La academia en la remediación del periodismo

Apuntes del Congreso Mundial de Educación para el Periodismo en Singapur


Octavio Islas Carmona

Director de Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura del Tecnológica de
Monterrey, Campus Estado de México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Director de la Asociación de la Asociación Latinomaricana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC).

El tránsito de la tinta y el papel al píxel y la pantalla no ha resultado sencillo para los periodistas, para los dueños de los medios impresos y tampoco, por supuesto, para los académicos e investigadores de la comunicación. La relevancia de la contribución de las universidades a la enseñanza del periodismo dependerá de su propia remediación.

De la productiva remediación de la academia de comunicación, deberán derivarse algunas respuestas prácticas a los retos y exigencias profesionales que impone tan complejo fenómeno cultural.

La tecnología del periódico impreso, que efectivamente en alguna ocasión fue nueva tecnología, y la producción industrial representaron contribuciones definitivas en el proceso de transformación del periódico vecinal en medio de información masiva. Durante el siglo XIX, esporádicas innovaciones tecnológicas favorecieron la expansión del periodismo industrial.

De acuerdo con Pablo Boczkowski, el periódico impreso alcanzó enorme grado de familiaridad en el siglo XX gracias a tres atributos: antigüedad, ubicuidad y estandarización. Las innovaciones tecnologías entonces no representaban dilema alguno para la expansión de la industria periodística; por el contrario: éstas favorecieron su desarrollo.

La introducción de la World Wide Web, en 1993, pronto transformó la amigable relación histórica del periodismo industrial con las innovaciones tecnológicas. Entre los primeros cambios está la introducción de computadoras en las salas de redacción; no sin enfrentar grandes resistencias, las computadoras modificaron su organización y estructura, alterando hábitos e inercias del oficio y el quehacer mismo de los periodistas. Así, Internet empezó a modificar la ecología cultural del periodismo.

En la agonía de la década de los noventa, afirmaciones relativas al inminente fin del periodismo impreso solían considerarse como absurdas. Sin embargo, en años recientes tales advertencias han generado incertidumbre y preocupación en la industria de los medios impresos.

Con excepciones como China e India, hoy día la mayoría de los periódicos enfrentan la sensible disminución de un considerable número de lectores y, peor aún, la de algunos de sus principales anunciantes, quienes han optado por invertir su dinero y confianza en otros medios de comunicación.

Para adecuarse a las duras exigencias de la sociedad de la información y el conocimiento, los principales periódicos impresos optaron por ensayar una profunda remediación del periodismo al desarrollar versiones en línea.1

Como signo de los nuevos tiempos, directivos del Post Och Inrikes Tidningar, publicado desde 1645, en Suecia, decidieron retirar su versión impresa para publicar sólo el diario en línea a partir del 1 de enero de 2007.

A finales de enero de 2007, directivos de Los Angeles Times dieron a conocer la reestructuración del diario para convertir a Internet en su prioridad por encima de la edición impresa. Para los directivos de ese periódico, la competencia informativa se ubica en el plano del ciberespacio.

También reconociendo al ciberespacio como principal escenario de la nueva competencia informativa, The New York Times decidió vender su canal de televisión y centrar su atención en Internet.

La versión en línea debe ser entendida como un nuevo medio de comunicación y no como un nuevo servicio informativo de valor agregado. Aun cuando la versión en línea sea un medio de comunicación nuevo e independiente, el poder articular un modelo financiero que efectivamente genere atractivas ganancias –similares a las alcanzadas por el periódico impreso en sus mejores días–, asegurando además la fidelidad de un considerable número de usuarios y lectores, de ninguna manera garantizará la supervivencia y rentabilidad de la versión impresa.

A pesar de los esfuerzos realizados, la mayoría de los periódicos venden menos ejemplares cada año y las ganancias que obtienen a través de Internet aún resultan exiguas.

Sensibles a los grandes dilemas que enfrenta el periodismo y, en general los medios impresos, directivos de la Association for Education in Journalism and Mass Communication (AEJM), en el marco de la decimosexta conferencia anual de la Asian Media and Commu-nication Centre (AMIC),2 realizaron del 25 al 28 de julio, en Singapur, el Primer Congreso Mundial de Educación para el Periodismo (WJEC, por sus siglas en inglés).

En dicho congreso participaron representantes de 27 de las principales asociaciones dedicadas a la enseñanza y la investigación del periodismo y las ciencias de la comunicación.

Joe Foote, profesor de la Universidad de Oklahoma (Estados Unidos) y miembro de la Association for Education in Journalism and Mass Communication (AEJM),3 fue el principal promotor de tal congreso, cuya organización y logística corrieron a cargo de profesores de la Universidad de Oklahoma, así como de miembros de la AEJM.

