Los medios estatales en contubernio con el poder
- Reseña del libro «Los gobernadores, enclaves del autoritarismo en México» de Germán Espino y Efraín Mendoza
Por Jorge Tirzo
Publicado originalmente en RMC #137
Si en los medios mexicanos en general persiste la dependencia con el gobierno, en los medios de los estados esto se agudiza. Así lo demuestra el libro Los gobernadores, enclaves del autoritarismo en México de Germán Espino Sánchez y Efraín Mendoza Zaragoza. A través de un estudio que toma como eje el entorno mediático de Querétaro, los autores realizan una exhaustiva radiografía de los vínculos entre el poder y los medios estatales. Su investigación combina el análisis de contenido, estudios de rating, estudios hemerográficos y políticos.
La conclusión, aunque ya la sospecháramos, es contundente: Los medios nacionales suelen tener sesgos políticos de forma cotidiana, pero tienden a ser balanceados en época de elecciones. En cambio, los medios estatales suelen ser voceros del gobierno de forma cotidiana y durante las campañas esto solo empeora. Dicho de otra forma, si los medios nacionales están mal en materia de independencia, los medios de los estados están mucho peor.
Esto se debe, según los autores, a que los gobernadores han perpetuado las prácticas autoritarias del régimen hegemónico del siglo XX. Si a nivel federal no podemos hablar de una democracia efectiva, en el nivel estatal mucho menos. No solo se trata de un sistema de cooptación, sino de una forma de operar el Estado y los medios que persiste como un reto al sistema democrático. En un entorno de “capitalismo clientelar” donde cada grupo opera solamente para su propio beneficio, los gobernadores y los medios se benefician uno de los otros dejando lejos la labor de los medios como servicio público.
Se trata de un libro que nos puede ayudar a entender los mecanismos que vinculan al poder y a los medios estatales. Destaca porque su análisis no es fruto de la mera especulación, sino de datos empíricos procesados con un enfoque multidisciplinario. Útil tanto para politólogos como para comunicólogos, este libro nos demuestra eso que ya sospechábamos: es necesario transformar los medios para que sean efectivamente independientes del poder, que sirvan como una crítica real al servicio del público y no del gobierno.