Credibilidad en juego

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Las conferencias de Andrés Manuel López Obrador
como factor en la credibilidad de la información oficial

No. 149 / Enero-junio 2022 / Ensayo

Rafael Gerardo Vargas Pasaye

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN

Resumen: Las conferencias mañaneras que Andrés Manuel López Obrador emprendió desde el inicio de su administración en diciembre de 2018 han sido un pilar en su estrategia de comunicación y de gobierno. Ese espacio dicta la narrativa de lo que ha denominado Cuarta Transformación; sin embargo, en algunas ocasiones, la dinámica de la mañanera ha generado que se ponga en duda la credibilidad de cierta información oficial.

Abstract: since the beginning of his administration in december 2018, Andrés Manuel López Obrador and his morning press conferences have been a support on his communication and government strategies. It builds the selfnamed “Cuarta Transformación” narrative. However, some times, the dynamics of the morning press conferences have caused some to question the credibility of certain official information.


La conferencia de prensa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es la punta de lanza de la estrategia de comunicación y pilar de la estrategia de gobierno de su administración (2018-2024). La también conocida como “mañanera”, que el mandatario ha denominado como ejercicio circular, tiene lugar desde diciembre de 2018 en el salón de la Tesorería de Palacio Nacional en la Ciudad de México. La mayoría de las veces comienza a las siete de la mañana. El término de conferencia de prensa, con este ejercicio gubernamental, tiene pendiente una nueva conceptualización ya que las definiciones que hemos aprendido en las aulas universitarias parecieran rebasadas.

La puesta en escena[1] de la conferencia “mañanera” se divide en tres tiempos: primero, el mensaje inicial del presidente; luego, la intervención de invitados o funcionarios; al final, la ronda de preguntas de los representantes de los medios de comunicación. Aunque también el escenario ha servido para festividades como el día de las madres de 2021, cuando en lugar de conferencia hubo un espectáculo musical amenizado por la artista Eugenia León.

Con el andar de las conferencias, éstas han pasado de un primer momento en que el objetivo era impactar en la agenda mediática para ganar posicionamiento en los temas, a uno con un notorio señalamiento a los contrincantes o enemigos del movimiento llamado la Cuarta Transformación. En un tercer tiempo sobresale lo que aparenta ser un juicio moral y mediático que define, desde la misma “mañanera”, quién es dueño de la verdad. Para lo cual, incluso, ésta dispuso, desde el 30 de junio de 2021, de una sección llamada “Quién es quién en las mentiras”, cuya principal misión es desmentir dichos de personajes adversos al mandatario o a la administración federal. Esto se vuelve un factor en la credibilidad de la información oficial.

Esta interacción se presenta por diferentes grupos opositores al presidente y al gobierno. Estos grupos también ocupan espacios mediáticos para criticar, sobre todo, los resultados negativos de la actual administración; pero también, en ocasiones, llegan al extremo de no dejar espacio para los puntos medios. Esto es: ambas partes dicen tener la razón; pero pocas veces hay cabida para los grises o para el debate.

La dinámica de la “mañanera” reconstruye una parte del espacio público al reunir a la mayoría de los medios de comunicación, tanto recibiendo como transmitiendo los mensajes y posturas de la administración federal, en un mismo momento. Además, en términos de agenda setting de segundo orden, se aprecia que no sólo es ya el mensaje, sino también se incluyen imágenes y perspectivas puesto que “Tiene que ver con cómo se produce la transferencia de la prominencia, y no sólo la prominencia de los asuntos sino también la prominencia de los aspectos de esos temas” (McCombs y Evatt, 1995: 7). Esto implica que se plantean los temas, pero también lo que se desea que la gente reciba de los mismos en una narrativa que conlleva la exposición en diferentes medios de comunicación, tanto estatales como comerciales, dentro de un sistema híbrido de medios donde la dinámica de internet toma un papel relevante en su difusión.

Ahora bien, también es justo señalar que, en ocasiones, los temas de las conferencias de prensa del ejecutivo no logran colocarse en la agenda mediática por diversas razones que van desde el interés mismo de la gente hasta que los principales espacios mediáticos son ocupados por sucesos externos a los que se difundieron a temprana hora en Palacio Nacional. Sin embargo, sí es notorio que la narrativa que conlleva la información oficial de la administración federal requiere de una disputa permanente. En ella, los medios de comunicación en ocasiones forman parte del intercambio de información, y en otras son integrantes del grupo de adversarios del gobierno en turno.

