PKJU Radio Internacional

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No. 153-154 / enero-diciembre 2024 / reseña

Hilda Saray Gómez González

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

PKJU Radio Internacional. Una muestra de rara flora y fauna musical
Alejandro Cárdenas López (Coordinador).
México, Universidad Iberoamericana, Ibero 90.9, 2023.


A 100 años de su nacimiento, la radio sigue mostrando capacidad de asombrar a sus audiencias Gracias a la construcción de universos con mínimos elementos, la radio inventó un lenguaje en el cual sonido, palabra, música y silencio se combinan de infinitas maneras para impulsar la imaginación fuera de lo convencional y construir paisajes inverosímiles, historias más rocambolescas, discursos más propositivos y ambientes que nos trasladan a mundos de ficción donde la percepción estructura de otra manera múltiples realidades.

PKJU Radio Internacional. Una muestra de rara flora y fauna musical (2024), es el título del volumen publicado por la Universidad Iberoamericana e Ibero 90.9 que documenta uno de esos ejemplos en los que la radio se convierte en multiplicadora de imaginerías y propone formas diversas de entender este mundo mediante la invención de otros universos.

Este libro y la serie radiofónica que lo originó –la cual suma poco más de veinte años al aire, con más de novecientos programas producidos y emitidos los sábados y domingos de 11 a 13 horas en Ibero 90.9— representan dos artefactos culturales que a lo largo de su larga existencia han sabido conversar y entrar en diálogo con otras especies culturales: la televisión, el cine, el teatro, internet, el mundo cibernético y, en general, el ámbito digital. En nuestros días, tanto el libro como la radio, han conocido diversas y numerosas declaraciones de extinción. “El mundo prefiere leer en pantalla” o “ya nadie escucha radio” son frases que se emplean frecuentemente olvidando qué tanto la radio y los libros son referentes civilizatorios, cuyo impacto no depende solamente de su existencia física. El objeto radio y el objeto libro no se agotan en sí mismos. La escucha, la creación sonora y la lectura van mucho más allá de del soporte físico que las contiene.

El libro presenta introducción, personalidades del proyecto, bestiario y anticomerciales, racismo de ancestros y agradecimientos, además de una bibliografía y los créditos. El trabajo va dando cuenta de cómo se creó la serie radiofónica, cuáles han sido los personajes más relevantes —tanto de la ficción como de la realidad—, cómo está compuesta la digamos mitología y cosmología de la serie radiofónica para presentar, ya en la tercera parte un mapa de sonidos World Music, una recopilación de transmisiones especiales y un breve ensayo sobre las cualidades de Pocajú , un reino imaginario que, entre sus características principales está el contar con una estación de radio. Precisamente, la PKJU Radio Internacional.

Expresada a lo largo del volumen, esta emisora tiene características especiales que son, en principio, las que le permiten entrar en contacto con sus audiencias. En el libro leemos:

La PKJU, Radio Internacional, es una emisora pública, de onda corta, patrocinada por las arcas de rubiés del Marajá de esa localidad. Esta emisora realiza sus transmisiones desde una isla en el Pacifico, la isla de Pocajú.

La PKJU cuenta con una inmensa colección de tesoros acumulados en las bóvedas de una fonoteca infinita cual biblioteca de Alejandría: un lugar que preserva joyas musicales de todo el mundo; una resistencia ante el avasallador colonialismo de la cultura pop y el mainstream. Su cabina tiene forma de chirimoya, alimentada con energía generada por ardillas, y una serie de macacos adiestrados son quienes mantienen el sistema funcionando.

De acuerdo con documentos apócrifos todo el proyecto de la PKJU Radio Internacional surgió de un gran acervo sonoro digno de reyes, en una isla tan pequeña como Cozumel, pero comparable en abundancia con la Amazonia, donde un equipo de pájaros tocadiscos y flores bailarinas se encargan de preservar los diversos e inigualables sonidos de la isla.

La PKJU, Radio Internacional, en suma, es la utopía gozosa y el baile exótico para celebrar la diversidad de realidades del mundo a través de sus sonidos. (2023: 9, 36 y 74.)

¿Es esto realidad o fantasía? Quizá ambas. Se trata del proyecto de una radio dentro de la radio. Un espacio que ha ido por sus audiencias para llevarlas a recorrer caminos inusitados, intertextuales e híbridos. El libro da cuenta de esta aventura y se convierte en un mapa, un álbum de estampas y un rompecabezas que, además, puede ser revisado, leído, hojeado desde el inicio, el medio o el final. Es este libro en todo caso, un artefacto interactivo y sensorial, donde la imaginación y el recuerdo sonoro aparecen a la menor provocación.

