Cine y televisión digital: nuevos modelos de transmisión

  • La era digital empieza a comerse los canales tradicionales de televisión.
  • En México permanece abierto un debate sobre cuáles son los mejores instrumentos que pueden diseñarse para mejorar las condiciones de distribución, exhibición y transmisión del cine mexicano en toda clase de pantallas y plataformas.
  • En este contexto, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) organizó las jornadas Nuevos modelos para la distribución del cine y el audiovisual.

Fotografía: «Netflix; class action settlement» por Laura Fríes @ Flickr

Por Carmen García Bermejo

Publicado originalmente en El Financiero

Si bien en Francia, Argentina, España y Brasil la tendencia es fortalecer la televisión pública en esta época de reconversión digital, México llega tarde y mal a esta era debido al poder político y económico que ha acumulado el duopolio Televisa-TV Azteca que, a la vez, ha frenado el desarrollo y la inversión en materia de telecomunicaciones y el audiovisual.

A pesar de que la población tiene acceso cada vez más a la Internet o adquiere diversos dispositivos electrónicos con los que interactúa desde diversos sitios, el gusto por ver la televisión continúa. Con la llegada de la era digital nuevos canales han surgido en esta frecuencia y esas emisoras necesitan de programas, series, películas, informativos y documentales para alimentar su barra. La industria del audiovisual requiere existir en otros medios interactivos y, con ello, la TV también demanda una evolución.

Las industrias audiovisual y cinematográfica se orientan hacia un nuevo paradigma frente a la realidad digital. Para muchos países, este contexto ha dejado de ser un escenario a futuro, pues se ha convertido en una realidad cotidiana frente a la cual desarrollan estrategias de adaptación que van desde la política cinematográfica y audiovisual hasta nuevos planes y tácticas comerciales. En México permanece abierto un debate sobre cuáles son los mejores instrumentos que pueden diseñarse para mejorar las condiciones de distribución, exhibición y transmisión del cine mexicano en toda clase de pantallas y plataformas. En este contexto, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) organizó las jornadas Nuevos modelos para la distribución del cine y el audiovisual.

Aquí se presentan varias experiencias que contrastan con la realidad mexicana. Los ejemplos de estos países muestran que sólo a través de una ley efectiva, se ha logrado el desarrollo de las telecomunicaciones y el audiovisual, una situación que aún dista de alcanzarse en México.

En el mundo la gente mira cada vez más tiempo la televisión. Por ejemplo, en Estados Unidos la población ve cuatro horas con 44 minutos la TV, en México tres horas con 20 minutos por día. Los jóvenes-adultos es el sector de la población que más recurre a la Internet, pero su consumo televisivo es equiparable al de la Web. Es por ello que en Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia e Italia aprovechan la convergencia digital. Con este sistema se hacen más cadenas de televisión y éstas empiezan a comerse las cuotas de mercado de los canales tradicionales. Esta situación es bastante fuerte entre la población estadounidense, pero igual en Francia donde hoy en día esos canales digitales representan un tercio de la pauta de la televisión y, se supone, que esto también va a ocurrir en México donde los nuevos canales robarán un poco del pastel a las frecuencias analógicas.

Francois Lhomme, director de Eurodata TV Worldwide, explica que cuando los canales pequeños que entran con la era digital transmiten películas tienen una cuota de mercado mucho más importante que para sus otros programas. La razón es que, como al principio, la gente no sabe bien lo que va a encontrar en estas emisoras, al transmitir un filme conocido capta la atención de la audiencia y es una buena forma de darse a conocer mediante el cine.

-Si comparamos el porcentaje de películas -precisa Lhomme- que están en una cadena de televisión y el monto de gente que mira estos programas vemos que en España, Polonia, Alemania y Rumania cada vez es mayor el peso del cine en la TV. Tomando dos ejemplos de Europa del Este nos damos cuenta de que el 20 por ciento de los programas en Rumania son películas y el 25 en Polonia. En cada caso la cuota de mercado, si añadimos todos los mementos en que pasan cine, es superior a la media de la cadena. Si tomamos ejemplos de Alemania y España, el primer país es famoso por transmitir muchos documentales e informativos, alcanzando un 45 por ciento de su programación, mientras que la cuota de cine en los canales alemanes es de 11 por ciento. Pero el porcentaje de quien mira esas películas aumenta considerablemente en relación a los otros programas.

