Periodismo de investigación: Veta por explotar

  • Este tipo de información busca incentivar en los medios a una mayor responsabilidad política.
  • Los periodistas y sus medios tienen el reto de trascender al periodismo exclusivamente declarativo.
    Fotografía: "Nuestros camarografos" por Versión Beta TV@ Flickr

    Fotografía: «Nuestros camarografos» por Versión Beta TV@ Flickr

Por Omar Raúl Martínez 

Publicado originalmente en RMC 87

El Periodismo de Investigación ha de conjugar rigurosos métodos de investigación y análisis encauzados a explicar y proyectar los avatares, los contextos y las tendencias de una sociedad que aspira a perfeccionar su sistema democrático.

México ha vivido en los últimos meses una turbulencia política y mediática.  En el centro de la discusión no han dejado de aparecer la responsabilidad y el tipo de periodismo ejercido por los medios informativos.

Una primera inmersión a tales vertientes nos obliga a reconocer que el actuar periodístico generado de los videoescándalos y demás asuntos políticos ha sido limitado y poco riguroso. El arrojo ha llegado a tomar perfiles de prepotencia.  En rigor estricto ha faltado investigación y mesura.

Al sumergirnos en el análisis hemos distinguido cinco variantes fragmentarias de periodismo que podrían significar, vistas en perspectiva integral, los elementos imprescindibles de toda investigación periodística:

  1. Periodismo de declaración: aquél que se supedita comodina y exclusivamente a los dichos, opiniones y afirmaciones de los personajes públicos, asumiéndolas como sentencia probatoria pero se deslinda de las mismas cuando éstas contradicen a los hechos.
  2. Periodismo de filtración: aquél cuya sustancia informativa depende de los intereses, tiempos y modos de ciertos políticos que, bajo el anonimato exigido, facilitan documentación o pistas para evidenciar actos cuestionables, ilícitos o turbios de sus adversarios.
  3. Periodismo de tribunal: aquél en el cual comentaristas, conductores, analistas o columnistas y eventualmente reporteros  aprovechan su posición para erigirse en implacables jueces al someter a juicios sumarios a personas públicas e incluso casi sentenciarlos con su verdad periodística a la mano.
  4. Periodismo de consignación o de consulta: aquel que se sustenta preponderantemente, sin suficiente contexto y profundidad, en información pública disponible en material físico o en bancos de datos vía la red de redes. Por lo regular, sólo suele consignar los datos e informes de las fuentes oficiales.1
  5. Periodismo de precisión: aquél donde el reportero –apoyándose en programas de cómputo– rastrea información de bases informáticas, investigaciones académicas, estadísticas, censos, sitios web y otros documentos públicos para mostrar y explicar –mediante técnicas científicas que posibilitan el cruce de datos– insospechados casos de corrupción o turbiedades financieras o manejos irregulares. Philip Meyer, el gran impulsor de este tipo de periodismo, intentó darle un cariz científico al quehacer informativo al incorporar nuevos métodos de investigación  tomados de las ciencias sociales y de la psicología.2 Para José Luis Dader, el periodismo de precisión se ha convertido en una de herramientas principales del Periodismo de Investigación.3
  6. Periodismo de investigación: aquél que, por propia iniciativa y esfuerzo del informador, indaga minuciosamente y a profundidad asuntos de interés público que ciertos segmentos del poder desean mantener ocultos.4 Su propósito consiste en escrutar el ejercicio gubernamental, así como de grupos económicos, a fin de detectar y denunciar acciones ilícitas, malversación de fondos públicos, excesos de poder, actos de corrupción o peculado… De acuerdo con Silvio Waisbord,  el valor primigenio del Periodismo de Investigación (PI) en Latinoamérica es contribuir al fortalecimiento de los débiles mecanismos de rendición de cuentas que padece la mayoría de los países del área.5

Desde nuestra perspectiva, si los medios de comunicación pretenden incentivar una mayor responsabilidad política, han de impulsar un PI que  necesariamente englobe los tipos de periodismo antes descritos.

Si hacemos un veloz repaso, advertiremos que en los meses recientes nuestro país ha observado de manera notable los primeros tres tipos de periodismo aquí referidos (de declaración, de filtración, y de tribunal) y una recurrencia esporádica e inclusive extraordinaria a los tres últimos (de consignación, de precisión, de investigación).

Si asumimos que los medios masivos construyen la realidad, resulta inconveniente e irresponsable confiar sólo en las declaraciones públicas, las filtraciones interesadas o las sentencias de los líderes de opinión. Y aunque un gran paso representa la iniciativa por apelar a fuentes poco socorridas en la Internet o por promover análisis de datos regularmente inadvertidos, lo cierto es que todas estas vías o formas periodísticas desarrolladas de manera aislada tienden a ofrecer sólo una versión fragmentaria de los hechos.

El PI, entonces, ha de conjugar rigurosos métodos de investigación y análisis encauzados a explicar y proyectar los avatares, los contextos y las tendencias de una sociedad que aspira a perfeccionar su sistema democrático.6

Sin duda, los periodistas mexicanos y sus respectivos medios informativos tienen el reto de trascender el periodismo exclusivamente declarativo, filtrador y enjuiciador a ultranza, para empezar el impulso de un periodismo que –nutriéndose de las diversas técnicas de indagación implícitas en los primeros cinco linderos periodísticos– apele al entendimiento de los complejos fenómenos sociopolíticos, y la ciudadanía pueda tener así referentes más objetivables y menos intuitivos para definir su destino personal y colectivo.

 

Notas

1) Véase lo que sostiene Dorangélica de la Rocha a este respecto en el presente número de Revista mexicana de Comunicación. En el mismo sentido, Alma Delia Fuentes sostiene con tino: “Los periodistas debemos ser capaces de saber dónde y cómo buscar información con rapidez y bajos costos. Realizar investigaciones complejas a través de bases de datos, trabajar con estadísticas, analizar datos y utilizar ese análisis para conseguir historias de alto nivel con un contexto más profundo deben ser la esencia del periodismo”. Véase artículo en “Nuevas reglas de juego en el periodismo”, en la revista electrónica Sala de Prensa Núm. 23, septiembre de 2000. Sitio web: http.www.saladeprensa.org

2) Véase Valdivieso, Gustavo, “¿Acaso le falta ciencia al periodismo?”, en la revista electrónica Sala de Prensa en el sitio web: http.www.saladepren sa.org

3) Dader plantea que “para descubrir primicias de gran impacto no es indispensable contar con la revelación clandestina de ninguna fuente anónima o deep troat. A veces basta con saber leer algunos anuarios de divulgación gratuita, mediante la adecuada técnica e instrumental informático de análisis sistemático y partiendo de una hipótesis inteligente construida conforme a cánones científicos”. Véase Dader, José Luis, “Problemas jurídicos y de mentalidad en el ejercicio del periodismo de precisión en España”, en la revista electrónica Sala de Prensa Núm. 13, noviembre de 1999, en el sitio web: http.www.saladeprensa.org

4) Véase Reyes, Gerardo, Periodismo de Investigación, Trillas, México DF, 1997; así como Campbell, Federico, Periodismo escrito, Alfaguara, México DF, 2002.

5) Ver Waisbord, Silvio, “Periodismo de investigación en América Latina”, en Revista Mexicana de Comunicación Núm. 79, enero de 2003.

6) Cardoso, Humberto, “Periodismo de investigación, ¿un nuevo género?”, en Sala de Prensa Núm. 47, septiembre 2002. Sitio web:  http.www.salade prensa.org

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