De mal en peor

El Financiero, Cultura, 25 de febrero de 2008

 

Botica

 

 

Muchos no esperaban que la nefasta gestión de Sara Bermúdez (ideas cortas, viajes interminables) fuera superada. Se equivocaron. En un sistema autoritario como el padecido (no obstante se afirme: estamos en una democracia imperfecta), el nuevo jefe o cacique hace su voluntad. Puede errar al máximo, y el superior no se entera, protege al amigo o mira para otro lado. Culturalmente eso ha ocurrido en los tres recientes sexenios. Ernesto Zedillo era un tecnócrata de computadora y obsecuencia ante los organismos internacionales. Vicente Fox, un ranchero que se licenció en la Ibero y se supeditó a Marta. Y Felipe Calderón está dedicado a fortalecer su círculo íntimo y pagar favores a quienes lo ayudaron a llegar. Sergio Vela- de quien se presume estará fuera de CONACULTA-, arribó al cargo por ser compañero de estudios de Felipe en la Libre de Derecho, por lo que todo mundo lo veía como intocable. No obstante que derroche en viajes, gaste 24 mil pesos en ¡zapatos de futbol!, tenga ocho deserciones de su equipo inicial de trabajo, no dé entrevistas, difiera la entrega de los premios de ciencias y artes, se dedique- según algunos impresos- a gestionar favores para un restaurante de su esposa y hasta avale la gestión de Ulises Ruiz, el sátrapa de Oaxaca, en una fiesta tradicional de dicho estado. Es cierto, se nota una campaña periodística en contra del músico. Pero la realidad es que Vela lejos de impulsar proyectos, apoya a sus cuates en diferentes posiciones y con dinero oficial, algo que es la constante en las administraciones federales. Mientras tanto, catorce meses después del cambio de gobierno, la Biblioteca Vasconcelos sigue en el desastre, no hay más que sanciones menores a personajes de tercera y los gananciosos del sistema por años cobran alegremente sin chistar. Los ya no favorecidos hacen berrinches y artículos terribles contra un personaje que es parte de un sistema arbitrario y prepotente.

 

Va de nuez

 

Hay una larga serie de acciones para tratar de cambiar la Ley de Radio y Televisión. Cuando menos desde el gobierno de José López Portillo. Los diferentes gobiernos han dado esperanzas y postergado el asunto, cuando no favorecieron abierta y claramente a los oligopolios existentes (Vicente y Marta). Ahora hay un gran Frente Nacional por una Ley de Medios, constituido por 47 organizaciones y diversas personalidades, algunas que batallan desde que yo participo en dicho esfuerzo. Bien que ahora sean más y se afinen mejor las propuestas. Hace dos años propuse ante una comisión del Senado: exijamos a los candidatos a la presidencia de la República y los diferentes aspirantes a la legislatura que enarbolen las transformaciones radiofónicas. Se me contestó que no era posible ya que los medios podían dejar fuera la propaganda de los suspirantes. Ahora digo: ese gran Frente y quienes nos sumemos al mismo deberíamos plantear que no votaremos por los partidos que no acepten modificar las actuales condiciones en radio y televisión. ¿Será posible?

 

¿Me estás oyendo?

 

Bien que se le haya rendido un homenaje en el INBA y entregado una medalla a Raquel Tibol por sus 65 años de investigación y análisis. Mejor que ella dijera: “La crítica de arte que se hace hoy en día debería ser más aguda (y) menos mafiosa”. Excelente que ella insista que dos de las obras en el homenaje de Frida Kalho, el año pasado, organizado por Bellas Artes, son falsos. Lo inconcebible es que Teresa Franco sólo fume como maquinita en lugares cerrados y se tape los oídos ante los reclamos.

 

Un desorden

 

Voy a la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Todos pagan, incluidos los jubilados de la UNAM. Vaya. Pregunto en la caseta de informes acerca del “Homenaje a Renato Leduc”, auditorio Sotero Prieto. Las bellas muchachas no saben nada ni siquiera buscar en los programas que regalan. La señalización no es mala, sino pésima, casi secreta. Por fin llegó y escucho un buen texto de Edith Negrín, autora del volumen Obra literaria (de Renato). Las cachonderías y las burlas a los políticos del autor de: El aula… arrancan el aplauso y las risas de un auditorio a la mitad. Y es que la cantidad, generalmente, no lleva a la calidad ni a la mejoría.

 

Jitazo

 

En la Quinta versión del FICCO descubro, sorprendentemente, el mediometraje de Isabel Muñoz Cota: Su Mercé. No se trata de ningún mercado, sino de la historia de un grupo de rock, cuya mayoría de integrantes son de la zona de Acueducto. Sus vidas al borde del precipicio, su relación con los chavos que mueren por falta de alternativas, la represión y su forma de ver una ciudad entrañable y terrible, son presentadas notablemente. Chabela dice que es sonidista. Debería pensarlo mejor, señora cineasta.

 

Atentos

 

El jueves 28 a las 19 horas, en la Casa del Poeta (Álvaro Obregón 73, Roma), se presentará la antología de Lucía Rivadeneyra: Rumor de tiempos. Galardonada con el Efraín Huerta (otro amoroso citadino), la dama es una voz notable, única. Iremos.

 

 

Periodista de El Financiero y El Universal.
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx

 

El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar el artículo anterior:

Meléndez Preciado, Jorge, «De mal en peor», en El Financiero
25-II- 2008, Cultura.

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