El ejemplo de Obama

Excelsior, Dinero, 20 de enero de 2009.

Proyecto Internet


Octavio Islas

El día de hoy Barack Obama hará realidad uno de los principales sueños del idealista pastor Martin Luther King –quien el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis, Tennessee, a la edad de 39 años-, al convertirse en el primer presidente afro-americano de Estados Unidos.

La campaña propagandística realizada por Barack Obama, admite ser considerada auténtico parteaguas en el marketing político. Si Al Gore es reconocido como el ciberpolítico más inteligente en los ambientes comunicativos propios de la web concebida por Tim Berners-Lee, Barack Obama definitivamente tendrá que ser considerado como el político más emblemático de la web 2.0.

Indudablemente el inteligente empleo de los nuevos medios digitales incidió en el triunfo de Barack Obama en las recientes elecciones presidenciales en la Unión Americana.

Chris Hughes, un joven de 25 años, egresado de Harvard y uno de los fundadores de Facebook, es reconocido como el estratega que diseñó la comunicación de Barack Obama en la web 2.0 y en los nuevos medios digitales.
Precisamente gracias al estupendo trabajo realizado por Hughes se ha confirmado la pertinencia del rol de director de nuevos medios digitales en el desarrollo de campañas electorales.

Hughes efectivamente consiguió posicionar el nombre de Barack Obama como una marca de cambio y esperanza. El fenómeno designado como “Obamanía”, de ninguna manera agota en la comercialización de la iconografía posible de Barack Obama —que incluye juguetes eróticos—. En el fondo destaca la necesidad de renovar esperanzas para replantear el papel que podría observar la Unión Americana bajo la perspectiva posible de la edad llamada como “Post-América”.

Hughes perfectamente comprendió que el éxito de las acciones comunicativas que emprendería a través de la Web 2.0 dependería del involucramiento mismo de los destinatarios. Por ende Hughes descartó prácticas intrusivas.

Hughes bien pudo comprar a varias compañías las bases de datos de los teléfonos móviles registrados por ciudadanos estadounidenses. Hughes en cambio optó por solicitar a través de Internet los números telefónicos de los celulares de aquellos ciudadanos efectivamente interesados en participar y contribuir en la campaña de Barack Obama.

Algunos medios han considerado a Hughes como el arquitecto de la victoria de Barack Obama. Independientemente del extraordinario trabajo realizado por Hughes, es justo reconocer la involuntaria contribución de George Bush Jr., quien de acuerdo con no pocas encuestas hoy es considerado el peor presidente en la historia de Estados Unidos.

La positiva imagen de Obama indudablemente ha despertado gran interés en nuestra clase política, la cual sin duda alguna ha advertido los huecos en materia de Internet y nuevos medios digitales en el nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).

Los legisladores que redactaron el “nuevo Cofipe” sencillamente omitieron regular Internet y los nuevos medios digitales. La perspectiva de los legisladores se limitó a la radio y la televisión.

De acuerdo con información de la firma eMARKETER, el número de usuarios de Internet en México ascendía, a finales de 2008, a 27.4 millones. Los usuarios de Internet, en su mayoría aún jóvenes, representan un segmento muy atractivo para todo candidato a puestos de elección popular.

Para el Proceso electoral federal 2008-2009, el presupuesto del Instituto Federal Electoral asciende a 12 mil 180 millones de pesos.

Si los candados impuestos por el IFE impiden destinar grandes sumas al desarrollo de acciones proselitistas a través de la radio y televisión, la mejor alternativa entonces es Internet.

En las elecciones presidenciales de 2006, Internet fue desafortunado escenario de propaganda negra. La asignatura pendiente en la web 2.0 fue la reflexión y el debate. En cambio sobraron difamaciones y descalificaciones.

Hoy, sin embargo, no pocos candidatos a puestos de elección popular consideran que el destinar considerables sumas al desarrollo de acciones propagandísticas a través de la web 2.0 les permitirá establecer de forma instantánea una positiva imagen ante los ciberelectores. Suponen que con tener su propia red social y un blog les permitirá establecer una positiva imagen en el ciberespacio.

Establecer una positiva imagen en la web 2.0 por supuesto es un asunto mucho más compleja. La gran mayoría de los usuarios de Internet en México están sumamente decepcionados de todos los partidos políticos, y consideran a la política como un asunto aburrido.

Quienes pretendan replicar el fenómeno “Obama” deben tener muy presente que la tecnología no basta. El éxito en realidad radica en la economía política de las emociones y las emociones que en México hoy despiertan la gran mayoría de políticos, no precisamente admiten ser consideradas positivas.

Investigador del Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura,
Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.

El anterior artículo debe citarse así:

Islas, Octavio, «El ejeplo de Obama»,
en Excélsior, Proyecto Internet, Dinero, 20 — I — 2009.

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