El especialistas indica que en los cuatro mil 700 canales disponibles en Europa, 422 son de cine y 455 son generales; es decir, menos de un diez por ciento son canales de cine. Por ejemplo, en Inglaterra hay 51 canales de cine, mientras que en Francia hay 47, lo cual muestra la oferta importante de cine en la TV, aunque eso no impide que haya un número fuerte de entradas a las salas de cine en Francia.

Al referirse a la nacionalidad de las películas que se emiten en cada país, Lhomme comenta que las películas estadounidenses son número uno en todos los países, menos en Francia, no porque las producciones de su país sean geniales, sino por disposición de ley; esto es, un canal tiene que invertir en nuevos proyectos de cine francés o de idioma francés y, además, debe transmitir películas de idioma francés con una cuota de 30 al 35 por ciento eso, además de educar, es la única manera de luchar contra un cine muy fuerte que es el cine estadounidense. De no existir esta ley estarían como España, donde las películas de Hollywood invaden sus pantallas.

En Argentina, el 90 por ciento del cine que se realiza tiene algún tipo de ayuda, crédito o subsidio del Estado en alguna de sus etapas de desarrollo, producción o estreno. Además, existe el impulso de producir contenidos para televisión, videojuegos y la Web. Asimismo, el Estado desarrolla la televisión digital y, a su vez, ofrece este servicio de digital abierta a una cantidad de señales públicas al lado de las cadenas privadas. En ese país era muy difícil ver TV digital en algún sistema que no fuese de pago. Pero desde hace tres años este servicio se obtiene a través de la compra de un decodificador, por lo que los argentinos no volverán a pagar un peso por ver TV a través de cable o el satélite.

La herramienta que ha hecho posible esta política pública ha sido la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Eduardo Raspo, director de INCAA TV (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), apunta que, desde hace dos años, esa nueva ley tiene por objetivo regular los sistemas de comunicación audiovisual en todo el ámbito territorial de su país.

-Regular los sistemas de comunicación audiovisual -continúa- significa no quitarle espacio a nadie, sino sumar nuevas voces. Ahora tenemos 120 nuevas señales de diversas instituciones como universidades, ONG, pueblos originarios, fundaciones, asociaciones, etcétera. Hay una proliferación de señales a las cuales es necesario alimentar. Esto ha producido un encuentro entre lo mejor de la esfera pública y privada: productores y creadores para realizar contenidos. La ley también establece la forma de obtener recursos mediante la publicidad y la regulación está en la cantidad de contenidos que toda señal debe pasar de producción propia.

Raspo subraya que la televisión digital abierta está funcionando en un 75 por ciento del territorio nacional y la ley obliga a todos los cableros a colocar las señales públicas dentro de su barra. Pero lamenta que en las salas de cine no se proyecten películas argentinas porque sólo se han dedicado a exhibir lo peor del cine comercial. Aunado a esto, en los años 90 las salas fueron devastadas y hay territorios donde no hay una sola y la señal de televisión que llegaba a esos lugares se pagaba, ya que la TV comercial consideraba que el cine argentino no era negocio.

Esta situación se ha transformado. Raspo afirma que INCAA TV ha puesto en evidencia que a los argentinos sí les interesa ver cine de su país y latinoamericano:

-Trabajamos con todo el cuerpo del cine Argentino y Latinoamericano. El desafío era cómo mostrar determinados géneros. Así es que lo pusimos a consideración de los espectadores. La forma de programar fue a través de ciclos de 13 películas. Por ejemplo, los lunes transmitimos cine clásico de los años 30, 40 y 50 de la Argentina, fue abierto para las nuevas generaciones que nunca habían visto cine en blanco y negro; los martes se proyecta cine de autor, los miércoles cine latinoamericano, los jueves pasamos documental argentino y latinoamericano, los viernes cine policial. Hemos incorporado una franja de cine internacional clásico-europeo y cine contemporáneo del resto del mundo.

