Enfrentar los riesgos de los discursos digitales por medio de la Producción Horizontal del Conocimiento (PHC)

Print Friendly, PDF & Email

No. 155 / enero-junio 2025 / ensayo

Ver PDF

Eva Salgado Andrade

CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SUPERIORES EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL


Resumen. Vivimos en un mundo donde la información fluye constantemente a través de internet y redes sociodigitales. A primera vista, esto parece una gran ventaja, pues nos da acceso a una cantidad inimaginable de datos y recursos. Sin embargo, detrás de las aparentes bondades de esta abundancia se esconden peligros como la desinformación, la manipulación de la opinión pública y el control de la información por parte de grandes empresas y gobiernos. En este artículo, exploraremos cómo, a partir de los planteamientos de la producción horizontal del conocimiento (PHC), podemos analizar críticamente los mensajes que circulan en línea para protegernos de estos riesgos y construir una sociedad más informada y democrática. El enfoque que proponemos busca involucrar a diversos actores en la comprensión de los discursos que circulan en línea, especialmente aquellos relacionados con la infocracia y sus efectos.

Abstract. We live in a world where information flows constantly through the internet and social media. At first glance, this seems like a great advantage, as it gives us access to an unimaginable amount of data and resources. However, behind this apparent abundance lie dangers such as disinformation, manipulation of public opinion, and control of information by large corporations and governments. In this article, we will explore how, based on the principles of horizontal knowledge production, we can critically analyze the messages circulating online to protect ourselves from these risks and build a more informed and democratic society. The approach we propose seeks to involve diverse actors in understanding discourses circulating online, especially those related to infocracy and its effects.


A medida que avanza el siglo XXI, la tecnología transforma el modo en que nos informamos, nos comunicamos y nos relacionamos con los demás. Las plataformas digitales, las redes sociodigitales y las inteligencias artificiales nos ofrecen acceso a una cantidad sin precedentes de información y herramientas para organizarla y analizarla. Sin embargo, este panorama aparentemente positivo también presenta desafíos importantes. La información falsa o engañosa, la manipulación de la opinión pública, el ciberacoso, la adicción a las redes sociales digitales, el discurso de odio y la discriminación son sólo algunos de los problemas que enfrentamos en la era digital. Además, la recopilación y el uso de datos personales con fines comerciales o políticos plantean serias preocupaciones sobre la privacidad y la autonomía individual.

Como señala Shoshana Zuboff (2020), vivimos en la era del “capitalismo de la vigilancia”, en la cual la experiencia humana se convierte en materia prima para la extracción, la predicción y la venta de datos. Byung-Chul Han (2022) describe este fenómeno como “infocracia”, un sistema de dominación en el que la información, a través de algoritmos e inteligencias artificiales, determina los procesos sociales, económicos y políticos.

Un ejemplo claro de estos desafíos es la evolución de Twitter (ahora X), que ha transitado de ser una plataforma para la movilización social y la libre expresión a un espacio donde proliferan los discursos de odio, noticias falsas y violencia. Las grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Apple o Meta han dejado de supervisar contenidos, y ahora está en manos de cada usuario la responsabilidad de verificar la información.

Otro efecto negativo es la manera en que cada usuario es colocado en su propio “filtro burbuja”, como denomina Eli Pariser (2017) a los algoritmos utilizados por las redes y plataformas digitales para personalizar los contenidos en función de intereses, comportamientos o preferencias previas, con lo cual se crean entornos digitales aislados que llevan a los usuarios a reforzar sus creencias y opiniones, al tiempo que son excluidos de contenidos que podrían desafiarlas o diversificarlas.

Ante un panorama semejante, es necesario poner en marcha estrategias colectivas de producción de conocimiento que nos ayuden a navegar en la era de la información y a tener herramientas para conocer y enfrentarnos a lo que vemos y escuchamos en el mundo digital.

El potencial de la PHC

Una forma de contrarrestar los riesgos que enfrentamos al navegar en discursos digitales es recurrir al potencial del conocimiento colectivo. Desde hace más de dos décadas, Pierre Lévy, filósofo canadiense conocido por sus trabajos sobre cibernética e inteligencia colectiva, ha señalado la urgencia de inventar nuevos procedimientos de pensamiento y negociación que fomenten verdaderas inteligencias colectivas. Él argumenta que

la humanidad podría reconquistar su futuro; no poniendo su destino entre las manos de algún mecanismo pretendidamente inteligente, sino produciendo sistemáticamente las herramientas que le permitan constituirse en colectivos inteligentes, capaces de orientarse dentro de los mares tormentosos de cambios (Lévy, 2004: 10).

