Laura y el periodismo
- “Yo me embarro hasta acá de lodo”, afirmó Laura Bozzo indicando su abdomen con el dedo.
- Gritar, insultar, hacer montajes, desacreditar a los humildes, evitar la menor crítica a los poderosos, seguir el guión que le ordenan
- Que el gobernador del estado de México obligue a los niños y maestros a ver su informe de gobierno.
Por Jorge Meléndez Preciado
“Yo me embarro hasta acá de lodo”, afirmó Laura Bozzo indicando su abdomen con el dedo. La frase la pinta a medias, ya que en realidad su vida la ha llenado de fango donde ha estado: Perú, Chile, Ecuador, etc. Únicamente en las pantallas mexicanas (Tv Azteca y Televisa), podría tener espacio una señora que no es periodista, ni comentadora, ni siquiera espiritista, más bien quien desea mostrar excrecencias sociales.
Gritar, insultar, hacer montajes, desacreditar a los humildes, evitar la menor crítica a los poderosos, seguir el guión que le ordenan (ya sea Vladimiro Montesinos o los Salinas y Azcárraga) e intentar montarse en la cresta de la ola que adopta la desacreditada pantalla que va a su extinción y no quieren darse cuenta, es su forma de hacer dinero y considerarse popular (Hitler y Stalin lo fueron y lo continúan siendo).
No tiene caso discutir de periodismo con alguien que ni siquiera entiende el lenguaje, no maneja la prosodia o ha leído algo de poesía. Lo realmente indignante es ver como nuevamente se impone el poder fáctico ante el estado ausente. Que Eruviel Ávila le haya prestado un helicóptero y le haya proporcionado uniformes de trabajo, y después simule que nada pasó, indica que no sólo él sino en el centro están sometidos a las televisoras.
Que el gobernador del estado de México obligue a los niños y maestros a ver su informe de gobierno, el mismo que se propagó en medios impresos hasta el cansancio, y la SEP- tan beligerante contra la CNTE- no diga nada, es ejemplo de lo que padecemos.
¿La secretaría de Gobernación sancionará algún día a la señora Bozzo? No hay debate, Carmen Aristegui. El problema, como dice Julio, está en otra parte: en el México que destruyen las aguas negras de la corrupción, la negligencia y el autoritarismo. El periodismo, empero, va, como lo muestran las crónicas de Marcela Turatti y Blanche Petrich y la caricatura de Rapé.