A medias

El Financiero, 2 de mayo de 2007

BOTICA

 

Jorge Meléndez Preciado

 

En cada ocasión que hay una reforma en México se dice, invariablemente, que es la panacea. Desde la primera modificación política de importancia, en 1977- 1978, ha sido lo mismo. Llevamos treinta años y vamos para otra. Ahora elaborada por el siempre cuestionable, Manlio Fabio Beltrones, y encabezada por el madracista, Alberto Aguilar.

Habrá una ley federal del IFAI, si los congresos locales aceptan lo aprobado por el Congreso el martes 24, pero no estarán bajo supervisión ni los partidos políticos ni los sindicatos; avance limitado.

Antes, se despenalizaron en el periodismo los llamados delitos contra el honor, pero queda la Ley de Imprenta de 1917 que castiga a los reporteros. La iniciativa para que los legisladores no utilizaran su posición en defensa de empresas privadas donde laboran o en las cuales tienen nexos, resultó muy laxa.

El Canal de la SCJN no transmitirá la sesiones donde los magistrados discutirán la controversia constitucional propuesta por un tercio de los ex senadores respecto a la llamada Ley Televisa, incluso las sesiones de los togados se realizarán en secreto; pésimo.

En el Canal del Congreso se eligió a la secretaria técnica de la Comisión Bicameral, Leticia Salas –algo ilógico– y las discusiones fueron entre una cofradía, tanto que hasta se coló casi al final el desacreditado Roberto Femat, y se dejó fuera a conocidos ex directores de medios como Héctor Parker, Guadalupe Ferrer y Miguel Ángel Sánchez de Armas.

Las sanciones a los bancos por el elevado cobro de intereses que realizan por todo, son más buenas intenciones que normas eficaces para que la población más necesitada y con poca o nula preparación sea la afectada.

La lista podría seguir, pero vemos que las famosas reformas que hacen falta en el país quedarán pendientes, o cuando más a medias, para taparle el ojo al macho. Algo que muestra la poca utilidad de la clase política y de los tres poderes tan bien pagados y sordos.

Dos nuevas

No se sabe en qué y para quiénes fueron la mayoría de los regalos que por diez millones de pesos erogaron en Los Pinos el pasado sexenio. Menos en dónde están tres obras que fueron a las cabañitas habitadas por Marta y Vicente. Se trata de cuadros de Rivera, Orozco y Siqueiros, valuados en más de 40 millones de pesos. Seguramente prestados por CONACULTA.

Mientras tanto, Sara Bermúdez ronca a pierna suelta y la Secretaría de la Función Pública ni se ha enterado del asunto, el cual fue publicado hace días. ¿Vicente el campeón de la transparencia? Sólo quienes fueron sus aliados y los que están en la ruta del neoconservadurismo lo creen. Tanto así que le dan medallas, invitan a decir sus barrabasadas y hasta asisten a su rancho. ¿Y Felipe Calderón? Elogiándolo.

Coincidencias

El jueves 3 de mayo será la ceremonia del Premio Nacional de Periodismo. En la categoría de Análisis ganó Tercer Grado de Televisa. Coincidiendo con Víctor Roura (El Financiero, 26 de abril), escribe Ramsés Ancira, quien felicita a Ciro Gómez Leyva y Denise Maerker por su “imparcialidad”, ya que ellos participan en dicha emisión. Algunos señalan que éstos dos no estuvieron en la votación respectiva. ¿Pero será ético que uno sea juez y parte incluso en las propuestas? Lo más curioso, dicen algunos reporteros, es que ahora en México, el “periodista” más conocido es Leopoldo Gómez, un ejecutivo de Azcárraga Jean y no un tecleador. Desde luego que Ryszard Kapuscinski debe sonreír, igual Darío Restrepo (El zumbido y el moscardón, FCE).

Por fin

Excomulgados y todo, los asambleístas capitalinos dieron una muestra de no caer en los chantajes de la Iglesia de Norberto. Quedan muchas lecciones que sacar.

Dos: los católicos ultramontanos agradecieron a Televisa y TV Azteca, agitando pancartas, por el apoyo recibido. Hilda Saray, por su parte, informó que en las series llamadas del corazón, rosa o frivolotas –elija– la inmensa mayoría de los lorocutores plantearon las cuestiones más triviales y descabelladas, para mostrar que su cultura es igual que la de muchos gobernantes panistas. El que se lució fue Carlos Abascal.

La parábola de don Plutarco

En un momento, el abuelo (Ángel Tavira) le explica a su nieto por qué el mundo está en crisis, los individuos tienen que abandonar sus comunidades, es necesario huir del ejército y, no obstante todas las adversidades, hay futuro y esperanza. Lo resume en que los ambiciosos (ricos, corporaciones, políticos, etcétera) quieren todo, mientras que los defensores de la vida luchan por la preservación de la naturaleza y un mundo menos injusto. Poesía seria y dura. Igual cuando el anciano antes de ser asesinado dice: “Se acabó la música”. Dos facetas de una gran, excelente película: El violín. Vaya.


El nuevo vuelo de Paloma

El jueves 26, en la glorieta del Metro Insurgentes, se inauguró: “Para leer en libertad”, uno de los cinco programas que se tienen contemplados para reiniciar las actividades de libros y conferencistas en el DF. Otros es: “Historia de México para Ciudadanos en Rebeldía”, y uno más el que se había suprimido, “Para leer de boleto en el Metro”. Bien por la señora Sáiz Tejero y su infatigable lucha.

 

Periodista de El Financiero y El Universal.
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx

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