No. 155 / enero-junio 2025 / ensayo
J. Arcelia Toledo Sánchez
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA, XOCHIMILCO
Resumen. La Ké Huelga Radio, surgida durante la huelga estudiantil de la UNAM (1999-2000), representa un modelo de producción horizontal del conocimiento, en diálogo con las propuestas de Sara Corona Berkin sobre prácticas colaborativas, éticas y descolonizadoras. Su organización colectiva y el uso ético de la comunicación la posicionaron como un medio de resistencia frente al neoliberalismo. Más allá de ser una herramienta de difusión, se constituyó como un espacio de creación de saberes situados, descolonizadores y participativos, y trascendió las fronteras académicas y mediáticas tradicionales.
Abstract. La Ké Huelga Radio, which emerged during the UNAM student strike (1999–2000), represents a model of horizontal knowledge production, engaging with Sara Corona Berkin’s proposals on collaborative, ethical, and decolonizing practices. Its collective organization and ethical use of communication positioned it as a medium of resistance against neoliberalism. Beyond serving as a tool for dissemination, it became a space for the creation of situated, decolonizing, and participatory knowledges, transcending traditional academic and media boundaries.
Durante el sexenio de Ernesto Zedillo (1994–2000), México vivió una reconfiguración neoliberal, impulsada por organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que afectó especialmente al sector educativo. Las reformas buscaron reducir el gasto público mediante descentralización, inversión privada, cuotas escolares y promoción de escuelas privadas. Estas medidas provocaron oposición de diversos sectores sociales que defendieron el derecho universal a la educación pública y gratuita, y propiciaron el surgimiento del movimiento estudiantil de 1999-2000 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Cerramos la universidad hoy, para que siempre esté abierta”[1]
La huelga estudiantil comenzó formalmente el 20 de abril de 1999 tras un proceso organizativo previo y un creciente descontento ante las decisiones autoritarias del rector Francisco Barnés de Castro en la UNAM. El movimiento se articuló en torno a un pliego petitorio de seis puntos, que llamó a ladefensa de la gratuidad educativa, y estableció mecanismos de democracia directa a través de asambleas locales y el Consejo General de Huelga (CGH). El pliego petitorio establecía cinco puntos:1) Abrogación del Reglamento General de Pagos, 2) Derogación de los reglamentos de exámenes e inscripciones aprobados en 1997; 3) Creación de un espacio resolutivo para discutir y acordar la reforma universitaria (Congreso); 4) Recuperación de los días perdidos por la huelga; 5) Anulación de toda clase de sanciones; y, posteriormente, se incluiría un sexto: Rompimiento de todo vínculo con el Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL) (Meneses, 2018: 15)
Todo esto correspondía a las líneas de acción política en que se organizó el CGH.La Ké Huelga: una construcción horizontal del saber
La Ké Huelga Radio surgió como una apuesta política y cultural que encarna la producción horizontal del conocimiento descrita por Sara Corona Berkin (2006; 2009). Desde su origen, se basó en prácticas colaborativas, éticas y de saberes situados. Articuló voces de estudiantes, colectivos sociales, madres y padres de familia. La emisora se posicionó como un proyecto autónomo que rompió con las jerarquías tradicionales y promovió dinámicas colaborativas, comunitarias y descolonizadoras.
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La construcción de saberes colectivos en la Ké Huelga
Desde la perspectiva de Corona Berkin (2006; 2009), la producción horizontal del conocimiento implica una ruptura con las jerarquías tradicionales de saber que apuesta por prácticas colaborativas, éticas y descolonizadoras. En este sentido, la experiencia de La Ké Huelga Radio representa una concreción ejemplar de estas categorías. La Ké Huelga emergió como un medio construido por, para y desde el movimiento estudiantil, en el cual los saberes situados fueron fundamentales. Las decisiones no eran impuestas, sino discutidas colectivamente; los contenidos no eran creados por expertos, sino por estudiantes en lucha cuyas voces reflejaban sus contextos políticos, sociales y culturales. Este conocimiento situado permitió reconocer la experiencia como fuente legítima de saber, y esto fue evidente en la producción radiofónica del movimiento. El noticiario “Notihuelga” y otros programas[2] se nutrieron de boletines del CGH y fuentes alternativas que fortalecieron una ética comunicativa que visibilizaba voces silenciadas que se contraponían al discurso oficial y a la narrativa mediática hegemónica. La programación diversa abarcó análisis político, música, feminismo y cultura popular, y reflejó la pluralidad del movimiento. Esta práctica de comunicación abierta y plural fue un proceso de descolonización del saber: rompió con las estructuras epistémicas dominantes y visibilizar otras formas de conocimiento.
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A manera de cierre
A 26 años del movimiento estudiantil, la Ké Huelga continúa siendo una referencia clave en la historia de la comunicación alternativa en México. Puede afirmarse que esta emisora no sólo funcionó como medio de información, sino como una experiencia concreta de producción horizontal del conocimiento. El aprendizaje técnico, organizativo y político de los radialistas se inscribió en una lógica de saberes construidos colectivamente, en los cuales la radio fue escuela, taller y espacio político y cultural. La horizontalidad fue tanto organizativa como epistémica: se aprendió, se enseñó y se compartió sin jerarquías desde la experiencia y el compromiso político. Su experiencia demuestra cómo es posible construir saberes situados, colectivos y éticamente comprometidos que cuestionen los monopolios académicos y mediáticos. En palabras de Corona Berkin (2006), se trató de una ética del saber y un conocimiento genuinamente transformador que emergió desde abajo, desde la práctica política y la solidaridad social. Esta experiencia permite recuperar la potencia de los medios libres como espacios de resistencia, formación y articulación social, en donde el conocimiento no se impone, sino que se crea en común. La Ké Huelga Radio no sólo informó: transformó.Notas
- Texto pintado en los muros de la Facultad de Filosofía y Letras en 1999. ↑
- En su mejor momento, la emisora mantuvo un horario de Lunes a sábado de 11:00 a 24:00 h, con una parrilla programática que incluía más de 30 programas. ↑
- Como ya se mencionó, fueron los estudiantes del equipo de cómputo de la Facultad de Ingeniería quienes realizaron la transmisión por internet. La Ké Huelga, así, fue la primera emisora que logró esta conexión y amplió su audiencia. ↑
Fuentes
- Corona Berkin, S. (2006). Educación y saberes en América Latina: la producción social del conocimiento. Buenos Aires: CLACSO / CIESAS.
- Corona Berkin, S. (2007). “Saberes en diálogo: experiencias y desafíos de la educación en América Latina”. En: Cano, A. & Tenti, E. (Coords.), Conocimiento, educación y transformación social. CLACSO.
- Corona Berkin, S. (2009). “La producción horizontal del conocimiento: un desafío para la educación latinoamericana”. Revista Iberoamericana de Educación, OEI.
- Meneses, M. (2018). Memorias de la huelga estudiantil en la UNAM 1999-2000. IIS, XII Curso Interinstitucional. Un siglo de Movimientos estudiantiles. Ciudad de México: SES UNAM. Recuperado el 22 de 01 de 2025, de https://www.ses.unam.mx/curso2018/presentaciones/S11_Meneses.pdf