Raspo repara en un problema: el cine latinoamericano no circula en la región: “Hemos tenido que salir a comprar películas peruanas -recuerda- cuyos propietarios de los derechos son franceses o películas brasileñas a un tenedor de derechos en Miami. Parte del trabajo que estamos haciendo es laborar sobre el tema de los derechos porque al ir haciendo este canal apareció la necesidad de difundir el cine argentino: 60 por ciento de cine hecho en el país, 20 por ciento de cine latinoamericano y 20 por ciento de cine del resto del mundo. Esto representa alrededor de 600 películas al año, lo cual significa que, en 2011, transmitimos poco más de 100 películas latinoamericanas.

 

Serio problema con la piratería

La cadena de televisión de España TVE ha llegado a sus 55 años y dentro de esa trayectoria se inserta un sistema audiovisual con altibajos. 1989 marca el nacimiento de la televisión privada en ese país ibérico y la televisión de paga. Canal Plus es el primero de paga, éste se constituye con capital francés-español y los fonos españoles por el Grupo Prisa. A la par, surgen dos televisoras en señal abierta: Antena 3, perteneciente al Grupo Planeta (un grupo audiovisual muy fuerte) y Telecinco, cuyo capital es representado por MediaSet que tiene como accionista principal a Silvio Berlusconi.

En 2002, empiezan a transmitir en digital todas las cadenas nacionales españolas y en 2010 se da el apagón analógico. También se renovó el parque de televisión de todas las familias, se comercializaron los decodificadores, la señal mejoró sensiblemente y el número de canales se multiplicó, al igual que la oferta de programación. En ese periodo nacieron (2005) dos nuevas televisoras: La Sexta y Cuatro. La Sexta tiene dentro de sus socios a Televisa y Cuatro es del Grupo Prisa.

Mario Real, director adjunto del área de Cine de TVE, recuerda que en 2009 se da un cambio sustancial: la nueva Ley de Financiamiento de la Corporación de Radio y Televisión Española, la cual suprime la publicidad en la televisión pública:

-El panorama audiovisual cambió sustancialmente al pasar toda la publicidad al resto de las cadenas, los anunciantes ya no podían comprar espacios en TVE. El gobierno tuvo que aprobar medidas para que el tres por ciento de los ingresos de las televisiones privadas alimentara el financiamiento de TVE, el 1.5 de los ingresos de la televisión por pago también fomentara la tele pública, al igual que un espacio de canon radioeléctrico. Se puso un límite al presupuesto de la TVE para quedar en mil 200 millones de euros.

Real confirma que esto tuvo consecuencias positivas para el espectador porque puede ver todos los programas y los noticieros en TVE sin publicidad. Sin embargo, recuerda que en Europa se vive una crisis financiera y la inversión publicitaria se ha resentido. Al mismo tiempo hay una sobreoferta de canales que ha sido motivada por el surgimiento de la televisión digital terrestre y esto ha llevado a que muchas operadoras sufran una crisis muy grande.

-El negocio que se pensaba -precisa- cuando se aprobaron las concesiones de nuevas diligencias no ha sido así. Además, surgió un problema serio porque, ahora, sólo hay dos grupos grandes de comunicación: La Sexta participa ahora con Televisa y con Antena 3 y Telecinco con la televisora Cuatro. Esto ha llevado a un duopolio en la TV comercial y, por otro lado, existe un fuerte debate sobre el papel de la televisión pública que al día de hoy es líder del mercado en audiencia.

Otra de las normas que Real resalta es la Ley General de Comunicación Audiovisual, la cual obliga a contribuir anualmente al financiamiento anticipado de la producción europea de películas cinematográficas, series para TV, documentales y películas de animación. Aunque advierte que el modelo de televisión privada es una empresa como cualquier otra: lo único que quiere es maximizar los beneficios, la programación es un soporte para vender publicidad. En cambio, explica que la TV pública tiene otra estrategia diametralmente opuesta.