A estos adversarios, entre los cuales se identifican algunos medios de comunicación, pueden sumarse a integrantes de la academia, la clase intelectual, los empresarios, los movimientos feministas, los líderes de la oposición, el instituto electoral, entre otros. Todos tienen el común denominador de que han sido señalados en algún momento en la “mañanera” como elementos que se contraponen al movimiento que encabeza López Obrador.

El distanciamiento del presidente con integrantes de estos grupos tiene sustento en que se trata de sectores que, en diferentes momentos, han mostrado rechazo hacia su forma de gobernar. Además, son segmentos entre los que algunos integrantes cuentan con cierta solvencia moral y reconocimiento ante sectores de la sociedad, y pueden desvelar posibles falsedades o imprecisiones provenientes de la información oficial del gobierno.

Es justo desde la conferencia de prensa, y mediante la dinámica que ese espacio detona, que el presidente ha generado desinformación, información errónea, descalificación, y otros fenómenos similares. Incluso, el estudio de Luis Estrada (2022) con la empresa SPIN-Taller de Comunicación Política han señalado cuantitativamente este hecho.

Podemos rescatar un ejemplo de la versión estenográfica de la conferencia de prensa del 7 de noviembre de 2019, cuando AMLO, sin sustento suficiente, dijo:

Es lo que pasa en el Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), todo el presupuesto se lo llevaban para el sector privado, no se destinaba presupuesto para investigación a universidades públicas, todo era subsidio para el sector privado. No se hacía investigación, incluso se bajó nivel. En los últimos años, en vez de avanzar en materia de ciencia y de tecnología, retrocedimos por la corrupción (Gobierno de México, 2019).

La narrativa de la conferencia de prensa considera que, cuando algo no va por buen camino o según el objetivo, discursivamente el problema radica en el pasado: en la corrupción de la “mafia del poder”; en el sistema dañado; en el neoliberalismo. Y señala que, con el apoyo del pueblo, el gobierno alcanzará los resultados planteados.

Incluso, la “mañanera” originó una frase que ha significado en buena medida la credibilidad de la información oficial: “nosotros tenemos otros datos”. Ésta fue una respuesta de AMLO a un reportero en relación con un tema económico en la conferencia de prensa del 29 de enero de 2019, apenas rebasados los 50 días de administración (Gobierno de México, 2019).

La idea de “los otros datos” ha sido una de las más repetidas por el presidente y sus seguidores. En general, se refiere a que él tiene una información distinta, que en ocasiones no presenta o que escuda bajo confidencialidad. Sin embargo, eso ha puesto en tela de juicio más de alguna de sus afirmaciones, así como a la información oficial de las propias instituciones de gobierno.

La ocasión en que el periodista Jorge Ramos asistió a la conferencia de prensa del 5 de julio de 2021 para cuestionar al presidente López Obrador sobre los índices de inseguridad, lo hizo con las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública. Sin embargo, el presidente señaló que él tenía otros datos; información diferente, por supuesto, a la proporcionada por la autoridad responsable (Gobierno de México, 2021).

Avances y retrocesos del periodismo ante la polarización

¿Qué efecto ha tenido la llamada polarización (social, política o internacional) en la actividad periodística? ¿cuáles han sido los avances y los retrocesos del periodismo ante fenómenos como la desinformación, la subinformación y la posverdad?[2]

En cuanto al primer cuestionamiento debemos partir del hecho de que la credibilidad hacia la clase política en México se encuentra en tela de juicio desde hace años; ello debido a un tema multifactorial: ausencia de valores, carencia de respeto (por autoridades e institución), compromisos incumplidos, resultados desfavorables, violencia en todas sus formas y mentiras cada vez más frecuentes. Además, por supuesto, tensión y frustración potenciadas por el periodo de pandemia por Covid-19.

Esta ausencia de credibilidad hacia las instituciones se refleja en la imagen negativa de la clase política, así como en las calificaciones que recibe. Como ejemplo, en la medición nacional con base en una escala de 0 a 10, los senadores obtuvieron calificación de 5.9; los diputados, 5.7; los sindicatos 5.7; y los partidos políticos, 5.3, de modo que ocupan los niveles más bajos (Mitosfky, 2020). Y, por ende, ese estándar de credibilidad de la clase política resulta visible cuando los medios de comunicación transmiten sus declaraciones, mensajes o posturas.

