No. 151-152 / 2023 / ensayo
COLABORACIÓN INVITADA
Gabriela De la Torre Escoto, Alma Gloria Reyes Perales
INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE OCCIDENTE
Los desafíos del mundo contemporáneo en la formación de profesionales de la comunicación
Los retos a los que nos enfrentamos como humanidad nos plantean la necesidad de abordar los problemas sociales de manera colaborativa, creativa e interdisciplinar. El incremento poblacional, la violencia, la desigualdad económica y de oportunidades, el desplazamiento forzado, la automatización y el desempleo nos colocan frente a un mundo de cambios que requiere personas competentes, solidarias, críticas y reflexivas.
Ante estos desafíos sociales, en el siglo XXI las escuelas de comunicación están en el dilema de abrirse o mantenerse. Abrirse a la especialización en las diferentes ramas de la profesión comunicativa o mantener una formación generalista en el estudio de las Ciencias de la Comunicación. Cualquiera de las dos opciones presenta retos para futuros profesionales.
Es desde una mirada personal que planteamos el presente texto. Hacemos un breve recuento de cómo la universidad de la que somos parte ha logrado ofrecer programas educativos en comunicación articulando la teoría de la comunicación con la ciencia de datos, la inteligencia artificial y las técnicas y narrativas transmediáticas.
Formación para el análisis, uso de herramientas de comunicación
En la segunda mitad del siglo XX surgió en México la carrera de Ciencias de la Comunicación en un momento en el que se comenzó a tomar conciencia de la importancia de los medios de comunicación y su papel en la sociedad, y nuestro país experimentaba cambios significativos en los ámbitos político y económico. En este entorno los medios de comunicación eran vistos como una herramienta importante para informar y educar a la población.
Las universidades privadas fueron las que, en primera instancia, se plantearon la necesidad de la formación de profesionales dedicados al estudio de las Ciencias de la Comunicación. En 1960, surgió la Licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Información en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
Siete años después, el ITESO justificó la creación de la carrera de Ciencias de la Comunicación en el occidente del país en los siguientes términos:
De hecho, las técnicas audiovisuales, con pleno derecho de ciudadanía, piden un estudio serio en la enseñanza programada. La escasez de maestros, angustiosa en el mundo y más en México, nos obliga a una planeación inteligente para que la ilustración de unos pocos llegue a la multitud de seres humanos marginados por la ignorancia. Con programas por radio o televisión hay que disipar el analfabetismo, mejorar las técnicas productivas en los campesinos y obreros […] La sutil penetración y alcance universal de los medios ofrece a las estaciones comerciales oportunidades inmensas de variadas programaciones que obliguen a elevar nuestro lenguaje, abrir nuestras mentes a los adelantos de otras naciones y a descubrir y valorar principalmente la auténtica forma mexicana de sentir y pensar, tan preñada de tradiciones seculares en el arte, la literatura e historia […] El ITESO, consciente de la trascendencia de los medios de comunicación, fundó esta Escuela para enfrentarse a este nuevo humanismo, a este nuevo pensamiento. La compleja problemática de la difusión nos obligó a estudiar a fondo el fenómeno de la comunicación, a sistematizar académicamente las disciplinas de la carrera conducente a formar al humanista de los tiempos modernos (Luna Cortés, 2018).
Las asignaturas de ese primer plan de estudios de la carrera de Ciencias de la Comunicación contemplaban la formación en áreas como historia de la cultura, sociología, filosofía, cine, televisión, radio, prensa y literatura, lógica y ética.
Dos años después, en 1969 se reunieron […] los profesores jesuitas de la carrera; dos maestros laicos, Juan Pablo Rosell y Cristina Romo de Rosell, y ocho estudiantes de la primera y segunda generaciones para dar forma a la Escuela de Ciencias de la Comunicación y su carrera, en lo que puede considerarse […] el primer modelo educativo. El objetivo de la carrera fue planteado de la siguiente manera: “Impulsar la fuerza de transformación social de los medios de comunicación, mediante la capacitación del alumno para que los conozca y valore, y actúe creativamente a través de ellos”. En la meta de la carrera se extendió la formulación: […] La comunicación y difusión de un mensaje verdadero y humano pide que el estudiante conozca sólidamente los medios de comunicación tales como el radio, cine, televisión y prensa, y otros para poder usarlos, valorarlos y producir creativamente a través de ellos con la finalidad de contribuir a la elevación cultural, educativa y al desarrollo y transformación de las estructuras sociales (Escuela de Ciencias de la Comunicación, s.f. b) (Luna Cortés, 2018)
Los años setenta produjeron cambios importantes: tensiones, crisis políticas y manifestaciones sociales fueron algunas de las características de esta década. La formación en Comunicación no podía mantenerse ajena al cambio. En esos años estuvieron en boga distintas corrientes teóricas de la comunicación (funcionalismo, estructuralismo, marxismo) y se replanteó el objetivo de la siguiente manera: “que el alumno se forme como profesionista de la comunicación humana para conocerla, evaluarla y actuar creativamente en ella”; se enfatizó en la pedagogía humana y el compromiso social del comunicador en general (Luna Cortés, 2018).
