Literatura electrónica: Transmedia y nuevos lectores

  • La escritura es la misma, sólo cambian las herramientas creativas
  • Gabriella infinita” es una de la primeras novelas interactivas en habla hispana
    Foto "Hermeneia"

    Foto «Hermeneia»

Por Elthon García

“Antes nos reuníamos a la luz de una hoguera a escuchar historias; ahora, lo hacemos a la luz de una computadora”. Con esta frase de Mauricio Montiel Figueiras, autor de la twitter-novela “El hombre de tweed”, podríamos resumir la razón de ser de la literatura electrónica.

En el marco del Tercer Simposio Internacional sobre el Libro Electrónico, escritores y estudiosos de la literatura electrónica compartieron sus experiencias y reflexionaron sobre las posibilidades y alcances de este nuevo paradigma de creación literaria. Sin duda alguna, un tema nuevo y polémico entre las letras hispanoamericanas.

La mesa redonda “Escritores en plataformas digitales”, moderada por Mónica Neponte, contó con la participación de expertos como Perla Sassón-Henry (Argentina), Mauricio Montiel Figueiras (México), Vicente Luis Mora (España) y Jaime Alejandro Rodríguez (Colombia).

Del papel a las plataformas digitales

Éstas son algunas conclusiones, que en voz de los ponentes, podemos rescatar:

  1. La literatura, al igual que la vida, es diacrónica, por lo tanto esta modalidad de escribir es resultado de una suerte de adaptación a la “explosión mediático-tecnológica” que afrontamos como especie humana.
  2. La transmedia, que no es otra cosa que la posibilidad de emplear varios canales para comunicarnos, permite a los escritores crear nuevas estructurar narrativas (transmedianarración) que también modifican la experiencia del lector. La relación escritor-lector es más estrecha y adquiere una importancia real en el proceso creativo.
  3. Existen novelas interactivas como “Gabriella infinita” (Jaime Alejandro Rodríguez, 2007) que implican leer fragmentos (en papel y en blog), escuchar audios, observar videos y dibujos animados, e interactuar en redes sociales.
  4. La literatura tradicional y la digital no están peleadas. Ni la primera va a desaparecer ni la segunda va reemplazar a la otra. Se trata de responder a las necesidades y a la formación de nuevos lectores, mismos que a la postre otorgan validez y reconocimiento.
  5. El proceso de escritura, de armar una historia y una trama, es el mismo, sólo cambian las herramientas para ficcionar y, al mismo tiempo, complementar la realidad. No se necesitan más competencias que elegir las herramientas que se ajusten a nuestros intereses, ya sea crear cuento, novela, crónica, poesía, teatro.
  6. Existen proyectos como Hermeneia, Literatrónica y Narratopedia, que buscan condensar las investigaciones y obras que existen en materia de letras digitales en habla hispana.

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