El migrante hecho discurso. Los braceros en El Heraldo de Chihuahua

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No. 148 / Julio-Diciembre 2021 / ensayo

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Juan Miguel Sarricolea Torres

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

Resumen: Durante los 22 años de duración del Programa Bracero (1942-1964), la prensa hizo de la operatividad de las contrataciones y de las experiencias de los braceros un discurso. Al mismo tiempo, se convirtió en una institución que influyó en el fenómeno migratorio. Argumento que El Heraldo de Chihuahua construyó y comunicó noticias relevantes sobre los braceros, interviniendo activamente en el funcionamiento del programa, e hizo de la experiencia migratoria un discurso escrito. Este argumento es una contribución al corpus de análisis históricos sobre el Programa Bracero y de la importancia de la prensa como fuente primaria de indagación e interpretación.

Abstract: During the 22 years of duration of the Bracero Program (1942-1964), the press made a discourse out of the operability of the hiring and the experiences of the braceros; and, at the same time, it became an institution that influenced the migratory phenomenon. I argue that El Heraldo de Chihuahua constructed and communcated relevant news about the braceros, actively intervening in the operation of the program and making the migratory experience a written discourse. This argument is a contribution to the corpus of historical analysis on the Bracero Program and the importance of the press as a primary source of inquiry and interpretation.


Introducción. Experiencias puestas en discursos

La palabra “bracero” se hizo popular a mediados del siglo XX durante la vigencia del Programa Bracero (1942-1964): acuerdo binacional para la contratación de trabajadores mexicanos para ir a laborar a los Estados Unidos. El uso de esta palabra para denominar a un trabajador viene del uso de una parte fundamental del cuerpo para el trabajo agrícola: los brazos. Los braceros no sólo fueron un cuerpo para el capital estadounidense, fueron a su vez cuerpos para sí mismos y para otros, de sus brazos dependieron esposas, hijos y padres. Trabajadores que por motivos económicos tuvieron que partir de sus terruños y dejar a sus familias.

Para tener una idea de la importancia del Programa Bracero, el Departamento de Trabajo y el de Justicia de los Estados Unidos estimaron que, en los 22 años del programa, firmaron aproximadamente 4 millones 646 mil 199 contratos de trabajo; lo que no significó “braceros”, sino contratos. Del lado mexicano, la H. Cámara de Diputados de la Federación, en 2008, hizo un estimado de 3 millones 233 mil 724 braceros (Schaffhauser, 2019: 172-273). Los números oficiales dan una idea de la magnitud de este tipo de migración documentada, pero en este mismo período se ha calculado un número similar de migrantes indocumentados.

Los historiadores que han estudiado el Programa Bracero han recurrido a la prensa como una fuente clave para el análisis de esta etapa histórica de la migración México-Estados Unidos. Apoyados en ella y en otras fuentes documentales y orales, han historiado el proceso de contratación de braceros, los pesares por los que atravesaron los migrantes mientras aguardaban ser contratados, los estereotipos que circularon sobre los aspirantes a braceros y los accidentes que sufrieron algunos migrantes antes de ser contratados (Alanís y Roque, 2007; Córdoba, 2013, 2015; Vézina, 2018; Grijalva, 2015a, 2015b; Sarricolea, 2019).

De estas investigaciones podemos apreciar que la prensa local fue más allá de lo informativo. Su presencia la hizo destacar como una institución relevante en el desarrollo del fenómeno migratorio. En este ensayo sostengo que, gracias a la prensa, las experiencias de los migrantes fueron puestas en discursos, por lo cual, las notas comunicaron asuntos fundamentales para los braceros. Además, en su quehacer profesional, la prensa jugó un papel activo en el funcionamiento del programa, ya que las notas detallaban pormenores del proceso de contratación, entre otros sucesos. Este ensayo contribuye a los estudios históricos sobre el Programa Bracero, enfatizando en la importancia del discurso periodístico para narrar, comunicar e intervenir en la experiencia migratoria.

