Irregularidades

El Financiero, 21 de mayo de 2007

 

BOTICA

 

Jorge Meléndez Preciado

 

El IFE no sabe cómo se contrataron 200 mil anuncios de los partidos en la anterior elección presidencial. Y eso que firmó, pomposamente, un convenio con Televisa para que le reportara todo –algo que no hizo la empresa de Azcárraga– y contrató a Ibope, una compañía sin experiencia en el monitoreo de esos asuntos, a precio de oro.

 

El antiprogresista profesional llamado Luis Carlos Ugalde, ahora se da valor y ataca a Vicente Fox por sus desplantes en contra de López Obrador. Claro, después de que hasta el ignaro gobernante ostentó su parcialidad incluso en el extranjero. Antes, el llamado “Maguito”, era un tapete del Ejecutivo, pues reportó a cada instante las cifras de la jornada a la pareja de Marta Sahagún.

 

Hoy que el guanajuatense es odiado en Los Pinos, Ugalde se siente muy temible y habla contra el que fuera mandatario de Guanajuato. Todo con un objeto único: preservar su costosa chamba. Y es que Luis dice que no debe removerse a los consejeros que hicieron un pésimo trabajo. Incluso el mismo Ugalde dio como triunfador a Felipe Calderón sin que terminara el proceso. Hay varias conclusiones en torno a las comicios pasados: el gasto en televisión fue exorbitante, las autoridades que eligieron PRI y PAN con el apoyo de Elba Esther son de una incompetencia notable, las televisoras hacen lo que les da la gana con los candidatos a puestos de elección, nadie puede documentar las miles de irregularidades que hubo en el 2006 y, a fin de cuentas, ni siquiera sabremos cómo fue la votación ya que próximamente quemarán las boletas electorales.

 

En este último caso, hasta un ex promotor de la transparencia, Salvador Nava Gomar, hace juegos verbales para decirnos: nadie puede estudiar qué realmente ocurrió el año pasado en los comicios más reñidos de la historia. Es decir, se nombran funcionarios con sueldos estratosféricos para nada. Una prueba notable de incapacidad, torpeza es Luis Carlos Ugalde. Adiós.

 

Injusticia

 

El gobierno federal destina 82% de su presupuesto a los medios audiovisuales y únicamente 1% a los impresos. Ello ha traído como resultado una crisis grave, seria, profunda en los diarios que se editan en todas partes, en todo el país. Y es que, en los hechos, los más chantajistas con los gobiernos, la televisión sobre todo, se lleva la parte del león. Hace muchos años planteamos que la Cámara de Diputados debería legislar al respecto. Ayudando no sólo a los cotidianos actuales sino aquellos que se quieran formar para darle mayor pluralidad a las ideas. Pero ningún legislador, ni siquiera los que se dicen de izquierda, hace caso. Es hora de limitar al Presidente de la República en este aspecto. Ya vimos lo nefasto que fue la administración de Vicente Fox al respecto. Del decretazo a la Ley Televisa pasando por el asalto al Canal 40. Es hora de poner orden en todo.

 

¿Informativos?

 

Los noticiarios televisivos nocturnos han mostrado, una vez más, que la parcialidad es su característica. Ahora que se discute la Ley Televisa en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, han puesto en duda las decisiones de éste organismo y, al mismo tiempo, han atacado con saña a Javier Corral y Manuel Bartlett. Uno puede tener discrepancias con ambos personajes, pero jamás censurarlos por la posición que hoy defienden: la posibilidad de una radiodifusión abierta, plural, sin oligopolios privados. Para quien dude que la lucha es por una televisión diferente y abierta, simplemente que sintonice a Televisa o TV Azteca, por las noches, y se dará cuenta la manipulación de algunos que se dicen periodistas y son, a fin de cuentas, gacetilleros. ¡Terrible!

 

Sin novedad

 

El duopolio presentó novedades. Mientras Canal 5 exhibe El Pantera, una serie basada en una historieta que se pretende muy actual y que muestra a la capital y sus problemas, el 7 tiene un programa de José Ramón Fernández, donde el ex conductor que despotricó contra Salinas Pliego ahora se muestra como simpático y ligerón. Ambas son buenas para el insomnio. Aburridas, medianas, sin contenido. En una todas las chavas son suripantas y el héroe más audaz que en las películas coreanas y japonesas; todo es de pacotilla. Mientras que en la segunda, Joserra incluso hace preguntas banales a sus entrevistados. Por cierto, Jacobo Zabludovsky se ha puesto de moda, no sabemos por qué, aunque nunca responde seriamente acerca de la censura ancestral en la televisión mexicana, siempre recita lugares comunes.

 

Consolidado

 

Luego de su notable: Lo peor del horror (Ediciones B), Eduardo Monteverde dio a conocer, El naufragio del cancerbero (misma editorial), una novela fascinante, indescriptible, mágica. No sabemos en que mundo habitamos, algo lógico desde la globalización, pero encontramos siempre las cuestiones más absurdas, terribles y maravillosas. Realmente estamos ante una obra fuera de serie que seguramente no será considerada como tal por la crítica facciosa. Será ignorada., como muchas otras creaciones serias y profundas. No importa. Usted que no tiene prejuicios, búsquela.

 

Periodista de El Financiero y El Universal.
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx

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