólo el desarrollo industrial de Inglaterra propició la tecnificación del periodismo diario y de la difusión de noticias sobre los acontecimientos en el mundo. Hubo también una necesidad de la metrópoli colonial, que alentó la formación de una rama intelectual especializada en los fenómenos del extranjero. José Ortega y Gasset reconoce en Arnold Toynbee al promotor de la primera gran historiografía sistemática de las naciones del orbe, internacionalista, en la Universidad de Londres. 14

Hoy, el ejercicio del periodismo internacional, como corresponsal y  enviado especial, es menos romántico de lo que parece haber sido para las primeras generaciones de reporteros en el extranjero (la leyenda John Reed es un ejemplo).  En la actualidad es una tarea que requiere de una preparación especializada, inclusive escolarizada en universidades estadunidenses.

El español Héctor Borrat hace una definición del corresponsal con sentido político-administrativo:

La figura del corresponsal identifica a un tipo de periodista profesional que se presenta a la vez en agencias de noticias, diarios, revistas y emisoras de radio y de televisión; trabaja para cualquiera de estas organizaciones, de manera permanente, fuera de la sede central de su redacción, sea dentro o fuera del país. Suministra informaciones, comenta acontecimientos y representa a su redacción ante organizaciones de todo tipo. Puede pertenecer a la plantilla de su empresa o actuar como un simple colaborador que cobra a destajo. Entendido en estos términos, el corresponsal es el típico habitante de la diáspora periodística, destinado a trabajar en uno de los lugares donde el periódico concentra sus esfuerzos informativos. 15

 

Una definición de corresponsal elaborada en función del género y la fuente al que recurre el periodista para redactar sus despachos, la aporta el también hispano Lorenzo Gomís:

La crónica tiene una función de relato de lo que pasa a lo largo del tiempo por un lugar o un tema. La distinción primera es la que separa la crónica local de la temática. El corresponsal de un medio en una ciudad es el cronista de lo que pasa en ella y en el país de la que es capital. El cronista o corresponsal es un especialista del lugar cuya vida cuenta y por eso firma sus crónicas. La crónica temática es también el producto de un entendido, pero en vez de contarnos lo que pasa en un lugar, nos cuenta lo que pasa en un ámbito temático. 16

Para identificar las noticias de interés en el exterior, el corresponsal se apoya en la prensa y los medios locales. La diferencias en las técnicas de un reportero y un corresponsal son casi imperceptibles, pero hay una regla que parecería fundamental en la redacción de los despachos de corresponsalía y, no siempre, en los textos de un reportero local: la noticia se genera y se entrega al lector (o auditorio) en contextos específicos, con causas y consecuencias. Por el uso de géneros, no hay exclusividad para reporteros locales o corresponsales; la forma más común de redacción es la nota informativa. La entrevista, el reportaje y la crónica son poco frecuentes en el papel, pero son cosa de todos los días en las cavilaciones reporteriles.

 

Testimonios sobre naciones

Los servicios noticiosos sobre los acontecimientos internacionales y los ensayos sobre naciones extranjeras, son un producto intelectual europeo, notablemente francés y anglosajón. Es lo que Smith ha definido como  “una secuela colonial”.17

Al principio fue sólo la traducción de reportes publicados en diarios del extranjero, pero en dos o tres décadas los despachos periodísticos tomaron su propia identidad. El corresponsal se convirtió en una extensión de la figura del reportero, y progresivamente adoptó sus características distintivas.

El servicio de agencias informativas unió al periodismo con la observación de fenómenos del extranjero. Los primeros oficios de corresponsalía fueron organizados por Havas, Reuter y Wolff. Los periodistas escribieron sus primeros testimonios sobre naciones extranjeras en el momento de mayor expansión del imperio británico. Antropólogos e historiadores fueron hasta entonces los principales productores de testimonios etnocéntricos18 sobre terceras sociedades.

El testimonio de los periodistas no se acaba con la difusión de noticias. Algunos de los corresponsales que han logrado escribir ensayos periodísticos abrevaron de una experiencia reporteril previa en el país de cobertura.

Los testimonios sobre naciones extranjeras no constituyen un género plenamente identificado y delimitado, y no hay manual que tenga referencias a este concepto, pero la experiencia periodística de los dos últimos siglos trajo como herencia la conjunción entre los periodistas y la narración de los acontecimientos noticiosos y los fenómenos de los pueblos del mundo.

