Activismo político disfrazado de periodismo en Colombia.
Un reto para las audiencias

Print Friendly, PDF & Email

No. 153-154 / enero-diciembre 2024 / ensayo
colaboración invitada

Mario Mantilla Barajas

UNIVERSIDAD DE BUCARAMANGA
DEFENSOR DEL TELEVIDENTE DEL CANAL TRO


En las marchas de 2019 en contra de Iván Duque, entonces presidente de Colombia, las transmisiones en directo por redes sociodigitales que hicieron espontáneos periodistas ciudadanos, sirvieron para mostrar diferentes puntos de vista de los enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública nacional que no fueron mostrados por los noticieros de la televisión privada.

Se popularizó entonces la sensación de que los medios tradicionales estaban sesgados por el poder y que los alternativos digitales eran más veraces porque mostraban libremente lo sucedido. Sin embargo, también se presentaron situaciones que atentaban contra los derechos de las audiencias como las siguientes: no dar datos confirmados, ni ubicación precisa de los hechos; enfocar a personas gravemente heridas o fallecidas sin algún tipo de filtro; mostrar sólo los excesos de la policía; dejar a un lado los hechos violentos de infiltrados en las marchas. Es decir, como hecho comunicacional, ciudadano, democrático y pluralista, tuvo un valor destacable; pero, como periodismo, faltó rigurosidad.

Por su parte, los informativos de medios tradicionales se caracterizaron por tener esquemas similares entre ellos. El grueso del tiempo fue dedicado a las confrontaciones sin profundizar en el fondo de las protestas. En muchos casos, hubo editorialización de las noticias en favor del gobierno. Como consecuencia, fue notoria la estigmatización a los ciudadanos que salieron a marchar ya que fueron calificados como “vándalos” y en varias redes sociodigitales de “cómplices de la delincuencia” a quienes se oponían a esas marchas.

Ese fue uno de los hitos que marcó el camino de polarización política actual de la sociedad colombiana, el cual resultó evidente en redes y medios de comunicación durante la larga campaña presidencial que terminó en 2022 con la elección, por primera vez, de un presidente de izquierdas como Gustavo Petro.

Una vez elegido dicho presidente, quienes manejamos temas de formación, promoción y defensa de los derechos de las audiencias pensamos que el activismo y el periodismo volverían a separarse, pero no fue así: la radicalización mediática se intensificó; sólo que los papeles se invirtieron. La pregunta pertinente es la siguiente: ¿hasta dónde se puede manejar el activismo en redes o medios en el rol de periodista?

Este artículo y sus reflexiones están basadas en entrevistas que me han concedido expertos en comunicación social, periodismo, investigación política, sociología y nuevas tecnologías, en mi ejercicio como Defensor del televidente del Canal TRO y como miembro de la Organización Interamericana de Defensoras y Defensores de las Audiencias (OID).

Activistas políticos en redes

La creación y auge de las redes sociales digitales trasformaron la dinámica comunicacional en todo el mundo, entre muchos aspectos, por la posibilidad de producir mensajes en texto, diseño gráfico, fotografía, arte, audio o video en plataformas digitales abiertas a los ciudadanos de cualquier país, exceptuando los regímenes autoritarios. Gracias a ello, los usuarios más activos y entretenidos se han convertido en referentes temáticos o influenciadores al punto de formar comunidades de seguidores.

Surgieron personajes que, sin hacer parte de un partido político, se destacan por la vehemencia en defender una idea, un candidato, o por atacar a quienes no piensen igual. Varios han sobresalido porque presentan sus opiniones de manera más elaborada en formatos parecidos a noticieros, reportajes, cubrimientos en vivo, vox pop y debates.

El comunicador social Mario Morales, docente de periodismo de la Pontificia Universidad Javeriana, aclara en entrevista que “no todo lo que aparece en los medios o internet es periodismo, no todo el que dice ser periodista lo es, no todos los contenidos etiquetados como periodísticos lo son, no todo lo que parece noticia es informativo”. Y complementa afirmando que el periodismo en nuestros tiempos “Es una profesión usurpada.”

No estamos hablando en términos de buenos o malos formatos porque esta es una dinámica orgánica en redes, la cual a veces incluye con éxito humor, sarcasmo e ironía. La cuestión es que las audiencias deben identificar cuáles contenidos tienen un mínimo de rigurosidad periodística profesional y cuáles no.

El respetado periodista y escritor Juan Gossain, quien dirigió por tres décadas uno de los informativos radiales de mayor sintonía y credibilidad del país, nos contó que cuando salieron las redes sociodigitales en los primeros años de esta revolución tecnológica, lo celebró con “júbilo” porque pensaba que iba a llegar el periodismo instantáneo, con imagen, el periodismo perfecto: “lo que no contábamos era que esas personas se dieran cuenta que podían decir lo que quisieran, ahí empezó la manipulación, la mentira y lo más grave del asunto es que se convirtieron, esas personas, al mismo tiempo en fuentes y divulgadores de las noticias”

Esto se agrava cuando miles de copartidarios replican esos contenidos hasta volverlos tendencia. Son conocidos como “bodegas” o “bodegueros”: grupos organizados que despiertan pasiones a favor o en contra y que eventualmente reciben alguna prebenda o puesto laboral por apoyar a un candidato o partido político. Por lo general, son de ideologías opuestas e irreconciliables, que tienen en común la agresión a periodistas de medios tradicionales o de referencia a quienes encasillan de fascistas o “mamertos” (afines a la izquierda).

