Don Félix, hierbatero de Santa Elena, Yucatán
(Segunda entrega de la serie)
No. 148 / Julio-Diciembre 2021 / Visuales
Inés Cornejo Portugal, Vicente Castellanos Cerda
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA
Pese a la ida y vuelta de personas migrantes, quienes suelen llegar con información nueva para los cuidados de la población, los saberes de los hierbateros, como Don Félix, persisten y se convierten en referentes morales para la comunidad. Él conserva la habilidad de armonizar la naturaleza y los factores biológicos para el bienestar de los habitantes de Santa Elena. Su hijo, Carlos Maas, es profesor de educación media en la región y una persona comprometida con su pueblo.
“Eso es jícara, en maya Luuch, ¿no hay allá en tu país? Eso es medicina. No se come. Es medicina para tos. ¿Has oído la enfermedad que se llama tosferina? Pues con eso se cura. Yo soy hierbatero. Mi abuelo curaba hace años, acá en ese pueblito chico. Cuando se murió, empezó a curar mi papá, antes de morir, me enseñó y aprendí. Nada de hechicero, nada de eso, son conocimientos de la planta.
“Preparamos un libro con una muchacha que se llama Camila García de Estados Unidos. En once días terminamos. La hierba le dice que enfermedad cura, así se llama el libro. Ese libro ya lo vieron en Rusia, vinieron dos grupos a conocerme. Me enseñaron el libro y me dijeron, ahí está su nombre. ¡De Rusia vinieron!, para que yo siga haciendo más libros. Todas las hierbas que conocemos aquí en Yucatán, allá lejos no hay.
“No lo va usted a creer, la picada de cualquier serpiente, hasta Cuatro Nariz, se cura. Una vez llegó aquí una persona y no se murió. En dos días la curé. No le pasó nada. Yo lo veo por la gente. Antes casi nadie lo creía. No más se cura y está feliz. Ahora ya se dio cuenta la gente que en dos días, no le pasó nada a ese pie. En Mérida no se cura porque cuando avanza la enfermad, ya está hinchado el pie, ya tiene materia. ¿Qué van a decir los doctores? Quitar la pata, tirarla. Pero llegó aquí y no.
Esto es Chal che’, es para la mujer que no se embaraza. Pero no solamente esta planta, la juntamos, hacemos un compuesto. Pero tiene que cuidar a esa mujer que quiere tener hijo. No va a tomar agua fría, tibia, no muy fría. Tampoco va a tomar cerveza. Tres días, si aguanta no más con agua tibia, tibia, se embaraza. Con esto la curamos. Se muele en el molino de mano. Y después los vamos a poner en la candela para que quede bien, bien cocido. Dos días ya está listo, ¿cuánto cobro? ¡Doscientos pesos! Ni la consulta. ¿Por qué cobro doscientos pesos? Porque los pobres se van al monte a chambear, ¿dónde va a sacar dinero un pobre? Ellos me dicen: no es así, el doctor no habla como hablas. El doctor no sabe cómo es la vida de un pobre”.
1. Casa de wuano de Don Félix
2. Don Félix
El altar
El patio
Dibujo de Don Félix
Hierba cicatrizante
Su hijo Carlos
Don Félix y Carlos en el interior de la casa
Don Félix y Carlos en el interior de la casa