Una lectura de textos escritos por corresponsales que se proponga extraer herramientas técnicas y guías metodológicas, puede conducir al hallazgo de algunas tendencias y reglas generales. Los testimonios no persiguen hacer literatura, aunque circunstancialmente puedan darle ese matiz. La redacción de algunos testimonios está motivada por la historia o la geografía, el hombre y su medio; pero el valor final es mucho mayor que el correspondiente a una sola disciplina del conocimiento humano.

Los periodistas que recientemente han escrito testimonios sobre naciones extranjeras afirman que su intención no es decir todo sobre un país, sino sólo lo que observaron y registraron en un momento determinado de la historia. Hedrick Smith, ex corresponsal de The New York Times en Moscú entre 1971 y 1974, escribió que su propósito no era hablar de los tejidos de la política o la economía soviética, sino de las personas que participan individual y colectivamente en las estructuras del sistema. En palabras de Alan Riding: los testimonios sobre naciones deben explicar al lector cómo funciona el país observado y cuáles son los valores esenciales que conforman su sistema.19

La aparición del testimonio de Smith en The russians, de 1975, tuvo el efecto de una noticia. Al final de su misión y de vuelta en Washington, el ex corresponsal de The New York Times escribió un testimonio de 775 páginas. Sus descripciones sobre la vida de los rusos fueron tema de comentario en artículos periodísticos en todo el país. En su explicación de motivos, el periodista reflexionó sobre las diferencias entre los pueblos y la importancia del conocimiento mutuo. Su idea del propio trabajo como corresponsal en el extranjero, con la visión etnocentrista estadunidense, quedó expresada en la introducción del libro:

 Los estadunidenses somos algo provincianos. Nos resulta difícil salir de nuestras propias pieles y entender otra cultura que sea realmente diferente a la nuestra. Miramos a los rusos, vemos sus misiles, sus carros, sus monitores de televisión y sus ambiciones de poder en el mundo, y luego asumimos que son como nosotros, salvo porque son comunistas.

Para el entendimiento real se necesita voluntad a fin de proyectarnos más allá de nuestra propia vida y de la manera en que funcionan nuestros sistemas económicos y políticos; para alcanzar a comprender cómo y por qué otra gente es verdaderamente distinta. 20

Otra observación que dejó Smith acerca de la relación entre la cobertura cotidiana del reportero y la preparación de un testimonio, es la siguiente:

Se supone que los periodistas deben concentrarse en lo que es nuevo y fresco. Típicamente, desde Moscú, eso ha significado la difusión de noticias sobre la diplomacia de la détente, los cambios de poder en el Kremlin, el lanzamiento de naves espaciales, compras repentinas de granos estadunidenses o el último de los arrestos de disidentes. Otros reporteros de noticias, expertos, académicos y Kremlinólogos han provisto a los lectores occidentales con un amplio almacén de obras sobre estos tópicos, de modo que yo he tocado poco la alta política, la anatomía de la economía soviética, la estructura del Partido Comunista, o las maniobras de la diplomacia.

Lo que me impactó como fresco y nuevo, como para complacer a los lectores, fue el componente humano, la textura y la fibra de la vida personal de los rusos como pueblo. Los expertos pueden estudiar varias facetas del sistema soviético, cómodamente desde la distancia. Lo que el reportero en la escena puede proveer de manera única es el sentido táctil, en lo que se siente estar sentado junto a los rusos.

Fueron los detalles de la vida –que otros han ignorado– lo que me fascinó. No cualquier detalle, sino aquellos con los cuales se pueden iluminar las características básicas de los rusos como pueblo, y con las cuales se define la sociedad y los tiempos en que vive y se mueve.

Ningún libro individual puede abarcar todo lo que es Rusia, especialmente uno basado en la experiencia personal y la observación de un corresponsal en un periodo de tiempo […] 21

Estas ideas son únicamente un aporte a la construcción retórica de los testimonios y vínculos entre el periodismo y las relaciones internacionales. Los límites del género están trazados. Hay historia y tradiciones. Esta es otra de las formas en que el periodismo sirve al intercambio de información entre las naciones.

 

Testimonios sobre México

No podía faltar una vena temática sobre México. Según Wayne Gunn, se habían publicado “cerca de 650” testimonios sobre México en Estados Unidos y Gran Bretaña, escritos en prosa y poesía bajo la forma de novelas, crónicas de viajes, obras de teatro y poemas narrativos. 22 Muchos de esos textos fueron pergeñados por corresponsales o enviados temporales al extranjero. México insurgente 23 es la compilación de los despachos escritos –en el género de crónica– por John Reed 24 para Metropolitan y New York World, ambos extintos.