La comunicadora e investigadora política del portal web llamado La Silla Vacía, Jineth Prieto, nos cuenta lo siguiente: “El cubrimiento electoral, especialmente el presidencial, está regido por lo emocional y, para el periodista, es difícil navegar entre la polarización que existe en estos tiempos. Te encasillan en cualquier tendencia ideológica por algún artículo que perjudique a determinado candidato”.

Activismo político en medios

Si algo llamó la atención en la campaña presidencial 2022-2026 en Colombia fue la toma de partido, literalmente, por parte de ciertos directores y directoras de medios de referencia, cuyo enfoque de las noticias, manera de formular las preguntas y comentarios dejaban ver claramente su inclinación hacía uno u otro candidato.

Esta conducta derivó en confrontaciones directas entre periodistas tradicionales y candidatos, entre “bodegueros” y directores de informativos, o entre periodistas de opinión y activistas políticos. Los conflictos llegaron incluso a instancias legales.

Iván Serrano, galardonado periodista de fuentes políticas en televisión, nos recordó que la línea editorial de los medios colombianos (prensa, radio y TV), desde sus orígenes, ha estado ligada a partidos políticos liberales y conservadores. Además, comentó que, en la actualidad, los medios hacen parte de enormes grupos económicos con intereses financieros y eso no lo tienen claro las audiencias.

Yolanda Ruiz, actual directora del consultorio ético de la Fundación GABO de periodismo Iberoamericano, confirmó lo anterior, aunque destacó que “con el tiempo algunos periódicos buscaron ir más allá del compromiso partidista separando las páginas editoriales y de opinión de las informativas”.

La periodista Claudia Morales, quien ha pasado por diferentes medios, incluyendo los digitales, no ocultó su molestia cuando le pregunté por el papel de ciertos activistas políticos en programas informativos durante la campaña presidencial de 2022:

hay una señora que fue funcionaria del gobierno y que después entró a un medio y lo que hace allí no es periodismo sino activismo, porque la plataforma está diseñada para llevar de manera sistemática un lenguaje en defensa de ciertas acciones que tienen que ver con el gobierno.

Y lo que más le indigna es que el medio se preste para entregarle una vocería sin aclarar cuáles son sus intereses: “¿quieren poner a alguien a defender una ideología o a defender cierta forma de pensamiento que identifica a cierto sector? Entonces, díganlo y cuéntenle a la audiencia cuál es la intención de hacerlo de esa manera”Ante la pregunta ¿está bien que un medio tenga preferencia por un candidato?, el profesor Mario Morales divide su respuesta: “si la pregunta es si un medio privado tiene derecho a tener ideología, la respuesta es sí; pero, si la pregunta es si un medio periodístico, ¡o un periodista informativo!, tiene ese derecho, la respuesta es no; no tiene derecho”.

La explicación de Mario parte de la base de que el periodismo informativo es confianza, fidelización y credibilidad. Si no se cumplen esos principios, se contamina la información y ese material deja de ser un derecho para volverse una propaganda.

¿Activismo sí o no?

El activismo “es un modo de participación pública, en el que personas dedican tiempo, dinero o esfuerzos a militar una causa que consideran de gran importancia” (Editoria Etecé, 2024: párr. 2).

Existen activistas en diferentes campos que, a mi modo de ver, han contribuido a generar cambios en conductas sociales, normas y leyes favorables al desarrollo de las comunidades. Las luchas por el medio ambiente, por ejemplo, la igualdad de género, razas o credos, merecen reconocimiento por su labor.

Este artículo se pregunta por el activismo político disfrazado de periodismo, particularmente en época electoral. El dilema no es fácil ni siquiera para la analista de medios Yolanda Ruiz, directora del Consultorio de Ética de la Fundación GABO, quien curiosamente ha moderado su posición en la relación periodismo, activismo y política.

En “Cambié de opinión sobre periodismo y activismo”, columna publicada el 29 de noviembre de 2023 en el periódico El Espectador, titulada, Ruiz dice textualmente:

En debates, textos y foros defendí la clara incompatibilidad entre el periodismo y el activismo porque los consideraba excluyentes: creía que, si se hacía activismo, no se podía hacer buen periodismo. Sin embargo, grandes colegas que hacen periodismo desde el feminismo, el ambientalismo, la defensa de derechos humanos y muchas otras causas valiosas, me convencieron, con sus trabajos serios y con periodismo de gran calidad, de que no hay incompatibilidad entre la defensa de una causa justa y el oficio de informar a la sociedad (Ruiz, 2023: párr. 2).