Si bien las condiciones sociales y tecnológicas son ahora muy distintas a las de 1967, el impulso, la creatividad y las iniciativas de estudiantes, académicos y egresados por dotar de sentido y pertinencia a esta profesión han favorecido su valoración en la sociedad. Los comunicadores de todo el país se han desempeñado como investigadores y académicos, periodistas y redactores, directores y productores de cine, activistas sociales, analistas, publicistas, comunicadores organizacionales, conductores y productores en diversos medios de comunicación.
Una nueva perspectiva en el estudio y la formación en Comunicación (1996-2012)
Para Raúl Fuentes Navarro, quien se ha dedicado a la enseñanza de las teorías de la Comunicación, “la única manera de conocer qué es la comunicación pasa por la comunicación misma”. Cita a Craig cuando éste afirma que la tradición sociocultural es aquella en que “la comunicación es teorizada como un proceso simbólico que produce y reproduce los patrones culturales compartidos. Así concebida, la comunicación explica cómo el orden social (un fenómeno de nivel macro) es creado, realizado, sustentado y transformado en procesos de interacción de nivel micro”. […]
Cuando, en 1996, el ITESO decidió adoptar el término “Estudios Socioculturales” en vez de “Comunicación” para nombrar nuestro Departamento, apostó por refrendar un proyecto académico más centrado en el cultivo de preguntas que de respuestas, sobre todo cuando esas respuestas se convertían en recetas simplificadoras o en dogmas incuestionables. Si alguna vez habíamos asumido modelos conceptuales lineales y simples para entender la comunicación, como si estuviera centrada en los “mensajes” o en los “medios” y no en la interacción entre sujetos, la reforma académica del ITESO en 1996 nos permitió adoptar una formulación propia, fundante del objeto de estudio de los estudios socioculturales, desde donde se abre la necesaria revisión reflexiva. (Fuentes Navarro, 2018)
Como se aprecia en la imagen, los egresados del ITESO se desempeñaban como profesionales de la comunicación en áreas como comunicación organizacional, periodismo, publicidad, comunicación educativa, investigación de la comunicación, editorial, medios de comunicación y multimedia. Sin embargo, la percepción de estudiantes y egresados era que la carrera no los especializaba en un área específica que por la vía de los hechos ejercían.
Para 2010, el plan de estudios de Ciencias de la Comunicación del ITESO había pasado ya por cinco modificaciones importantes. Se inició un nuevo proceso de revisión curricular y se consideraron los siguientes factores de diagnóstico para una nueva propuesta educativa. Los factores del diagnóstico externo fueron:
Los factores internos:
Después de más de un año de trabajo, de una serie de consideraciones y el análisis de los factores ya mencionados, la comisión de revisión curricular, integrada por más de 10 académicos, propuso una nueva versión del plan de estudios del programa de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación y la creación de tres nuevos programas: Publicidad y Comunicación estratégica, Comunicación y Artes Audiovisuales, y Periodismo y Comunicación Pública. Esa ha sido la estrategia de formación en Comunicación a la que, desde hace poco más de 10 años, le ha apostado el ITESO.
