Todos preocupados, menos Gobernación

Foto: Acapulco Manifestacion Periodista-2 por Bernandino Hernández/Cuartoscuro.com

Foto: Acapulco Manifestacion Periodista-2 por Bernandino Hernández/Cuartoscuro.com

Por Hermenegildo Castro

Publicado originalmente en La Silla Rota el 28 de junio de 2013

Estados Unidos está preocupado por ellos. Amnistía Internacional está preocupada por ellos. La ONU está preocupada por ellos. Todos están preocupados, menos la Secretaría de Gobernación, y eso que, en un año, 81 de ellos han pedido al gobierno protección porque temen por su vida. Las amenazas son reales: 72 han sido asesinados.

Ellos, los periodistas y defensores de derechos humanos, siguen igual que antes, ejerciendo su oficio en un país que lleva la nada honrosa etiqueta de ser el más peligroso para ejercer el periodismo, según la muestra “¡No nos callarán!”, organizada recientemente por un grupo de medios de comunicación mexicanos, que incluyó lo mismo a Televisa que a Proceso.

Cuando digo antes quiero decir antes de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas (la ley), que el martes pasado cumplió un año de promulgada.

Esa ley establece un Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas (el Mecanismo). El 13 de noviembre pasado se instaló el Mecanismo con gran boato por parte del entonces secretario de Gobernación, Alejandro Poiré. Su presupuesto inicial fue de 40 millones de pesos, los cuales, prometió, “pueden ser más”.

El pasado 8 de junio, varios medios, de manera destacada La Jornada, publicaron  declaraciones de Darío Ramírez, de la organización Artículo 19, en el sentido de que los primeros meses de la administración del presidente Peña Nieto “ha sido el año más violento de los tres recientes… Hay 72 periodistas asesinados, 14 desaparecidos, más de 500 agresiones y amenazas”.

El miércoles pasado, en Tamaulipas, fue encontrado el cuerpo sin vida del reportero Mario Ricardo Chávez Jorge, quien había desaparecido dos semanas antes en Ciudad Victoria. Con su muerte, suman cuatro los periodistas ultimados en el 2013 en esa entidad.

Actualmente directora de la Casa de los Derechos de los Periodistas, Martha Olivia López Medellín, es una desplazada por la violencia. Ella conoce la violencia en Tamaulipas, pero no de oídas ni por las imágenes de la televisión.  Sabe bien de qué habla. En 2012, dijo, 15 periodistas fueron asesinados en la entidad y, hasta la fecha, los crímenes son cubiertos por el velo de la impunidad.

“Sabemos que el periodismo es un oficio de riesgo. El riesgo no nos asusta, lo que nos aterroriza es la impunidad criminal, la indolencia gubernamental, el letargo del gremio.  Muchos reporteros son hoy auténticos corresponsales de guerra; así se puso el país, así es el riesgo; por lo menos, que los asesinatos no queden impunes”, reclama.

En este contexto, debe subrayarse la importancia de que el martes pasado, al cumplirse un año de la ley, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) haya manifestado su preocupación por los retrasos en la implementación del Mecanismo.

Amnistía Internacional (AI), por su parte, expresó que a un año de la existencia de la ley, el Mecanismo  «ha mostrado graves debilidades y deficiencias».

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) presentó, también el miércoles, un documento que recoge 89 ataques contra defensores de derechos humanos entre noviembre de 2010 y diciembre de 2012. Destaca que aún se desconoce el paradero de seis activistas.

La Secretaría de Gobernación informó que, en un año de vigencia de la ley, ha recibido 81 peticiones de protección. En los hechos, es la única que no se preocupa por el tema. Ésta causa explica que, en un hecho insólito, organizaciones civiles de la más distinta filiación hayan logrado ponerse de acuerdo en una carta pública de reclamo al secretario Miguel Osorio Chong.

El Mecanismo no funciona. La ley que lo creo ha servido como artículo de propaganda para el gobierno, independientemente de su color. Basta revisar las primeras planas de los diarios capitalinos de abril del 2012, por ejemplo. También, para crear más burocracia. Mientras, en las calles y las redacciones, los verdaderos periodistas, como siempre, siguen practicando su oficio.

Twitter: @castroherme

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