No. 155 / enero-junio 2025 / ensayo
colaboración invitada
Abi Valeria López Pacheco
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO MARIA SIBYLLA MERIAN DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS AVANZADOS
Resumen: Los medios para comunicar la ciencia siguen predominando bajo una lógica de falta de conocimiento, por la cual la institución científica es la proveedora y educadora de los públicos. En los estudios de comunicación de la ciencia hay un área de oportunidad donde la horizontalidad, como método, no sólo podría diversificar las formas de comunicación, sino también dialogar con el conocimiento ya producido y generar otro que atienda las necesidades e intereses de distintos grupos y comunidades. Este texto expone el caso de Conocimientos Indisciplinados, un proyecto de comunicación del conocimiento entre estudiantes y profesores de la Universidad de Guadalajara.
Abstract: Science communication still operates under a logic of a lack of knowledge, which the scientific institution gives and educates the public. Among the science communication studies there is an opportunity where horizontality, as a method, can not only diversify channels and dynamics of communication but create a dialogue and generate new forms of knowledge, aiming to attend the needs and interests of diverse groups and communities. In this paper we expose the case of Conocimientos Indisciplinados, an horizontal communication of knowledge project between students and scholars of the University of Guadalajara.
Cuando hablamos de divulgación científica es común remitirnos a espacios como museos o programas de radio y televisión que nos hablan de ciencia, particularmente de áreas específicas del conocimiento que se asocian a lo objetivo, a metodologías cuantitativas y con resultados de experimentos con grados de replicabilidad muy altos. Es decir, es común que dentro del concepto de divulgación predominen contenidos de las ciencias físicas, químicas y biológicas. No sólo la comunicación de otras áreas del conocimiento queda relegada en estos procesos comunicativos, sino que los canales que se contemplan para este ejercicio comunicativo se limitan a medios tradicionales; incluso, cuando existen ya nuevas plataformas y contenidos circulando en diversos ecosistemas comunicativos.
Este fenómeno también se refleja en la última encuesta de Percepción Pública de la Ciencia y Tecnología en México, realizada por el INEGI (2018), en la cual los rubros para encuestar a la población mexicana sobre cómo se informa sobre contenidos científicos se limitan a los medios tradicionales. Por ello, la circulación del conocimiento se encasilla en canales de difusión unidireccionales y en prácticas que sitúan a los públicos como entes pasivos en el ejercicio comunicacional.
Dentro de los estudios de la Comunicación Pública de la Ciencia, este proceso comunicativo ha sido nombrado como modelo de déficit. Además de su carácter unidireccional y de sus limitaciones a la interacción y el diálogo entre las personas involucradas, este modelo percibe a los receptores como individuos incapaces de producir conocimiento relevante para los problemas que la ciencia, entendida como institución, busca solucionar.
Uno de los fallos de la comunicación científica ha sido promover la idea de que la ciencia es invariable, hermética y que los científicos son solamente quienes pueden participar en los procesos de producción de conocimiento. Como una crítica a estos esquemas unidireccionales, se han propuesto otros modelos comunicativos que integran y reconocen a los participantes de la vida pública en los procesos de producción de conocimiento; sin embargo, la llamada Ciencia con Criterios Científicos (CCC) (Corona Berkin, 2019) está condenada a replicar los modelos no nada más de producción de conocimiento, sino de la comunicación del conocimiento. Las lógicas dentro de estos modelos de producción científica tienden a excluir voces, al igual que en los procesos comunicativos. Éstos, además, son vistos como un ejercicio externo al de la investigación misma.
Cuando las personas encargadas de buscar soluciones a los problemas que aquejan nuestras sociedades no integran la comunicación en sus procesos de investigación, ¿de qué manera se garantiza la democratización del conocimiento? Pareciera, más bien, que las lógicas de producción científica, al igual que en otros sectores del trabajo, atienden a las lógicas de producción masiva sin, además, buscar salidas diferentes de la circulación del conocimiento.
La producción horizontal de conocimiento no puede entenderse como un proceso lineal; mucho menos como un proceso no comunicativo. Por ello, la apuesta para diseñar y pensar la comunicación del conocimiento, específicamente este momento de múltiples crisis, debería ser la horizontalidad. Al hablar de comunicación del conocimiento nos referimos a las prácticas comunicativas que no son diseñadas para pares, como la difusión, o para el público general, como la divulgación (Estrada, 2014). En este sentido coincidimos con Mario de Leo Winkler en que la apuesta por nombrar a esta práctica comunicacional, sería la comunicación del conocimiento, entendida como ejercicios “bi o multidireccionales, inter y transdisciplinarios, así como horizontales e incluyentes” (2022: 207).