En el marco del congreso, directivos de la AEJM dieron a conocer los resultados del “Reporte 2007 de la WJEC”. De acuerdo con lo asentado en el referido estudio, en mil 859 escuelas se imparten programas de estudios en periodismo. Las 368 instituciones educativas de América Latina en las cuales se imparten programas de estudios en periodismo están ubicadas 17 países (véase Tabla 2).

Es fácil advertir algunos errores en el registro de la información asentada el “Reporte 2007 de la WJEC”. En México, por ejemplo, la relación de instituciones educativas de ninguna manera se restringe aquellas escuelas y universidades que ofrecen programas de periodismo. En el listado fueron incluidas instituciones que ofrecen programas de licenciatura y posgrados en ciencias de la comunicación.

El estudio podría resultar de gran utilidad en la medida en que las organizaciones que participaron en el Primer Congreso Mundial de Educación para el Periodismo, efectivamente se involucren en depurar la información obtenida, dándose además a la tarea de reunir la información faltante.

Una práctica responsable

Además de presentar los resultados del citado reportaje, los directivos de la Association for Education in Journalism and Mass Communication sometieron a la consideración de los representantes asistentes, la “Declaración de Principios para la Enseñanza del Periodismo”, el cual fue objeto de algunas correcciones. El texto final es el siguiente:

Los representantes institucionales de las asociaciones dedicadas a la enseñanza del periodismo, compartimos preocupaciones e intereses comunes sobre la naturaleza, papel, importancia y futuro de la educación del periodismo en el mundo. De forma unánime afirmamos que la educación del periodismo proporciona la fundamentación necesaria como teoría, investigación y entrenamiento para la práctica eficaz y responsable del periodismo.

La educación del periodismo se define de diversas maneras. En la base está el estudio de todos los tipos de periodismo. Éste debe servir al público de manera importante, pero puede hacerlo solamente si sus practicantes dominan un campo cada vez más complejo de conocimientos y habilidades especializadas. Ser periodista responsable debe implicar, sobre todo, un compromiso ético hacia el público. El compromiso debe incluir la comprensión y el aprecio profundo del papel que el periodismo juega en la formación, desarrollo y perpetuación de la sociedad informada. Prometemos trabajar juntos para consolidar la educación del periodismo e incrementar su valor con los estudiantes, los patrones y el público. En el proceso para cumplir con nuestro compromiso nos guiaremos por los siguientes principios:

1. El corazón de la educación del periodismo comprende un equilibrio de los contenidos conceptual, filosófico y práctico. La educación del periodismo es interdisciplinaria, y al mismo tiempo supone un campo académico por derecho propio y un cuerpo distintivo del conocimiento y la teoría.

2. El periodismo es un campo apropiado para los estudios universitarios desde niveles de licenciatura hasta posgrado. Los programas de estudios en periodismo comprenden una gama completa de grados académicos que incluyen estudios de licenciatura, maestría y doctorado, así como diplomados y cursos de especialización.

3. Los educadores del periodismo deben ser académicos y practicantes del periodismo; es importante que los educadores tengan experiencia profesional como periodistas.

4. Los planes de estudios para la enseñanza del periodismo deben incluir una variedad de cursos destinados al desarrollo de las habilidades profesionales, como el estudio de la ética del periodismo, su historia, el estudio de las estructuras de los medios y de las instituciones nacionales e internacionales, el análisis crítico del contenido de los medios y del periodismo como profesión. Además deben incluirse cursos sobre el papel social, político y cultural de los medios en la sociedad, así como talleres sobre dirección de medios y economía. En algunos países, la educación del periodismo además incluye temas asociados, como relaciones públicas, publicidad y asignaturas destinadas a la producción de medios

5. Los educadores del periodismo tienen un importante compromiso en la misión de promover la alfabetización mediática en las instituciones académicas en que laboran, como con el público en general.

6. Los graduados de los programas de periodismo deben estar capacitados para trabajar como practicantes altamente informados, confiados de sus altos principios éticos para satisfacer las obligaciones públicas centradas en el interés de su trabajo.

7. La mayoría de los programas de licenciatura y muchos programas de maestría en periodismo tienen una fuerte orientación vocacional. En esos programas es de capital importancia el aprendizaje práctico que se adquiere en los laboratorios, pasantías y también a través de programas de servicio profesional.

8. Los educadores del periodismo deben mantener estrechos vínculos con la industria de los medios. Deben ejercitar la crítica en prácticas profesionales y ofrecer consejos a la industria basados en su reflexión.

9. El periodismo es un intenso campo tecnológico. Los practicantes necesitan dominar una variedad de herramientas computacionales. En la práctica, la educación del periodismo debe proporcionar orientación sobre esas herramientas.

10. El periodismo es un esfuerzo global. Los estudiantes de periodismo deben aprender que a pesar de diferencias políticas y culturales, comparten importantes valores y metas profesionales con sus pares en otras naciones. En la práctica, la educación del periodismo debe proporcionar a los estudiantes la experiencia, de primera mano, de la manera como se practica el periodismo en otras naciones.