El discurso periodístico, la migración y los migrantes

Antes de exponer, sintéticamente, una tipología de las noticias más relevantes sobre los braceros, es necesario dejar en claro la perspectiva teórica de la cual parto; a saber, el discurso periodístico. Me apoyo en dos ejes conceptuales: el primero proviene del periodismo escrito; el segundo, del análisis interdisciplinario del discurso presente en los medios de comunicación, particularmente en la prensa. Ambas perspectivas se relacionan. Con respecto al quehacer periodístico, la elaboración del discurso es fundamental (descriptiva, expositiva y argumentativa), de ahí que encontremos en la prensa notas informativas, crónicas, entrevistas, reportajes y editoriales. La mayoría de la información aquí utilizada corresponde a la nota informativa; no obstante, en mi investigación de largo aliento también aparecen editoriales y columnas de opinión.

Una premisa clave en la elaboración del discurso periodístico es que éste no es un reflejo “espejo” de la realidad. En su elaboración existe una carga de subjetividad de quien escribe como de la orientación política y social del periódico; lo anterior no demerita su análisis, por el contrario, permite afirmar que la prensa no sólo fue espectadora del fenómeno migratorio, sino partícipe del mismo a través de la búsqueda de la noticia, su elaboración y su difusión masiva. El discurso periodístico, intencional o no, influye en las conductas de los lectores. Por tal motivo, la prensa es persuasiva (González, 2014: 15-28). En este tenor, mi intensión es evidenciar que la prensa no sólo informó, también intervino e influyó en los acontecimientos como se mostrará más adelante.

El segundo eje conceptual se enfoca en la importancia del análisis del discurso presente en la prensa. No se puede negar la enorme influencia que los medios de difusión masiva suscitan en nuestras vidas. La forma de comprenderlos es el análisis de su materia prima: los discursos. En este sentido, no sólo importa la estructura de la noticia (como vimos en la perspectiva anterior), sino también su contenido en tanto que transmisora de valores, normas, jerarquías e ideologías que reproducen y legitiman estructuras sociales. De esta manera, las noticias pueden reflejar las posiciones sociales y políticas de los periodistas y de los periódicos (Van Dijk, 2014: 173-180). Lo anterior no significa que los lectores sean pasivos ante las noticias. A través de la información pueden contraargumentar o diferir con la información; no obstante, lo que no se puede negar es el impacto que genera en los conocimientos y actitudes de los lectores.

Esta perspectiva me permite analizar las notas sobre braceros como transmisoras de realidades sociales conocidas por la sociedad local y nacional tales como la pobreza de los campesinos y obreros, la migración, los incumplimientos de los gobiernos (en materia de trabajo y tierras), las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y, desde luego, la importancia del centro de contratación de braceros en Chihuahua. Bajo esta mirada, la prensa retrató un acontecer local, regional, nacional e internacional que fue evaluado a través del discurso periodístico, pero también permitió que los braceros y políticos de la contratación interactuaran con la prensa y los periodistas.

Narrar la experiencia y el sufrimiento

¿Qué se decía de los braceros? Fue común la relación entre migración masculina y familia; es decir, los hombres estaban a cargo de sus familias y, al no contar con suficientes tierras o buenas cosechas, ponían en apuro su situación familiar, razón suficiente para irse al “norte” (Cohen, 2011). Un bracero entrevistado por El Heraldo de Chihuahua señalaba que “en el otro lado no sólo nos pagan bien, sino que nos sobra para mandar a nuestros humildes hogares”.[1] En otra entrevista con braceros, el reportero escribía que “la mayoría ha manifestado que sufren las consecuencias de encontrarse fuera del hogar y de estar a grandes distancias de su esposa e hijos, quienes son casados, otros pensando en la madre y en todos los miembros de su familia”.[2] En una nota procedente de Uruachi, Chihuahua, el redactor lamentaba la situación económica de la “clase obrera” por lo que, al no contar con fuentes de trabajo, “muchos individuos se ven en la imperiosa necesidad de ausentarse de sus familias para enrolarse como braceros hacía los Estados Unidos de Norteamérica”.[3] Una entrevista más citaba que “Tenemos numerosa familia, hijos en edad de poseer parcela: sin embargo, los pedacitos de tierra no nos alcanza para vivir”.[4]