Siguiendo las huellas de la producción radiofónica, el libro es un entramado de historias, personajes y anécdotas donde se combina la realidad con la fantasía y convergen la geografía imaginaria de la isla Pocajú con sonoridades musicales que provienen de América, África, Europa, Asia y Oceanía.

En la creación del mundo de Pocajú, gobernado por un misterioso Marajá melómano, intervienen historias míticas que se encuentran reseñadas en el Pocaj —o libro de la génesis pocajuta—, el mismo que cuenta cómo ese gobernante usó el poder de su voz para decir: “Que se haga la radio”, dando lugar a la participación rizomática, inspirada y desenvuelta de un sinnúmero de personajes, a cual más asombroso.

A lo largo de sus páginas, el libro va reseñando la historia de quienes, en la realidad o en la ficción, o en ambas, han participado en alguna actividad radiofónica en PKJU Radio Internacional: Cheo Rodríguez, la tortuguita ukelelista, el Gitano western, Melanska Svariska, el Sindicato de changos, Ricardito el changuito operador, José Luis Aragón, Cotorro Pacorro y Sagacio, el locutor mudo, son sólo algunos de los personajes que contribuyen a formar esta fauna variada. En algunos casos, se trata de personajes de la vida real que se incorporaron a colaborar en alguna de las múltiples tareas de producción. Ellos fueron construyendo su personaje al aire, ficticio y real al mismo tiempo, dadas las características del programa que, al crear su propio universo, hace entrar a la convención sonora a las audiencias, en una tarea decolonial, como lo señala Alejandro Cárdenas en su texto “Palabras finales. Ibero 90.9 y la PKJU Radio Internacional: alimentar la fantasía”:

En un intento de revuelta ante la colonialidad en la música, los creadores visibilizan a través de la ficción que las producciones musicales de latitudes no hegemónicas son importantes al ser productos de las distintas realidades y culturas del mundo. Sin temerle a las mezclas o reinterpretaciones, en PKJU Radio Internacional nada es puro ni solemne, sino que se da cuenta de la resignificación de los géneros que nacen de la “historia universal” de la música y se escucha desde rock and roll turco o hip hop chino (74).

Acorde con el desarrollo de la serie musical, el libro es también una guía musical con recorridos rizomáticos, con geografías y estilos de los sitios y géneros más recientes y menos conocidos; o bien, con una antigüedad de dos o tres generaciones, poco valorados en su momento y que están en la recuperación con un segundo aire, que valora y difunde la diversidad y multiculturalidad. El libro hace énfasis en el relieve cultural como una estrategia para diferenciar y definir espacios de interlocución y de interpelación generacional no con el acento en el mainstream musical, sino al contrario, en la búsqueda y hallazgo de lo que va en sentido contrario a las sonoridades comerciales y adocenadas de la industria.

PKJU Radio Internacional. Una muestra de rara flora y fauna musical es un libro para degustar, para recordar y para imaginar que invita a colocarse en un espacio/tiempo real-imaginario donde cada quien puede construir un propio universo impulsado por los elementos gráficos de la publicación. Su diseño recuerda cierto exotismo en el estilo que, sin caer en la ilustración literal, invita a reconocer la existencia de especies como el Sapo Tuba, el Cocodrilo Tololoche, la Res Cabeza de Pez, la Serpiente con Pelo Largo, la Serpiente con Pelo Corto y el Árbol de Papel Dinero.

Con una estética a propósito falsamente vintage, en una muy interesante y provocadora intersección de lo “viejo” con lo “nuevo”, lo posible y lo imposible: el libro hace un homenaje entrañable a la radio y sus formas con lo que queda de relieve que el medio es el mensaje, sí; pero, ante todo, es la forma de hacer intersección entre realidad, ficción, imaginación y deseo. Las ilustraciones de Angélica Trejo y Carlos López Magaña, en su diversidad, van encontrando un estilo propio que no busca ser la última palabra sobre “cómo es el mundo Pocajú, en realidad”, sino que plantea una primera propuesta para que de ahí cada mirada lectora construya su propia versión de lo que es, pudo ser o será esta isla que se halla emparentada con Eldorado, Oz, la Atlántida y demás sitios del catálogo de los países que, sin existir, significan realidades alternas.

