Pemex: La intrincada reforma

  • El inmediatismo como fórmula para la derrota.
  • «A Peña Nieto le urge que haya mayor inversión extranjera en el país, ya que según estimaciones llegarán 55 mil millones de dólares para apropiarse de nuestros recursos», dice Meléndez.
Foto: "Pemex Reynosa" por Reynosa Blogs @ Flickr

Foto: «Pemex Reynosa» por Reynosa Blogs @ Flickr

Por Jorge Meléndez Preciado

                  Luego de la propuesta para  modificar la explotación de Pemex, hecha por el PAN en voz de Gustavo Madero, las compuertas se agrietaron y empezaron las discrepancias de los aliados del Pacto por México, el cual está a punto de naufragar. Además, en la Cámara de Diputados hubo un cisma por una encuesta que muestra el rechazo de abrir esa paraestatal.

Frente a la pretensión de los albiazules por modificar los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, el siempre dócil aliado de la derecha y el gobierno en turno, Jesús Zambrano, rechazó la pretensión, dijo que  les falta un tornillo a quienes buscan la privatización, cerró filas con diversos sectores del perredismo y hasta, sin quererlo, del morenismo. Es decir, nuevamente se puso en entredicho el ya fracturado  Pacto, el cual también encontrará resistencias con una reforma política que no estaba contemplada en sus inicios.

Pero además, por si algo faltara, en los medios informativos  empezaron a darse a conocer una serie de notas que hablan de una complicada situación de la empres que aporta el 40 por ciento al presupuesto federal.

Por ejemplo, el hecho que se dispare el costo de las pensiones en los empleados de la petrolera (Excélsior, 22 de julio). El acuerdo  en lo oscurito entre el sindicato y la empresa, ya que el contrato colectivo de trabajo debe renovarse el 31 de julio y la opacidad es total (Reforma, id).

Además supimos de una explosión en Tonantitla, estado de México (Reforma, misma fecha), debido a la extracción irregular de gasolina. Y  la baja en la producción de crudo en Latinoamérica de manera constante.

Por otro lado, tanto Manuel Camacho (El Universal, 22 de julio) como Alberto Aziz Nacif (en ese informativo un día después) piden que haya un referéndum vinculatorio de si debe admitirse  inversión extranjera en Pemex. Y hasta Miguel Barbosa, el mesurado líder perredista, tronó contra Madero por la iniciativa panista. Amén que en Youtube, Andrés Manuel López Obrador  subió un mensaje, obviamente, oponiéndose a lo que llama la privatización del crudo y llamando a movilizarse el 8 de septiembre  para evitar dicha medida.

Bueno, hasta algunas filtraciones en prensa hablan de que debido a no meter en cintura a sus compañeros del senado que lideran otras agrupaciones, Emilio Gamboa podría dejar la coordinación priista de esa Cámara.

Lo que muestra una desesperante situación en muchos frentes, especialmente el de Peña Nieto, quien no ha dado a conocer  hasta ahora su propuesta, algo que si han hecho, como dijimos, el PAN y antes Cuauhtémoc Cárdenas a nombre de la izquierda que en este caso, pareciera unificar  filas ya que cualquier apoyo al gobierno los dejaría fuera de un posterior juego político de mediano alcance.

¿Por qué decimos lo anterior?

Debido a que una encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, a cargo de Rafael Aréstegui, señala que el 54 por ciento de los consultados está en contra de la participación de la inversión privada en la industria petrolera y 36 por ciento a favor.

Esos números coinciden con muestreos anteriores donde una mayoría se opone a que la principal industria nacional posibilite que compañías de otros países vengan a extraer ganancias en un asunto prioritario desde todos los puntos de vista para el interés nacional.

Haber revelado la investigación trajo el enojo de Francisco Arroyo Vieira, el líder tricolor de los diputados, quien dijo que el  CESOP “se fue por la libre”, ya que no se ha presentado aún iniciativa oficial.  Añadió que los estudiosos andan “muy sacalepunta”. Pero olvida el señor Arroyo que los legisladores viven de nuestros impuestos y, por lo tanto,  debemos conocer sus análisis y eso  no es ser muy filosos, o sea, sacalepunta, sino presentar la realidad.

Gamboa, por cierto, dijo que la iniciativa del actual gobierno llegará al Senado para su discusión, que su compañero David Penchyna tenía copia de la propuesta del PAN y que estaban abiertos a los que contemplara el PRD.

Otras cifras importantes de la investigación del CESOP son que el 73 por ciento dijo que es mejor que Pemex desarrolle tecnología para la explotación de pozos de aguas profundas, 65 por ciento indicó  que la forma de usarse los recursos petroleros es poco transparente, 88 por ciento señaló que hay mucha o algo de corrupción en Pemex, 80 por ciento que el sindicato beneficia en sus acciones únicamente a sus  líderes, el 55 por ciento está de acuerdo con la frase : “la inversión extranjera es un ataque a la soberanía nacional”, el 53 por ciento considera que la administración de este consorcio es mala y el 39 por ciento tiene una buena opinión de la petrolera contra 32 por ciento que la ve con malos ojos.

En síntesis, que realmente enviar una iniciativa que abra el oro negro  de manera clara o hasta sutil las puertas a los extranjeros es muy riesgosa para quien se aviente el tiro. Eso lo han entendido hasta los Chuchos en el PRD. Otra cosa es Peña Nieto. Al gobernante le urge que haya mayor inversión extranjera en el país, ya que según estimaciones llegarán  55 mil millones de dólares para apropiarse de nuestros recursos.

Sólo de esa manera, el ex gobernador mexiquense podrá sacar adelante su proyecto en muchos aspectos, de otra manera no le alcanza el dinero ni para la cruzada contra el hambre, ni para mayor empleo, ni para las obras sociales y los apoyos a los ciudadanos. Obvio, a su grupo y a otros economistas que ven en los negocios la salvación de la patria, algo que no ha sucedido en ningún lugar del orbe, no les interesa el futuro sino el negocio de hoy  y las cuentas alegres para  unos cuantos años.

El inmediatismo como fórmula para la derrota.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

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De censuras, chalados y cartas indianas

Juego de ojos

Anne Waldman and Allen Ginsberg

Anne Waldman and Allen Ginsberg (Photo credit: Wikipedia)

Por Miguel Ángel Sánchez de Armas

“Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas, histéricas, desnudas, arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo…”, comienza el provocador poema Aullido de Allen Ginsberg, producto de la creación experimental con drogas que proponía la generación beat a la que pertenecía el poeta.

El libro de Ginsberg apareció en 1956 y poco después fue prohibido. La cancelación de esta censura debió pasar por un proceso legal en el que fue invocada la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que protege las libertades de culto, de expresión, de prensa, de reunión y de petición. Cierto que para la época resultaba desafiante la propuesta estética de los escritores beat que pregonaban el rechazo a los valores estadounidenses, la libertad sexual y el uso de las drogas como vehículo creativo.

En el arte, de manera más nítida que en la construcción de las ciencias sociales, se observan los procesos de totalización, destotalización y retotalización de los que hablaba Nietzsche. Es decir, la construcción de una propuesta o cuerpo conceptual e ideológico que es negado por otro que llega a desplazarlo. La búsqueda de nuevas formas de expresión artística es un fenómeno que aparece una y otra vez en la línea del tiempo y en las que se conjugan una serie de circunstancias que permiten a unas iniciativas volverse de tal modo relevantes que marcan hitos en la historia. Otras, en cambio, se convierten sólo en manifestaciones efímeras o estrictamente individuales con escasa repercusión social.

Los artistas son quienes muestran el mayor gusto e inclinación por exceder los límites del comportamiento socialmente aceptado, incluso más que la disidencia política, que suele aparecer como respuesta a determinadas decisiones del poder. En esta transgresión que parece inherente al arte radica quizá la razón de la censura que una y otra vez regresa en un intento por tener, parafraseando a Antonio Gramsci, artistas orgánicos, complacientes con el ejercicio del poder,  cuya producción contribuya a la permanencia de aquél, lo cual, cuando sucede, condena casi siempre al artista a pasar inadvertido.

Un caso curioso y contrario de algún modo a mi afirmación anterior fue la película La batalla de Argel, producción italo-argelina del director Gillo Pontecorvo sobre el movimiento de independencia de Argelia. Este filme, auspiciado por el gobierno de Ahmed Ben Bella, primer presidente de la Argelia independiente y realizado en 1965, muestra la lucha del pueblo argelino contra el colonialismo francés. La batalla de Argel se exhibió en la ciudad de México en la década de los setenta, en el cine Diana del Paseo de la Reforma. Las escenas tuvieron un impacto inmediato: inflamaron la conciencia antiimperialista del respetable y al terminar la función fue improvisado un mitin que terminó apedreando el edificio de la Embajada de Estados Unidos a unos metros de distancia de la sala. Of course, el filme fue retirado.