-El seis por ciento de los ingresos de la TVE -aclara- se destinan a producción cinematográfica y de ese monto el 75 por ciento se invierte en producción de cine europeo. El modelo privado de televisión participa en la producción de pocas películas y con un sentido comercial que significa el retorno de cada euro que invierten en sus películas y ostentan la propiedad del negativo, mientras que la televisión pública compra derechos de emisión. La inversión de 2011 que hizo TVE en producción de cine ascendió a 40 millones 900 mil euros.

Real indica que se habla mucho de las ventanas cinematográficas, en España se está haciendo una labor de las plataformas de cine on line: “Pero -acepta- tenemos un serio problema con la piratería y hay que regular. El dilema es que la gente se está acostumbrando a que el cine sea gratis, lo cual afecta muchísimo a la industria y a las plataformas de cine.”

 

Maquiladores de ideas extranjeras

De acuerdo con el pensamiento liberal del capitalismo tardío que gobierna en el mundo, la migración de lo analógico a digital es para generar más riqueza económica. Pero el cineasta Víctor Ugalde agrega que también se está cambiando para ampliar las posibilidades de expresión del pensamiento del mundo, aunque hasta el momento todavía no está claro el panorama de su circulación y consumo.

-El encuentro y desencuentro de los grandes capitales de la comunicación nacional y transnacional -subraya- nos ha llevado en los últimos años a un gran retraso tecnológico y ha detenido el avance de las ideas y el desarrollo de la democracia como forma de vida incluyente. También ha frenado grandes inversiones en ese sector que es uno de los más dinámicos de nuestra economía: las telecomunicaciones y el audiovisual. De acuerdo al número de concesiones que detentan las empresas de comunicación, en los últimos cinco años se ha reducido el monto de las inversiones para la producción nacional. Ahora, somos consumidores de lo ajeno porque los programas pagados a niveles irrisorios de acuerdo a su inversión entran a México a precio de dumping.

Ugalde asegura que hoy en día los mexicanos son maquiladores de ideas extranjeras:

-Consumimos -advierte- supuestos programas de televisión exitosos en otros países adaptados a nuestra forma de ser y de pensar, como si no pudiéramos expresar contenidos propios. El modelo de la televisión abierta, de señal restringida y de cable nos está haciendo un país más de consumidores de lo ajeno, que de productores de nuestro imaginario. Por fortuna, en la última década, el cine nacional se ha salvado de esta caída que sufre la TV en materia de producción gracias a la movilización de la comunidad fílmica, el apoyo del ejecutivo cinematográfico y del poder legislativo. La producción fílmica ahí está. Falta la comunicación con los públicos y la recuperación de las inversiones que le impide la presencia dominante e intereses creados en las grandes empresas de la comunicación.

El también presidente de la Sociedad Mexicana de Directores Realizadores de Obras Audiovisuales alerta que por desgracia en materia de televisión y de telecomunicaciones el poder legislativo no ha logrado ponerse a la altura de los tiempos, ni de los reclamos de la sociedad. Por ello, en los últimos años se ha retrocedido a niveles insospechados:

-En materia de nuevas tecnologías, hemos seguido un camino que aumenta nuestra dependencia política, económica e ideológica y que concentra el poder en unas cuantas manos e impide la inclusión social. Desde hace más de diez años la sociedad organizada ha venido impulsando iniciativas incluyentes, pero el poder político e influencia que ha adquirido el duopolio de la televisión hace que se estrellen en la Cámara de Diputados, donde el duopolio televisivo cuenta con una bancada que lo apoya y lo protege. Hoy la sociedad mexicana es rehén de la lucha entre los gigantes de la comunicación Televisa-TV Azteca vs Slim y de trasnacionales estadounidenses de contenidos contra servidores y plataformas de la Red. Ni el ejecutivo, ni el legislativo están haciendo su trabajo. El gobierno también es un rehén de los intereses creados por las grandes empresas de la comunicación. Televisa y TV-Azteca tendrán telefonía, Slim canales de televisión. Pero la inclusión de todos nosotros ¿cuándo?

