Convocatoria 145:
Comunicación de la ciencia y periodismo del conocimiento en México e Iberoamérica

REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN NO. 145

2020

Comunicación de la ciencia y periodismo del conocimiento en México e Iberoamérica

Editor invitado: Arturo Barba Navarrete

Vigencia: del 24 de enero al 10 de abril de 2020

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Los distintos tipos de comunicación del conocimiento científico y tecnológico no son ajenos a los desafíos que enfrenta y experimenta la comunicación en general debido a la sobreabundancia de informaciones, diversidad de intencionalidades y la multiplicación de medios y fuentes que circulan a través de las tradicionales tecnologías analógicas y, sobre todo, con las nuevas tecnologías digitales. Instrumentos, canales, plataformas, medios y lenguajes facilitan la propagación de datos, pero no garantizan precisión informativa, la clarificación de la intencionalidad de los mensajes, ni la comprensión de los acontecimientos de la vida diaria ni del universo.

Asimismo, en las últimas décadas la comunicación ha experimentado cambios no solo en la manera de producción, propagación y divulgación de la información, sino también en el uso y consumo que las sociedades dan a tales datos científicos. La irrupción de los nuevos medios y plataformas digitales ha impactado en la enorme cantidad de datos que circulan, segundo a segundo, por todo el mundo. También ha repercutido en el uso de medios digitales y dispositivos móviles. Teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras portátiles han traído consigo diversos efectos en los individuos y las sociedades; asuntos que, a su vez, son objeto de nuevas investigaciones en el campo de las comunicaciones.

Cada vez más personas en México y en el mundo se comunican, se entretienen e informan con las modernas tecnologías de la comunicación como los teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras portátiles y consolas de videojuegos. De acuerdo con el Estudio de Consumo de Medios y Dispositivos entre Internautas Mexicanos de 2018, de los 72.7 millones de personas que tienen acceso a internet en nuestro país, 49% lo usa para informarse y leer noticias. Tan solo en el caso específico de América Latina, en los últimos 30 años las actividades de la comunicación de la ciencia se han extendido a través de internet y medios digitales. De acuerdo con la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe (2017: 121), más de 90% de las instituciones científicas y tecnológicas de la región recurren a estas plataformas de comunicación.

De manera general, la comunicación del conocimiento incluye la difusión y divulgación de todos aquellos avances, descubrimientos y desarrollos en las disciplinas científicas e incluye a las llamadas ciencias sociales, exactas, naturales y matemáticas, así como las disciplinas aplicadas como las diversas ingenierías, tecnologías e innovaciones; incluso, aquellos avances en los campos de las humanidades.

En la actualidad, se ha generado un sinfín de posibilidades desde las distintas prácticas comunicativas del conocimiento que van más allá de la multiplicación de la información y sus diversas plataformas; estas se vinculan cada vez más a la manera en que la humanidad interpreta, descubre la realidad y produce nuevos conocimientos desde la perspectiva de las complejas disciplinas, interdisciplinas y transdisciplinas científicas y tecnológicas.

En el mundo, la comunicación del conocimiento ha tenido un crecimiento exponencial en el último siglo a través de un creciente número de instituciones y medios; por ejemplo, centros interactivos de ciencia y tecnología, planetarios, zoológicos, jardines botánicos, acuarios, actividades interactivas ambulantes y museos móviles, entre otros. También desde las propias instituciones que generan el conocimiento como universidades, centros de investigación públicos, centros de investigación de compañías y empresas privadas; a través de los medios de comunicación y el periodismo tanto tradicionales como digitales a través de diversas “fuentes de información”; y por medio de una gran diversidad de actividades humanísticas como el teatro, la literatura y la música, entre muchos otros.

Han surgido diversas especialidades en estudios de posgrado, tanto a nivel maestría como doctorado, así como diplomados, seminarios y talleres. Se han generado publicaciones especializadas arbitradas y no arbitradas, nacionales e internacionales. También se han conformado asociaciones nacionales e internacionales de diversas subdisciplinas del campo de la comunicación de la ciencia como aquellas dedicadas al desarrollo de centros interactivos, museos de ciencia y planetarios; se han multiplicado asociaciones de comunicadores, divulgadores y periodistas de distintas fuentes vinculadas con la generación del conocimiento científico y tecnológico como el medio ambiente, la salud, la innovación, la tecnología, la energía, la educación y la ciencia, entre otras. Asimismo, cada año se organizan diversos congresos y encuentros de estas subdisciplinas de la comunicación del conocimiento a nivel internacional, regional y nacional, y se han publicado libros especializados de difusión de la materia. Se trata de un amplísimo campo, innovador, vigoroso y en constante crecimiento que se ha convertido en una nueva fuente multidisciplinaria y transdisciplinaria de investigación y estudio académico.

En este escenario, es oportuno comprender el estado actual de los avances, las innovaciones y problemáticas de los variados tipos de comunicación que sostienen los científicos con sus pares, entre la comunidad académica y científica con la sociedad y también desde los espacios diseñados para la divulgación científica o el periodismo del conocimiento dirigidos a la sociedad. Es necesario establecer diálogos, compartir conocimientos y analizar la situación específica de las formas de comunicar el conocimiento en México, América Latina e Iberoamérica para comenzar a dilucidar la complejidad de sus prácticas, la diversidad de sus actividades y la manera en que se relaciona con la sociedad. También es crucial el análisis de estas prácticas ante los avances científicos y tecnológicos en diversos campos como la inteligencia artificial, la biotecnología, la ingeniería genética, la robótica, el cambio climático, la contaminación ambiental, las energías renovables, entre muchos otros temas. Resulta sustancial documentar las prácticas comunicacionales en escenarios específicos como las epidemias, los fenómenos hidrometereológicos extremos, los sismos, erupciones volcánicas o las coyunturas administrativo-políticas donde la comunicación científica puede incidir directamente.