La potencialidad disidente del arte, no obstante, siempre se ha sobredimensionado; la magnitud de los manotazos que se le asestan no tiene correspondencia con el nivel de peligrosidad de los productos artísticos sino con el nivel de autoritarismo con que se ejerce un gobierno y que corre a la par de la ausencia de mecanismos ciudadanos para contrarrestarlo. A medida que la sociedad gana instrumentos para ejercer sus derechos, la censura tosca e irracional pierde terreno. Hoy, no podemos imaginar una censura como la que sufrió la cinta La sombra del caudillo, basada en la novela del mismo nombre de Martín Luis Guzmán y realizada en 1960, pero que se pudo exhibir comercialmente hasta 1990 durante el gobierno de Carlos Salinas. Treinta años de censura que llevaron a su director, Julio Bracho, a morir sin ver exhibido el filme.

Las obras de contenido explícitamente político son blanco fácil de la censura, como sucedió con La batalla de Argel que estuvo vetada en Francia durante varios años, o las mexicanas Rojo amanecer sobre la matanza en la Plaza de Tlatelolco del dos de octubre de 1968 y La ley de Herodes, de Luis Estrada, que caricaturiza la forma en que se ejerce el poder el México. Los resultados de la censura han sido casi siempre contrarios a los fines que llevan a impedir que una obra sea vista, por lo cual resultó incomprensible la pretensión de retirar de las salas de cine el documental Presunto culpable. El momento y la sociedad actual ya no resisten estos actos de autoritarismo y opacidad, pero, como decía Nietzsche, “Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas”. El fango que se agregó a la protección de un supuesto derecho a la privacidad, sin embargo, no fue suficiente para cubrir la intención de censurar.

El arte trasciende a las mordazas de la política. Claro que en un primer momento el puño del censor cae con estrépito sobre el escritorio y en ese mismo instante Caballería roja es purgada de las editoriales e Isaac Bábel enviado al paredón; La sombra del caudillo se queda en España lo mismo que Martín Luis Guzmán; Ulises se confisca en las aduanas y Joyce no obtiene una visa; Cariátide es satanizada y Salazar Mallén va a los tribunales; No me voy a casar es echada del escenario a punta de pistola y Ngugi wa Thiong’o encuentra alojamiento en el apando de la cárcel más cercana… y un largo etcétera para el que no tengo espacio. Mas, al paso del tiempo, Bábel, Guzmán, Joyce, Mallén, Thiong’o y todos los habitantes de mi etcétera, vuelven a nosotros más vivos que cuando caminaron sobre la tierra, mientras que los nombres de sus verdugos, si alguien los recuerda, es con oprobio.

 

El expreciso y la mota

Mi aplauso para Vicente Fox. Este homo mediático con la mano en la cintura se cuela a las primeras planas, pone en vilo a la clase política y se pitorrea del círculo rojo. Por estos días, con la gentileza y figura de Rinconete y Cortadillo y con sin igual maestría, sacó las castañas de la legalización de las drogas del comal institucional y puso el tema en la agenda pública sin peligro de que los halcones de Washington tomen represalias, pues lejos estaría alguno de acusar recibo al célebre entrevistado de Tragaluz, como quedó demostrado durante la visita a México de la señora Napolitano. Ahhh, el numerito de Juárez. ¡Pero si don Vicente no sabe quién fue el de Guelatao! Lo que sí sabe es que como José Luis Borgues y las lavadoras de dos patas, hay dichos que atraen a los medios como las abejas a las flores. Todo en Fox se reduce al célebre grito de guerra de los poetas decadentes: Pour épater la bourgeoisie!

 

Carta indiana

Durante años he predicado a mis alumnos que el periodista es un escéptico profesional que duda hasta del amor de su madre mientras no verifica el dato con una fuente confiable. Así que es imperdonable que la semana pasada haya transcrito el excelente “reclamo indiano” supuestamente entregado por Evo Morales a las potencias europeas. El texto me llegó de alguien por quien guardo el mayor crédito y me gustó tanto que caí en el síndrome del Ocosingo Times: lo transcribí sin mayor verificación. Hoy sé que es de pluma desconocida y que tramposamente se le atribuyó al inca. Ahora ando en pena entre horrísonos lamentos, mientras mi fuente ríe diabólicamente por la facilidad con que caí en pecado. De rodillas, con sayal y apretado cilicio, ofrezco disculpas a los lectores y al Presidente de Bolivia.

 

Molcajete

No entiendo a los ingleses pese a estar emparentado con uno en primer grado. ¿En que otro lugar más que en la Pérfida Albión el pueblo es capaz de perdonar a Reginald Dyer o celebrar desmedidamente a un bebé al que tendrá que mantener durante los próximos ochenta años junto con toda su real e improductiva parentela? Como dijo Tony Blair (Michael Sheen) en La Reina: “¿No habrá quien los salve de sí mismos?”

24/7/13

 Tuit: @sanchezdearmas

Blog: www.sanchezdearmas.mx

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Manuel Buendía y el estilo periodístico

  • Ponencia presentada en el Seminario sobre Periodismo SEP 1948.
  • «La primera falla de muchos alumnos universitarios es que no saben ortografía».
  • «El periodismo es un género literario que no cede en rango a cualquier otro».
Manuel Buendía - Foto: Archivo FMB

Manuel Buendía – Foto: Archivo FMB

El periodista Manuel Buendía Tellezgirón fue asesinado el 30 de mayo de 1984. Tres meses antes, el 21 de febrero, había participado en un Seminario sobre periodismo realizado por la Dirección General de Información y Relaciones Públicas de la SEP, cuyo titular era el sinaloense Ernesto Álvarez Nolasco y el secretario de Educación Pública, Jesús Reyes Heroles.

Esta es la versión estenográfica de su participación en memoria del aniversario 29 de su muerte. (NR).

México, D.F., 21 de febrero de 1984

Intervención del señor Manuel Buendía, sobre el tema “Estilo”.

Transcripción:  Jorge Luis Villa Acevedo

Publicado en  aquíEcatepec

-Sr. Antonio Rodríguez (presentación): No voy a tener la estulticia de decir quién es Manuel Buendía. Creo que todos lo conocen profundamente, de lo contrario no podrían estar interesados en el periodismo.

Pero me dijo Ernesto Álvarez Nolasco que dijera algunas palabras sobre él. Es lo que voy a hacer.

Baudelaire dijo que Daumier despertaba todos los días al pueblo de París con una sonrisa. Tenía razón el poeta de de Las Flores del Mal. El gran caricaturista francés provocaba todos los días, con talento, gracia y sarcasmo una sonrisa irónica, cargada de buen humor y, sobre todo, de sentido crítico.

Nuestro huésped de hoy despierta también, todos los días, a los lectores de la prensa nacional, ávidos de conocer lo que pasa en el país y en el mundo, con algo más tenso que una sonrisa: con un grito de alarma.

Él revela, denuncia, critica, pone al descubierto lo que corroe la vida de la nación y perjudica los intereses del pueblo; pero no lo hace con la voz agria del amargado, sino con la conciencia tranquila de quien está cumpliendo un deber, por eso la sonrisa forma parte de su lenguaje: es inherente a su personalidad y a su estilo. No comprenderíamos su columna sin el buen humor que la vuelve atractiva, de fácil lectura, elegante, aunque con cierta frecuencia hiriente.

Entre lo que asombra en el diario quehacer de este maestro del periodismo está la extraordinaria información de que su columna es constante testimonio. Para ello se necesita, como es obvio, un nutrido archivo que le ponga al alcance de la mano documentos, comprobaciones, fechas, lugares, testigos. Él posee ese archivo; pero su columna es de tal actualidad que sólo una información constante, diaria, casi diríamos al minuto, puede proporcionar. Eso lo debe el maestro Buendía a la red personal –Red Privada, le llamó él-, de informantes que por amistad o confianza en su periodismo le transmiten lo que el país debe conocer y también, y sobre todo, a su capacidad para investigar, conocer, reportear.

Justamente en la columna de hoy él hace la confesión de que para poder investigar a lo que él se refiere tuvo que recurrir al banco de datos del New York Times, a la revista alemana Der Spiegel, a la embajada de México en Bélgica y a las instituciones del Vaticano, justamente en la columna de hoy.

Por otro lado, la credibilidad de su columna hace que de todas partes del país y de todos los niveles de la población se dirijan a él en busca de una voz que sepa cómo hacerse oír.

