Desafio en el Siglo XXI / Comunicación Indígena
El Sistema Nacional de Información y Comunicación Indígena Multimedia, único en su género, pretende impulsar la participación de las comunidades desde un marco de diversidad cultural, replicando la experiencia en todos los centros ubicados en las regiones más representativas del país.
CARMEN GÓMEZ MONT
En el marco de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), celebradas en Ginebra (2003) y Túnez (2005), se destacó la necesidad de contar con tecnologías de información y comunicación digitales para lograr el desarrollo social.
Hoy día tal posibilidad sería impensable sin la mano de las tecnologías digitales y sin una participación social amplia, horizontal y equitativa a nivel mundial. Esos factores forman uno de los ejes primordiales para integrar una sociedad del conocimiento. A partir de ellos, el acceso y la producción de información y comunicación se establece como un derecho universal.
Durante la celebración de la CMSI, América Latina y México aceptaron y apoyaron dos iniciativas fundamentales: la Declaración de Principios y el Plan de Acción, que reconocen que las TIC son fundamentales para reducir la brecha no sólo digital, sino la económica, cultural y social que existe en gran parte de los países del hemisferio sur ante el desarrollo que presentan los del norte.
Lo realmente importante de esa cumbre fue que los gobiernos asumieron una serie de compromisos para impulsar los procesos de apropiación tecnológica entre los grupos sociales de escasos recursos. Tal es el tono que domina en dichos acuerdos y de ahí parte nuestra preocupación.
Dentro de una serie de iniciativas destinadas a hacer operativos un conjunto de lineamientos, América Latina se comprometió al desarrollo de un programa conocido como e-Lac, que integra ciertas acciones que deberán llevar a cabo los principales países de la región con el propósito de impulsar el desarrollo social apoyándose en la tecnología digital. Se trata de equipar con tecnología avanzada a los grupos sociales de menos recursos: infraestructura, contenidos y capacitación. El e-Lac comenzó a desarrollarse en América Latina durante 2006 y continuará este año como una primera fase para la adquisición y apropiación tecnológica de parte de sus usuarios.
Ante esta serie de compromisos asumidos, los pueblos indígenas se han propuesto debatir e implementar un plan de acción indígena, destinado a normar el uso de las TIC desde una cosmovisión propia. Ésta es la riqueza que permite la tecnología digital, pues a diferencia de los medios duros (masivos), las TIC permiten la flexibilización y proliferación de usos. Esta plasticidad digital responde idealmente a la versatilidad de lenguas y culturas que hay en México.
Los pueblos indígenas han reconocido la importancia de contar con una tecnología digital para adentrarse en los cauces de la sociedad del conocimiento. Desde hace años discuten en sus comunidades los principales lineamientos que habrán de caracterizar sus usos y prácticas, que deben ser acordes con las demandas comunitarias y la cosmovisión indígena. En octubre de 2005, la Declaración de Chupícuaro, Michoacán, sentó las bases para debatir e integrar de común acuerdo los fundamentos de la sociedad digital indígena.
La Comisión de Asuntos Indígenas de la LX legislatura ha respondido a dichas demandas, al crear los fondos necesarios para llevar a cabo un Sistema Nacional de Información y Comunicación Indígena Multimedia (SICIM), a fin de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como la Comisión Nacional para el Desarollo de los Pueblos Indígenas, no dejen fuera dichas propuestas virtuales para esta parte de la sociedad.
Para comprender esa iniciativa, es fundamental partir de las bases que integran el mencionado sistema: la creación de 17 centros de información y comunicación indígena multimedia desde donde se estarían ideando, produciendo y difundiendo los principales postulados de la información y comunicación con una visión comunitaria. Una de las inquietudes centrales consiste en contar con los recursos necesarios para la formación indígena ante el manejo estratégico de la tecnología digital: infraestructura, contenidos, divulgación de conocimientos, comunicaciones en red y formación profesional de sus usuarios.
Tales centros tienen como finalidad partir de un principio de convergencia tecnológica: prensa, fotografía, radio, video e Internet. En lugar de instalar esos medios de forma aislada, se pensaría en un centro único desde donde se integrarían todos los elementos bajo un concepto plural y diverso de información y comunicación, tan plural y diverso como las más de 80 lenguas y grupos étnicos que forman los indígenas mexicanos.
El SICIM pretende impulsar la participación de las comunidades desde un marco de diversidad cultural, replicando la experiencia en todos sus centros ubicados en las regiones más representativas del país. Es una experiencia única en su género que pretende colocar en un primer plano la visión de comunicadores indígenas, con el objetivo de impulsar un sistema nacional de información y comunicación dentro de la multiculturalidad de nuestro país.