Los inevitables cambios
El Universal, Cultura, 3 de noviembre de 2008.
Botica
Jorge Mélendez Preciado
Pocos han reparado que la crisis actual es producto, también, de unos medios de difusión falaces, manipuladores. En radio y televisión, básicamente, han exaltado las ventajas de la bolsa, el mercado libre, la competencia desenfrenada, el éxito individual, el derroche como forma de vida. Y es que financieros y dueños de medios van de la mano. El famoso libro de Yolanda Colías y Eric Frattini: Tiburones de la comunicación, nos alertaba de ello. Una película de James Bond, El mañana nunca muere (1997), donde Eliot Carver era un desalmado y voraz empresario de la información, lo mostraba. Recientemente el ex presidente del Parlamento de Escritores, Christian Salmón, dijo algo que anticiparon compañeros suyos: Ernesto Sábato y José Saramago: “Vivimos en la gran mentira” debido a lo que vemos en las pantallas. La lista podría alargarse. En la disputa presidencial estadounidense notamos que internet y televisión resultaron fundamentales para la casi segura victoria de Barack Obama, quien promete hacer modificaciones en el sistema actual, aunque no ha dicho nada acerca de los problemas en impresos y radiodifusoras. Por algo se empieza. Tanto así que incluso izquierdistas opositores del mulato llaman a votar por él. Y es que se requiere un nuevo funcionamiento político y social, incluyendo los propagadores de mensajes y expresiones. Mientras en gringolandia se aprestan a evolucionar, en México vivimos en la demagogia. Al decir de Calderón, seremos la quinta potencia del orbe en el 2040. Ya lo dijo el reivindicado Keynes, en el largo plazo todos estaremos muertos. Es hora de transformaciones reales y no de esperanzas vanas. Quien no lo entienda sufrirá las consecuencias.
Ser bueno
Bien lo anotó Gabriel Sosa Plata: para los artistas de Televisa, saldremos del crack gracias a “nuestro gran corazón”, o teletones mediante, digo yo. Pero el mensaje no sólo lo enviaron quienes hacen de “la falsedad” su chamba. También lo repitieron diferentes encargados de información, para los cuales el catarrito pasará, el bache es pequeño y la incertidumbre cosa de algunos estridentes. Y eso no se vale. Menos aún que las voces críticas, no oficiales, sean marginadas. Parcialidades.
Dislates
La manta de los aurinegros que se posesionaron de la tribuna en San Lázaro tenía una grave falta de ortografía. ¿Aparente pecado menor? Muestra, en realidad, de ignorancia. El miércoles 29, Laura Itzel Castillo y Alejandro Encinas anunciaron el proyecto “Te va a latir”, que comprende revista, periódico, internet y otras formas de expresión. Al llegar al acto, se nos informó que era privado. Encinas dijo que no, pero fue imposible conocer lo que harán por la burocracia. Mal comienzo.
¡Súmele!
El reportero de Noticias de Oaxaca, Pedro Matías Arrazola, fue secuestrado, torturado durante 12 horas y luego aventado como si fuera un objeto más. Claro que ante el lamentable hecho, no era dado esperar que la procuraduría de esa entidad investigara nada al respecto, menos que el costoso fiscal, Octavio Orellana Wiarco, hiciera el mínimo esfuerzo para cumplir con sus obligaciones. Ya lo dijo éste: No conoce las 164 agresiones a compañeros. Gran libertad de expresión vivimos.
Maestrazo
Se inauguró la Galería Héctor García, donde María, su dama, es no sólo pieza clave sino pilar fundamental. No llegaron a dicho acontecimiento ni Teresa Franco (humo eres) ni Sergio Vela (zzz), aunque reapareció la fraudulenta Sara Bermúdez.
¿Será?
Alain Touriane dice: Hay vacío de la sociología para entender los problemas actuales. Existe un nuevo individualismo que debemos comprender (Michel Maffesoli goza). El mundo de las mujeres (Paidós) trasformará la sociedad.
Periodista de El Financiero y El Universal.
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx
El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar el artículo anterior
Meléndez Preciado, Jorge, «Los inevitables cambios», en El Universal,
núm 33, 248, 3 –XI– 2008, Cultural