La credibilidad de Manuel Buendía se debe, también, a su reconocida rectitud como periodista íntegro, que vive para servir a su causa, que es la causa de su país y de su pueblo.

Y no sólo a todo ello se debe que la columna de Manuel Buendía sea la más leída de México. Lo es porque no se limita a dar una información de interés general, veraz y difícil de obtener; lo es porque su columna -perdonen el plagio- es la más solida, es una columna que tiene ángel.

Aparte de escribir con un español impecable, como buen maestro que es, Buendía escribe, repetimos, con gracia. Es combativo cuando es necesario serlo, casi siempre, y la risa es con frecuencia un arma terrible de combate. No por casualidad es el miembro de número de la Academia, mejor dicho, de Angangueo, no sólo Ateneo.

Por eso repetimos que Manuel Buendía, como Daumier, el gran caricaturista francés, despierta diariamente al pueblo de México, -ayudándole a crear una conciencia cívica- con un lenguaje irradiado por la gracia que hace más contundente la verdad y la crítica.

-Sr. Manuel Buendía: Estas presentaciones y estos aplausos a veces son como las bienvenidas a los toreros de quienes se espera una gran faena y luego se convierten en cojines al final. Yo espero que no sea este el resultado.

Voy a hablar sobre el estilo periodístico.

Hablar del estilo podría convertirse en una experiencia desastrosa para mí, si no pusiera inmediatamente límites precisos al tema.

Voy a constreñirme a experiencias en el periodismo. Ustedes no podrán evitar -a menos que se marchen ahora mismo- que les endilgue recetas personales, probablemente sin ninguna aplicación a sus casos individuales. Pero todo esto llevará unos veinte minutos, y luego nos desaburriremos juntos, dialogando.

Esto es lo que me interesa. En realidad, cuando mi maestro Antonio Rodríguez me invitó a esta charla, acepté con la esperanza –o mejor dicho, la certidumbre- de obtener provecho personal.

Deseo confrontarme con ustedes; deseo escucharlos hablar sobre un oficio que no es común. El diálogo –tan abierto como ustedes quieran- va a resultarme enriquecedor. Escogí –escogimos- una actividad en la que el aprendizaje nunca termina. Un minuto antes de su muerte el verdadero periodista debiera estar preocupado por tener tiempo para comunicar lo que acaba de saber y aprender. Decía Chesterton que el periodista es el hombre que se quedó sin profesión. Traducido esto a nuestro lenguaje familiar, diríamos que somos “aprendices de todo y oficiales de nada”.

Justo en el instante de proclamarnos dueños del saber y la perfección, se inicia la decadencia. Como ya somos perfectos, descuidamos la lectura, silenciamos la autocrítica y desdeñamos la crítica externa… si es que alguna vez la admitimos sinceramente. Y entonces el lenguaje empieza a enmohecer; nos marginamos de las nuevas formas de expresión; nos quedamos a la zaga de los avances del periodismo que atañen a los redactores; dejamos que otros nos superen en aquellas especialidades en las que habíamos logrado destacar un poco; y, en fin, de pronto nos damos cuenta de que hemos perdido clientela, público, que ya casi nadie se acuerda de nosotros, y no importa si decimos o callamos. Para los fines prácticos del oficio habremos dejado de existir. Estaremos como las actrices pasadas de moda, patéticas en busca de un contrato que nadie les firma, porque no interesan ya. O como los toreros que olvidaron las duras exigencias de su oficio y se dejaron arrollar por las nuevas figuras.

Más les valiera retirarse definitivamente antes de aceptar la suprema humillación de ser incluidos como rellenos de un cartel para constatar cómo la indiferencia y hasta la burla del público barre con las últimas huellas de un antiguo prestigio.

Se dice que los médicos no se preocupan mucho de sus errores porque los entierran. Pero los periodistas publicamos los nuestros. Aunque lo intentemos, no es posible esconder nuestra ineficacia. Si hoy escribimos mal o siquiera un poco deficientemente, mañana se publicará tal cual o quizá peor, cuando a nuestra imperfecta redacción se agregan erratas de tipografía, para mayor vergüenza de nosotros.

Hay por supuesto unos periodistas mejores que otros. Pero sería más exacto decir que hay periodistas que estudian y trabajan más que otros. La diferencia no está, pues, en el vestir o el andar. Lo que hace la diferencia es el esfuerzo que se ponga para alcanzar estos dos objetivos: la posesión real del idioma y el desarrollo de un estilo.

Después de un cuarto de siglo en la docencia del periodismo puedo asegurar que hoy la primera falla de muchos alumnos universitarios es que no saben ortografía.

Se sorprenden cuando les digo que en esas condiciones sería un poco difícil que consigan empleo en alguna redacción, sobre todo ahora que tantos periódicos están despidiendo redactores, o de plano clausurándose, para bien de esta parte de la humanidad.

Y si les fallan los acentos y se les atragantan las comas; y si en una palabra de cinco letras son capaces de equivocar tres de ellas, o si piensan que el maestro en el uso de admiraciones e interrogaciones se llama Galindo Ochoa, imagínense ustedes -¡imagínense!-, la clase de atentados que cometen contra la sintaxis.

Jamás he podido –o tal vez no he querido- explicarme cómo fue que esos jóvenes llegaron a la Universidad sin que algún enérgico profesor de castellano los hubiera anclado en la secundaria, hasta haber demostrado que ya sabían escribir dos frases seguidas sin atropellar la gramática.

Escribir con una elemental corrección es lo menos que se le puede exigir a un redactor de periódicos. Hacerlo con estilo ya es otra cosa.

José Alvarado fue uno de los grandes periodistas de nuestra época y  de cualquier otra también. Era dueño de un estilo tan suyo –valga el pleonasmo-, que con él se fue, quizá para siempre. Otros creadores han tenido imitadores más o menos aptos, y aún continuadores capaces de la recreación estilística. Pero no Alvarado.

A su muerte, “El Día” publicó un suplemento en que varios colegas hicieron recuerdo de los méritos literarios de aquel periodista impar. Entre esos artículos hubo uno que me atrajo especialmente. Lo he vuelto a leer con renovado deleite. Permítanme que recuerde aquí los dos últimos párrafos de ese artículo:

Comienza la cita:

“Muchos son, a no dudarlo, los méritos de José Alvarado -la cultura, la integridad como hombre, la independencia como periodista- pero ninguno subyuga tanto como el de haber entregado al periodismo, que para muchos es cosa menor, el dominio magistral del verbo hasta convertirlo en medio y fin de una manifestación superior del espíritu. Y no es que él haya sabido escribir mal, como con tanto ingenio sugirió su compañero y amigo Ocampo Ramírez. Él escribió bien por vocación, pero también por un oficio al que consagró el mejor de sus desvelos y la más severa de sus disciplinas. Escribió bien por el alto respeto que le mereció el periodismo.

“Al magnificar con un estilo propio de los grandes géneros el ejercicio diario de escribir, Pepe Alvarado magnificó también a las cosas y a los hombres del mundo en el cual vivimos: los payasos, las actrices y las creadoras de perfumes exquisitos, que tanta falta hacen a quienes quieren vivir, sin asfixiarse, en el ambiente contaminado por las grandes poluciones del siglo”. Fin de la cita.

Tal vez ahora ustedes estarán de acuerdo conmigo en que ese es un artículo notable. Contiene una lección para todos los periodistas. Hace un elogio sustantivo de José Alvarado y al mismo tiempo el autor despliega un estilo excepcional. Ustedes habrán disfrutado la exactitud y la galanura del lenguaje. Hay una precisa construcción de las frases, pero no mecánica sino artística. Palabras de uso común aparecen aquí con una luz nueva. Este artículo magistral demuestra que el periodismo no es barata artesanía, sino un género literario cuyas exigencias, si cumplidas, crean belleza.

Nos emociona el remate. Una siempre difícil coronación de lo que ya estaba bien escrito pero carecía aún de la exaltación final.

Esto, en conjunto, no es sólo corrección gramatical; es plena posesión del idioma. Pero es también algo mejor y más alto. Esta magia se llama estilo.

Ustedes querrán saber quién fue el autor de este artículo sobre José Alvarado. Debo decirles que muchísimos más artículos, tan buenos como éste -o reportajes, crónicas y ensayos-, ha publicado en numerosos periódicos; él, como Alvarado, tampoco sabe escribir mal; él como los verdaderos maestros, no deja de dar una lección en cada tema que escribe; él como los auténticos periodistas, continúa estudiando, aprendiendo cosas nuevas, efectuando magníficos descubrimientos y paseando su vivo interés por lo cotidiano o lo excepcional. Debo decir, además, que está aquí y se llama Antonio Rodríguez.