Cuando los braceros eran contratados en los Estados Unidos, la prensa informó sobre los malos tratos y discriminaciones “raciales”. En 1949, una nota procedente de México instaba a que el gobierno “no debe autorizar la salida de sus trabajadores a aquellos lugares de los Estados Unidos en que puedan sufrir vejaciones por el color de su piel o por su simple ascendencia de mexicanos”.[5] El conocimiento de estas discriminaciones hacía que los estados implicados en estas acusaciones tomaran cartas en el asunto, afirmando que no se permitirían tales actos. Así lo hizo saber Beauford Jester, gobernador de Texas, al señalar que “se está combatiendo la discriminación de que se hacen a los trabajadores mexicanos”.[6]

Aunado a estos actos, la prensa llegó a informar sobre la explotación laboral y las condiciones antihigiénicas y la mala alimentación que padecían los braceros en los lugares donde trabajaban. Una nota procedente de Ojinaga, Chihuahua, hizo público un caso de explotación por parte de “granjeros texanos”. Cuatro campesinos de dicha región manifestaron que los trataron “de forma infrahumana, ya que las condiciones de vivienda que les proporcionó [la compañía Armstrong] son de lo pésimo que puede existir al igual que los utensilios de cocina, consistentes en láminas viejas mohosas”.[7] Después de una protesta de braceros en un campamento en las cercanías de Watsonville, California, respecto a la mala alimentación y sanidad del lugar, el cónsul de México anunció que los trabajadores serían retirados del lugar debido a que se comprobó

una condición deplorable en lo concerniente a la limpieza y salud. También se encontró que los alimentos que se servían […] eran de inferior calidad, al promedio establecido por los acuerdos internacionales, mediante los cuales los trabajadores mexicanos vienen a Estados Unidos para trabajar en las fincas.[8]

Accidentes, muertes y uno que otro asesinato a manos de estadounidenses fueron registrados por El Heraldo de Chihuahua. En Pecos, Texas, “un piscador de algodón resultó muerto y otros 28 braceros […] salieron lesionados en un camión en que viajaban en las cercanías de esta ciudad”.[9] En Salinas, California, un camión que transportaba braceros fue embestido por un tren y murieron ocho personas mientras que seis resultaron heridas.[10] En Nebraska, un trabajador recuerda un accidente “en que perdieron la vida tres compatriotas del estado de Guerrero que iban junto con él […]”.[11]

El diario informaba constantemente de migrantes que entraban sin documentos legales a los Estados Unidos. Si eran descubiertos por las autoridades migratorias de aquel país, eran deportados. Por ejemplo, el 20 abril de 1949, la prensa contabilizó que aproximadamente cuarenta mil mexicanos han cruzado a los Estados Unidos sin documentos legales y “están al servicio de los granjeros que los explotan, pues en lugar de pagarles sus salarios los entregan a las autoridades migratorias”.[12] Por Ciudad Juárez fueron deportados 800 trabajadores, razón por la cual el Gobierno Federal exhortaba a “no internarse ilegalmente a los Estados Unidos, ya que no sólo no podrán ser contratados, sino que harán viajes inútiles y se expondrán a múltiples contrariedades y molestias”.[13] A pesar de las recomendaciones, el cruce sin documentos era difícil de contener en la frontera según afirmó el coronel Desiderio Valles: “Mientras se vigila en un punto, los braceros están burlando la vigilancia por otro y así es imposible contenerlos”.[14]