Desafortunadamente, muchas de estas advertencias no fueron escuchadas y nos encontramos en una era en la cual las inteligencias artificiales asumen un control creciente del conocimiento. Como resultado, las estrategias verticales tienden a estandarizar la información y los datos, respondiendo más a contextos homogéneos y acríticos que a las necesidades de comunidades específicas. Frente a ello, es pertinente acudir a estrategias como la que plantea la Producción Horizontal del Conocimiento (PHC), definida como una forma de investigar que busca integrar voces de diferentes disciplinas científicas y no académicas para comprender mejor los fenómenos sociales (Corona, 2019).

La PHC implica que cada participante en la generación de conocimiento esté dispuesto a considerar perspectivas diferentes cuando la situación lo requiera. Como sostiene Bohm (1996), para que las personas cooperen y trabajen juntas, es necesario que haya comunicación auténtica, que les permita ir más allá de la mera transmisión de datos y crear algo en común. En este contexto, el conocimiento se vuelve “valioso cuando se construye entre diversos saberes, de forma interdisciplinaria, intersubjetiva y en diálogo, lo que permite entender fragmentos de la realidad imposibles de acceder con una única visión del mundo” (Corona, 2019: 22).

En escenarios discursivos donde impera la desinformación o la propagación de contenidos de odio e intolerancia, es prioritario poner en marcha estrategias que fomenten la colaboración y la diversidad. Para ello, resulta valioso reflexionar sobre alternativas para que, desde la perspectiva de la PHC, los usuarios o audiencias de contenidos digitales tengan los recursos que les permitan evaluar y confrontar modelos jerárquicos y unidireccionales de difusión de contenidos y optar, en cambio, por propuestas que les permitan confrontar los contenidos que reciben, descentralizar la producción de información y opiniones, incluir voces de grupos y comunidades que generen nuevos contenidos. En este sentido, el análisis del discurso concebido como el resultado de una PHC debería considerar prioritarios los siguientes aspectos:

DISEÑO colectivo de los objetos de estudio que involucre a una gama amplia de actores involucrados en la producción, distribución o consumo de los discursos. Por ejemplo, niñas y niños, adolescentes, jóvenes, padres de familia, maestros, comunidades afectadas, activistas, creadores de contenidos, entre muchos otros.

Recopilación colectiva de materiales discursivos tales como memes, tuits, posts, comentarios, imágenes, videos, etcétera, obtenidos de diversas fuentes y plataformas para reunir acervos considerados relevantes por el grupo o colectivo que participe en una investigación. Para ello se podrían diseñar herramientas o plataformas digitales que permitan reunir, de manera colaborativa, diversidad de discursos verbales, imágenes, bases de datos o materiales impresos. Asimismo, se podría tener acceso a discursos producidos por grupos minoritarios que no hayan tenido acceso a repositorios oficiales. De esta manera se tendrían acervos más incluyentes y diversos.

Interpretación inclusiva de los discursos por medio de metodologías que permitan que los grupos o comunidades estudiados intervengan en el análisis, al aportar interpretaciones y experiencias que enriquecerían los resultados al tomar en cuenta diversos contextos y experiencias. Para ello, se podrían diseñar talleres de discusión o grupos focales con las comunidades estudiadas.

Las aplicaciones del análisis de discurso realizado de manera horizontal serían diversas. En primer lugar, al involucrar a los grupos estudiados, se rompe la indeseable barrera entre el investigador y sus colaboradores, lo que permite no sólo que éstos intervengan en los diagnósticos, sino que adquieran más conciencia de los diversos riesgos que implican fenómenos como la infocracia y el imperio digital, el potencial de los medios alternativos para la movilización social o la necesidad de una mayor alfabetización mediática.

En resumen, analizar discursos desde la PHC aparece como una valiosa estrategia para investigar diversos fenómenos relacionados con el impacto de la tecnología sobre la forma en que nos comunicamos y, por ende, convivimos. Para mayor claridad de lo anterior, presentamos dos ejemplos hipotéticos de cómo analizar discursos digitales desde la perspectiva de la PHC:

Análisis colaborativo de memes políticos. Un grupo de estudiantes, activistas y ciudadanos interesados se unen para analizar memes políticos que circulan en redes sociodigitales. Utilizan herramientas en línea para recopilar una amplia variedad de memes y luego, a través de talleres de discusión, identifican los mensajes subyacentes, los estereotipos que refuerzan y las posibles consecuencias de su difusión. Este análisis horizontal permite comprender cómo los memes influyen en la opinión pública y cómo se pueden contrarrestar mensajes engañosos o discriminatorios.