En cuanto a la crítica a ciertos medios por tomar partido en la campaña presidencial del 2022 afirma que, con alto riesgo, se ha venido mezclando información y opinión; pero aclara en entrevista que “se puede hacer buen periodismo desde una línea editorial marcadamente política, si el activismo no nos lleva a falsear los hechos”.

Observatorios de medios y audiencias

Observar los comportamientos cambiantes en los medios y redes puede darnos luces sobre gobernanza, deberes y derechos ciudadanos. Por eso, en el programa de la defensoría del televidente del Canal TRO le preguntamos a Julio Acelas, octor en Estudios Políticos y director del Observatorio Ciudadano, por los contenidos en tiempos electorales y la actitud de los ciudadanos frente a ellos:

los medios de comunicación deben orientar al ciudadano a que se forme de manera activa porque el sistema educativo colombiano no nos enseña a ser ciudadanos y eso repercute en que el nivel de cultura política sea tan precario… entonces a la gente la ‘apresan’ con mentiras absurdas.

También consultamos a la investigadora de la Misión de Observación Electoral (MOE), Laura Espinosa, sobre cuál debe ser el papel de los periodistas en época electoral. Ella destaca varios aspectos: “deben hacer control político, dar voz a poblaciones históricamente excluidas y subrepresentadas, capacitar a la ciudadanía como veedores, velar por el pluralismo informativo y la participación de todas las posturas políticas.”

La MOE es una plataforma que analiza, junto a 10 facultades de comunicación social y ciencia política, la agenda de medios en épocas electorales. Sin embargo, la observación no sólo debe ser externa, sino también propia. Es cuando resulta fundamental la autorregulación, entendida como la capacidad de evaluar constantemente nuestro accionar profesional mediante consideraciones éticas.

Sergio Urquijo, comunicador e investigador de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), considera que los medios deben autorregularse en detalle con manuales de estilo y códigos de ética,para ofrecer reglas claras para la audiencia, pues la transparencia es la que le da legitimidad al medio: “Si está parcializada la información está limitando el pluralismo informativo y, por ende deformando, el electorado”

El director del periódico El Espectador, Fidel Cano, tiene en YouTube un videoblog de reflexión sobre los errores que cada semana cometen en su medio. Se llama La Redacción al Desnudo y es una clase de autorregulación:

Yo creo que el periodismo ciudadano es válido, pero el estudio del periodismo da unas bases en el manejo de la información que no lo tiene el periodista ciudadano, porque ese periodismo se da licencias que los profesionales no podemos y en la búsqueda de la verdad no se puede, por ejemplo, tomar un solo punto de vista, no se puede dejar de investigar, de contrastar, de verificar.

Apunte final. Validez y aportes del activismo político

El activismo como defensa o promoción de algún ideal democrático ha contribuido a mejorar las condiciones humanas, sociales y medio ambientales.

El activismo político en medios de comunicación es válido siempre y cuando no tergiverse la información y sea transparente.

El activismo político disfrazado de noticias contamina la formación de los ciudadanos.

El periodismo ciudadano en redes amplió los puntos de vista desde los cuales se analizan los hechos comunicacionales, pero no todo lo que sale en redes se rige por la rigurosidad que debe tener el periodismo profesional.

Una sólida formación ética es la base para un periodismo respetuoso y veraz.

La formación política contribuye a formar audiencias activas con capacidad de tomar acciones argumentadas más allá de lo emocional.


Fuentes

  • Canal TRO (2018). Medios de comunicación en elecciones. Programa Control TV, Defensoría del televidente del Canal TRO. Recuperado de: https://bit.ly/44bMSNR
  • Canal TRO (2020). Cómo informar en tiempos de Covid. Foros Canal TRO Recuperado de: https://bit.ly/3JshVLN
  • Canal TRO (2020). El futuro del periodismo en medios tradicionales. Foros Canal TRO. Recuperado de: https://bit.ly/3W4QEXz
  • Cano, Fidel (2021). La redacción al desnudo. Videobog. El Espectador. Recuperado de: https://bit.ly/3w4BxTk
  • Canal TRO (2022). El rol de los medios de comunicación en época electoral. Foros Canal TRO. Recuperado de: https://bit.ly/3vSg0NL
  • Canal TRO (2023). Cubrimiento electoral, autorregulación y ética. Foros Canal TRO. Recuperado de: https://www.facebook.com/canaltro/videos/338535905522205
  • Editorial Etecé (2024). “Activismo”. Enciclopedia Concepto. Buenos Aires: Editorial Etecé. Recuperado de: https://concepto.de/activismo/
  • Ruiz, Yolanda (2022). Periodismo y Política. Videblog. Recuperado de: https://bit.ly/4b8CFUV
  • Ruiz, Yolanda (2023). “Cambié de opinión sobre periodismo y activismo”. El Espectador, 29 de noviembre. Recuperado de: https://bit.ly/3Jvk61u