Iusacell, el estilo Salinas
El Universal, Finanzas, 11 de diciembre de 2007
Telecom y medios
Gabriel Sosa Plata
Es el estilo, la marca de Ricardo Salinas Pliego. Iusacell, empresa de telefonía celular propiedad de este empresario, estaba obligada, al igual que otras compañías de telefonía celular (como Telefónica y Telcel), a interconectarse con Nextel, un operador de trunking, para avanzar en la interconexión e interoperabilidad de redes de telecomunicaciones.
Las negociaciones iban bien, pero la semana pasada, justo cuando Nextel estaba a punto de denunciar el incumplimiento de interconexión de la telefónica, Iusacell se adelantó e hizo una sobrada petición a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel): revocar la concesión de la empresa de trunking.
Iusacell argumenta que Nextel, a través de la empresa Opcom, pretende mediante los acuerdos de interconexión llevar el tráfico de los operadores de telefonía celular a los usuarios de trunking, lo cual viola la legislación y los servicios establecidos en el título de concesión de Nextel.
De esta manera, Iusacell se erige como autoridad, en una actitud similar a la de Telmex con Telefónica GTM porque esta última, a su parecer, incumple la ley al rebasar los límites de inversión extranjera directa, por lo que no está dispuesta a interconectar su red con la de la empresa de capital español.
Con el procedimiento iniciado por Iusacell, Nextel tendrá que esperar algunos meses en lo que se resuelve la situación para interconectar su red con la de la telefónica, con su empresa hermana Unefón y para desarrollar sus negocios proconvergentes, pese a que la Cofetel ya había ordenado la interconexión entre dichos operadores.
El empresario Ricardo Salinas Pliego se debe sentir satisfecho, orgulloso de sus abogados en Nextel, porque sus acciones siguen el estilo de la casa. En la defensa de los intereses de sus empresas todo se vale: la toma por la fuerza de instalaciones (como ocurrió con el Canal 40), el chantaje y la presión mediática a través de sus redes nacionales de televisión abierta para intimidar al Congreso de la Unión por reformas como la electoral, la de medios y la del mercado de labores, así como a empresarios que piden abrir a la competencia el sector de la televisión abierta (como sucedió con Isaac Saba y sus socios extranjeros).
Con Nextel, ahora lo hacen asumiendo un papel que no les corresponde, el de “garante de la legalidad”, y rompiendo pláticas en plena etapa de negociaciones para afectar al competidor.
3 mil millones de pesos
Además de las perlas anteriores, es importante recordar un hecho que no ha tenido gran cobertura en la prensa mexicana y que tiene preocupado al gobierno de Felipe Calderón: el procedimiento mediante el cual la ya mencionada empresa Unefón demandó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) el pago, imagínese usted, de 3 mil 57 millones de pesos ¡por devolución de intereses! (algo así como el 9 por ciento del presupuesto de esta dependencia).
La controvertida historia se puede resumir de la siguiente manera. En 1997 y 1998, Unefón licitó y obtuvo concesiones por bandas de frecuencias para la prestación de servicios de acceso inalámbrico fijo o móvil. La empresa debió pagar en los meses siguientes una contraprestación, pero solicitó una prórroga en la que manifestó que pagaría los intereses generados.
Fuera de toda norma, portándose condescendiente, el gobierno autorizó la prórroga y cobró a Unefón poco más de 596 millones de pesos en intereses. Gran error. En 1999 y 2000, Unefón impugnó la prórroga y demandó la nulidad por el pago de intereses ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. Cuatro años después, en 2004, Unefón obtuvo fallo favorable, pero la autoridad no ordenó devolver cantidad alguna. La empresa se amparó.
Sorpresivamente, el entonces subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Álvarez Hoth, hizo las gestiones para la devolución de 550 millones de pesos “por el pago indebido de los intereses” que le fueron establecidos a Unefón. Eficiente, el funcionario arregló todo el trámite en un tiempo récord porque el sexenio se le acababa. El último día de la administración foxista el dinero pasó a manos de la empresa de Salinas Pliego, sin mediar requerimiento ni, más dudoso aún, finiquito alguno.
La falta de finiquito permitió a Unefón hacer un nuevo reclamo en diciembre de 2006: el remanente de principal, la actualización y los recargos por el cobro indebido de los intereses. Todo esto suma, según sus cálculos, 3,057’094,421.81 pesos.
En enero de 2007, la Primera Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa había dado por concluido el proceso de amparo, pero en agosto de este mismo año Unefón demandó la nulidad de la resolución en la que se declara improcedente el pago exigido.
Y ahí seguimos. Salinas Pliego quiere a como dé lugar sus 3 mil millones de pesos a costa de una concesión que ante la falta de pago la SCT debió haber revocado desde 1998. Aunque el tema está en manos de la Secretaría de la Función Pública, resulta aleccionadora la manera en cómo algunos empresarios hacen negocios en México, incluso a costa del gobierno y de algunos de sus más eficientes funcionarios.
Denuncias
A este como a otros columnistas han llegado algunos correos electrónicos para denunciar que en la Cofetel hay prolongadas ausencias y constantes faltas de los mandos medios de alto nivel, de gente cercana a Héctor Osuna. “Con que revisen esas listas o manden a personal de la Contraloría un viernes o un lunes podrían comenzar a fincar responsabilidades”, dicen los trabajadores molestos en carta enviada al titular de la SCT, Luis Téllez. También hablan de anomalías en el nombramiento de diversos funcionarios de ese organismo “que no saben nada de telecomunicaciones”.
Profesor e investigador invitado de la AUM Cuajimalpa.
Columnista de El Universal y coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación.
El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:
Sosa Plata, Gabriel, «Iusacell, el estilo Salinas», en El Universal,
México, Num. 32, 887, 11 -XII – 2007, Telecom y otros medios, Finanzas.