Releamos, pues, a José Alvarado, busquemos otra vez las viejas crónicas y artículos de Renato Leduc, analicemos a Martínez de la Vega, a Granados Chapa, a Poniatowska, a Carreño Carlón, Aguilar Camín, Angeles Mastretta, Reyes Razo, García Soler, Luis Gutiérrez, Monsiváis, Cristina Pacheco… hagamos esto y sabremos lo que es estilo.

Nos estaríamos asomando a una variedad de formas personalísimas de escribir. Veríamos en unos la eficacia del razonamiento; la brillantez para rescatar la gracia del lenguaje coloquial, o para dar sonoridades nuevas a palabras a palabras que por el uso y el abuso de malos redactores, parecían desgastadas irremediablemente.

Fue Enrique Ramírez y Ramírez uno de los mejores articulistas que he conocido. Hombre de sobresaliente cultura -como éstos cuyo nombre he mencionado-, nunca hacía alardes de erudición y jamás empleaba términos que no fueran del dominio popular. Sus frases se desenvolvían con una sencillez fascinante, y de pronto se convertían en un arrebato de elocuencia. Se erguían las palabras comunes con una súbita recuperación de su dignidad; y la argumentación política, la denuncia o la crítica golpeaban como mandarrias, aunque bien es sabido que don Enrique disfrutaba más manejando el estoque florentino de la ironía.

Si ustedes estudian esos ejemplos de buen estilo periodístico, en medio de la diversidad hallarán características comunes.

Una de ellas es la antisolemnidad. Son solemnes los culteranos, los retóricos, los safios y los impotentes. La solemnidad es un refugio para quienes pretende esconder su incapacidad ante el desafío permanente del periodismo, que consiste en saber enfrentar las mayores complejidades -descripción o razonamiento- con un lenguaje fresco, ágil, sencillo, ameno, y además, perfectamente capaz de crear belleza literaria.

El periodismo no es ente menor, repiten sus defensores. Rigurosamente, el periodismo es un género literario que no cede en rango a cualquier otro.

Pero es un género literario que se practica bajo presión. La emociones presionan al periodista; las circunstancias lo agobian, sobre todo la monstruosa tiranía del reloj. De ahí la tremenda dificultad de crear con el lenguaje los valores de la exactitud, la brillantez, la eficacia y aún el disfrute estético.

Se acostumbra hacer la distinción entre escritor y periodista. Pero conozco respetables escritores que habiendo intentado el periodismo, se dieron por vencidos. Porque no es lo mismo tomarse semanas, meses y hasta años para terminar una obra, que vérselas todos los días con los apremios que estrujan al periodista. De ahí que constituya un mérito la redacción simplemente correcta de una noticia o un reportaje, y se alcance un estadio superior cuando al periodista, con la misteriosa alquimia de su estilo, crea arte literario, como en los ejemplos que me he permitido poner hoy ante ustedes.

Describiríamos así en varias partes la otra característica común: no incurren en solecismos, no abusan del hipérbaton, aplican las normas sobre el régimen de los verbos; cuidan de no ponerse trampas a sí mismos con las anfibologías. ¿Qué significa todo esto? Significa una sólida posesión del idioma castellano.

Cuando admiramos en un edificio la textura de los cristales, del bruñido acero o del aluminio aplicado a la fachada, es posible que nos olvidemos de que la arquitectura no es adorno y exterioridad, sino que el resultado final, si bello, se sustenta y predetermina por las formas y calidades de la armazón interior, la cual a su vez nace de planos cuidadosamente elaborados.

Lo mismo ocurre con el estilo periodístico. No se trata de adornos o encajes prendidos del aire con alfileres, sino de un producto del talento y la cultura, que requiere una base sustentante.

El sustento del estilo es la gramática. Así de simple.

Si no se aplican las reglas de la sintaxis a la construcción de cada frase, entonces no hay estructura sobre la cual pueda edificarse el estilo. Aún más: la estructura gramatical es parte del estilo. Este sin aquélla no es posible. El estilo recrea formas de la sintaxis pero en el fondo nada se inventa, y uno está permanentemente sujeto a las reglas básicas, que son fuente de armonía y florecimiento del lenguaje.

Sabemos que el estilo se desarrolla, se pule, se perfecciona. Alguna vez recomendaba a un grupo de estudiantes que fueran a un taller de lapidarios en San Juan del Río para que observaran cómo de pedazos de mineral de grosera apariencia iban surgiendo los ópalos, las amatistas, los granates y otras gemas.

Ahora bien, ¿es el estilo como una de esas piedras que podemos ir a comprar a San Juan del Río para luego pulirla en nuestras casas? ¿El estilo nace o se hace? ¿Algunos periodistas ya lo traían en los genes y otros definitivamente no? ¿Uno lo encuentra casualmente a la vuelta de la esquina?

Pienso que no es un factor hereditario; pero tampoco obra del azar. El estilo es resultado de una búsqueda personal, intencional completamente, e incesante. Como el brillo y la textura de ciertas gemas, se puede perder por descuido o indolencia. Una vez adquirido, pues, requiere de constante vigilancia, cuidado y pulimento.

¿Cómo adquirir estilo? Es la pregunta difícil a contestar en esta charla.

Creo que el paso más importante está dado cuando el periodista asume frente a sí mismo una gran decisión de rebeldía contra la mediocridad.

Decidirse a no ser del montón, es ya un avance en el camino hacia la singularidad. ¿Qué otra cosa es el estilo sino el logro de las formas de expresión singulares, personalísimas?

Pero habrá que estar muy consientes de lo que significa esta decisión. No son pocos los que se han quedado en la simple declaración inicial, porque sabiendo después de las responsabilidades y esfuerzos que aguardaban en el camino, se arredraron. Prefirieron retornar al plácido refugio de la mediocridad, para, desde ahí, por supuesto, volverse críticos acerbos de quienes sí pudieron sacer un pié adelante.

Me parece oportuno advertir a ustedes que en el periodismo no hay peligro mayor que provocar a los mediocres. En una redacción, éstos forman una secreta hermandad cuyo único fin consiste en hacer amarga la vida a los que destacan.

¿Por dónde iniciar nuestra búsqueda? Creo que, según lo que llevamos visto, debemos empezar a hacernos un honrado examen sobre conocimientos gramaticales. Tenemos que regresar a alguno de los textos que usamos en la primaria y luego retomar el libro de gramática superior, de la preparatoria. Es necesario que nos probemos a nosotros mismos si aún conservamos la capacidad para hacer un ejercicio de análisis sintáctico sobre un párrafo del Quijote, por ejemplo.

Desde luego, no estoy hablando para los consagrados. Me dirijo a los jóvenes estudiantes de periodismo, a los redactores principalmente y hablo para mí mismo, porque después de 40 años de haber comenzado mi aprendizaje, todavía se me dificultan muchas cosas. No acabo de entender y sobre todo dominar ciertas complejidades de nuestro idioma que es el más hermoso, pero uno de los más difíciles.

No nos vendría mal, pues, meternos a un buen taller de redacción. Pero al mismo tiempo -y esta es otra de las claves importantes- debemos multiplicar extraordinariamente nuestras lecturas.

Leer poco -sólo un periódico al día, una revista a la semana y un libro allá cada dos o tres meses- sería una de las recetas más eficaces para nunca salir de la mediocridad.

En cambio, la lectura abundante suele dar tan generosos resultados que hasta cura la mala ortografía, causa de tanto desempleo de periodistas en la actualidad.

Ustedes (que trabajan en la Secretaría de Educación Pública) ¿qué excusa podrían tener para no lanzarse deleitosamente a la lectura -o relectura- de Rulfo, Arreola, Fuentes, Paz, Vasconcelos? (La espléndida tarea editorial del grupo que dirige Miguel López Azuara debe beneficiar, en primer término, a ustedes mismos).

Deleitosa pero también crítica lectura. Nada que llegue a nuestras manos debe salir de ellas sin un análisis, sin una reflexión. Tomemos cada texto para llenarlo de subrayados y de anotaciones al margen. Dejemos marcas múltiples en los libros para volver a páginas selectas. Recortemos y archivemos todo lo que nos llame la atención en periódicos y revistas.

Si hacemos esto -y aquí va la clave número tres- habremos emprendido un camino sesgado pero eficaz para construir el estilo: la imitación.

No sé si parezca herejía a algunos: pero se puede comenzar imitando. De hecho, aún los grandes escritores, en un momento de su obra, imitan consciente o inconscientemente. Luego los críticos literarios encuentran que fulano “tiene influencia” de mengano.

