Balvanero Balderrama García | Ensayo
Todas las personas somos audiencias. Los derechos de las audiencias tienen su anclaje en los derechos humanos; de ahí la importancia de difundirlos, promoverlos y, en su caso, defenderlos. Las Defensorías de las Audiencias se han constituido, de manera legal, como la institución responsable de mediar entre las audiencias y los medios de comunicación, atendiendo y dando respuesta a sus quejas, comentarios o sugerencias. En México y América Latina hay una profunda reflexión y vinculación respecto a estos temas; en ella participan, de manera destacada, mujeres que impulsan y promueven el derecho humano a la comunicación, los derechos de las audiencias, desde las propias defensorías, la academia y la investigación. Construir un Estado garante de los derechos es difícil; más fácil y rápido es lo contrario: negarlos, retrasar su observancia. En materia de derechos —a la información, a la comunicación, a los derechos de las audiencias— esta construcción va acompañada de un proceso deconstructivo y reconstructivo. Hay que desmontar prácticas añejas, reaprender a mirar, reducarnos en la forma de vernos y significarnos. Esta nueva construcción de sentido requiere solidaridad, empatía, complicidades, valentía, sentido de la indignación, mirada crítica, inclusión, sentido de pertenencia y de lo colectivo.