Aportes para el estudio de la cultura. Del espacio virtual al espacio físico

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no. 144 / julio-diciembre 2019 / reseña

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Mikhail Salvador Reyes García

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Cultura visual y sistemas de significación. Dando sentido a los algoritmos, los medios
y la creatividad en el espacio de la comunicación
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Jesús Octavio Elizondo Martínez (editor)
México, DCCD Uam Cuajimalpa, 2015.

Algoritmos, circulación de bienes culturales, narrativas visuales, museos y arquitectura en el ámbito de la comunicación y de la tecnología son algunos de los temas que aborda Cultura visual y sistemas de significación, libro colectivo editado por la DCCD de la UAM Cuajimalpa, en el que la cultura y los sistemas de significación son los tópicos transversales. El objetivo es mostrar los sistemas de significación como una herramienta metodológica aplicable a diversos campos de estudio.

Queda de manifiesto la propuesta de emplear un método horizontal de estudio para los fenómenos de la cultura y las tecnologías de la comunicación a través de un recorrido por los postulados de la lingüística computacional o tecnologías del lenguaje humano, el diseño, la semiótica, la retórica y la pragmática.

La inquietud de abordar diferentes campos de estudio parte de la idea de que también debe estudiarse en profundidad aquello que no pertenece a un lenguaje formal; es decir, a un sistema de significación. Analizar estos sistemas permite entender el fin último de estos fenómenos de comunicación en la medida que sean interpretables, comunicables y eventualmente formalizados.

Si el estudio de la cultura, el lenguaje y los sistemas de significación es transversal en las ciencias sociales, cobra mayor relevancia comprender el desarrollo de nuevos lenguajes como el de los algoritmos, por ejemplo, tanto en el ámbito viso-espacial como en aquellas áreas que surgen en un contexto de crecimiento tecnológico.

“Cultura algorítmica y tecnologías del lenguaje humano” es el primero de los cuatro trabajos del conjunto. La colaboración de Jesús Octavio Elizondo, doctor en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, y Esaú Villatoro Tello, doctor en ciencias computacionales del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica, señala que el año de 1980 es el punto de partida para explicar cómo ha cambiado el almacenaje, organización y operación de la información mediante algoritmos y qué escenario propició este cambio en la producción cultural.

Según los autores, con estos avances se conformó la cultura algorítmica. En ella se originaron nuevas maneras de producir y distribuir servicios culturales. La audiencia tradicional dejó de ser la única importante y ahora hay que considerar primordialmente la lógica de la distribución: una audiencia de algoritmos.

Los algoritmos tienen la capacidad de adecuarse a las prácticas del usuario; son una nueva forma de comprender la tecnología y la cultura. Los autores abordan este fenómeno a través de postulados de la lingüística computacional, también llamada tecnologías del lenguaje humano, en los casos particulares de gigantes de la información como Google, Apple, Facebook, Netflix y Amazon para responder a estas interrogantes: ¿qué papel tienen estos desarrollos tecnológicos en la comprensión de la cultura?, ¿ha cambiado la forma en que se distribuyen los bienes culturales?

Nora Angélica Morales Zaragoza, maestra en diseño de la información por la Universidad de las Américas de Puebla, y Santiago Negrete Yankelevich, doctor en inteligencia artificial por la Universidad de Edimburgo en Reino Unido, presentan “Aprendices y maestros: colaboración creativa en la producción de medios”. En el contexto de las nuevas tecnologías, sugieren que la narrativa visual está re-configurando la manera en que percibimos y representamos el mundo.

A partir de la premisa de que la imagen tiene un papel protagónico en la creación de contenidos para los usuarios, los autores centran el análisis en el papel creativo que tiene la computadora concebida como aprendiz. Ya no miran a la máquina como una herramienta, sino como una agente en sí misma.

Es el caso de lo que ellos denominan como narrativas dinámicas, el análisis atraviesa campos como la semiótica y posturas artísticas que conceptualizan el trabajo colaborativo-creativo, así como una revisión de los aportes de la creatividad computacional y el diseño participativo.