Para un redactor en busca de estilo puede resultar interesante esta experiencia de imitar a otro con deliberación.

Pero esta medicina es de aquéllas que deben tomarse bajo prescripción y vigilancia. Son claramente comprensibles los riesgos que se corren.

El más importante cuidado que debe de tenerse consiste en saber escoger los modelos para imitar. Si por ejemplo, ustedes leen a Sánchez Steinpreiss en Impacto, van a terminar escribiendo como él. Por ahí mismo sería fácil encontrar otros antimodelos. Como el de ese permanentemente iracundo señor que apenas iniciado la oración principal abre guiones, dentro de los guiones mete paréntesis, y dentro de éstos un buen número de frases incidentales, con negritas, cursivas y versales, en un frenético galope. Total: cuando por fin cierra los guiones, el lector ya no sabe dónde quedó el predicado de la oración principal. Esto, suponiendo que le hubiesen alcanzado el aliento y el interés para llegar hasta ahí. (Y veo que sí leen Impacto porque todos traen en la mente la persona que acabo de nombrar).

Así pues, hay lecturas que debieran estar prohibidas; no por represión política, sino por asepsia. Mientras se logra esta acción profiláctica, bueno es advertir que quien lea a estas personas lo hace bajo su más estricta responsabilidad.

Ocurre que los malos modos de escribir se pegan como los cardos a la ropa cuando uno va de paseo al campo, y luego casi no es posible quitárselos de encima. En cambio las cualidades de los buenos escritores son mucho más difíciles de desentrañar y aprender; más difíciles todavía de imitar.

Esto de la imitación puede esconder acechanzas como el consumo del alcohol. Comenzamos tomando una o dos copitas de lo que anuncian tan bonito en la televisión; unos días después se nos empieza a notar que solemos tomar bastante más de dos copitas, y luego ya no podemos prescindir del licor.

En efecto, hay quienes se quedan en la simple imitación. Tal vez nacieran sólo para eso. Pero inmediatamente se les nota y son orillados por la clientela que buscan originalidad. Siempre será preferible una gema modesta pero auténtica a un brillante falso.

En cambio, una dosis intencional pero controlada de imitación sobre un estilo excelente, no hace mal a nadie. Al contrario, pueden sacarse de ahí beneficios. Se dan casos en que el contacto tan directo con el lenguaje de los creadores, sirven de disparador al estilo propio. Es como si un buen ingeniero de minas nos llevara de la mano hasta donde está nuestro personal hallazgo; o como si al manejar sustancias en el laboratorio, de pronto diéramos con el descubrimiento que habremos de patentar como propio, para que nadie nos lo robe y si nos lo imitan que nos paguen regalías.

A partir de ese afortunado encuentro, vamos a ir disminuyendo rápidamente el componente extraño de nuestro estilo. Habremos cosechado nuestro propio vino y dejaremos en paz las barricas ajenas. No totalmente en paz, precisemos, porque siempre convendrá vigilar las cosechas de los competidores, para cerciorarnos de que nuestro vino no sólo conserva su calidad, sino la mejora.

La siguiente clave consiste en hacernos devotos cultivadores de la conversación, porque éste es un ejercicio magnífico cuyos resultados se reflejan en el estilo de escribir.

Ustedes habrán notado que los buenos escritores hablan casi también como escriben. La sencilla explicación está en la antigua sentencia: “De la abundancia del corazón habla la boca”. Nadie será capaz de plasmar belleza literaria en las páginas de un libro o de un periódico, si constantemente no está nutriendo su espíritu con tal riqueza. Nadie puede dar lo que no tiene.

Dejemos, pues, las conversaciones banales, y ocupemos el tiempo tan escaso en cultivar el arte de la conversación tanto para afinar y disciplinar nuestro propio léxico, cuanto para enriquecernos con los destellos del lenguaje oral de esos escritores y periodistas cuyo estilo nos interesa.

Y no olvidemos que el mejor conversador es aquél que sabe escuchar. Cuando tengo el privilegio de platicar con un personaje de la literatura contemporánea -y esto incluye, insisto, al periodismo- entonces me dedico casi exclusivamente a escuchar.

Todo aquello que me diga el personaje, habrá de ayudarme a ampliar conocimientos y a mejorar modos de expresión. Debemos ser tan enérgicos en este ejercicio que conviene anotar las locuciones particularmente felices, brillantes, ingeniosas, penetrantes, conmovedoras, etcétera. Nos van a servir después.

Quizá a estas alturas alguien en la sala estará pensando que yo trato de inducirlos al plagio. Tanto como eso, no; pero si alguna vez fuésemos acusados de tal, recordemos la frase de aquel poeta que, tildado de plagiario, se defendió diciendo: “Yo tomo lo mío donde lo encuentro”.

La última clave o receta que quisiera entregarles es ésta: Manténgase redactando todo el día. Se puede redactar en sueños, o durante las faenas del aseo personal. Cuando uno va prisionero en el taxi, el autobús o el Metro, se pueden hacer preciosos ejercicios de redacción. En la pizarra de la imaginación se intentan descripciones de objetos y personas que nos rodean; la gimnasia mental no tiene límites. En esos instantes, por ejemplo, es cuando vamos a resolver la estructura de una frase que se nos había estado negando, y que tan importante es para afinar el párrafo principal del artículo que ya tenemos avanzado.

James Thurber, un escritor norteamericano famoso por sus obras humorísticas, relataba lo siguiente:

“Yo nunca sé con seguridad cuándo no estoy escribiendo. Algunas veces mi mujer se me acerca en una fiesta y me dice: ‘Maldita sea, Thurber, para de escribir’. Por lo general, me agarra a la mitad de un párrafo. O bien mi hija levanta la vista de su plato, cuando está comiendo, y pregunta: ‘¿Papá está enfermo?’ y mi mujer le contesta: ‘No, está escribiendo algo’”.

Bien, aquí termina mi recetario. Si después de esto un redactor en busca de estilo no lo encuentra, será por cualquiera de estas dos causas: no servía ninguna de mis recetas, o él nació así, sin estilo. En este último caso, bastará que trate de redactar con básico respeto a las reglas de la gramática. Los lectores quedarían moderadamente agradecidos.

Gracias.

 

Memoria del Seminario sobre Periodismo

SEP

Dirección General de Información y Relaciones Públicas

Memoria del Seminario sobre Periodismo

20 – 28  de febrero de 1984

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Transparencia: ¿Cómo cruzar el río de cocodrilos?

  • El derecho de acceso a la información pública (DAIP) es vendido, como idea, en términos muy simplistas.
  • El ejercicio exitoso de este derecho demanda muchas más capacidades de las que suponemos algunos de sus promotores.
Foto por Magda Rebello @ Flickr

Foto por Magda Rebello @ Flickr

Por Samuel Bonilla

Con no poca frecuencia el derecho de acceso a la información pública (DAIP) es vendido, como idea, en términos muy simplistas, casi al grado de decir: úsalo y mejorarás tu calidad de vida. Varios de quienes se han atrevido a usarlo se han dado cuenta que los resultados son muy distintos a los que les dijeron, no pocos de ellos se quedaron a medias en el proceso de obtener información, atorados en algún matorral espinoso, antes siquiera de llegar a la rivera del río de cocodrilos.

Y esos solicitantes frustrados alimentan estadísticas invisibles de integrantes del sector de los decepcionados o escépticos del DAIP, cuya tarea de proselitismo informal, pero efectivo, gana adeptos para las filas de los incrédulos de la efectividad y utilidad de este derecho.

El ejercicio exitoso del derecho de acceso a la información pública demanda, por lo general, muchas más capacidades de las que suponemos algunos de sus promotores. Una cosa es que las personas hagan solicitudes de información, y otra que estén en condiciones de aprovechar este derecho.

No basta con llenar un formato y enviarlo para aprovechar el DAIP. El discurso pro acceso a la información pública pierde todo sentido para quienes no le encuentran utilidad alguna o no obtienen resultados concretos, tangibles y positivos.

A la par de cada nuevo usuario del DAIP que formemos o iniciemos, debemos asumir el compromiso de brindarle el acompañamiento necesario para que supere los obstáculos técnicos, procedimentales o jurídicos que enfrente –estos son algunos de los matorrales espinosos que hay en el camino del ejercicio del DAIP–. Y cuando la demanda de ese apoyo supere nuestra capacidad, debiéramos al menos procurarle a nuestro aprendiz otras fuentes de orientación y asesoría para respaldar la confianza que nos brindó al atender nuestra invitación para iniciarse como usuario de este derecho; de no hacerlo, tendrá muchas mayores posibilidades de convertirse en un usuario frustrado y decepcionado del acceso a la información pública que en alguien que experimente su utilidad. Y nuestros esfuerzos de formación de usuarios podrían resultar contraproducentes.