Los testimonios sobre México han sido obra de historiadores, periodistas, guerreros y frailes. Los textos de extranjeros sobre México existen posiblemente desde que Alexander Von Humboldt escribió, en 1807, Ensayo político sobre el reino de la Nueva España; o incluso antes, si consideramos que Hernán Cortés, como extranjero que reportaba a su gobierno, escribió las Cartas de relación en la tercera y cuarta décadas del siglo XVI. Reed y John Kenneth Turner son dos de los periodistas estadunidenses que antecedieron a Alan Riding, autor de un polémico  –y leído–  testimonio sobre México publicado en la década de los ochenta. 25

Hay algunos testimonios de mexicanos sobre otras naciones que nos dejan saber las experiencias y los procesos sociales vistos por diplomáticos como Juan José de Olloqui, que ha escrito extensamente sobre las instituciones estadunidenses; por periodistas como Martín Luis Guzmán, quien publicó artículos de opinión en la prensa de la Ciudad de México mientras se desempeñaba como diplomático en Estados Unidos; por historiadores como Juan Antonio Ortega y Medina que, al escribir la introducción y los motivos de su obra histórica Destino Manifiesto, señaló la existencia de un afán –propio de  humanistas e investigadores sociales mexicanos– por abordar temas nacionales, siempre al interior de la frontera, mas no por los asuntos del exterior que directa o indirectamente, tarde o temprano, repercuten en la realidad mexicana.26

Los escenarios que describen los autores de testimonios periodísticos sobre nuestro país, son como dramas interminables en donde hay víctimas y victimarios. Eso tiene mucho de periodístico. Desde la creación de los servicios noticiosos del extranjero, desde que nació la figura periodística de los corresponsales, las noticias rentables en términos de comercialización fueron los desastres naturales y las crisis sociales y políticas. Hoy no ha cambiado mucho esa tendencia.

 

La diáspora mexicana

Es corta la historia del periodismo de corresponsalía de México y poco se ha documentado. Se revelan algunas tendencias geográficas y temáticas a través de Excelsior, Televisa y Notimex. Washington ha sido la prioridad. Las grandes capitales de Europa y América Latina –sobre todo París, Madrid, Buenos Aires, Río de Janeiro, Bogotá y Santiago–  han estado presentes.

En menor –efímera o coyuntural– medida las experiencias individuales han dado cuerpo a esta rama del periodismo profesional. Desde Martín Luis Guzmán que escribía artículos de opinión para la prensa capitalina de los años veinte mientras desempeñaba labores diplomáticas, hasta reporteros de Notimex, Radio Educación, Radio Red, Grupo Radio Centro, Imevisión, Novedades, Unomásuno, La Jornada, El Universal, El Financiero, Reforma, Siempre!, Proceso y Epoca.

En México hay antecedentes de corresponsales que escribieron sobre la Segunda Guerra Mundial y otros acontecimientos. Las corresponsalías no parecen haber tomado un cauce preciso, hasta que en los años sesenta comenzó a desarrollarse una cobertura de acontecimientos políticos y diplomáticos desde Washington. Los lectores del diario más antiguo de la Ciudad de México, El Universal, tuvieron conocimiento de la Primera Guerra Mundial por letra de un coterráneo. Excelsior arraigó corresponsales en Washington dos décadas después y en los setenta y ochenta fortaleció su plantilla como ningún otro matutino de la capital lo hizo antes.

Mucho del trabajo de corresponsalía en los medios impresos mexicanos se ha hecho por casualidad o coincidencia de intereses entre el medio y el periodista. Muchos corresponsales de medios nacionales han sido periodistas con alguna conexión en México. Lo más frecuente en el periodismo internacional desarrollado por medios de nuestro país, ha sido el enviado especial. La historia de la prensa registra una larga lista de hechos narrados por reporteros propios en América Latina, Estados Unidos, Europa, Africa y Asia; en la Guerra de las Malvinas; en los conflictos de Centroamérica, Haití, Vietnam, el Golfo Pérsico… Los conflictos políticos y militares han sido una motivación central de los periodistas.

A José Dolores Frías Rodríguez, nacido en la ciudad de Querétaro el 19 de diciembre de 1890, se le atribuye ser el primer corresponsal de guerra mexicano.27 Pero en la compilación de sus crónicas –hecha por Porfirio Martínez Peñaloza– no se halla ninguna descripción de zonas de combate: no habla de batallas o acontecimientos en los frentes bélicos. Sólo hay descripciones de ciudades euro-occidentales como París, Londres, Bruselas y Madrid, ciertamente acompañadas del fantasma de la conflagración.

