Batalla por las frecuencias

Gabriel Sosa Plata

Y es que el ambicioso proyecto para expandir considerablemente el acceso a internet de banda ancha a todos los rincones del país ha llevado a que los operadores móviles intensifiquen su cabildeo para que la autoridad encuentre y licite más espectro radioeléctrico, de donde sea, para seguir ofreciendo a sus clientes conectividad permanente, más tv, juegos en línea y más participación en redes sociales.

Por supuesto no me refiero a México, sino a Estados Unidos, donde 2009 terminó con el anuncio de que la administración del presidente Obama invertirá unos 2 mil millones de dólares en subvenciones y préstamos para el desarrollo de banda ancha en internet en todo el territorio, lo cual derivará, se asegura, en la creación de miles de puestos de trabajo y el estímulo de la economía.

El ambicioso proyecto, que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) presentará el próximo mes de febrero al Congreso para su aprobación, busca ayudar a las comunidades más marginadas a superar la distancia y la barrera de la tecnología de la conectividad, para fortalecer también los servicios educativos, de salud y de gobierno electrónico.

El despegue de internet inalámbrico implicará el uso de más frecuencias, lo que es visto, según The Wall Street Journal, como una amenaza para las empresas de telefonía celular, ya que habrá cada vez menos espacio en el espectro radioeléctrico y esto podría saturar sus redes, frustrar a los usuarios por la lentitud de los servicios y frenar la innovación.

Por ello, los operadores inalámbricos le han echado el ojo a frecuencias de comunicación satelital y algunas utilizadas por el gobierno. También proponen reubicar canales de tv porque la digitalización permite liberar espectro.

Es el preámbulo de la guerra que se avizora, porque nadie quiere ceder ningún tipo de terreno.
Las empresas de telefonía móvil piden 800 MHz adicionales a los 500 MHz que actualmente explotan, pero el gobierno sólo dispone, por ahora, de ¡50 MHz!

A la solicitud de estas empresas, se han sumado voces en el Congreso. Destaca la del legislador demócrata Rick Boucher, quien —también citado por el diario estadounidense— prepara una iniciativa para que el gobierno haga un inventario de las frecuencias e identifique aquellas no usadas o utilizadas escasamente para reasignarlas.

A su vez, Christine Varney, jefa de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia, dirigió, según The Financial Times (5 enero 2009), una carta a la FCC, en la que también propone liberar más espectro. “La escasez de espectro es un obstáculo fundamental que la Comisión debe atender. En términos llanos, sin acceso a suficiente espectro, una firma no puede proporcionar servicios vanguardistas de banda ancha inalámbrica”, dijo la funcionaria.

Ante el apetito de las empresas inalámbricas, las poderosas empresas de tv —que acumulan un espectro enorme y no siempre lo utilizan eficientemente— se defienden.

En una entrevista concedida a Broadcast Engineering (diciembre 2009), el vicepresidente de la Asociación Nacional de Radiodifusores (NAB, por sus siglas en inglés), Dennis Wharton, destacó la importancia social de la tv abierta en las comunidades locales y los beneficios de la digitalización. Y agregó que desarrollar un plan nacional de banda ancha no requiere renunciar a la tv gratuita.

Al debate se han sumado organizaciones como Free Press, cuyo director, Ben Scott, dijo que el gran problema del proyecto de Obama es que la nación se encuentra estancada por un duopolio del cable y la telefonía que prácticamente controla todos los mercados de banda ancha en Estados Unidos. Agregó que la evolución de los mercados de banda ancha inalámbricos y por cable ha conducido a una mayor consolidación de dicho duopolio encabezado por AT’T, Verizon y Comcast, y no necesariamente al revés (Broadcast Engineering, 21 diciembre 2009).

Lo que ocurre en Estados Unidos y en otros países del mundo sobre este tema (por ejemplo, en Australia el gobierno anunció una inversión de 30 mil millones de dólares para una gigantesca red de fibra óptica que conectará a 90% del territorio con velocidades de hasta 100 megabites por segundo) no debemos perderlo de vista en México. ¿Nuestro país hace lo adecuado imponiendo, por ejemplo, un límite de espectro de 80 MHz para los operadores de telefonía celular en la licitación de espectro que está en puerta?

¿Es correcta la eliminación —a partir del no refrendo de sus concesiones— de un competidor como MVS que propone un ambicioso proyecto de banda ancha en las frecuencias que utiliza para la tv por microondas? ¿Estamos haciendo un uso eficiente de frecuencias en otras bandas, por ejemplo la que va de los 1452 a los 1492 MHz? ¿Por qué no avanza el apagón analógico en tv y se liberan más frecuencias para nuevos servicios inalámbricos de banda ancha?

Estas y otras preguntas debiéramos estar analizando, pero la ausencia de políticas públicas en el sector y de voluntad política nos distrae en temas que desde hace mucho tendríamos que haber superado, como el reconocimiento de los medios comunitarios o la entrada de Telmex a la tv.

Exoneran a funcionarios de SCT

Resulta que, contra todos los pronósticos, el grupo de funcionarios de la SCT, encabezados por Jorge Álvarez Hoth, que participaron, dos días antes que terminara el sexenio de Vicente Fox, en la entrega de 550 millones de pesos por concepto de devolución de impuestos cobrados a la empresa Sistemas Profesionales de Comunicación, S.A. de C.V., conocida actualmente como Unefon, han sido exonerados.

La polémica decisión se tomó a fines del año pasado bajo la sombra de una serie de intereses personales, profesionales y relaciones familiares sobre las cuales le platicaré próximamente.

Profesor e investigador de la UAM Xochimilco.
Columnista del noticiario Pulso de la mañana
y coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:

Sosa Plata, Gabriel, «Batalla por las frecuencias»
en Revista Mexicana de Comunicación. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/sosa.htm

Fecha de consulta: México, 8 –enero –2010

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