En segundo término, la polarización de la clase política actual en México influye en la actividad periodística en diferentes formas. Es el caso, por ejemplo, de la reconfiguración de una parte del espacio público mediante la conferencia de prensa diaria y sus respectivas consecuencias como la falta de puntos de acuerdo en temas de relevancia nacional. Ese fue el caso de la pandemia del Covid-19 ya que la razón científica quedó rebasada por el vocero, quien optó, en más de una ocasión, por darle mayor peso a lo político (Vargas y Rocha, 2020). Otro caso fue la definición de “opositores” en segmentos de la “mañanera” en los que presidente ha recurrido, en ocasiones, a lo que Mills (1984) llamó la cultura de la humillación.

Aunado a ello, la ciencia y el mundo del conocimiento en general han sido vistos en la administración federal actual como adversarios de la narrativa de la Cuarta Transformación con acciones como el retiro temporal del apoyo económico a los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores que trabajan en escuelas privadas, o los conflictos al interior del Centro de Investigación y Docencia Económicas.

Ahora bien, en cuanto a la segunda interrogante, hay que mencionar que en la conferencia matutina del presidente se desarrollan la repetición y el desdoble[3] a través de una estructura de apoyo bien organizada en medios y, sobre todo, en plataformas digitales que incluyen redes sociodigitales con las que López Obrador ha contado desde sus anteriores campañas presidenciales y que han logrado influir en el espacio público digital. Al respecto, como señala Dahlgren, “internet claramente marca una diferencia: contribuyendo a las transformaciones masivas de la sociedad contemporánea a todos los niveles, ha alterado los paradigmas y la infraestructura de la esfera pública de forma variada y espectacular” (Dahlgren, 1997: 4).

En este espacio han cobrado vida figuras emergentes como los youtuberos, personas que tienen algún canal en plataformas digitales como You Tube (de allí su nombre) y que cuentan con un número importante de seguidores. Ellos han tenido un papel interesante en la puesta en escena de la conferencia pues son quienes, la mayoría de las veces, están en la primera fila de modo que los hace merecedores de realizar preguntas al mandatario. En más de una ocasión han utilizado su turno para lanzar una acusación a adversarios del presidente o para desviar la atención de un tema incómodo al gobierno. Ello contribuye con la desinformación, pues no se realiza una interrogante periodística como tal, y nutre a la subinformación al editorializar un posible cuestionamiento. Finalmente, llega al ámbito de la posverdad al generar un marco de referencia propio que sólo va dirigido a un segmento de la población y que ayuda a la narrativa de la administración federal.

En ese universo digital es muy común que los seguidores del presidente reafirmen la polarización que hace difícil el debate público en contra de quienes no apoyan sus puntos o los ponen en tela de juicio. Estas acciones van desde la discusión hasta la confrontación, y llegan incluso a acechar usuarios como fue el caso de la periodista Azucena Uresti cuando el presidente el 9 de marzo de 2022 la señaló por haber ella mencionado en su notciiario de televisión la presencia de unas vallas protectoras que protegían Palacio Nacional por las manifestaciones del 8M, debate que llegó a las redes sociales con la dinámica de polarización (cf. Asedio, amenaza y ataque. La condición de Vulnerabilidad de periodistas en México. Capítulo II: Ondas expansivas y sesgos en el encuadre de la violencia contra periodistas en México, SignaLab, mayo 2022)

Esta dinámica ha orillado a algunos integrantes de los segmentos enunciados a evitar críticas a las actividades gubernamentales, ya que la respuesta será la exposición como enemigo del movimiento y la consecuente andanada de seguidores digitales de la autonombrada “4T” con campañas preparadas para la descalificación según señalo SignaLab del ITESO (2019).

Los medios de comunicación también han sido afectados de forma similar. Cuando han publicado notas que son consideradas como críticas, se han expuesto a perder algún convenio comercial con el gobierno federal, mecanismo que, desde hace años, se ha utilizado para mantener cierto control de la línea editorial de algunos medios. Si bien no todos han aceptado sus condiciones, sí ha permanecido como una realidad hasta la actualidad. Mecanismo que funciona también en relación inversa, y como ejemplo está el periódico La Jornada que ha incrementado su convenio comercial con el gobierno de la República (cf. Negación: Informe Anual 2021 México Artículo 19).

