Recuento de daños al periodismo
Las libertades informativas en México
El 2005 quedará inscrito como el año con mayor índice porcentual de ataques a periodistas en el último lustro en México.
Omar Raúl Martínez
Como cada año, la Fundación Manuel Buendía, el Centro Nacional de Comunicación Social y el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, como parte de las tareas emprendidas por la Red Mexicana de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación, el 30 de mayo presentaron el Recuento de daños, que constituye un análisis hemerográfico y documental sobre los actos contra las libertades de expresión e información registrados en nuestro país durante 2005 y el primer cuatrimestre del presente año.1
Tal estudio, realizado por Martha Soto, Verónica Trinidad Martínez y por quien esto escribe, arroja 20 conclusiones que bien representan los principales indicadores sobre el estado que actualmente guarda el ejercicio de las libertades informativas en el país y, a su vez, permiten avizorar los desafíos para ampliarlas:
1) El 2005 quedará inscrito como el año con mayor índice porcentual de ataques a periodistas en el último lustro en México. Si bien el número de actos contra las libertades informativas no varió respecto de 2004, los actos contra informadores han aumentado paulatina y porcentualmente durante los últimos cinco años: en 2001 se registró 47% de incidencias en ese rubro, en 2002 aumentó a 48%, en 2003 creció a 50%, en 2004 subió a 73% y para 2005 la cifra ascendió a 76%.
2) La evidencia más grave e implacable del anterior aserto se manifestó en el asesinato de cinco periodistas y una desaparición2, tres de ellos aparentemente perpetrados por un actor que parece irse configurando en los últimos años como reiterado presunto responsable de atentar contra el trabajo informativo en México: la mafia del narcotráfico.
3) Aunque las agresiones físicas ya no se instalaron en primer lugar, ahora salta a la vista un dato también preocupante: las amenazas y actos de intimidación se posicionaron con 35% de incidencias (10% más que en 2004) como los hechos mayormente recurrentes por los poderes formales e informales para inhibir el libre ejercicio periodístico.
4) A lo largo de 2005, se registraron 93 incidentes contra las libertades informativas en todo el país: 76% fueron ataques públicos o embozados a periodistas, 18% lo constituyeron hechos que pueden significar inhibición o presiones a informadores, en tanto que el resto se concentró en ataques y eventos inhibitorios a medios.
5) Al desmenuzar los casos consignados: 35% fueron amenazas e intimidaciones, 24% agresiones físicas, 8% detenciones, 7% atentados, 7% demandas, 5% asesinatos, 3% bloqueos informativos, entre otros de menor cuantía.
6) Los reporteros siguen siendo los más afectados por la naturaleza misma de su oficio al congregar 37% de incidencias, y particularmente los que trabajan para las fuentes política (52%) y policíaca (35%) cuya suma concentra la mayor cuantía en la última década.
7) Del total global analizado, 64% lo constituyen casos en que los agraviados laboran para medios impresos, en tanto que 23% está adscrito a los electrónicos.
8) Los motivos para cometer actos con el fin de inhibir las libertades informativas o atentar contra las mismas, no refleja variaciones respecto del pasado: 34% de casos ocurrió por ejercer el quehacer reporteril, 29% por contenidos publicados, 13% por difundir ciertas denuncias, entre otros.
9) En el rubro de los presuntos responsables, el Poder Público continúa acumulando la mayor parte de incidencias: 60%, al englobar rubros tales como fuerzas del orden, funcionarios de gobierno, funcionarios de dependencias policíacas, así como representantes de partidos políticos e instituciones de gobierno. Tales tendencias del Poder Público representan un incremento de 12 puntos porcentuales en relación con el año precedente.
10) Conviene resaltar que en 17% de los casos no fue posible identificar a los actores materiales e intelectuales: tal dato constituye el más elevado en la última década y refleja una de las caras de la impunidad y a su vez manifiesta la omisión de las autoridades judiciales.
11) Del universo de casos registrados en 2005, se desprende que las entidades con mayores afectaciones en el ejercicio periodístico en México fueron el Distrito Federal (21%), Tamaulipas (11%), Oaxaca (10%), Veracruz (9%) y Chiapas (9%).