Por lo general, el valor y utilidad potencial del DAIP guarda relación directa con las capacidades de quien lo usa. De ahí la importancia de no sólo formar nuevos usuarios de este derecho sino de también posibilitarles mejores resultados fomentando en ellos el desarrollo de otras capacidades ciudadanas o de asegurarles en este tema la asesoría necesaria.

No es suficiente con que más personas sepan que existe este derecho, es necesario que despertemos en ellos motivaciones reales para usarlo y que conozcan los procedimientos para ejercerlo, y que tengan los medios para hacerlo; que conozcan los pasos para dar seguimiento a sus solicitudes, que sepan emplear los medios de defensa, que puedan interpretar las prevenciones, respuestas o resoluciones, y que identifiquen las aplicaciones pertinentes a la información que eventualmente reciban para poder alcanzar el beneficio pretendido. No es poca cosa.

Mentiríamos si dijéramos que cualquier persona puede ejercer el DAIP, pero creo que no lo haríamos si afirmamos que el envío de una solicitud de información es la etapa menos complicada del proceso de ejercicio de este derecho y que, de quienes cumplen esa fase, varios no continúan con las siguientes etapas. Y cada nueva etapa es como un filtro que produce que menos usuarios sigan adelante.

Pero brinquemos todos esos arbustos espinosos. Llegaremos así a la afortunada etapa en que algunos solicitantes obtendrán la información que habían solicitado. Los ciudadanos de a pie estarán sacando espinas de sus piernas y tobillos mientras leen y releen las copias de la documentación que recibieron. ¿Y entonces?

Resulta que estamos ya justo en la orilla del río de cocodrilos. Es en este punto donde nos daremos cuenta que no en todos los casos el hecho de haber recibido la información solicitada representa por sí mismo un beneficio concreto y tangible. Y los problemas que queríamos resolver siguen igual. Alguien tendrá que darnos una noticia nada agradable: con esta etapa ha concluido el acceso a la información pública, y no hemos solucionado nada. ¿Y entonces? ¿Qué pasó con aquello de ejerce el DAIP para mejorar tus condiciones de vida?

En este tipo de casos nos encontramos con un escenario paradójico, ejercimos con éxito el derecho de acceso a la información pública y el panorama que nos revela la información recibida con frecuencia sólo confirma un estado de cosas insatisfactorio, adverso, negativo, deprimente. Con decepción nos damos cuenta que ejercer exitosamente el DAIP no siempre significa, en sí mismo, alcanzar un beneficio concreto y tangible.

Inicia aquí otro proceso del que poco se nos habla y en el que no existen manuales o guías para el usuario. Se trata, en sentido figurado, de cruzar el río de cocodrilos porque los frutos están del otro lado. Estamos ante la disyuntiva de ser capaces de encontrar el uso adecuado que hay que darle a la información que hemos recibido, para lograr aproximarnos o alcanzar el beneficio pretendido, o desistir sin haber logrado provecho alguno.

Es éste el momento en que el usuario del DAIP se encuentra más solo y es cuando más requiere de apoyo, orientación o asesoría. El río de cocodrilos es la fase en que es necesario saber eslabonar de manera correcta el derecho de acceso a la información pública con la exigibilidad de otros derechos (según sea el caso), para obtener un beneficio ulterior al hecho de haber recibido información pública. Y ese eslabonamiento no siempre es obvio, no siempre es fácil, no siempre es gratuito.

Cruzar a salvo el río implica la capacidad de transformar datos en información, e información en conocimiento; implica conocer las instancias y los procedimientos en los que podemos utilizar ese conocimiento y esa información para exigir los derechos que estamos reclamando. Tareas que no están al alcance directo de la mayoría de los ciudadanos de a pie. Es aquí donde resulta apremiante que los órganos garantes del acceso a la información pública construyan –con el concurso de instituciones de educación superior y órganos de gobierno– servicios de orientación, asesoría y gestoría multidisciplinaria gratuita a favor de quienes apostaron al DAIP como medio para mejorar sus condiciones de vida. De nada sirve obtener información si no estamos en condiciones de saber interpretarla correctamente, si no sabemos qué uso darle, cómo hacerlo y ante cuáles instancias.

El derecho de acceso a la información pública no tiene sentido alguno para millones de personas que no disponen de la capacidad o asesoría necesaria para dar un uso adecuado a la información obtenida y alcanzar el beneficio pretendido.

En el momento en que a través del DAIP los solicitantes obtienen información, pero no la comprenden a cabalidad o no saben qué pueden hacer con ella, este derecho no les representa utilidad alguna y sólo ha significado pérdida de tiempo y motivo de decepción.

Esta situación debe ser detectada y atendida a tiempo por las instituciones garantes del DAIP, para reencausar a esos solicitantes a las vías que posibiliten incrementar sus posibilidades de alcanzar los beneficios que persiguen, y lograr de esa forma no sólo disminuir el crecimiento del número de personas decepcionadas del acceso a la información pública, sino, a la vez, coadyuvar en la construcción de casos exitosos, que son, sin duda, uno de los recursos de mayor poder persuasivo para estimular que más personas se interesen en este derecho, se animen a ejercerlo y pongan a prueba su utilidad.

En este contexto, no es el acceso a la información pública el punto medular, sino los efectos positivos que con él se pueden producir para impactar en la mejora de las condiciones de vida de las personas; y en esto último es donde debemos enfocar los esfuerzos. No basta con decirle a la gente que es su derecho pescar o tener muchísimas personas intentando pescar, es necesario ayudarles a que lo hagan de la mejor manera posible para que realmente puedan pescar, y a mostrarles, en el caso que nos ocupa, las diversas alternativas que tienen para usar la información. La información pública es una especie de nueva moneda social cuyo uso y valor apenas estamos aprendiendo a identificar.

La necesaria reforma social en el derecho de acceso a la información pública no puede producirse en las cámaras legislativas, la habremos construido en los hechos cuando cualquier persona esté en condiciones no sólo de ejercer, sino de aprovechar este derecho, y que para ello tenga a su alcance los medios y recursos necesarios acordes a su contexto social.

 

Texto complementario a la plática «Cómo cruzar el río de cocodrilos en transparencia y vivir para contarlo», dirigida a estudiantes de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Juárez de Durango, como parte del Curso de Formación de Multiplicadores del Derecho de Acceso a la Información Pública, organizado por la Comisión Estatal para la Transparencia y el Acceso a la Información Pública de Durango. Mayo 30, 2013.

ethoscom@yahoo.com

El monopolio de la banda de 700 MHz

  • Peña Nieto anunció el más importante programa de inversión en infraestructura de transportes y comunicaciones de las últimas décadas.
  • La Constitución obliga al gobierno a construir y operar la red compartida con todo el espectro disponible (90 MHz).
Fotografía: "Antena de transmisión" por Ministerio TIC Colombia @ Flickr

Fotografía: «Antena de transmisión» por Ministerio TIC Colombia @ Flickr

Gerardo Soria* 

El pasado lunes, el presidente Peña Nieto anunció el más importante programa de inversión en infraestructura de transportes y comunicaciones de las últimas décadas. La meta de cuatro billones de pesos en el sector en sin duda ambiciosa pero se ve seria y sustentada, tan es así que la reacción de la industria y los inversionistas no se ha dejado esperar y permite mirar al futuro con optimismo.

Este gobierno ha logrado reformas y comprometido inversiones que no hace mucho parecían imposibles, pero es tanto lo que hay que cambiar que es natural que se hayan colado errores que pueden afectar los muy loables objetivos de las reformas.

En el programa de inversión se prevé destinar a las telecomunicaciones 700 mil millones de pesos, de los cuales 39 mil millones servirán para la instalación de la red compartida de banda ancha en las frecuencias de 700 MHz; cifra muy por debajo de los 10 mil millones de dólares que los especialistas consideran necesarios para desplegar una red tan ambiciosa. Es cierto que se pretende desplegar la red mediante asociaciones público-privadas y que parte de los recursos será aportada por inversionistas privados, pero aún falta saber cómo y quiénes harán tales inversiones.

Desde los foros de consulta organizados por el Senado, diversos especialistas y todos los operadores de servicios móviles manifestaron su desacuerdo con la creación de una empresa estatal que monopolice la totalidad del espectro en la banda de 700 MHz. A pesar de estas opiniones, la Constitución obliga al gobierno a construir y operar la red compartida con todo el espectro disponible (90 MHz). Es decir, no queda espectro en la banda de 700 MHz para adjudicarlo a los operadores.