Francisco Zarco fue corresponsal en Nueva York de publicaciones mexicanas y latinoamericanas entre 1865 y 1867. Carlos de Ganger “envió algunas correspondencias sobre Europa, desde Berlín, para periódicos mexicanos en 1871”. 28 Amado Nervo, cronista modernista y fundador de la revista Azul, fue enviado por El Imparcial a París para escribir sobre la exposición de 1900 y con ello se inauguró en México el desempeño de “enviados especiales”.29 Justo Sierra escribió algunos artículos desde Nueva York, muchos de ellos sobre la vida cultural de la metrópoli.

Reportero y columnista político fundamentalmente, Carlos Denegri publicó también entrevistas con personajes del mundo, en calidad de enviado especial, durante los años cincuenta y sesenta. Manuel Mejido hizo entrevistas y algunos reportajes en el extranjero a lo largo de los sesenta y setenta en Asia, América Latina, Estados Unidos y Europa.

El periodismo de corresponsalía más arraigado en México se halla en la prensa y las agencias de noticias. A principios de la presente década, el crecimiento de los medios electrónicos propició un aumento cuantitativo de cobertura por radio, pero sobre todo por televisión, básicamente por ECO, la primera y más grande cadena en español. La agencia Notimex estableció corresponsalías permanentes en las principales ciudades de la geopolítica de México. Los diarios El Norte de Monterrey y Reforma de la Ciudad de México también desarrollaron en los años noventa una red extendida de corresponsales.

Hay una progresiva capacidad de los periodistas mexicanos para responder a una demanda de cobertura internacional que resulta del mayor interés para sus connacionales. Pese a ello, las estructuras de coordinación y administración de redes de corresponsales no son prioridad de las empresas periodísticas, salvo para una minoría de medios. Tal vertiente del periodismo constituye todavía una rama débil que ha crecido un tanto a la zaga de la multiplicación de contactos de la nación mexicana con el extranjero, particularmente de los individuos o grupos que detentan poder económico y poder político.

Si asume su responsabilidad frente a las ciencias sociales y a la nación de la cual es originario, el corresponsal es necesario a una sociedad que aspira a la democracia en medio del actual proceso de globalización económica y política.

 

Notas y referencias

1) La primera rotativa en México fue utilizada en la penúltima década del siglo XIX, en el periódico El Imparcial, diario que también, por primera vez en la historia del periodismo mexicano, introdujo la figura de reportero.

2) Smith, Anthony.  La geopolítica de la información. Cómo la cultura occidental domina al mundo. Fondo de Cultura Económica. 1984. Publicado bajo el título original de The Geopolitics of Information. How western culture dominates the world. Faber & Faber, Londres. 1980.

3) Smith, A. Op. cit. p. 17.

4) Knigthley, Phillip. Le correspondant de guerre. De Crimea a Vietnam; heros ou propagandists. Flammarion. París, 1976. Editado originalmente por André Deutsch Ltd., London, 1975. En relación con las guerras y los periodistas, el autor dice: “La guerra civil tiene el mérito de ser el hecho más importante de la historia de Estados Unidos y fue esencial que fuera integramente reportada por corresponsales capaces e íntegros. No faltaron los buenos periodistas para cubrir la materia. La guerra crea una necesidad considerable de noticias. El crecimiento de tirajes y el aumento de ingresos incitaron a los propietarios de periódicos a despachar sobre el terreno un número mayor de corresponsales a fin de rendir mejores informes sobre conflictos”.

5) Smith, A. Op. cit. p. 43. La competencia entre las agencias estadounidenses hizo famosa la frase “UPI got it first. AP got it right” (“UPI la consiguió primero. AP la obtuvo correcta”). Una de las más célebres anécdotas sobre la disputa por noticias entre esas dos agencias ocurrió en Dallas, en 1963, cuando fue asesinado John F. Kennedy. El reportero de la UPI logró salir primero que el de la AP del vehículo en el que viajaban los periodistas asignados a las actividades presidenciales. La UPI ganó la información con 15 minutos de ventaja.

6) En Asia, la cobertura de los japoneses es concurrente a un sinnúmero de puntos en el planeta: sus medios, la agencia Kyodo y The Japan Times, entre otros, son hegemónicos en los países de su periferia económica.

7) Piénsese por ejemplo en los tabloides londinenses.

8) Tómense en cuenta los despachos de la agencia Reuter o de la revista The Economist.