En la última sección del libro, denominada “Racimo de ancestros y agradecimientos” se encuentra una suerte de enciclopedia musical que pone de manifiesto la multiculturalidad: el mundo suena distinto y localizado. El libro muestra que, a pesar de la apabullante presencia de sonidos del mercado que apuestan a cubrir todos los espacios y todas las imaginaciones, el mundo conserva una riqueza fenomenal de música que da cuenta de las configuraciones de lo local, lo periférico, lo alternativo.

A lo largo de sus páginas y según el tema que aborda cada sección, además del mapamundi musical que se anotó arriba, hay una serie de playlists sugeridas, que lo mismo incluyen música del siglo XXI, que creaciones de mediados del siglo XX, o antes. La propuesta estética de cada una de estas selecciones es rescatada, revalorada e insertada en el discurso contemporáneo que busca visibilizar las periferias o brindar un nuevo sentido a obras emblemáticas en su momento.

Por ejemplo, en la sección acerca de Sagacio, el locutor mudo, uno de los personajes emblemáticos de la PKJU Radio Internacional, luego de referir sus virtudes al micrófono, la playlist propone un “Banquete musical” que recomienda: “4´33””, de John Cage, “Enjoy the silence”, de Depeche Mode; “Frances the Mute”, con The Mars Volta; “El mudo”, con la Sonora Santanera; y “A One Minute Silence”, de The Planets. Reunidas de este modo, estas piezas musicales cobran un nuevo sentido, uno en el cual el tiempo es abatido y sólo queda la temática, la sonoridad y el silencio que se han expresado a lo largo del tiempo en composiciones disímiles que sólo en el plano de la creatividad y la interconexión cultural pueden encontrar hilos invisibles que les unen en un contexto de ficción, fantasía y provocación cultural.

Son 18 playlists o “Banquetes musicales” los que ofrece el libro, cada uno con su propia lógica interna, que puede ser temática, anecdótica, geográfica o todas ellas al mismo tiempo. Cada uno de estos “Banquetes musicales” es de suyo una aportación muy interesante del libro pues constituye una guía por senderos que difícilmente podrían ser recorridos en el presente donde la información musical rebasa cualquier intento de orden y concierto.

PKJU Radio Internacional. Una muestra de rara flora y fauna musical es también un libro sonoro. A través de un código QR puede descargarse y escucharse una colección de audios que la serie ha transmitido en alguno de sus programas. En el caso de que que las personas lectoras no conocieran la serie, estas selecciones podrán aproximarles a lo que ha sido el programa que motivó esta imaginería editorial la cual, por supuesto, está relacionada con la serie al aire, pero que tiene vida propia como espacio de significado cultural y construcción de lo simbólico alternativo en la música.

En México, los derechos de las audiencias están consagrados en los artículos artículos 256 y 258 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Éstos apuntanque las audiencias tienen derechos, en relación con los contenidos y que los medios de comunicación, la radio y la televisión los deben respetar. La Ley no lo dice, pero casos de producción mediática creativa como PKJU Radio Internacional son ejemplo del ejercicio de los derechos de las audiencias. Con frecuencia, estos derechos, que son derechos humanos, se expresan únicamente a través de formatos mediáticos cuyo atrevimiento en el diseño y en el contenido es casi nulo. No pocas veces se prefiere la producción en formatos comunes y trillados, casi todos basados en la conversación, la entrevista, los noticiarios, como si sólo eso fuera la propuesta de la radio o del lenguaje sonoro. Valdría la pena considerar que las audiencias tienen derecho a programas interesantes, lúdicos, con información de calidad y con formatos que atrapen al instante la emoción de quien está escuchando o viendo. Ya sea a través de radio o televisión, la imaginación precisa ser incluida en las producciones mediáticas como una manera de reconocer que las audiencias son críticas y exigen contenidos de calidad.

Con la coordinación de Alejandro López Cárdenas, en PKJU Radio Internacional. Una muestra de rara flora y fauna musical también participaron Leonardo Moreno Carrillo, Eduardo Daniel Maldonado Méndez y Arancha Sicardo Reyes. Ellos y ellas son amplios conocedores y conocedoras de las dinámicas de la radio y de su situación actual y, sobre todo, del interés de compartir esos mundos y sus repercusiones.