¿Quién nos domina en Internet? La contrarrevolución digital

  • Internet y Dominación, libro de Mariana Celorio, explora un tema poco abordado: la disputa de las élites por el poder en la red.
  • La autora sostiene que así como existe una revolución digital, también se está gestando la contrarrevolución digital.
  • «Más allá de interfaces gráficas de navegación y de correo electrónico, Internet se convirtió en una tecnología  que vertebra los procesos de globalización del capitalismo», sostiene la investigadora de la UNAM.

Internet ofrece mayores libertades a los usuarios para producir, publicar y compartir contenidos como nunca antes se había experimentado. Por ello se habla de que la red de redes da forma a un nuevo espacio público, propicio para el diálogo.

Sin embargo, el potencial emancipador de la red no está libre de obstáculos. Los poderes, tanto políticos como económicos, buscan mantener un control y dominio sobre la red y las expresiones de quienes intentan realizar una revolución digital.

¿Realmente Internet es tan libre y democrático como se piensa? ¿Acaso la red está privilegiando el modelo de consumo y la estandarización cultural?

Marian Celorio, investigadora de la UNAM, se dio a la tarea de responder estos cuestionamientos en su libro Internet y Dominación. Hacia una Sociología de la nueva espacialidad, editado por Plaza y Valdés (2011).

¿Por qué Internet y dominación? Por qué no optar por Internet y emancipación o Internet y libertad. Celorio explica a Revista Mexicana de Comunicación, que el título obedece a la necesidad de investigar sobre lo que hacen la élites del poder político y económico con la Internet, tanto en su uso como medio y como fin.

La autora recuerda que a partir del movimiento zapatista del EZLN, en los 90, se sobredimensionó a la red como un instrumento de emancipación, ya que su uso le permitió al subcomandante Marcos construir vínculos, crearse una imagen, difundir opinión y captar recursos. Y en efecto, así se ha utilizado la red en otros movimientos sociales. Basta con observar la primavera árabe y el uso estratégico de Internet y las redes sociales para organizar las movilizaciones.

Por ello Celorio pondera que Internet no es un espacio virtual, si no un espacio real en el que ocurre lo mismo que ocurre fuera de la red. “No por ser un espacio mediado por la computadora es un espacio irreal e imaginario”. Y en este sentido, en Internet también reproducen desigualdades y dominaciones.

Más allá de interfaces gráficas de navegación y de correo electrónico, Internet se convirtió en una tecnología  que vertebra los procesos de globalización del capitalismo, es un instrumento estratégico para la dominación y el control social que utiliza el poder en red.

Para develar la dominación en Internet, la investigadora estableció, desde el punto de vista sociológico, que Internet es algo más complejo que sólo un medio de comunicación y un mero instrumento tecnológico: configura una nueva espacialidad.

“Es un encuentro de socialización, es un territorio cultural y simbólico, donde hay una diversidad cultural. Se facilita la movilización y la desmovilización social; es sede del pluralismo, es un espacio donde se intercambian códigos y hay derechos humanos y digitales”, comenta.

Mariana Celorio, candidata a doctora en Ciencias Políticas por la UNAM, refiere que  en la medida que se vive y se transforma este espacio, se presentan disputas entre las élites por los manejos de los anchos de banda, por la reglamentación, por las licencias, en suma, por asegurarse el dominio que les permita mantener el poder. De ahí la preocupación de Celorio por identificar el tipo de dominación que se ejerce en esta nueva espacialidad.

 “Entiendo por dominación la capacidad de las élites por convencer al dominado de ser dominado. Si no, sería control”, explica.

La socióloga refiere que así como en los 60 se presentaron movimientos sociales revolucionarios, y también movimientos contrarrevolucionarios, actualmente ocurre un fenómeno similar dentro de la red.

“Yo  hablo en mi libro de que existe una revolución digital y, a la par, hay una contrarrevolución digital”.

Reconoce que estos conceptos son provocadores porque buscan incitar al debate.

 Celorio entiende a la revolución digital como “la transformación absoluta y total de las estructuras sociales. Es una forma autónoma de producir conocimiento, de producir arte y de producir cultura. Es muy importante porque es el momento en que se independiza al creador del capital y del Estado. A partir de Internet, el músico puede escribir sus obras y distribuirlas sin intermediaciones”.

Si se mira a Internet, no como un espacio, si no como una plataforma para distribuir contenidos, observa la investigadora, entonces se convierte en un instrumento de intermediación entre la capacidad que tiene el creador para distribuir y cómo se distribuye en Internet.