A diferencia de otros modelos metodológicos que parcelan el conocimiento y segmentan la investigación en pasos con un orden específico inamovible, la horizontalidad apuesta por la integración de voces desde el primer momento. Este aspecto suele pasar desapercibido o malinterpretado al momento de emplear metodologías horizontales en la investigación. Respecto a esto, Sarah Corona Berkin (2019) señala que uno de los errores al acercarnos a la horizontalidad, es pensarla como punto de llegada y no como punto de partida. De aquí que la comunicación del conocimiento pueda ser parte integral del proceso de producción de conocimiento y no simplemente una opción.
¿Qué tipo de estrategias comunicativas tendríamos si la comunicación y la investigación fueran pensadas a la par? ¿Nos buscaríamos en los mismos lugares, en las mismas páginas? Una de las riquezas de poder pensar a estos dos procesos como mancuerna es que dan pie a que los diálogos entre disciplinas puedan ser más profundos y constantes. No sólo eso, sino integrar voces que no suelen tener la expertise necesaria para participar en los procesos de producción científica, sea que los sujetos de estudio se integren como investigadores pares; o bien, los estudiantes y becarios que suelen quedar relegados en las investigaciones, especialmente cuando los equipos son numerosos y los investigadores de renombre son quienes se llevan el reconocimiento de la investigación.
Con el propósito de mitigar estos problemas que atraviesan a la comunidad científica tanto regional como nacional, desde la curiosidad y el deseo de nombrar a todos los actores, un equipo de dos profesoras investigadoras, en conjunto con, en aquel entonces, dos estudiantes, formaron la propuesta de un proyecto de comunicación de las ciencias que con el apoyo inicial del Centro Maria Sybilla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados (CALAS). Más tarde, se integraron las contribuciones de la Editorial de la Universidad de Guadalajara, así como de la Coordinación General de Investigación y Posgrado de la misma universidad. La formalización de estos apoyos dio como resultado Conocimientos Indisciplinados, un proyecto editorial que publica textos breves de estudiantes de licenciatura y posgrado, en coautoría con profesores, sobre sus temas de investigación.
CALAS tiene su sede principal en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara (UdeG) en México. Es un centro de investigación de cooperación internacional entre América Latina y Alemania, que promueve la investigación de calidad y con incidencia en la región. Esto ha hecho que abra las puertas a investigadoras e investigadores jóvenes y en formación. Por ello, el proyecto ha sido un vínculo con la población más joven de la universidad.
Una de las características de la UdeG es que está dividida en centros universitarios temáticos dentro del Área Metropolitana de Guadalajara mientras que, en el resto del estado de Jalisco, la red universitaria se expande en centros multitemáticos. El intercambio de conocimientos entre diferentes áreas actualmente se ve mermado por esta parcelación del saber. A partir de la identificación de este problema, y con la intención de circular la producción científica de las, les y los estudiantes, se propuso el proyecto Conocimientos Indisciplinados. Éste ha logrado publicar 67 textos de distintas áreas y niveles de formación.
Al entender que los métodos de la ciencia con criterios científicos son considerados como recetas infalibles, con el mismo orden y con el mismo fin, surgió la idea de pensar la horizontalidad como indisciplina: de aquí el nombre del proyecto. Esto no debe entenderse como falta de rigurosidad ni se trata de desprestigiar los métodos horizontales. Por el contrario, el objetivo es reconocer que, con la horizontalidad, el proceso de producción de conocimiento es entendido como dinámico, dialógico y ajeno a las reglas de la investigación tradicional (Corona Berkin, 2019). Ver la investigación bajo este lente, ha permitido concebir un proyecto en el cual los conocimientos pueden leerse desde otros lugares, desde distintas miradas.
El proyecto propone que la primera autoría sea siempre el o la estudiante, mientras que la persona docente sea coautora ya que entendemos que las desigualdades en la publicación científica, además de verse reflejadas en el género, la raza o la etnia, también se ven influenciadas por la brecha etaria y la falta de credenciales; principalmente, de aquellas personas que cursan la licenciatura. Buscamos que las publicaciones propicien un espacio de reflexión en torno a las voces que integran los procesos de investigación y de comunicación, a la vez que se reconozcan que todas las voces participantes tienen la misma importancia. No buscamos la distinción entre quién sabe y quién no, entre quién enseña y quién aprende, sino integrar a cada participante como investigador o investigadora par (Corona Berkin, 2019).