12) En el DF predominaron las ataques públicos y embozados a periodistas (68%) sobre los hechos que pueden significar inhibición o presiones a informadores y medios (32%).
13) Al analizar los 19 casos del DF, se patentiza que las amenazas junto con los actos de intimidación y las agresiones físicas disminuyeron 11 puntos porcentuales. En contraste, se denota un aumento en materia de hechos inhibitorios, particularmente debido a demandas (11%), citas a comparecer ante la autoridad (11%) y bloqueos informativos (11%).
14) En cuanto a los presuntos responsables de los actos contra el ejercicio periodístico en la Ciudad de México, destacan los representantes del Poder Público con 58% de incidencias.
15) Cinco fueron los casos más sonados en materia de libertad de expresión en la República Mexicana durante 2005 y que en cierta forma representan las formas más recurrentes –por el mensaje implícito que subyace en cada uno de ellos– para inhibir el libre ejercicio periodístico en la actualidad: el conflicto “político-laboral” del periódico Noticias de Oaxaca; el bloqueo publicitario e informativo a La Jornada San Luis; el “reajuste” o censura en el periódico El Universal; las demandas contra Olga Wornat y el semanario Proceso, y la demanda y secuestro de Lydia Cacho. 3
16) En una aproximación preliminar a lo sucedido durante el primer cuatrimestre de 2006, se aprecia que la racha de ataques y actos inhibitorios contra periodistas continúa a un ritmo similar al de 2005. Así, hasta la primera quincena de mayo se consignaron 35 incidentes contra comunicadores: 13 fueron hechos que pueden significar inhibición o presiones (37%), y 22 lo significaron ataques públicos o embozados a informadores y medios (63%). Entre estos últimos destacan cuatro asesinatos.4
17) El atentado del narcotráfico al periódico el Mañana de Nuevo Laredo, Tamaulipas, ocurrido a principios de febrero pasado, impactó al entorno político y periodístico de México y es reflejo de la inercia inquietante que se arrastra desde 2004 en el norte del país.
18) Entre enero de 2004 y abril de 2006 se consignó el mayor número de asesinatos de periodistas del sexenio foxista (15), y el clima de intimidación se ha recrudecido particularmente en el norte de la República debido a las acciones del narcotráfico.
19) Resulta justo reconocer los importantes avances legislativos registrados recientemente como respuesta a las reiteradas demandas del gremio periodístico y de distintos sectores por brindar mayores garantías al ejercicio de las libertades informativas en México. Nos referimos a la despenalización de los delitos de injuria, difamación y calumnia, así como a la salvaguarda del secreto profesional de los periodistas a nivel federal y capitalino.
20) Aunque ciertamente falta mucho camino por avanzar, también son dignas de resaltar las iniciativas orientadas a defender y promover el libre ejercicio de las libertades informativas. Entre ellas destacan la creación del Grupo de Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados; la instalación de una Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas, dependiente de la PGR; y la voluntariosa suma de varios medios informativos del país para impulsar el Proyecto Fénix encaminado a no dejarse amilanar frente a las amenazas del crimen organizado, así como para activar la exigencia de justicia frente a ataques a periodistas y medios de comunicación.
Notas
1) El seguimiento y análisis hemerográfico completo se halla disponible en su versión impresa, editada por la Red Mexicana de Protección a Periodistas, y en el sitio web de la Fundación Manuel Buendía: http://www.mexicanadecomunicacion.com. mx/Tables/FMB/libertadexpresion/2005/recuen tob.html
2) Durante 2005 se tuvo noticia de cinco asesinatos y una desaparición (que algunos, lamentablemente, ya adelantan como posible homicidio): Guadalupe García Escamilla, Raúl Gibb Guerrero, José Reyes Brambila, Julio César Pérez Martínez, Hugo Barragán Ortiz, y Alfredo Jiménez Mota.
3) Véase Omar Raúl Martínez, “Prensa agobiada”, Revista Mexicana de Comunicación Núm. 97, febrero-marzo de 2006.
4) Los cuatro asesinados en los primeros cinco meses de 2006 son: José Valdés Macías (Coahuila), Jaime Arturo Olvera Bravo (Michoacán), Ramiro Téllez Contreras (Tamaulipas) y Rosendo Pardo Osuna Chiapas).