Del broadcasting al podcasting

Convergencia y divergencia tecnológica


Hay  un  nuevo  fenómeno  que  recorre el  mundo  de  los  cibernautas:  la producción  casera,  persona  o  grupal de  contenidos  en  los  nuevos  medios que  van  desde  la  generación  de sonidos  hasta  de  programas  televisivos  de  muy  variados  géneros. Esto  gracias  a  los  nuevos  formatos  que  están  derivando  de  los ipods,  y  a  los  que  se  les  ha  llamado podcasting en  contraposición  a broadcasting.

Carmen Gómez Mont

Esta nueva potencialidad tecnológica podría confrontar y hasta complementar dos maneras de crear contenidos: los grandes formatos de la radiodifusión, cuya duración promedio es de una hora o más, y los pequeños formatos de los podcast que son ágiles, cortos y concisos, creando formatos innovadores que proliferan en manos de usuarios de diversa índole.

Mientras que los primeros representan grandes costos, los segundos están a la mano de cualquiera que cuente con una mínima tecnología casera. Carlos Toledo, de origen chileno, por ejemplo, creó un archivo en video y sonido de poscast, que proyecta sobre un sitio web a fin de que los interesados puedan hacer una selección de lo que desean ver y escuchar. Hay quienes cuentan con una memoria oral de sus conversaciones y las comparten con sus amigos.

La radiodifusión masiva, la internet y los podcast establecen así una relación dual que puede ser de vida o muerte. Veamos por qué.

Dan Gillmore en una nota difundida por la BBC en marzo y titulada “Technology feeds grass-roots media”, señala que las condiciones de producción de contenidos son cada día menos costosos y cada vez más accesibles a los ciudadanos; por ejemplo, espacios que se abren en medios masivos de información y en nuevos medios que permiten subir fotografías, crear diarios confeccionados únicamente por usuarios y la webtv, que posibilita fundar miles de compañías de televisión en la red donde cada quien o cada grupo puede desarrollar iniciativas propias. A esas ideas habría que sumar otras igualmente poderosas, baratas y fáciles de usar como blogs, podcasts, wikis y videojuegos.

Esta necesidad de expresar y organizar lo propio se ha combinado de maravilla con una distribución cada vez más accesible a través de internet y de la telefonía celular. Esta última ocupa paulatinamente un lugar privilegiado para establecer comunicación con otro a nivel planetario: se trata de un avance notable en la democratización teniendo como base la información y las TIC.

Los blogs, por ejemplo, son una invitación para conversar pero por escrito: constituyen una iniciativa para que el usuario aprenda no sólo a leer electrónicamente, sino también a escribir, opinar y participar. De esa modalidad ya vieja entre los usuarios, surgen innovaciones importantes. Los wikinews es el primer intento por crear un diario realizado por los mismos lectores, sin la intermediación de periodistas.

El podcasting, que deriva del uso de los ipods, es importante porque, por un lado, pone un énfasis en el aspecto auditivo de la comunicación como ningún otro medio digital portátil lo había hecho hasta ahora y, por otro, revolucionará aún más el formato de los mensajes audiovisuales.

Esta proliferación de innovaciones tiene su atractivo, sin embargo sería muy limitado partir únicamente de ellas sin considerar, por ejemplo, la importancia que siguen teniendo los viejos medios. Aún no sabemos si a esta relación se le debe llamar convergencia o competencia.

Ciertos programas de grandes estaciones de radio que se transmiten por la web –por ejemplo, conciertos de música­– han llegado a ser bajados más de 400 mil veces a un ipod. Tal fue el caso del concierto de Chris Moyles, que pasó de la televisión a la web. El mes pasado, afirma la BBC, el show de Ricky Gervais fue “bajado más de dos millones de veces, llegando a saturar la capacidad de itunes para realizar este tipo de tareas”. Desde esa perspectiva habría que evaluar la batalla que inician los grandes medios, teniendo como mediación a la red, para crear nuevos formatos que llegan a millones de usuarios.

En tal sentido, el ipod es terriblemente innovador al obligar a los grandes medios a renovarse, a fin de no morir. Hoy día infinidad de diarios ya se transmiten en forma oral, se bajan de la web y de allí al ipod, de tal manera que el usuario puede elegir qué desea escuchar y qué no. También están los columnistas que leen sus propios materiales en la web y el ipod, y abren espacios para conversar con sus lectores a través de los blogs. Así, estamos ante una cultura híbrida y tecnológicamente flexible, como nunca antes se había visto.

Ante este panorama, los principales desafíos se establecen a partir de la relación que existe entre el broadcast y el podcast. Hay espacios especialmente asignados por algunas compañías como Daily Telegraph y la BBC, en donde invitan a los usuarios a colocar sus producciones favoritas en podcast para que otros usuarios puedan tener acceso a ellas. Asimismo, están los instructivos para crear sitios con las mejores selecciones, y los formatos a la mano de cualquier usuario que quiera compartir su conocimiento con la sociedad en red, teniendo como base el podcast.

Aún resulta difícil evaluar estas nuevas tendencias, pero antes hay que conocerlas para comprender hasta dónde el ciudadano puede democratizar su información y hacerla llegar a quien realmente le interese. Lo que está a prueba en este periodo es el punto de convergencia de las TIC en formatos cada vez más portátiles y flexibles. Pero más allá de eso, como siempre lo hemos destacado, habrá que ver la calidad de los contenidos.

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