El tercer trabajo se intitula “La cultura visual como sistema de significación” y fue elaborado por Raúl Roydeen García. El doctor en ciencias políticas y sociales parte de la relación inseparable, en apariencia, de la percepción y significación para tratar de resolver qué es la cultura visual. Si la imagen, en su proceso de producción y registro, se ha convertido en una forma omnipresente de comunicar, ¿con qué fin se estudia?

Para responder estas interrogantes, el autor analiza los aportes de los primeros estudios de corte semiótico textual sobre el lenguaje visual en el cine con Yuri Lotman. Posteriormente, aborda el trabajo de Charles Sanders Peirce y el conocimiento contextual o compartido. Finaliza con el aporte de Edward Braningan sobre la estructura sistemática de sustancias expresivas que permite la re-construcción de sentido por parte del espectador visual y audiovisual.

“De la cédula a la interacción virtual. Pros y contras del uso de tecnologías en los museos”, de Nuria Sadurni Rodríguez, maestra en estudios curatoriales, analiza la inclusión de tecnología en los museos. En el contexto de ciudades que han dejado en su mayoría de ser espacios culturales, lo cual dificulta que el público signifique el arte que le rodea, ¿los museos han sido capaces de invitar al público para ser exploradores de lo que se muestra? Si el museo como espacio tiene una función educadora no formal, la historiadora del arte y artista se pregunta si el enfoque constructivista aún corresponde con las necesidades actuales del público.

Para Sadurni, la inclusión de tecnología y realidad virtual en la generación de experiencias para el público de los museos es un campo que debe ser analizado en profundidad. Estos espacios físicos están dando un viraje. La frontera entre un museo real, entendido como un espacio físico tangible, y uno virtual comienza a hacerse delgada con la incorporación de materiales en diversos formatos (visuales, auditivos, interactivos, entre otros) que generan nuevas experiencias y aprendizajes.

La última entrega de esta compilación es “Lenguajes de significación en la arquitectura: una visión desde la retórica y la pragmática del museo judío de Berlín”. Es un estudio de caso en el que Elena Solano Meneses, arquitecta y doctora en diseño, observa el museo alemán diseñado por Daniel Libeskind como un fenómeno simbólico en la arquitectura desde la visión retórica y pragmática. El espacio del museo se ve como un proceso complejo de significados con aspectos tangibles e intangibles vinculados entre sí. La interpretación de este espacio ocurre a partir de la experiencia y de la asignación de significados en un proceso de socialización.

El análisis de este recinto consiste en tres etapas metodológicas según lo que, originalmente, fue planteado por Paul Ricoeur: prefiguración, configuración y refiguración. De manera semejante al lenguaje, el espacio arquitectónico recurre a la retórica con la combinación de figuras y estrategias de composición, así como la tipología y contexto de referencia para la construcción dinámica de significados.

El aporte de esta obra es destacable en el caso de los algoritmos. Su análisis es relevante porque permite un nuevo entendimiento en la(s) lógica(s) de circulación de bienes culturales en el contexto actual. En décadas pasadas fueron los Cultural Studies los encargados de dotar conceptualmente a este campo; ahora las aportaciones ya no vienen de las ciencias sociales, sino de la programación.

Otro caso excepcional es el de la retórica en un ámbito como la arquitectura. Es una demostración de verdadero trabajo interdisciplinar; de una formulación de conocimientos que vayan más allá de los objetos tradicionales de análisis de interacción social como el discurso o como los bienes culturales.

Sin duda es un trabajo ambicioso con aportes que aspiran a convertirse en nuevos referentes para el campo de estudios de la semiótica, el lenguaje y los sistemas de significación. Los cambios radicales de un texto a otro, en términos de sus objetos de estudio o su cuerpo conceptual, no son una casualidad o un error; muestran la consolidación del objetivo inicial: los sistemas de significación como herramienta metodológica operativa en distintos campos de estudio.