El imperio contraataca

La política en tacones

Pilar Ramírez

“El debate que ha desencadenado un conjunto de legislaciones estatales en torno al derecho a la vida soslaya que no es una discusión que ataña, de manera prioritaria, a la posibilidad de procreación, sino que corresponde, de manera esencial, al ejercicio de autodeterminación de las mujeres sobre su cuerpo. (…) No es una discusión sobre el aborto. Es una discusión sobre los derechos de las mujeres. Abortar no es una decisión que una mujer tome por gusto. Hay muchos otros métodos anticonceptivos menos traumáticos y lesivos, sicológica y físicamente. La discusión sobre la despenalización del aborto en determinadas circunstancias no significa ni que se pretenda generalizar esa práctica, ni que las mujeres que llegan a tomar esa medida sean asesinas o personas deleznables” afirmó la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, el 30 de noviembre pasado en su colaboración para el diario El Universal, texto al que denominó “Precisiones”.

Agrupaciones de derechos humanos, organizaciones de mujeres, los partidos que han rechazado abiertamente las leyes antiaborto y muchos analistas se preguntaron durante once meses cuál era la postura del PRI y, especialmente, cuál era el punto de vista de la única mujer que encabeza a nivel nacional a un partido político, desde que en enero de 2009 se presentó la primera iniciativa de ley antiaborto en Baja California y a lo largo de todo el año, al ver que el PAN acumulaba a su favor entidades federativas que promulgaban leyes antiaborto con ayuda del PRI.

Las precisiones de Beatriz Paredes adquieren mayor relevancia porque al hacerlas públicas trascienden la asunción de una postura personal y pueden ser el anuncio de una posición partidista que repercuta de manera abierta en las negociaciones que hasta ahora han hecho el PRI y el PAN en lo oscurito para sacar adelante las legislaciones antiaborto que no sólo lesionan severamente los derechos de las mujeres sino que se convierten en instrumento de discriminación.

Son aún más importantes las precisiones de la líder priista porque el Partido Acción Nacional decidió no dejar en manos del azar el destino de una ley antiaborto nacional, en espera del curso que pueda tomar la iniciativa de Veracruz o lograr que se sume alguna otra entidad federativa a esta causa, sino que puso en marcha un plan B con el impulso, a través de la senadora Blanca Judith Díaz Delgado, de un proyecto de ley que bajo el disfraz asistencial pretende convertirse en la ley federal antiaborto.

El 8 de diciembre pasado, la senadora Díaz Delgado presentó la iniciativa de Ley General de Protección a la Maternidad y a la Paternidad. La exposición de motivos invoca amañadamente principios y derechos de hombres y mujeres que han tomado la decisión de ser padres, reconocidos por organizaciones internacionales para concluir que el objeto de la ley en cuestión incluye garantizar el derecho a la vida a partir del momento de la concepción y hasta el momento de la muerte natural.

Los 34 artículos de que consta la ley propuesta intentan justificar fundamentalmente la atribución del gobierno de garantizar la protección a toda persona “desde el momento de la concepción, sin importar su viabilidad o padecimiento de deformaciones genéticas o congénitas, y hasta su muerte natural” como lo señala en el artículo 15. Propone, asimismo, la creación de una Junta de Protección a la Salud Materna coordinada por la Secretaría de Salud y de una Red de Apoyo en la que participen instituciones públicas y organizaciones para garantizar el derecho a la maternidad y a la paternidad.

El derecho a la paternidad es sólo enunciativo pues no abunda sobre un marco legislativo que fomente la participación masculina una vez que se ha optado por la paternidad, insiste, en cambio, en las atribuciones institucionales para considerar persona al embrión y ponerlo a resguardo del Estado.
Beatriz Paredes tiene la oportunidad de respaldar las precisiones públicas que hizo como demócrata, como líder de partido y como mujer para que esta ley antiaborto con apariencia de cuidado a la salud no sea la amarga

Navidad para las mujeres. No queremos comenzar el año nuevo con esta mismas iniciativas que nos hacen tanto mal.


Periodista y colaboradora de la RMC

El artículo anterior se debe de citar de la siguiente forma:

Ramírez, Pilar, «El imperio contraataca» en Revista Mexicana de Comunicación en línea,
Num. 119, México, diciembre. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/politica.htm
Fecha de consulta 17 de diciembre de 2009.

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