Diálogo social
Reto en la red
Hoy día, Internet está propiciando una nueva vertiente del periodismo, basado en la creación de espacios de y para el diálogo social, donde el periodista será un mediador para que la conversación se dé entre ciudadanos.
Carmen Gómez Mont
La web vive un segundo soplo de vida. Puede decirse que la red de redes ha pasado por dos momentos importantes: la web 1.0, que en gran parte fue una organizadora de páginas web y la 2.0, que se está constituyendo como una herramienta fundamental para impulsar el diálogo social, donde el espacio no sólo pertenece a la gente famosa, sino a la gente común y corriente, la más ordinaria. Son ellos, todos nosotros, los que ahora estamos en primer un plano.
A partir de estos hechos nos preguntamos cuál es el verdadero poder de la gente. ¿Qué nuevos modelos de apropiación social se aprecian ante el uso de celulares, ipods, y de la misma Internet? Ante esta proliferación de patrones de información y comunicación, ¿cuál es el futuro de los comunicadores? ¿Se trata del inicio del fin del profesionalismo de los medios?
Uno de los aspectos más importantes dentro de esta nueva corriente de diálogo social, radica en el número de visitas que pueden llegar a tener ciertos sitios web que aparentemente son poco trascendentes, como el de The Lonely Girl 15, en el que una chica habla sobre el aburrimiento de un pequeño pueblo de Estados Unidos y que tiene millones de visitas al día.
Google es otra referencia muy valiosa, hoy día llega a tener más de mil millones de consultas diarias y aquí la pregunta sería en dónde radica su éxito. Si antes era un desafío contar con una página web propia, ahora el reto es lograr que nuestra página o blog puedan ser leídos en la red.
Sin duda, el imaginario social, uno de los ejes estructurales de la teoría de la apropiación tecnológica, queda en un primer plano. Un ejemplo innovador que responde a necesidades de información muy específicas, es Google earth, que ha tenido hasta ahora 100 millones de descargas. Esta herramienta es utilizada por hoteles para promocionar sus planes, por terroristas para planear sus ataques, por aficionados a los viajes, en fin, diversos grupos sociales han recurrido a ella. Tal parece que ahí radica la clave del éxito.
Por otro lado, la Wikipedia ha demostrado que publicar en la red no es cuestión de expertos; cualquiera puede participar en esta obra enciclopédica, que por más cuestionada que sea por las instituciones académicas, se considera que en precisión, es la segunda después de la Enciclopedia Británica.
Otra tendencia que no deja de llamar la atención es que los jóvenes manejan, las 24 horas del día, informaciones que son fundamentales para ellos, en marcos de vida cotidiana; dominan plataformas múltiples como son: Internet, celulares y podcastings. Éste es un desafío nuevamente para todos aquellos profesionales de la información que actualmente se forman en el ámbito universitario, porque en unos años más deberán dominar cada uno de estos nuevos espacios: una noticia que se publica primero en la web, pasa al celular, posteriormente al videostreaming (video por Internet) para después tener una noticia grabada al respecto en la noche por televisión, para concluir con un editorial que hay que entregar esa misma noche antes del amanecer, a fin de que aparezca en la edición impresa de un diario.
Cada uno de estos episodios nos lleva a concluir que hay un cambio de mentalidades ante la manera de informarse y la manera de comunicarse. De forma paralela, se desarrollan redes de banda ancha cada día más veloces y a menores precios, con posibilidades de interconectar a millones de personas. Sólo falta saber cómo hacer para que un sitio o blog sea casi tan socorrido como Google.
Francis Pisani asegura que hay cambios que se originan en la periferia, los cuales son capaces de hacer cimbrar el centro (los grandes monopolios de los medios). MySpace y YouTube son dos ejemplos que hay que tomar en cuenta. Por ahora, afirma Pisan, lo más importante radica en el flujo de comunicaciones horizontales. Hay una arquitectura de la participación que es inmensamente rica, variada y flexible. Los jóvenes son quienes la están construyendo y con ella, están dejando atrás los modelos de gestión de la información que caracterizaron a la web 1.0.
El reto nuevamente es múltiple, sobre todo cuando se analiza hasta dónde los medios masivos que han creado algunas plataformas para Internet, permanecen casi cerrados, verticales, a la manera clásica. Es verdad que algunos periodistas dan a conocer su correo electrónico, entablan comunicación con sus lectores, aceptan incluir dentro de su agenda ciertos temas y preocupaciones compartidos por ellos. Sin embargo, este modelo periodístico ya resulta caduco para las nuevas mentalidades que se forjan en la red, pues no permiten el flujo de información y comunicación como lo hace Wikipedia, Google o bien MySpace. Ese es el verdadero cambio de mentalidad que está operando y que necesita ser tomado en cuenta por los nuevos periodistas, pues mientras sus sitios no lleguen a tener la solicitud que Google, Wikipedia o MySpace, querrá decir que aún no hay un cabal entendimiento de la evolución que sufen los modelos de información y comunicación en el siglo XXI. La clave para este nuevo periodismo, que va más allá del periodismo ciudadano, radicará en crear espacios de y para el diálogo social, donde el periodista será un mediador y un facilitador para que la conversación se dé entre ciudadanos.