9) Smith, A. Op. cit. p. 42.

10) Smith, A. Op. cit. pp. 75-82. El autor relata la historia de la fundación de los primeros servicios informativos internacionales, a partir de la separación de Reuter y Wolff de la agencias de Havas.

11) El ejemplo claro es México Insurgente, la compilación de los textos escritos por Reed durante su estancia en México.

12) Knightley, P. Op. cit. p. 27. Incluye una cita del senador estadunidense Hiram Johnson, quien dijo en 1917: “En la guerra, la primera baja es la verdad”.

13) Knightley, P. Op. cit. pp. 70-73. También hacia mediados del siglo XIX, estalló en Africa del Sur la guerra des boers, en el momento en que el imperio de la Gran Bretaña alcanzó su cenit. Este conflicto también fue cubierto por la prensa inglesa. Winston Churchill fue corresponsal y soldado de esa guerra. En ese tiempo, Gran Bretaña tenía una política exterior anti-rusa. El primer francés corresponsal de guerra fue Georges Clemenceau, del diario Temps.

14) Ortega y Gasset, José. Obras completas. Tomo IX. Una interpretación de la historia universal. Alianza Editorial, Madrid, 1989. p. 14.

15) Borrat, Héctor, El periódico actor político. Gustavo Gili, Barcelona, 1989.

16) Gomís, Lorenzo. Teoría del periodismo. México, 1990.

17) Smith, A. Op. cit. p.

18) Smith, A. Op. cit. p. 23. “Ningún explorador, ningún periodista trabaja solo, pues cada quien lleva consigo esa totalidad del pasado observador que ha llegado a ser parte de su cultura y, por consiguiente, de su propio aparato conceptual”.

19) Conversación personal en enero de 1995. Una tendencia prevaleciente tanto en el texto de Riding como de Hedrick Smith es el interés de explicar la forma de operación de un sistema, los mecanismos de funcionamiento de un país. El know how es una constante de la cultura anglo. A los ingleses les ha sido dado urgar por el mundo y tratar de explicar al resto del mundo a partir de las normas de comportamiento. A todo le ha puesto un nombre y un significado en su propio concepto de universo y de humanidad, de construcción a escala. La historia de las regiones del mundo está en relación con la metrópoli. Los pueblos del mundo existen en función de Londres, de sus bancos, de la Corona, del Estado, finalmente.

20) Smith, Hedrick. The russians. Pinguin Books, New York, 1984. p. xiii.

21) Smith, H. Op. cit. p. xv-xvii.

22) Gunn, Wayne. Escritores norteamericanos y británicos en México (de 1805 a 1977). FNCA, México, 1989.

23) Reed, John. México insurgente. Editores Mexicanos Unidos, México, 1994.

24) Ignacio de Llorens. Prólogo a México insurgente de John Reed, Editores Mexicanos Unidos, México, 1994. p. 26. El autor sitúa a Reed en una tradición de escritores estadunidenses apegados a la experiencia: “John Reed no representa un caso insólito en las letras norteamericanas; antes al contrario, hasta cierto punto puede inscribírsele dentro de una tradición que arranca en la época de la independencia y que con Emerson y Thoreau por un lado, y Melville por otro, adquiere plena vigencia en el panorama cultural del país”.

 “En efecto, buena parte de los pensadores norteamericanos consideraron a la experiencia como fuente de conocimiento susceptible, al tiempo de ser una cualidad justificadora de la existencia. La valorización extrema de la experiencia es una característica propia de la cultura norteamericana: ya sea en el ámbito filosófico, literario, artístico o bien en los aspectos más absurdos y triviales de la realidad, podemos percibir este rasgo propio de la cultura de este país. La experimentación, la observación, la comprobación directa son las formas de aproximación de la realidad propiciadas por la mayoría de los pensadores. Al mismo tiempo, va abriéndose paso un modelo o arquetipo de hombre que corresponde a esta visión de la vida como ámbito de experimentación […]”.

25) Riding, Alan. Vecinos Distantes. Editorial Joaquín Mortiz, México, 1977.

26) Ortega y Medina, Juan Antonio. Destino Manifiesto. FNCA, México, 1989.

27) Martínez Peñaloza, Porfirio. José Dolores Farías. Crónicas de un corresponsal mexicano en la primera guerra mundial. DDF, México, 1983. p. 12.

28) Martínez Peñaloza, P. Op. cit. p. 7.

29) Martínez Peñaloza, P. Op. cit. p. 10.

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