Cien años de enseñar
Peca tanto el que mata la vaca como el que le cancela el contrato
Cien años de enseñar
José Luis Esquivel HernándezPeriodista de Monterrey y profesor de Comunicación en la Universidad Autónoma de
Nuevo León desde hace casi 30 años. Doctorado por la Universidad Complutense de Madrid.
Aunque The School of Journalism of the Columbia University, de Nueva York, no fue la primera con un programa completo que permitió obtener un grado universitario con la mención de periodismo –el honor es de la Universidad de Missouri en 1908–, sí representó la de mayor proyección nacional e internacional hasta nuestros días. Después vendría el boom de esta carrera por todo el mundo.
En Estados Unidos se ha considerado siempre al periodismo y a los medios de comunicación como fuerzas vitales de su sociedad democrática, por lo cual, de acuerdo con Frederick Hudson, autor del libro Journalism in the United States from 1860 to 1870, muy pronto se logró un rico conocimiento histórico del periodismo.
En coincidencia con tal estudioso de la prensa, los profesores Grant M Hyde, Carl W. Ackerman y Everette E. Dennis, entre otros, en aquella nación, al hablar de los orígenes de la formación universitaria de los periodistas, sitúan su comienzo en 1860, terminada la Guerra de Secesión.
Todos coinciden en que la iniciativa fue idea del general Robert E. Lee, quien creó en el Washington College, Virginia –del que era presidente–, las primeras becas para los estudiantes que deseaban ser periodistas, apoyos iguales a los que se ofrecían para los estudiantes de leyes, medicina o negocios. El programa duró poco tiempo, pero la semilla fue arrojada al surco y el ejemplo cundió. Años más tarde, en 1872, Whitelaw Reid, corresponsal durante la Guerra de Secesión, pronunció un discurso en la escuela de periodismo de New York University, donde perfiló ocho características fundamentales que una escuela profesional debería ofrecer con objeto de desarrollar “a professional espirit de corps”.1
Desde entonces, las autoridades univer- sitarias vigilan cuidadosamente la formación de los futuros profesionales de las noticias. Sin embargo, para John Hohenberg, “la profesionalización del periodismo es una realidad muy reciente: comienza en Estados Unidos hacia 1920 y en Europa después de la Segunda Guerra Mundial”.2
Pero dicha profesionalización está en conexión directa con el nacimiento de la primera escuela de periodismo con rango universitario que se abrió en Missoouri en 1908, aunque ya existían departamentos a título experimental en otras universidades estadunidenses, y 40 después eran más de 60 en Estados Unidos.3 El mismo dato histórico está consignado en el libro El periódico. Orígenes, evolución y función de la prensa periódica, de George Weill,4 quien agrega que el fundador y decano de esa escuela fue el profesor Walter Williams. Este autor también da cuenta de los estudios de prensa que se llevaron a cabo en Alemania a partir de 1897.
Por esa preocupación en cuanto a la formación profesional de los periodistas, unida al espíritu asociativo de los estadunidenses, desde 1912 las escuelas de periodismo en las universidades han contado con la dinámica American Association of Teachers of Journalism (AATJ), creada por la Association for Education in Journalism (AEJ), que con el correr del tiempo añadió a su nombre los términos and Mass Communication (AEJMC), y siempre se preocupó por la educación que los futuros periodistas recibirían en las instituciones universitarias.
La escuela de Pulitzer
La idea de crear la primera escuela de periodismo dentro de la universidad corresponde a Joseph Pulitzer, periodista de origen judío-húngaro que alcanzó el estatus de editor y empresario en Estados Unidos; en 1902 pidió que se reconociese al periodismo como una de las grandes profesiones intelectuales.
Antes de que termine el presente siglo –había dicho a finales de 1800 el ilustre magnate–, las escuelas de periodismo serán unas de las instituciones de enseñanza superior, como las facultades de derecho o de medicina. Los que lo practiquen deberán tener conocimientos de política, literatura, gobierno, principios y tradiciones constitucionales, historia, economía, política, y también en materia de historia y poder de la opinión pública, y de servicios públicos.5
Desde su yate Liberty, anclado en East River, Joseph Pulitzer escribió cartas y llamamientos a los rectores y decanos de las universidades del país, pidiendo el establecimiento de una escuela de periodismo.
No obstante, en la promoción se le adelantó Walter Williams, otro magnate de la prensa, decano de Columbia University of Missouri, cerca del centro geográfico de Estados Unidos, en aquel estado bañado por los ríos Mississipi y Missouril, cuya capital San Luis, fue la puerta obligada de la epopeya estadunidense, denominada la conquista del Oeste, tan bien narrada cinematográficamente años después. Y así fue como, en 1908, surgió la primera escuela de periodismo dentro de una universidad.
A pesar de todo, Pulitzer siguió adelante y en un intento por convencer a quien se animara a escuchar su planteamiento, prometió financiar la escuela él mismo, y tras una fuerte polémica encontró eco y en 1912 nació The School of Journalism of the Columbia University, de Nueva York, provocando serias reacciones de Harvard, cuya respuesta de parte del presidente de esa universidad, Charles Williams Eliot, fue lenta, y lo mismo ocurrió con las autoridades de Yale.
Desde entonces esta prestigiosa univer-sidad fue creciendo en renombre y es la única institución Ivy League con una escuela de periodismo; ha tenido un papel relevante en la evolución y desarrollo de la formación de periodistas.
No fue la primera con un programa completo que permitió obtener un grado universitario con la mención de periodismo –el honor es de la Universidad de Missouri en 1908, insistimos–, pero sí la de mayor proyección nacional e internacional hasta nuestros días. Después vendría el boom de esta carrera por todo el mundo.
NOTAS
1) Carl W. Ackerman, Mornigside-Heigths, Columbia University, Nueva York, junio 30, 1940, p. 9.
2) El periodista profesional, Ed. Letras, México, p. 17.
3) Juan Luis Cebrián, La prensa y la calle, Ed. Nuestra Cultura, España, 1980, p. 40.
4) UTEHA, México, 1979, p. 261.
5) “The College of Journalism”, en North American Review, núm. 570, mayo de 1904, del 641 al 680.
El anterior artículo debe citarse de la siguiente forma:
Esquivel Hernández, José Luis, «Cien años de enseñar», en
Revista Mexicana de Comunicación, Num. 109, México, febrero / marzo, 2008.