Por definirse, el futuro de la radio mexicana

Gabriel Sosa Plata

La elección de dicha tecnología se veía venir desde hace tiempo, sobre todo por la publicación el 14 de mayo de 2008 de los lineamientos en los que se establece la posibilidad para que los radiodifusores de la frontera norte del país puedan adoptar, de manera voluntaria, el estándar IBOC.

Hasta ahora sólo una decena de radiodifusoras, de un universo de 200 ubicadas en esa zona, transmiten con tecnología digital.

Sin consultas, sin discusión pública y abierta, se define el futuro de la radio. Lo mismo ocurrió con la tv. El acuerdo de tv digital, publicado por el gobierno foxista el 2 de julio de 2004 y que permitió el refrendo hasta el año 2021 de las televisoras, pasó de noche. Se dirá que para eso son las consultas que lleva a cabo la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), pero muchos coincidimos que es un mecanismo de participación insuficiente y acotado.

El IBOC es una tecnología que no requiere espectro adicional. Las estaciones de AM y FM pueden transmitir con tecnología digital en las mismas frecuencias asignadas, con varios beneficios. Las de AM se escuchan como si fueran de FM y las de FM con sonido similar al CD. Estas últimas también pueden transmitir en multicanal, es decir, en una sola frecuencia se pueden generar tres señales diferentes. Por supuesto que para captar las señales, se requieren receptores con esta tecnología.

Pese a sus desventajas frente al otro estándar, el europeo Eureka 147 (ahora DMB), el IBOC ha tenido avances interesantes. En julio, por ejemplo, inició la comercialización de los primeros receptores portátiles de HD Radio. Hasta ahora ya son más de 100 los modelos existentes en el mercado, tanto de mesa como para vehículos. Algunos de ellos ofrecen a sus radioescuchas la posibilidad de comprar canciones a través del mismo receptor de radio, gracias a una alianza con la tienda iTunes.

También en Estados Unidos comienzan a desarrollarse otras aplicaciones como navegadores GPS e información de tráfico vehicular en 40 ciudades, mediante mapas y navegadores interactivos que pueden ser consultados en el mismo receptor de radio digital mientras se escucha la canción o el programa favorito. Aunque todavía en experimentación, es igualmente notable la fabricación del primer prototipo de HD Radio para sordos, en el que los textos aparecen en la pantalla de cristal líquido del receptor.

¿Qué significa para la radio mexicana la adopción del HD Radio? Mucho; con esta tecnología se pone en juego parte de su futuro como industria, en un contexto complicado y de incertidumbre por la crisis económica, los lentos planes de transición de acción modulada (AM) a frecuencia modulada (FM) y el refrendo de concesiones mediante el procedimiento de licitación. Cada una de las emisoras de radio tendrá que invertir entre los 20 mil y los 60 mil dólares para digitalizar sus procesos de transmisión (no necesariamente los de producción).

Considerando que, como precisaré a continuación, no todas las AM se digitalizarán, podrían invertirse al menos entre 280 millones y 840 millones de dólares en esta transición.

El programa de transición de AM a FM beneficiará la implantación del HD Radio. Esto se debe a que la tecnología no opera muy bien en AM y mucho menos en ciudades con alta densidad de emisoras en esta banda, como el DF, Monterrey, Guadalajara y las fronterizas. El estándar requiere una separación de 40 Khz y no de 30 Khz como ocurre ahora. Por eso es que para la sobrevivencia de la AM a mediano y largo plazo, el acceso a la FM es fundamental.

Desafortunadamente, no habrá FM para todos los operadores de AM. Por presiones de algunos empresarios, la SCT se empeña en no apoyar la modificación de la norma técnica que establece la obligatoriedad de mantener una separación de 800 Khz entre dos emisoras de FM en funcionamiento.

La propuesta es que esta separación se reduzca a 400 Khz, como ya ocurre en muchos otros países. El HD Radio opera perfectamente en los 400 Khz.

La adopción del HD Radio será de claroscuros: generará inversiones, pero muchos de estos recursos beneficiarán a la industria estadounidense; permitirá la evolución de la radio a la tecnología digital, pero todavía no genera mucho entusiasmo en el mismo país que creó el estándar (apenas 20% del total de las emisoras se han digitalizado); podría motivar una oferta más variada de canales, información y entretenimiento, pero la sinergia en radio, internet, telefonía, movilidad y nuevas aplicaciones, se fortalece más frente a la radio digital terrestre. La comercialización de los reproductores digitales es otro gran reto, en un país agobiado por la crisis y los nuevos impuestos.

Diputados favorecen a televisoras. Los diputados no quisieron aprobar una modificación al presupuesto 2010 que beneficiaría directamente a los periódicos y revistas. El artículo 18 del proyecto establece que en el gasto en comunicación social del gobierno federal, los poderes Legislativo y Judicial y los entes autónomos “deberá destinarse, al menos, 5% a la contratación en medios impresos”. Un grupo de diputados promovió que este porcentaje aumentara a 20%, pero el cabildeo no tuvo éxito, lo que sin duda favorecerá, una vez más, a las televisoras.

Tampoco prosperó otra propuesta fundamental. Resulta que el mismo artículo da un amplio margen para la contratación de espacios en radio y tv, si a los responsables de comunicación social no les satisfacen los horarios disponibles en los “tiempos oficiales”. La sugerencia consistió en destinar los recursos a los medios electrónicos, “siempre y cuando hayan agotado los tiempos que por ley se otorgan al Estado”, pero también fue rechazada.

Profesor e investigador de la UAM Xochimilco.
Columnista del noticiario Pulso de la mañana
y coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:

Sosa Plata, Gabriel, «Por definirse, el futuro de la radio mexicana»
en Revista Mexicana de Comunicación. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/sosa.htm

Fecha de consulta: México, 23-noviembre–2009

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