Pensar la revolución informativa

Cambios en la educación, la ciencia y la inteligencia artificial

 

Innovaciones sociales y tecnológicas como las redes sociales, los robots o el análisis del big data hacen necesario replantear cómo pensamos el mundo. La ciencia, la educación y hasta la ética deberán encontrar formas de procesar el cambio.

Los robots se introducen paulatinamente en marcos de vida cotidiana al humanizarse - Foto: “Aibo ERS-220” por Shuichi Aizawa / Flickr

Los robots se introducen paulatinamente en marcos de vida cotidiana al humanizarse – Foto: “Aibo ERS-220” por Shuichi Aizawa / Flickr

Por Carmen Gómez Mont

Publicado originalmente en RMC #137

Primer escenario: Big data y la ciencia

Si Facebook fuera un país contaría con 1.4 mil millones de habitantes más que China, señala Dominique Boulier, destacado investigador francés.

Estar conectado es hoy uno de los mayores valores de la revolución informativa. Sin embargo, escasamente se habla de la capacidad del ser humano para comprender y analizar la diversidad de prácticas que vienen emergiendo en las redes sociales. Ante la rapidez con la que circulan datos brutos es factible revelar un sin fin de variables, sin embargo hasta el día de hoy la sociología aún no sabe cómo interpretar más allá de la estadística los procesos de apropiación tecnológica dentro de un mundo que gradualmente revela su diversidad. ¿Qué hay más allá de los perfiles que se construyen masivamente (big data) y se destinan a las ventas de servicios y productos?

Se trata de datos que se venden para la publicidad, producto de hacer rastreos a la huella digital que cada uno de los usuarios va dejando tras cada búsqueda o consulta. Sin embargo hasta ahora no se han creado los conceptos ni las categorías adecuadas para interpretar socialmente cada una de las prácticas que vienen emergiendo de uso de Internet. Aún lo pensamos y lo comprendemos desde una mentalidad que data del siglo XIX: se trata de los tiempos largos que dieron pie a las obras de Durkheim y Weber o de los medianos plazos que partieron de las encuestas de opinión. Pero desde esta concepción ¿hasta dónde realmente comprendemos la interconexión a nivel mundial, regional y hasta local?

¿Qué nueva concepción espacio temporal tendríamos que inventar para lograr crear una disciplina que nos lleve a comprender cabalmente el fenómeno internet?

 

Segundo escenario: La inteligencia artificial y los robots

Desde el año 2000 el desarrollo de la inteligencia artificial ha permitido que se lleve a cabo una evolución en la creación de robots humanoides. Actualmente se cuentan 1.6 millones que desarrollan varios usos: industriales, militares y de compañía. Para el  2016 se espera que se estén produciendo 200 mil al año.

Los robots se introducen paulatinamente en marcos de vida cotidiana al “humanizarse”. Por ejemplo, imitando a los animales como el Aibo (japonés),  o bien el propio Asimo (TNKfreePaul(TNK프리오토), 2015) que se ha convertido en  una revelación por la precisión con la que ejecuta movimientos y parece obedecer a sus interlocutores humanos. Pepper es un robot que habla 17 lenguas y que en Japón se ha vuelto ya un miembro de la familia, según lo reporta Annie Kalin (Le Monde). Actualmente se cuentan 16 mil robots humanoides que están desarrollando tareas importantes, por ejemplo, con enfermos de Alzheimer o personas autistas, entre otros. Sin embargo, hay que reconocer que así como nos maravillan, nos causan terror. Hay cuestiones jurídicas, éticas y sociales que habrá que atender desde esta innovación. Lo grave consistirá en constituir normas, leyes y reglamentos dentro de dimensiones totalmente desconocidas para la sociedad del siglo XXI. El riesgo puede ser que el fenómeno humanoide se escape de las manos. Ya Stephen Hawking señalaba que para el 2025 cada dos de tres empleos podría ser asumido por un robot.

A tal grado se espera que su llegada sea abrumadora que se crean asociaciones para su defensa, sobre sus derechos, e incluso sobre cuestiones éticas pensando en su injerencia dentro del campo militar. Esto no es sino el inicio.

¿Será el robot un aliado o un enemigo del hombre? ¿Quiénes participan ya en su diseño? ¿Qué tanto las mujeres pueden tomar parte dentro de la investigación y aplicaciones de la inteligencia artificial, originalmente reservada a hombres? ¿Qué decir de la participación de países menos poderosos dentro de lo que se ve ya como un rubro fundamental para el siglo XXI?

 

Tercer Escenario: La educación y la ciencia

¿Cómo comprender la expansión de la inteligencia artificial dentro de una educación en plena crisis? ¿Una educación que se caracteriza por una baja de atención y una desmotivación creciente? ¿Qué implicaciones puede tener la creciente aplicación de robots humanoides dentro de sociedades en plena crisis no e uno sino en todo sentido?

Claudio Naranjo señala que para lograr salir de la crisis educativa hace falta formar estudiantes que puedan pensar en profundidad. Que sus mentes adquieran conciencia de sí mismas, que los ciudadanos recuperen la pérdida de vida interior, que sean capaces de asombrarse. Estas propuestas son urgentes pues la ciencia y su aplicación a nuestras vidas está dando pasos agigantados, ciencia que puede solucionar enormes problemas pero que también los puede agravar.

Para sopesar su evolución e injerencia en nuestras vidas hará falta una educación holística, como bien lo señalan Claudio Naranjo y Mathieu Ricard y que las escuelas y universidades pongan el acento en la formación de un pensamiento más profundo, más crítico y analítico. En caso contrario, el resultado podría ser desastroso.

 

Referencias

TNKfreePaul(TNK프리오토). (5 de Abril de 2015). Honda Asimo 2015 ( 혼다 아시모). Recuperado el 7 de Octubre de 2015, de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=QRB7kpduzUw

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