Ahora bien, a través del discurso escrito, la redacción, podemos ver de qué forma los periodistas y la prensa interactuaron activamente del fenómeno migratorio. En varias notas es posible analizar cómo los periodistas acudían a los lugares donde ocurriría la contratación y especificaban la presencia de la prensa: “El HERALDO entrevista a los aspirantes a braceros en torno al problema de su éxodo anual”.[15] En otras observamos que los braceros se comunicaban con la prensa para transmitirles alguna queja o inconformidad respecto a la contratación o del trato recibido en los Estados Unidos; por ejemplo, Juan Vázquez, procedente de Nayarit, llevó al diario una protesta en forma de “carta abierta” y suplicaba su publicación. El Heraldo de Chihuahua la publicó textualmente porque “con su lenguaje llano expresa claramente la tristeza que embarga a quienes, atraídos por la ilusión de ganar algunos dólares, vienen a enfrentarse con los explotadores de la miseria […]”.[16]

De forma similar, los actores políticos involucrados en la contratación acudían a la prensa para comunicar información relativa a la contratación u otros asuntos. Por ejemplo, Leovigildo Figueroa, quien fungía como jefe del centro de la contratación, “dijo ayer a EL HERALDO, que a partir del lunes próximo, se intensificará en mayor escala la contratación de braceros […]”.[17] Por su parte, el señor Vega Montañez, secretario de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CNOP), dijo a El Heraldo de Chihuahua: “debemos de desentrañar el engranaje que protege a los explotadores de los braceros”.[18]

Apunte final. La prensa como institución clave para la historia de la migración

El fenómeno social de los braceros fue un acontecimiento coyuntural para la historia migratoria de ambos países y su importancia fue tal que la prensa dio cuenta de su devenir a lo largo de los veintidós años de duración del Programa Bracero. Argumenté que la prensa no sólo informó de los sucesos que iban experimentando los braceros durante y después de su estancia en los Estados Unidos, también participó e influyó en los acontecimientos. Lo anterior lo pudimos observar cuando los periodistas acudían al centro de contratación o entrevistaban a los migrantes. De igual forma, braceros y políticos acudía a El Heraldo de Chihuahua para presentar quejas o proporcionar información relevante para los aspirantes a braceros.

Esta tesis refuerza la perspectiva teórica del presente ensayo que muestra al periodismo escrito como un discurso que interpreta la realidad social, considerándola novedosa y oportuna para difundirla masivamente. Al interpretar la operatividad de la contratación y de la experiencia de los migrantes, la prensa reprodujo estructuras sociales presentes a nivel local, regional y nacional como las razones de migrar o como las discriminaciones vividas por los braceros en Estados Unidos. De ahí que no me interesé por la “representación” del bracero, sino por la construcción que la prensa hizo del fenómeno migratorio, enfatizando fundamentalmente su participación en los sucesos. Este ensayo es una invitación a analizar la prensa como una institución clave durante el funcionamiento del Programa Bracero y la forma en que ésta intervino en el fenómeno migratorio. Lo anterior permite reflexionar sobre el lugar que han ocupado, y que ocupan, los medios de comunicación en la construcción, participación y difusión de fenómenos sociales claves para la historia de la migración México-Estados Unidos tanto en el pasado como en el presente.