Además, las noticias que no favorecen al gobierno federal o que no siguen la narrativa del presidente, pese a su construcción con fundamento, información y datos duros, en ocasiones son cuestionadas desde la voz oficial con descalificaciones al medio, a quien firma el trabajo, a la fuente de ingreso de la empresa o a alguna filiación o relación familiar, política o religiosa. Ésta es una acción recurrente del presidente López Obrador: descalificar al mensajero muchas de las veces.

También resulta necesario señalar que la verosimilitud juega un papel fundamental en el imaginario colectivo. De allí la importancia de la estrategia que el aparato de gobierno imprime a través de medios afines, así como de plataformas y redes sociales digitales para la construcción del conocimiento y para el acceso a la información. Y es que, en muchas ocasiones, quienes reciben la información no reparan en su origen, sino que la aceptan o rechazan por repetición de la fuente oficial o porque proviene del presidente o de alguna persona que él avala; o sea, se construye una credibilidad a conveniencia.

De esta manera, los partícipes del debate son agrupados como conjunto al tiempo que son descalificados. Es el caso de los medios de comunicación o los periodistas que buscan una fuente fidedigna para aportar al universo noticioso, o a los integrantes de la clase intelectual, cultural, empresarial o política que poseen información de calidad. Unos u otros a la vez son descalificados desde el poder a través de la conferencia de prensa, la cual es una puesta en escena cuyo protagonista asume, en ocasiones, un papel de defensor de las causas del pueblo; pero con la evidente carga de la fuerza del estado.

Dos ejemplos podemos mencionar. Por un lado, el periodista Zedryk Raziel, de Animal Político, quien el 15 de noviembre de 2021 indagó sobre las inundaciones sucedidas días atrás en Tula, Hidalgo. El presidente respondió, primero, que era responsable; aunque no culpable. Incluso, más adelante descalificó al medio de comunicación y señaló que era pagado por intereses opuestos a su administración desde Estados Unidos (cf. Negación: Informe Anual 2021 México Artículo 19). Otro caso es el de la Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie, quien recibió ataques constantes en redes sociodigitales por varios días, luego de que publicó el libro Un daño irreparable (2021) en el que calificó la gestión del Dr. Hugo López-Gatell como un fracaso en el manejo de la pandemia provocada por el Covid-19 en México.

Reflexión final: disputas de credibilidad

La conferencia de prensa “mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador dicta la narrativa de su gobierno pues incluye sus temas, su información y descalificaciones que llegan a lo que se conoce como cultura de la humillación. La agresión constante a la credibilidad de las instituciones incluye sectores como el de la prensa sobre todo cuando surge información que no es favorable al titular del ejecutivo, a su gobierno o a su movimiento.

De igual forma existen integrantes de los grupos opositores que responden las agresiones con estridencia y dejan poco espacio para el entendimiento por lo que suman a la polarización que existe en el país. Casos como la periodista Denisse Dresser, el empresario Claudio X. González o Gilberto Lozano, rostro visible del movimiento llamado Frente Nacional Anti AMLO FRENNAAA, sirven de ejemplos.

La mañanera es un factor en la credibilidad de la información oficial pues, en ocasiones, en ese mismo escenario se ha mencionado que “los otros datos” están por encima de la propia información oficial.

La polarización que vive el país, y que la “mañanera” fomenta a partir del señalamiento de adversarios de manera recurrente, también hace que la credibilidad de la información oficial resulte cuestionable pues más de alguno toma como referencia la fuente de la información para aceptarla o rechazarla pese a que ésta sea real o al menos bien sustentada sin que importe que provenga del gobierno o de otra fuente.


