Telefonía celular y comunicaciones móviles
Excelsior, Dinero, 19 de febrero de 2008.
Proyecto Internet
Octavio Islas
En el plazo de unos diez años, la telefonía móvil ha pasado de ser una tecnología al alcance de unos cuantos privilegiados hasta convertirse en la tecnología dominante en el imaginario de la “sociedad de la ubicuidad”, posibilitando la comunicación multimodal desde cualquier punto donde se disponga de la infraestructura necesaria.
La comunicación móvil, debido a su ubicuidad, accesibilidad y adaptabilidad hoy incide de forma determinante en nuestras vidas. Las comunicaciones móviles impondrán inevitables transformaciones en los negocios, el entretenimiento, la educación, los servicios, la cultura.
De acuerdo con Manuel Castells: “La comunicación móvil extiende y refuerza la plataforma tecnológica de la sociedad en red, una sociedad cuya estructura y prácticas sociales están organizadas alrededor de las redes microeléctricas de información y comunicación” (2006:394).
El teléfono celular ha asumido las funciones de asistente personal, minicomputadora con acceso a Internet y, en aquellos países que han procurado suficiente ancho de banda, radio y televisión portátil que cumple útiles funciones de información como de entretenimiento.
El valor de la industria global de la telefonía celular ha sido estimado en $874,000 millones de dólares. De acuerdo con la firma de investigación Strategy Analitics Inc., actualmente se estiman cerca de 3,000 millones de usuarios de teléfonos celulares en el mundo –casi la mitad de la población mundial-.
En fechas relativamente recientes, Google y Apple han mostrado particular interés por incursionar en el atractivo mercado de la telefonía móvil. Su incursión ha obligado a que los jugadores tradicionales adopten nuevos modelos de negocio.
Google se ha propuesto desarrollar software e introducir un sistema operativo para teléfonos celulares. En cuanto a Apple, el éxito del iPhone a reubica a la compañía de Steve Jobs en el principal escenario en la competencia por el control de la economía digital.
La telefonía móvil fue inventada en Estados Unidos. En 1946 -refiere Manuel Castells-, se puso en funcionamiento el primer sistema comercial de telefonía móvil en Missouri, Estados Unidos. En 1983 estuvieron disponibles los primeros sistemas de telefonía móvil celular.
Estados Unidos hoy cuenta con uno de los sistemas regulatorios más competitivos, con mercados regionales en los que pueden llegar a operar hasta siete operadores de red móvil. Los precios finales para el consumidor estadounidense están entre los más bajos de la OCDE.
En cambio en México el sistema regulatorio no precisamente se distingue por ser competitivo. La licitación de frecuencias para servicios de telefonía móvil e inalámbrica WiMax, por ejemplo, continúa en suspenso. Por otra parte las tarifas impuestas al consumidor final se encuentran entre las más caras del mundo.
Autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, siguen corrigiendo aspectos del programa que fue publicado el 18 de octubre de 2007. Se espera que un nuevo jugador decida competir contra las empresas ya establecidas: Telcel, Movistar, Iusacell-Unefón.
Según la SCT se harán cuatro licitaciones: las de la banda de 1.7-2.1 megahertz (Mhz) –nuevas frecuencias para servicios de banda ancha móvil; 1.9 Mhz –útil para servicios de telefonía celular y acceso a Internet-; 3.4-3.7 Mhz –idónea para el desarrollo de la tecnología Wimaz para conexiones de Internet de alta velocidad; y la 17-56/81-86 Ghz que transportará señales de alta velocidad.
De la licitación de frecuencias dependerá el incremento en la penetración de servicios como internet y telefonía móvil.
A finales de 2007, la cantidad de líneas móviles activas en México fue estimada en 63,03 millones, y de acuerdo con proyecciones de la firma Select, el número de líneas de telefonía móvil podría llegar a 83,98 millones en 2009. El número de cuentas fijas de Internet en México actualmente asciende a 5 millones.
Resulta indispensable acelerar el paso, recuperar todo el tiempo perdido. De ello depende efectivamente poder reducir la enorme brecha digital que hoy nos separa de algunas naciones desarrolladas.
NOTAS
Castells, M., el al (2006). Comunicación móvil y sociedad. Una perspectiva global. España: Fundación Telefónica-Ariel.
Investigador del Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura,
Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.
El anterior artículo debe citarse así:
Islas, Octavio, «Telefonía celular y comunicaciones móviles», en Excélsior,
Proyecto Internet, Dinero, 19–II– 2008.