En un contexto donde se han creado políticas públicas, instituciones y organismo gubernamentales tanto nacionales como internacionales enfocadas a impulsar la comunicación y la comprensión pública de la ciencia orientado a fortalecer la interacción y el entendimiento entre la sociedad, la industria, los gobierno y los científicos.

El conocimiento científico y el desarrollo tecnológico han permitido avances notables para la humanidad: la esperanza de vida se ha incrementado considerablemente en los últimos cien años; la producción de alimentos podría abastecer las necesidades de la población mundial; se han descubierto las causas y tratamientos para muchas enfermedades (aunque se ignoran muchas otras); se aprovechan fuentes renovables de energía de forma sostenible, entre muchos otros. Sin embargo, a pesar de que los avances científicos y tecnológicos están trasformando al mundo, en los países empobrecidos y desiguales como México, la mayor parte de los ciudadanos no tiene acceso al conocimiento e ignora sus implicaciones.

Así, en la mayor parte del planeta se depende más de los avances científicos y se consumen más los productos tecnológicos, pero a la vez se ignora lo que es el conocimiento científico, sus implicaciones y la manera en cómo contribuye a entender, interpretar y transformar la realidad. Se ha generado una desigualdad en el acceso a los beneficios del conocimiento científico. De ahí la importancia de impulsar la comunicación y divulgación del conocimiento como una actividad indispensable en las sociedades democráticas.

La llamada sociedad del conocimiento es considerada como un objetivo primordial por diversos organismos internacionales como la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que en su Reporte de Ciencia de la UNESCO hacia 2030, estima fundamental que el conocimiento científico y su aplicación sean percibidos por la sociedad como una forma de riqueza y de bienestar.

Tanto el progreso científico como el impacto de la comunicación modifican conceptos y prácticas sociales con dos fuerzas gigantescas de nuestro tiempo: el conocimiento y la información. Obligan a los profesionales de la ciencia y a los de la comunicación a una reflexión rigurosa e integradora, a una mayor colaboración y al desarrollo de nuevas formas de transmisión del conocimiento hacia públicos altos. El objetivo es buscar que todo individuo tenga cierta comprensión de la ciencia, pero también que los gobernantes y legisladores cuenten con una mayor información a la hora de tomar decisiones. Que las empresas inviertan en investigación y desarrollo para seguir siendo competitivas; que los medios de comunicación aumenten sus contenidos sobre ciencia y que los científicos aprendan a comunicarse con el público.

La comunicación de la ciencia se encuentra en un panorama de altos contrastes entre los recursos, el soporte y la continuidad en la producción de contenidos. Si bien Estados Unidos destina 2.7 del PIB al financiamiento de proyectos científicos, nuestro continente atestigua una lenta tendencia de reducción de las desigualdades ya que los países latinoamericanos han comenzado a invertir más y, sobre todo, han empezado a formular planes y políticas en proyectos de ciencia, tecnología y desarrollo (CTI) según datos de la Unesco.

El objetivo del número que proponemos consiste en documentar y reflexionar posiciones teóricas, casos concretos, ejemplos o datos de las manifestaciones actuales de la comunicación de la ciencia, así como de sus experiencias concretas, para elaborar un panorama reflexivo del tema que permita socializar algunos estudios existentes y valorar casos ocurridos en el contexto de México e Iberoamérica a través de artículos de revisión, ensayos críticos, entrevistas y reseñas.

Enlistamos los ámbitos de interés de esta convocatoria:

Comunicación de la ciencia y la tecnología a través de medios de comunicación tradicionales analógicos y los nuevos medios digitales considerando las nuevas plataformas y herramientas, incluidas las redes sociales, las story telling, youtube, los memes e influencers, entre otros.

– Comunicación del conocimiento y divulgación de la ciencia a través de actividades interactivas, museos, zoológicos, planetarios, jardines botánicos.

Periodismo del conocimiento y las nuevas tendencias del periodismo móvil en fuentes como ciencia, tecnología, medio ambiente, salud, energía, innovación, educación, entre otros.

– Comunicación del conocimiento desde el lugar donde se genera como universidades, centros de investigación, empresas, hospitales, etc., y desde organismos, políticas y programas gubernamentales.

– Las investigaciones llevadas a cabo en torno a la comunicación pública de las ciencias, la divulgación del conocimiento, la percepción pública de la ciencia y los asuntos entre las ciencias, las tecnologías, la innovación y la sociedad.

– Ensayos sobre el estado del arte, conceptos, historia, en cualquiera de las disciplinas en el campo de la comunicación del conocimiento científico y tecnológico.

– Las experiencias en torno a los programas académicos de pregrado y posgrado en el campo de la comunicación y la divulgación de la ciencia, así como en torno a los congresos nacionales e internacionales en la materia y el desarrollo de publicaciones y libros.

– Comunicación entre científicos y desde los científicos hacia la sociedad.


Invitamos a comunicadores, divulgadores, periodistas, editores de publicaciones científicas, estudiantes de maestría y doctorado, revistas de divulgación o medios, así como a directivos de instituciones del ámbito tales como centros de investigación, dependencias universitarias o museos de ciencia a enviar sus colaboraciones a partir de la emisión de esta convocatoria y hasta el viernes 10 de abril de 2020

Emisión de la convocatoria: viernes 24 de enero de 2020.

Fecha límite de recepción de propuestas: viernes 10 de abril de 2020.

Consulte dudas o envíe colaboraciones a los siguientes correos: rmc@correo.cua.uam.mx / rmc.enlinea@gmail.com

Consulta aquí las normas generales para colaborar con esta convocatoria de la RMC

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