Notas

  1. “Los braceros quieren trabajo bien pagado. Con remuneración justa se quedarían en su país”, El Heraldo de Chihuahua, 6 de octubre de 1955.
  2. “Un mil 300 braceros de Chihuahua para Texas”, El Heraldo de Chihuahua, 12 de septiembre de 1955.
  3. “Esperan quien los explote y así no se irán de braceros los trabajadores”, El Heraldo de Chihuahua, 18 de diciembre de 1957.
  4. “Mala calidad de tierras y falta de créditos. Causan el bracerismo”, El Heraldo de Chihuahua, 22 de noviembre de 1961.
  5. “No debe permitirse la salida de los braceros. Especialmente los contratados para Estados donde se discrimina a los mexicanos y a los negros”, El Heraldo de Chihuahua, 18 de enero de 1949.
  6. “No se permitirá la salida de braceros”, El Heraldo de Chihuahua, 26 de abril de 1949.
  7. “Llueven quejas contra algunos granjeros del Estado de Texas”, El Heraldo de Chihuahua, 23 de septiembre de 1957.
  8. “Protesta por mal trato a 300 braceros”, El Heraldo de Chihuahua, 16 de agosto de 1957.
  9. “Braceros víctimas de un accidente”, El Heraldo de Chihuahua, 7 de agosto de 1949.
  10. “Braceros muertos y seis heridos en un choque ocurrido en California”, El Heraldo de Chihuahua, 28 de octubre de 1955.
  11. “Accidente a braceros en Estados Unidos”, El Heraldo de Chihuahua, 31 de octubre de 1961.
  12. “En lugar de pagar a los braceros los mandan a migración”, El Heraldo de Chihuahua, 20 de abril de 1949.
  13. “800 trabajadores son deportados”, El Heraldo de Chihuahua, 11 de septiembre de 1949.
  14. “Severas sanciones contra braceros que se aventuran a cruzar el río bravo. Primer grupo que sufrió ya castigo”, El Heraldo de Chihuahua, 8 de septiembre de 1949.
  15. “Los braceros quieren trabajo bien pagado. Con remuneración justa se quedarían en su país”, El Heraldo de Chihuahua, 6 de octubre de 1955.
  16. “Expone la penosa situación del aspirante a bracero”, El Heraldo de Chihuahua, 28 de septiembre de 1959.
  17. “Han salido a Estados Unidos 71, 781 braceros”, El Heraldo de Chihuahua, 21 de octubre de 1955.
  18. “Desenmascara la CNOP a los traficantes”, El Heraldo de Chihuahua, 27 de agosto de 1957.

Fuentes

  • Alanís Enciso, F. y Roque Puente, C. (2007). Nos vamos al traque. La contratación de braceros ferroviarios en el ámbito regional durante la Segunda Guerra Mundial. El caso de San Luis Potosí (1944). México: El Colegio de San Luis Potosí.
  • Cohen, D. (2011). Braceros. Migrant citizens and transnational subjects in the postwar United States and Mexico. Chapel Hill: University of North Carolina Press.
  • Córdoba Ramírez, D. (2013). “Memoria, testimonios, estereotipos y olvido: problemas metodológicos en las representaciones sobre los braceros”. Istor, 52, 91-106.
  • Córdoba Ramírez, D. (2015). “Las contrataciones de braceros en el estado de Chihuahua”. En: Grijalva, A. y R. Arriaga (coords.). Tras los pasos de los braceros. Entre la teoría y la realidad (203-226), México: Juan Pablos Editor.
  • El Heraldo de Chihuahua. Hemeroteca de la Mediateca Municipal de Chihuahua.
  • González Reyna, S. (2014). Géneros periodísticos 1. Periodismo de opinión y discurso. México: Trillas.
  • Grijalva, A. (2015a). “Tras los pasos de un bracero. Andanzas norteñas de un indocumentado”. En: Grijalva, A. y R. Arriaga (coords.). Tras los pasos de los braceros. Entre la teoría y la realidad (165-202), México: Juan Pablos Editor.
  • Grijalva, A. (2015b). “La bracereada que llegó para quedarse. Mexicali y el Programa Bracero”. En: Grijalva, G. y R. Arriaga (coords.). Tras los pasos de los braceros. Entre la teoría y la realidad (227-263), México: Juan Pablos Editor.
  • Schaffhauser, P. (2019). “¿Qué hay de los braceros?”. En Mummert, G. (ed.), Michoacán: retratos y relatos de migrantes (172-273). Zamora: El Colegio de Michoacán.
  • Sarricolea Torres, J. (2019). “Cuerpos vulnerados. Migrantes en tránsito por Chihuahua (1948-1955)”. En: Gallaga, E. (comp.), Sociedad, cultura y medio ambiente en el norte de México (39-51). México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, Escuela de Antropología e Historia del Norte de México.
  • Van Dijk, T. (2014). Estructuras y funciones del discurso. México: Siglo XXI.
  • Vézina, C. (2013). “El bracero, ¿héroe o paria? Su representación mediática, 1942-1964”. Signos históricos. Vol. XXI, Núm. 42, pp. 180-221.