Ugalde asegura que las políticas públicas impulsan el desarrollo de la nación y da como ejemplo lo realizado en Francia, Argentina y Brasil:

“El impulso del audiovisual aporta al PIB grades cantidades de dinero, al tiempo que incrementa la convivencia. Esto se logrará en México si se rompe el actual espectro de dominancia televisiva mediante la inclusión de nuevos jugadores en nuevos canales. Desde hace diez años, el cine está migrando de la sala de exhibición, aunque el panorama no es nada halagüeño a pesar de sus grandes posibilidades de comunicación.”

 

Frenar concentración

Una experiencia donde se percibe la importancia de regular la actividad de la televisión privada y la de paga se percibe en Brasil. Glauber Piva, director de la Agencia Nacional de Cine de ese país, explica que desde los años treinta cuentan con legislaciones y políticas para el audiovisual y su fomento.

-En los setenta y ochenta -refiere-, Brasil tuvo una distribuidora del audiovisual que pertenecía al Estado, pero el gobierno de los años noventa la vendió. Aún así, el país conservó políticas públicas para el desarrollo del audiovisual que se basan, sobre todo, en el apoyo a la producción, poco hay para la distribución y la exhibición. Por ejemplo, la televisión abierta que es el principal vehículo de comunicación en el país, TV Globo es una de las más fuertes del mundo, siempre tuvo un modelo de producción dentro de casa.

Otro aspecto que destaca Piva es que la producción de programas de televisión se concentra en ciudades como Sao Paulo o en Río de Janeiro, donde se cuenta con una infraestructura muy importante para desarrollar esta actividad, aunque acepta que eso ha generado una situación donde la producción independiente y de otras regiones del país no ha logrado fortalecerse. Comenta que la televisión por pago siempre ha mantenido una hegemonía muy fuerte sobre los programadores extranjeros; es decir, los productores de TV por pago realizan dentro de casa, como la televisión abierta, sus propios contenidos.

-El audiovisual en Brasil -añade- se fortalece con una política de fomento directo (premios e inversión del Estado) e indirecto (beneficios fiscales). Pero, el año pasado se aprobó la nueva legislación para la TV por pago, la cual es relevante en diversos aspectos. Sobre todo en un país que jamás había reglamentado sus telecomunicaciones, ya que las empresas televisoras gozaban de una amplia libertad, luego de que en Brasil se vivió un periodo de dictadura muy fuerte, en los sesenta y setenta, con un férreo control de los medios.

-Ahora -precisa-, la Ley 12085 se centra en la reducción de la concentración de la televisión por pago y apoya la producción independiente en el país de programas de televisión y realización de cine. Jamás habíamos tenido algo así porque una cosa es destinar recursos para la producción y otra muy distinta garantizar que esa producción se transmita también por la televisión por pago. Por lo tanto, esta nueva ley creó una cuota de pantalla y fortalece a los canales brasileños de la televisión.

3 comentarios a este texto
  1. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: La era digital empieza a comerse los canales tradicionales de televisión. En México permanece abierto un debate sobre cuáles son los mejores instrumentos que pueden diseñarse para mejorar las condiciones de distribución,……

  2. La Ley de Medios en Argentina va camino al fracaso por un simple motivo. Si el estado no financia el 100% de la TV digital, el sistema se cae por anti económico. Es falso que en Argentina no se pagará mas por ver TV. La TV Digital tiene unos contenidos de mediocres para abajo; lo bueno sigue estando por la TV de paga.
    Además los canales que produce el estado estan totalmente alineados con el gobierno en sus contenidos. Los canales que no son afines al gobierno NO se ven en el sistema de TV Digital, por lo que se busca eliminar o coartar la libertad de prensa.

    Ojo que no todo lo que reluce es oro.

  3.  Se nota que vivis en Argentina..Como mentis aca.Vos sos un mediocre que sos pagado por monopolios mediaticos que no quiero nombrar ademas de ser chupamedias de televisa y tv azteca quedate ahi quietito en un rincon como loco malo..Vos sos reberreta en opinar sin argumentos menos si no estas viviento en Argentina como ciudadano con todos los derechos,garantias asi como obligacionas adquiridas.A ver si eso pasa en Yanquilandia o Mexico,Colombia,etc,etc…Chau panqueque.

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