Esta decisión va a contracorriente de las mejores prácticas internacionales y las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. No es creando un monopolio como se puede combatir a los monopolios. Lo que el estado debe hacer es permitir el acceso de las empresas competidoras a los recursos esenciales, y para los operadores móviles no hay recurso más esencial que el espectro.

Sabemos, por experiencia, que el estado es un mal operador de empresas. Además, los inversionistas que participen en estas asociaciones público-privadas buscarán una rentabilidad adecuada que incrementará el costo del arrendamiento de capacidad para los operadores. Sólo así se puede entender que los supuestos beneficiarios de esta red compartida (Telefónica, Iusacell, Unefon y Nextel) se hayan manifestado en contra de este nuevo monopolio.

Se sabe que la idea del monopolio estatal en la banda de 700 MHz y la incorporación del estándar asiático a la Constitución (90 MHz para uso comercial en dicha banda es sinónimo de estándar asiático) es de Juan Molinar Horcasitas y Mony de Swaan, quienes con base en un supuesto estudio de 10 millones de dólares que nadie conoce en su integridad colaron una bola rápida al Consejo Rector del Pacto por México.

¿Cuánto valdrá anclar en la Constitución órdenes de compra por 10 mil millones de dólares en beneficio de proveedores asiáticos?

*Presidente del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones.

Twitter: @gsoriag

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Carta de un indiano a los imperios

  • Actualización 25/julio/2012: La carta reproducida abajo resultó ser un apócrifo no reconocido por el presidente Evo Morales. Lamentamos haberla reproducido erroneamente.
  • Nota del autor: «Es imper­do­na­ble que haya trans­crito el exce­lente ‘reclamo indiano’ supues­ta­mente entre­gado por Evo Mora­les a las poten­cias euro­peas. El texto me llegó de alguien por quien guardo el mayor cré­dito y me gustó tanto que caí en el sín­drome del Oco­singo Times: lo trans­cribí sin mayor veri­fi­ca­ción. Hoy sé que es de pluma des­co­no­cida y que tram­po­sa­mente se le atri­buyó al inca».
Evo Morales goverment bolivia

Evo Morales goverment bolivia (Photo credit: Wikipedia)

Por Miguel Ángel Sánchez de Armas

Las potencias pueden estar o no de acuerdo con los Castro, los Maduro, los Ahmadineyad, los Ortega, los Idi Amin, los Tan Sang, los Fernández o con la regencia de Bora Bora, pero cuando los poderosos pierden el sentido de la igualdad y comienzan a dar trato de siervos a quienes no pueden defenderse, algo está profundamente podrido en Jamestown. En lo personal no tengo una gran opinión de Evo Morales, pero que la nación más fuerte de la tierra le haya obstaculizado el regreso a casa con ayuda de sus validos, me parece alarmante y peligroso. ¿Lo que sigue es una rediviva política de intervencionismo mondo y lirondo?

Hoy todos los involucrados en la opereta niegan su participación. El pequeño Rajoy mandó a su secretario del exterior a decir que no es cierto lo que pasó; Hollande se desmarcó con exquisito garbo, en Portugal e Italia hicieron como que la Virgen les hablaba y de C Street NW manaron las más contundentes negativas de cualquier acción indebida. Pero el hecho es que el jefe de Estado de una nación democrática con la que no se tiene -hasta donde se sabe- un estado de guerra, estuvo varado trece horas en un aeropuerto mientras los hombres blancos decidían si darle o no permiso de continuar su camino. Esto no es una anécdota. Me sorprende que Bolivia no haya roto relaciones de inmediato con las cuatro naciones que le negaron el tránsito y que no haya llevado por lo menos al Consejo de Seguridad una queja en contra de Washington.

¿Y qué si Morales hubiera llevado en su avión a Snowden? ¿Cómo creen que Werner Von Braun llegó a los EUA? ¿Nadando? Pero claro, es una necedad reclamar al abusivo que tiene una pistola en la mano. Me pregunto si vamos de regreso al imperio de los más fuertes, del impune bullying internacional. Dios nos agarre confesados.

Pero debo frenar mi encaboronamiento. Este ridículo episodio puso una cortina de humo al tema central: ¿qué demonios hacía el inca en Moscú en primer lugar? Pues fue a la junta de Jefes de Estado de la Comunidad Europea. Y ahí pronunció un discurso que se perdió, pero que vale la pena exponer en su parte central porque apunta a una supuración histórica que las antiguas clases dominantes del planeta y sus herederos no han querido discutir: la explotación inicua del por ellos llamado “nuevo mundo”. Y si ya los gringos se disculparon con los pieles rojas y con los negros esclavos, los japoneses con las chinas que prostituyeron, los australianos con los aborígenes que exterminaron y los afrikáner con las víctimas del aparheid, como que va siendo hora de saldar moralmente la  deuda que Europa tiene con la América. Y por favor, nada de sermones kiplingnianos sobre “los dones de la civilización” y la “carga del hombre blanco”. Escuchemos al Presidente de Bolivia (quien muestra un fresco sentido del humor):

  • Actualización 25/julio/2012: La carta reproducida abajo resultó ser un apócrifo no reconocido por el presidente Evo Morales. Lamentamos haberla reproducido erroneamente.

“Aquí pues yo, Evo Morales, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

“Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante.

“Nunca tendremos otra cosa.

“El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

“El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

“Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

“¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y riegan la sangre de su hermano!

“¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

”¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

”Yo, Evo Morales, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

“Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan ‘Marshalltesuma’, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.

”En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

”En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

“Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

“Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.

”Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

“Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.

“Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica…”

 

Molcajete…

Más noticias del Imperio: desde Washington, la Casa Blanca dice que Snowden “no es defensor de derechos ni disidente… es sólo un criminal fugitivo”. ¿Así o más claro?

 

 

17/7/13

 Tuit: @sanchezdearmas

  Blog: www.sanchezdearmas.mx

Si desea recibir Juego de ojos en su correo, envíe un mensaje a: juegodeojos@gmail.com

 

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El Z-40: Tratamiento informativo de un golpe mediático

  • Alrededor de la captura del Z-40 hasta ahora se han tejido historias sobre su biografía y su carácter sanguinario.
  • Radio y televisión apenas intercalaron los cinco millones de dólares ofrecidos por el gobierno de Estados Unidos a quien proporcionara información fidedigna sobre el recién capturado capo.
Miguel Ángel Treviño Morales "El Z-40" - Foto: SEMAR / Cuartoscuro

Miguel Ángel Treviño Morales «El Z-40» – Foto: SEMAR / Cuartoscuro

Por Claudia Benassini

La información comenzó a circular el lunes 15 de julio hacia las seis de la tarde. Redes sociales y portales informativos de periódicos impresos y digitales dieron cuenta de la captura del Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40. Hacia las nueve de la noche se anunció la conferencia de prensa encabezada por Eduardo Sánchez Hernández, subsecretario de Normatividad y Medios de Segob y vocero del Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República.  Con siete órdenes de aprehensión de diversos jueces federales, involucrado en cuando menos doce averiguaciones previas, Treviño Morales está además acusado, entre otros delitos, de delincuencia organizada, homicidio, delitos contra la salud, tortura, lavada de dinero y portación de arma de fuego para uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Además, Treviño Morales está señalado como quien ordenó el secuestro y homicidio de 265 migrantes en San Fernando Tamaulipas. Como puede observarse, esta información que recuperaron informativos impresos, digitales, radiofónicos y televisivos omite que a Treviño Morales era mejor conocido como el Z-40. Quizá el vocero Sánchez Hernández dio por hecho que los asistentes sabrían de antemano de quién se trataba. Continúa el boletín oficial:

Ha habido un trabajo de inteligencia y de investigación previo a su detención. La Secretaría de Marina Armada de México lo había localizado y se tenía conocimiento de sus movimientos. Esta persona se desplazaba en caminos de terracería y en caminos de tercer orden entre Coahuila y Tamaulipas. (…) Alrededor de las 03:45 de esta madrugada se observó el tránsito de una camioneta pick-up por uno de estos caminos, a 27 kilómetros al suroeste de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Un helicóptero de la Armada de México interceptó a esta pick-up, hizo una maniobra que llevó a que esta camioneta detuviera su marcha y fueron aprehendidos y (…) aseguradas tres personas que descendieron de esta camioneta por personal de tierra que llegó en apoyo de la Marina, que había hecho la detención a través del helicóptero. No se llevó a cabo ni un solo disparo. A estas personas se les aseguraron dos millones de dólares que traían consigo en esta camioneta, así como ocho armas largas y alrededor de 500 cartuchos útiles de diversos calibres.