Notas

  1. Adriana Amado retoma a Eliseo Verón para quien “la puesta en escena es una puesta en sentido: lo ‘real social’ producido por los medios es paradójico. En una visión de conjunto de la red de discursos sociales sobre la actualidad en un momento dado, permite fácilmente constatar que ese ‘real’ está totalmente fragmentado: hay tantos ‘reales’ como discursos que se enuncian” (Amado, 2014: 23), y la misma autora trata el tópico en su obra Política Pop. De líderes populistas a telepresidentes (2016).
  2. Para este escrito entenderemos desinformación como “el fenómeno en el que el emisor tiene el firme propósito de ejercer algún tipo de influencia y control sobre sus receptores para que éstos actúen conforme a sus deseos” (Rodríguez, 2018: 235). Mientras que para hablar de subinformación retomaremos a Sartori (1988), quien señala que es cuando se da información insuficiente. Por posverdad entenderemos lo señalado por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”.
  3. Para el concepto repetición retomaremos a María Pilar Garcés: “La repetición es un fenómeno que consiste en reiterar en su aspecto formal una parte o la totalidad de los elementos de un segmento o enunciado anterior, con posibles modificaciones (de entonación, de unidades deícticas, de morfemas verbales, etc.) y con variaciones en el sentido semántico y pragmático del nuevo segmento respecto del anterior” (Garcés, 2004: 437). Mientras que para desdoble tomaremos como sinónimo de extender, en este caso el mensaje que se presenta en la conferencia a través de sus diferentes redes de difusión tanto oficiales, como comerciales y de injerencia política como lo es el partido político Movimiento de Regeneración Nacional.

Fuentes

  • Amado. A (2014). La comunicación pública como espectáculo en La comunicación pública como espectáculo. Relatos de la Argentina del siglo XXI, Argentina: Konrad Adenauer Stiftung-Centro para la Información Ciudadana.
  • Artículo 19 (2022). Negación: Informe Anual 2021 México Artículo 19. Disponible en https://articulo19.org/negacion/
  • Dahlgren, P. (1997). “El espacio público y los medios ¿una nueva era?” en Espacios púbicos en imágenes (245-268). España: Gedisa.
  • Estrada, L. (2022). El imperio de los otros datos. Tres años de falsedades y engaños desde palacio, México: Grijalbo.
  • Garcés, M. (2002). La repetición: formas y funciones en el discurso oral en Archivo de filología aragonesa (437-456).
  • Gobierno de México (2019). Conferencia de prensa presidente Andrés Manuel López Obrador. Versión Estenográfica del 29 de enero de 2019.
  • Gobierno de México (2019). Conferencia de prensa presidente Andrés Manuel López Obrador. Versión Estenográfica del 7 de noviembre de 2019.
  • Gobierno de México (2021). Conferencia de prensa presidente Andrés Manuel López Obrador. Versión Estenográfica del 5 de julio de 2021.
  • McCombs, M., Evatt, D. (1995). “Los temas y los aspectos: explorando una nueva dimensión de la agenda setting” en Comunicación y sociedad. (7-32). España.
  • Mitofsky Group (2020). Ranking Mitofsky Confianza en Instituciones México 2020.
  • Mills, N. (Fall, 1984). “Television and the politics of humiliation” en Dissent. https://www.dissentmagazine.org/article/television-and-the-politics-of-humiliation?fbclid=IwAR3xTIepmD3ZhYkz22HVt3xT76imVaEkTBW7p9l7tZ_MSIScu8IrcJPeb8I
  • Rodríguez, R. (2018). Fundamentos del concepto de desinformación como práctica manipuladora en la comunicación política y las relaciones internacionales en Historia y comunicación social (231-244), Ediciones complutense.
  • Sartori, G. (1998). Homo Videns. Madrid: Taurus.
  • SignaLab (28 de febrero, 2019). “Democracia, libertad de expresión y esfera digital análisis de tendencias y topologías en twitter. El caso de la #redamlove” en https://signalab.iteso.mx/informes/informe_redamlove.html
  • SignaLab (09 de mayo, 2022). Asedio, amenaza y ataque. La condición de Vulnerabilidad de periodistas en México. Capítulo II: Ondas expansivas y sesgos en el encuadre de la violencia contra periodistas en México. En
    https://signalab.mx/2022/04/26/asedio-amenaza-y-ataque-la-condicion-de-vulnerabilidad-de-periodistas-en-mexico-capitulo-ii/
  • Vargas, R. y Rocha A. (2020). “La politización de la vocería de crisis: el caso de López-Gatell” en Este país. Disponible en https://estepais.com/tendencias_y_opiniones/la-politizacion-de-la-voceria-de-crisis-el-caso-de-lopez-gatell/