Creación colectiva de narrativas alternativas. Una comunidad afectada por la desinformación sobre un tema específico (por ejemplo, la vacunación) se organiza para crear narrativas alternativas basadas en evidencia científica y experiencias personales. Utilizan plataformas en línea para compartir información, testimonios y recursos educativos, y trabajan en conjunto para diseñar campañas de comunicación que lleguen a audiencias diversas. Este proceso de producción horizontal del discurso permite empoderar a la comunidad y contrarrestar la desinformación con información veraz y relevante.

La PHC y el análisis de fenómenos relacionados con la comunicación digital

A continuación, hacemos una breve presentación de algunos fenómenos concretamente relacionados con la comunicación digital que podrían ser examinados desde el análisis del discurso practicado con un enfoque horizontal.

Efectos negativos de las redes sociodigitales. Es urgente examinar cómo las redes sociales digitales propician fenómenos como la polarización social, el racismo, la discriminación y el discurso de odio.

La desinformación y las noticias falsas. Se debe atender la creciente invasión de fake news, agravada con el potencial de las inteligencias artificiales para fabricar o deformar fotografías o videos. Este alud de información falsa representa un elemento muy dañino para la comunicación en sociedades democráticas.

La comunicación en situaciones de crisis. La pandemia de Covid-19 fue una severa advertencia de la necesidad de políticas de comunicación en situaciones de emergencia para hacer frente a problemas de salud, crisis ambientales o fenómenos naturales como temblores o huracanes.

El papel de los medios de comunicación tradicionales y alternativos para la movilización social. Es fundamental analizar cómo tanto los medios tradicionales como los alternativos influyen en la movilización social y en la promoción o el impedimento de la diversidad y la inclusión.

El papel de la comunicación para alentar o impedir la diversidad e inclusión. Por medio del análisis de discursos se puede advertir cómo los medios de comunicación tradicionales o alternativos construyen identidades políticas, culturales, sexogenéricas, étnicas y cómo, por medio de ellas, se propician tanto fenómenos de inclusión y reconocimiento, como de discriminación y exclusión.

Regulación de contenidos que se transmiten en plataformas digitales. Hay un universo creciente de temas vinculados con la manera en que se recopila información personal en las plataformas digitales, los aspectos relacionados con la ética de la comunicación, la vigilancia, la creación de algoritmos, el equilibrio entre la libertad de expresión y la tolerancia; el papel de la IA en la creación y distribución de contenidos.

Fomentar la alfabetización mediática. Es crucial sensibilizar a las audiencias de los riesgos que implica el consumo de información, los discursos de odio, la desinformación, los peligros de fraudes o robos de información; sobre todo, las infancias, adolescencias y grupos históricamente discriminados o en situación de vulnerabilidad. Estos temas son aún más urgentes si se piensa en las grandes brechas digitales entre los usuarios.

Análisis de la publicidad y la propaganda. Analizar las crecientes modalidades para la creación de publicidad o propaganda, y la manera en que influyen en el comportamiento o en las formas de consumo.

Desafiar los modelos jerárquicos

En un entorno digital en el cual la información es abundante, pero también vulnerada por fenómenos como la desinformación y la manipulación, la Producción Horizontal del Conocimiento (PHC) puede considerarse una herramienta valiosa para fomentar una comprensión crítica de los discursos circulantes. Este enfoque promueve la inclusión de diversas voces y la colaboración interdisciplinaria, y desafía los modelos jerárquicos que predominan en la construcción y difusión de información.

Al alentar a los actores sociales para participar en la creación y análisis de discursos, se facilita no sólo el acceso a conocimientos más inclusivos y representativos, sino también el desarrollo de estrategias que contrarrestan la propagación de discursos de odio y desinformación. A medida que continuamos navegando en la era digital, es esencial implementar modelos que prioricen la alfabetización mediática y la regulación ética de contenidos para asegurar que el conocimiento sea una herramienta de emancipación en lugar de control. La PHC contribuye a construir sociedades más informadas, inclusivas y democráticas.


Fuentes

  • Bohm, D. (1996). Sobre el diálogo. Barcelona: Kairós.
  • Corona, S. (2019). Producción horizontal del conocimiento. Alemania: Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados (CALAS) / Coeditorial: FLACSO Ecuador / UNSAM Edita / Editorial Universidad de Guadalajara / Editorial UCR.
  • Han, B.C. (2022). Infocracia: la digitalización y la crisis de la democracia. Buenos Aires: Taurus.
  • Lévy, P. (2004). Inteligencia colectiva. Por una antropología del ciberespacio. Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud.
  • Pariser, E. (2017). El filtro burbuja: cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos. Barcelona: Taurus.
  • Zuboff, S. (2020). La era del capitalismo de la vigilancia: La lucha por un futuro humano frente a las nuevas fronteras del poder. Barcelona: Paidós.