“Esto tiene que ver, por un lado, con la brecha digital,  porque no todos pueden colocar contenidos porque no tienen las tecnologías, o no tienen las capacidades, y no todos tienen el acceso. Habrá creadores en la Ciudad de México, en Guadalajara, en Monterrey, que sí tienen la capacidad, pero habrá otros en la Sierra Tarahumara donde no hay luz, no hay conexión a Internet y no pueden colocar sus contenidos”.

 

Además de la independencia del creador respecto a los distribuidores de contenidos, en la revolución digital los usuarios tienen la capacidad de ser actores.

“Que tengan (los usuarios) la capacidad de incidir en su medio para la transformación, de hacer redes sociales, de crear solidaridades con base en  identidades múltiples, lo que le llaman multitudes inteligentes. Es esta parte de convocar movilizaciones, en cuanto a desobediencia civil en el medio, como Anonymous, por ejemplo, para construir movimientos a partir de la red, esa es la revolución digital. Pero ahora viene la contrarrevolución digital y ese es el interés de mi investigación”.

El libro Internet y dominación se concentra en analizar cuáles son las estrategias políticas y militares; económicas y financieras para operar acciones en contra de la revolución digital y acoplar Internet a los intereses del capital.

“`Intereses del capital’ se oye muy setentero, pero es el capital en el sentido que reúne fuerza de trabajo, reúne dinero y utilidad,” explica la autora.

Una de las estrategias de dominación del capital es la vigilancia global electrónica, que a partir del uso de programas se legaliza y legítima de forma abierta u oculta.

A demás de las barreras de entrada a la red, Celorio identifica a los intermediadores de este espacio público como los nuevos dominadores. En Internet la publicidad se está convirtiendo en la nueva mediación del espacio. “Con Google, ahora sólo es encontrado quien paga” .

“Se despliega la información de quien pagó a través de Google Ad Sense. Si yo quiero vender mi libro, tendría que pagar 10 centavos por Internet, 10 centavos por dominio y entonces sólo así, Google pudiera desplegar mi información”.

“De alguna manera Google ya está siendo como el árbitro, como el dueño o la intermediación entre el contenido y el usuario que ve ese contenido. Un contenido que no es disponible no existe” indica Celorio.

 

En la medida en que la publicidad se vuelque a Internet, prevé, los medios analógicos dejarán de funcionar porque los ingresos, en el caso de los diarios, dependen más de la publicidad que de las suscripciones.

“Toda la gente que no tiene la posibilidad de Internet se va a quedar sin el medio analógico. El 70 por ciento de la población mexicana no tiene acceso a Internet”.

A lo largo de  cuatro capítulos, Mariana Celorio realiza un exhaustivo estudio sociopolítico en el que describe las nuevas formas de dominación en la red como la censura política y comercial, la persecución de activistas, la vigilancia electrónica global, el control y la imposición de  tarifas a la información.

Una de la principales aportaciones de la obra es que identifica y describe minuciosamente los 10 usos de Internet por parte del gobierno, las empresas y la sociedad.

En sus palabras, Mariana Celorio explica por qué los estudiantes deberían leer Internet y Dominación:

Esta obra te presenta un análisis de una realidad que, sin sonar vanidosa, no se ha estudiada. Los estudiantes de todos lo niveles debieran leer el libro para enterarse ¿qué sucede? ¿qué es la contrarrevolución digital? ¿cómo se opera ¿quién la opera? ¿hacia dónde se va a legislar Internet? ¿qué se persigue con Internet? Y tener una conciencia clara de que Internet no es un medio de comunicación, es un espacio. Y que lo ocupen produciendo arte, cultura, conocimiento o intercambios.

No hay mejor segmento social de ocupación de la red que los estudiantes. Para resolver sus inquietudes y sus anhelos, ocupar Internet. Para contribuir en términos éticos y responsables a defender el espacio, ocupar Internet y para socializar, ocupar Internet.

Como apunta Celorio, es indispensable vigilar que Internet se mantenga como “el reservorio del conocimiento libre y universal”.

 

Para consultar la obra en línea y adquirirla en su versión digital, visita. 

Internet y Dominación se presentará el 7 de octubre a las 19:00 horas en la Librería Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo.

 Twitter: @raullparra

Correo: raullparra@gmail.com

1 comentario a este texto
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