La licenciatura en Ciencias de la comunicación reloaded
El ITESO reformuló en 2018 el programa de Ciencias de la Comunicación orientándolo hacia el desarrollo de competencias de análisis, investigación y comprensión del funcionamiento del nuevo orden sociopolítico y cultural, y el desarrollo de habilidades en el uso de nuevas formas de comunicación. Este nuevo plan de estudios presenta 4 ejes temáticos:
Parte fundamental de nuestra oferta educativa ha sido el empleo de metodologías y experiencias de formación dentro y fuera del aula encaminadas a la búsqueda de solución de problemas, vinculadas a proyectos sociales, de investigación y de experimentación, como el Signa_Lab, “un espacio interdisciplinario en el que generamos conocimiento, metodologías y herramientas para la comprensión multidimensional del mundo sociodigital”. Este espacio es un ejemplo de la manera como integramos la formación con uno de los ámbitos laborales de los futuros profesionales de la comunicación. (Signa_lab, 2023)
Imagen 1
Imagen 2
Estas imágenes representan una parte del resultado de la investigación del equipo de Signa_lab sobre los derechos humanos de las mujeres en Afganistán (2021) usando diversas herramientas de análisis de datos.
La primera imagen es una representación a partir de imágenes encontradas en conversaciones a través de las redes sociales a nivel mundial en torno a la violación de los derechos humanos de mujeres y niñas bajo el mandato del gobierno Talibán. La segunda imagen es una representación gráfica del análisis de 537 mil tweets en torno a este tema (Signa_lab, 2021).
Algunas certezas a futuro
En un mundo en el que las herramientas de inteligencia artificial han ido cobrando cada vez mayor relevancia parecería que, mientras se promuevan las transacciones de información que se traducen en riqueza para las grandes empresas transnacionales, los humanos somos prescindibles. Es importante entender que, en este orden social, quienes toman las decisiones económicas y políticas y marcan las tendencias en las formas de interacción y convivencia, son ahora las compañías que concentran la mayor capitalización mundial.
La interconectividad, precisión, automatización, aceleración, eficiencia y control son algunas de las muchas ventajas que presentan el uso de la inteligencia artificial y la conectividad digital. La aplicación de estas herramientas a la vida humana también tiene sus desafíos, tales como la desinformación por saturación, proliferación de discursos de odio, normalización de estereotipos y prácticas tóxicas, deshumanización, despersonalización, exceso de control y vigilancia, y violación de derechos humanos, entre otros.
En este contexto de incertidumbres y cambios, con base en nuestra experiencia, nos atrevemos a esbozar algunas certezas, de cara al futuro, en relación con la formación de profesionales de la comunicación:
1. Es imprescindible mantener como eje formativo central una fundamentación teórica sólida para la comprensión de los procesos comunicativos y de construcción de comunidades culturales, así como competencias para comprender el contexto histórico sociocultural.
2. Otro eje formativo clave debe ser el desarrollo de habilidades en el uso de la tecnología, para analizar, sistematizar, producir y evaluar estrategias de comunicación empleando diferentes técnicas narrativas, canales y plataformas.
3. Con el objetivo de desarrollar habilidades de pensamiento crítico, creativo y flexible para el trabajo colaborativo e interdisciplinar y para seguir aprendiendo, es indispensable el empleo de metodologías experimentales, de aplicación práctica, situada en el contexto, orientada a la solución de problemas.
4. Finalmente, una formación humanista permitirá a nuestros profesionales contar con herramientas para la elaboración racional crítica y reflexiva, y para trabajar desde una perspectiva ética en la construcción de comunidades más justas e incluyentes, que promuevan una convivencia más solidaria y empática.
Notas
- Orozco Martínez, Carlos Enrique. Preguntas pertinentes para la Revisión curricular. Documento de trabajo. ITESO, DESO. Marzo 2010↑
Fuentes
- Fuentes Navarro, R. (2018). El estudio de la Comunicación desde una perspectiva sociocultural en el ITESO. En G. Bernal Loaiza, 50 años en la formación universitaria de comunicadores 1967- 2017: génesis, desarrollo y perspectivas (pág. 372). Guadalajara, Jalisco. México: ITESO.
- Luna Cortés, C. (2018). Ciencias de la Comunicación en el ITESO 1967–2012. En G. Bernal Loaiza, & ITESO (Ed.), 50 años en la formación universitaria de comunicadores 1967–2017: génesis desarrollo y perspectivas. (pág. 369). Guadalajara, Jalisco, México: ITESO.
- Orozco Martínez, C. E. (2010). Preguntas pertinentes para la Revisión curricular. Documento de trabajo. Guadalajara: ITESO.
- Signa_lab. (Agosto de 2021). Signa_lab. Recuperado de: https://signalab.mx/2021/08/30/afghanistan- solid-fears/.
- Signa_lab. (2023). Recuperado de https://signalab.mx/