Una cuestión que hay que remarcar es que los textos del proyecto pretenden tener un diseño que esté alejado del tradicional artículo científico, en el cual existe una introducción, un marco teórico desarrollado y conclusiones. En Conocimientos Indisciplinados se pensó que, más que tener una estructura dada, podríamos proponer un formato de escritura distinto, breve, más apegado a un estilo ensayístico, que en menos de dos cuartillas explique el tema investigado. Además, que el cierre del texto incluya una serie de creencias e ideas comúnmente difundidas en torno al tema y a su explicación. Lejos de estar de acuerdo con la postura de que entre mayor formación académica se tenga, mayor debe ser la complejidad de las publicaciones, acordamos que cualquier persona debería ser capaz de explicar lo que investiga, de manera breve y concisa, sin subestimar a quienes cursan una licenciatura ni tampoco sobreestimar a quienes estudian un posgrado.
A diferencia de otros modelos de publicación, este proyecto editorial refleja tanto multidireccionalidad como apuesta por el diálogo interdisciplinario, por lo que un requisito importante para la publicación de textos es el lenguaje. En otras publicaciones, el lenguaje es sumamente especializado, lo cual tiene como efecto un alcance limitado, la falta de interacción con otras disciplinas, o bien, la falta de interés por ciertas áreas del conocimiento. Por ello, se ha buscado que estas publicaciones tengan un lenguaje con un menor grado de especialización, con la idea de que pueda ser no sólo leído, sino entendido desde las lentes de otras disciplinas. Con ello, los y las lectoras pueden acercarse a otras áreas del conocimiento y, a su vez, encontrar una oportunidad de conocer el desarrollo científico en la universidad.
Aunque a nivel institucional las prácticas de difusión y divulgativas no han sido el centro de atención y han carecido de normatividad (De Leo, 2022), desde el 2021 el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) ha integrado a las actividades de carácter divulgativo en sus rúbricas de evaluación para el ingreso y permanencia. No obstante, ha sido en las dos más recientes convocatorias en las cuales la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI) ha puesto como requisito generar actividades de acceso universal al conocimiento humanístico y científico (SECIHTI, 2025; 2024). Esto es resultado de que, por primera vez, el acceso universal al conocimiento se integra en la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI). Esta legislación busca reconocer e integrar la riqueza de saberes y diversidad de México (SECIHTI, 2025). Ésta puede ser vista no sólo como motivación, sino como beneficio social pues es la institución la que promueve este tipo de ejercicios y reconoce la importancia de la participación de distintos actores en la producción y comunicación del conocimiento.
Repensar cómo dialogamos
La comunicación del conocimiento desde la horizontalidad es una alternativa a los modelos tradicionales de divulgación y difusión de la ciencia, a la vez que representa una apuesta política por la democratización del conocimiento. Conocimientos Indisciplinados incorpora un espacio en el que se fomenta la participación activa de estudiantes, anima el intercambio entre distintas disciplinas y reconoce la capacidad de producción de conocimiento de cualquier persona. Este proyecto ha logrado realizar diálogos entre distintas áreas del conocimiento y, a su vez, ha generado motivación para estudiantes que desean formar una carrera científica.
Remarcamos que al integrar a la comunicación dentro del proceso de producción de conocimiento es posible construir y fomentar una ciencia más pertinente, inclusiva y relevante para nuestra sociedad. La horizontalidad es una apuesta por repensar cómo dialogamos y cómo comunicamos lo que creamos en conjunto.
Fuentes
- Corona Berkin, S. (2019). Producción Horizontal del Conocimiento. Editorial Universidad de Guadalajara/CALAS
- De Leo Winkler, M. (2022). Divulgación científica en las instituciones en México. En Corona Berkin, S. (coord.) Horizontalidad en las instituciones de producción de conocimiento: ¿perspectiva o paradoja? (pp.195-232). Gedisa.
- Estrada, L. (2014). La comunicación de la ciencia. Revista Digital Universitaria, 15 (3) http://www.revista.unam.mx/vol.15/num3/art18/index.html ISSN: 1607-6079.
- INEGI. (2018). Encuesta sobre la percepción pública de la ciencia y la tecnología en México 2018. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. https://www.inegi.org.mx/programas/enpecyt/2018/
- Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación [SECIHTI]. (2025). Acceso Universal al Conocimiento. Gobierno de México. https://secihti.mx/acceso-universal-al-conocimiento/#:~:text=El%20acceso%20universal%20al%20conocimiento,los%20avances%20y%20la%20diversidad
- Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación [SECIHTI]. (2025). Convocatoria para el Reconocimiento en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores 2025. Gobierno de México. https://secihti.mx/wp-content/uploads/convocatorias/sni/convocatorias/2025/Convocatoria_2025_para_el_Reconocimiento_en_el_SNII.pdf
- Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación [SECIHTI]. (2024) Convocatoria para el Reconocimiento en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores 2024. Gobierno de Méxicohttps://secihti.mx/wp-content/uploads/convocatorias/sni/convocatorias/2024/CONVOCATORIA_PARA_EL_RECONOCIMIENTO_EN_EL_SNII_2024.pdf