11. Los educadores del periodismo tienen la obligación de colaborar con sus colegas en el mundo para proporcionarles ayuda y apoyarles, de modo que la educación del periodismo pueda ganar fuerza como disciplina académica y desempeñar un papel más eficaz que ayude al periodismo a alcanzar su máxima plenitud.

¿Adios al impreso?

El 24 de agosto de 2006, la portada de la versión impresa de The Economist formulaba una pregunta que generaría gran conmoción al interior de la industria de los medios impresos: Who Killed the newspaper? De acuerdo con el artículo, el último periódico impreso será tirado a la basura en el año 2043.

El ciberespacio, efectivamente, representa el escenario lógico de la nueva competencia informativa. En ésta participan conglomerados multimedia, medios convencionales que han decidido remediarse a través de Internet y, por supuesto, medios informativos concebidos para la web. En el ciberespacio poco importan las fronteras que aún suelen afirmar algunos medios convencionales.

Debemos entender que en la web 2.0, así como ambientes posteriores, permiten que cada individuo que cuente con acceso a Internet y disponga de los conocimientos elementales para desarrollar un blog, publique sus opiniones sin depender de ningún tipo de editores.

Para Ramón Alberto Garza, director de Reporte Índigo, la información se volvió un commodity. Todos tenemos acceso a la información gracias a Internet, y ahora las personas no están dispuestas a pagar por información que pueden encontrar en la red. Lectores y televidentes sólo están dispuestos a pagar por entretenimiento.

De acuerdo con Álvaro Vargas Llosa, la mayoría de los diarios de América, Europa y América Latina han incurrido en el error de “haber encarado esta tendencia como un desafío financiero y tecnológico en vez de un fenómeno cultural”.4

El tránsito de la tinta y el papel al pixel y la pantalla, efectivamente no ha resultado sencillo para los periodistas, para los dueños de los medios impresos y tampoco, por supuesto, para los académicos e investigadores de la comunicación. La relevancia de la contribución de las universidades a la enseñanza del periodismo dependerá de su propia remediación.

De la productiva remediación de la academia de comunicación, deberán derivarse algunas respuestas prácticas a los retos y exigencias profesionales que impone tan complejo fenómeno cultural.

NOTAS

1) El concepto remediación, por lo menos admite dos interpretaciones en ecología de medios. En el libro The Soft Age, Paul Levinson (1997) empleó el término medio remedial para describir cómo nuestras sociedades utilizan un medio para reformar o mejorar a otro. De acuerdo con Levinson, en un esfuerzo del cual no siempre somos conscientes, intentamos hacer que los medios se parezcan más al hombre. En uno de sus recientes libros: Cellphone. The story of the world’s most mobile medium and how it has transformed everything, Levinson afirmó que los medios de comunicación aún compiten –y de forma más intensa– por la atención de las personas (Levinson, 2004:12). En términos darwinianos –sugiere Levinson–, la selección del ambiente mediático queda en manos de las personas, quienes contribuyen con su preferencia a la evolución de un medio determinado. Constantemente se decide entre ir al cine o quedarse en casa a ver televisión o un video, leer un libro, hablar por celular o enviar un correo electrónico. Los medios no evolucionan por una selección natural sino por una elección humana. El medio que mejor evoluciona es aquél que se ajusta más a las diversas necesidades del hombre. El proceso de remediación de los medios de comunicación sintetiza tal adecuación dialéctica que permite a los medios de comunicación imitar las facultades u órganos del ser humano. Por su parte, Jay Bolter y Richard Grusin emplean el concepto remediación para describir las relaciones formales de interdependencia cultural que existen entre dos o varios medios, argumentando que en las primeras líneas de Comprender a los medios de comunicación: Las extensiones del ser humano, Marshall McLuhan afirmó que el contenido de todo medio es otro medio. Para Jay D. Bolter y Richard Grusin, Internet es un nuevo medio remediador, pues asimila a los medios que le antecedieron. El contenido de Internet son los medios que le antecedieron.

2) Las oficinas de la Asian Media Information and Communication Centre (AMIC) se encuentran ubicadas en la Nanyang Technological University, en Singapur. El sitio web de AMIC es http://www.amic.org.sg

3) Las oficinas centrales de la Association for Education in Journalism and Mass Communication se localizan en Columbia, Estados Unidos. Véase http://www.aejmc.org

4) Véase “No, al periódico nadie lo mató”, de Álvaro Vargas Llosa, disponible en Reporte Índigo, núm. 1, septiembre de 2006 [http://www.reporteindigo.com.mx]

El anterior artículo debe citarse de la siguiente manera:

Islas Carmona, Octavio, «La academia en la remediación del periodismo»,
en Revista Mexicana de Comunicación, Núm. 106, agosto / septiembre, 2007.

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