Junto con este individuo también se detuvo a otras dos personas. Uno de ellos responde al nombre de Abdón Federico Rodríguez García, de 29 años de edad; y el otro es Ernesto Reyes García, de 38 años de edad

En mayor o menor medida, el tema estuvo presente en los informativos radiofónicos del lunes 15. Pero a falta de información oficial recorrieron a expertos en la materia, quienes destacaron la relevancia de la detención y lo que, desde su perspectiva, serían los siguientes movimientos tácticos de Los Zetas. Entre otras, una escalada de violencia en ciertas zonas del país en las que se ubican integrantes de este cártel. Eso sí, la captura del Z-40 fue el plato fuerte de algunos informativos televisivos, particularmente el de Joaquín López Dóriga. Junto con otros espacios, se mostraron las imágenes fotográficas –la mayoría de archivo- de los tres detenidos. Ya no se recurrió a expertos: la información del vocero de seguridad estaba los suficientemente fresca como para ofrecer a las audiencias los pormenores del asunto. Por cierto, radio y televisión apenas intercalaron los cinco millones de dólares ofrecidos por el gobierno de Estados Unidos a quien proporcionara información fidedigna sobre el recién capturado capo.

El martes 16 de julio la noticia ocupó las primeras planas de los periódicos capitalinos. El boletín de Eduardo Sánchez Hernández se amplió. En su edición en línea, El Universal incluyó las imágenes de primeras planas de periódicos internacionales como El País, Wall Street Journal y The New York Times, entre otros, con la noticia sobre la captura del Z-40. Volviendo a nuestra prensa escrita, varios periódicos publicaron detalles cobre el cártel de Los Zetas, su carácter sanguinario y sus integrantes. Otros ofrecieron a sus lectores una semblanza de Treviño Morales y les recordaron que fue acusado de robar el cadáver de Heriberto Lazcano –el Lazca– su antecesor al mando del cártel. Otros más se concentraron en su ascenso en el crimen organizado: de narcomenudista a líder de uno de los grupos más peligrosos de México. Asimismo, columnistas y articulistas que no habían enviado su colaboración a sus respectivas redacciones también abordaron el tema. Escenarios similares se encontraron en los portales de periódicos digitales que, por sus características, se actualizan constantemente. Cabe anotar que sin embargo.mx incluyó entre su información una nota que da cuenta de la manera en que periódicos como Reforma, EL Universal, Excélsior, La Jornada y La Razón cubren el tema en sus respectivos espacios.

Por su parte, radio y televisión abrieron el tema como si no se hubieran ocupado de él durante la tarde y la noche del lunes 15. De hecho, al inicio la información era similar aunque se fue actualizando vía los reporteros que estaban apostados en las afueras de la Subprocuraduría de Investigaciones Especializadas en Delincuencia Organizada (SEIDO), aunque no hubo novedades destacables. Las imágenes sí eran novedad pues daban cuenta de la manera en que el Z-40 fue presentado ante los medios: sin esposas y chaleco antibalas. Obviamente, parte de los analistas que colaboran en cada uno de estos espacios abordaron el tema. Y, en el transcurso del día los portales de medios impresos, electrónicos y digitales destacaban la felicitación del gobierno por norteamericano por la captura de Treviño Morales. También se actualizaba la información sobre la declaración que el capo y sus secuaces estarían rindiendo el la SEIDO.

Hasta aquí una síntesis apretada del tratamiento de los acontecimientos. Quizá por la cercanía del tiempo y por su relación con Miguel Ángel Treviño Morales, el tema nos remite al presunto asesinato de Heriberto Lazcano, El Lazca, en octubre del año pasado. En ese momento los medios se concentraron en tres puntos. Primero, los hechos y la relación del entonces líder de Los Zetas con al asesinato de José Eduardo Moreira, hijo del ex gobernador de Coahuila y sobrino del actual. Segundo, los hechos y las dudas sobre si el difunto correspondía al capo: un asunto todavía no esclarecido del todo. Tercero, la desaparición de su cuerpo de una funeraria ubicada den Sabinas, cerca de la localidad coahuilense en la que estaría en un partido de beisbol.  Y todavía podríamos irnos a diciembre de 2009, cuando Arturo Beltrán Leyva –líder del cártel que lleva sus apellidos-  fue asesinado en las cercanías Cuernavaca, durante un enfrentamiento con elementos de la Secretaría de la Marina. En ese momento la información se concentró en dos puntos. Primero, las fotografías de su cuerpo cubierto de billetes, de cuya autoría se deslindó a todas las instituciones del gobierno federal. Segundo, que la información sobre su ubicación fue proporcionada a la Secretaría de Marina por elementos de la Agencia Antidrogas en Estados Unidos (DEA). Y resumiendo, alrededor de la captura del Z-40 hasta ahora se han tejido historias sobre escuetos datos de su biografía y sobre su carácter sanguinario.

Sin duda, hablamos de tres golpes mediáticos con un tratamiento informativo diferente, siempre en función del acontecimiento y de la información adicional sobre el tema. En este contexto, cabe recordar que durante el sexenio de Felipe Calderón –quien se aprestó a felicitar a las fuerzas armadas- la captura de capos del narco ha sido tratada como golpe mediático. Este caso parece recuperar esas características, toda vez que como muletilla la información destaca que se trata de la primera captura del sexenio de Peña Nieto. Es deseable que la cobertura informativa se aboque a los acontecimientos, que ceda a la tentación observada durante la segunda mitad de la década de 1980, en el marco de la captura de Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca. ¿Qué vimos en ese momento? La construcción de modelos a imitar –aunque no fuese su objetivo- pues los mostraban a sus audiencias imágenes del estilo de vida de los capos. Imágenes que los convertían en modelos a imitar. En el caso de El Lazca se llegó al límite, pues no se presentaron imágenes sobre su estilo de vida. Pero de la semblanza biográfica al estilo de vida que, reiteramos, sería deseable que no se incluyera en la cobertura informativa sobre la captura del Z-40.

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Elecciones 2013: Violencia, negocio y democracia

  • Los primeros comicios en la era de Enrique Peña Nieto están marcados por la inequidad, la violencia y el negocio.
  • Carlos Marín calificó las elecciones como “las más violentas en 60 años”.
Foto: "Eventos en las Col. Las Cumbres y La Laguna" por Pepe Elías Leal @ Flickr

Foto: «Eventos en las Col. Las Cumbres y La Laguna» por Pepe Elías Leal @ Flickr

Por Jorge Meléndez Preciado

Los primeros comicios en la era de Enrique Peña Nieto están marcados por la inequidad, la violencia y el negocio por encima de todo. Algo  dicho por comentaristas ubicados como oficialistas,  ni siquiera por  los considerados enemigos  del gobierno.

Carlos Marín (Milenio, 5 de julio), por ejemplo, calificó las elecciones del 7 de julio de este 2013 como “las más violentas en 60 años”.

Hasta antes de la jornada del 7 de julio hubo 473 denuncias de muy diverso tipo y casi una decena de atentados. Y hasta el momento hay 12 fallecidos.

Hay dos gobernadores, aparte de los priistas, que han sido acusados por “invertir” e intervenir para ganar tanto la gubernatura como una de las alcaldías más importantes en juego. En el primer caso José Guadalupe Osuna quiere la continuidad del panismo que desde 1988 ha logrado gobernar Baja California, mientras que en el municipio de Puebla, Rafael Moreno Valle, hizo que Antonio Galy se impusiera al tricolor Enrique Agüera para que no cambie de partido y manos esa localidad con el objeto de que siga adelante el proyecto del mencionado Rafael para intentar ser abanderado en la elección presidencial del 2018.

Pero ya sabemos que los mandatarios priistas insisten en comportarse como en el viejo partidazo, o sea, utilizando todo para imponer a los legisladores, incluso de partidos adversarios pero muy cercanos  poder local, con el fin de que no obstaculicen sus negocios, alianzas con el centro y la incorporación de familiares a la buena vida de la que ya han dado mal ejemplo muchos otros juniors.

César Duarte en Chihuahua y Javier Duarte en Veracruz son ejemplos paradigmáticos.

Pero hay otro asunto nada menor en nuestra democracia que ya no sabemos si cojea o realmente se arrastra cada ocasión que se ponen en acción las campañas, no hablamos de la ausencia de propuestas, la llamada espotizaciòn y  el trapecismo que es algo común.

Ahora nos enteramos por el especialista Jorge Alcocer y el investigador Alberto Consejo (Reforma, 2 de julio) que se cumplen 25 años de la famosa caída del sistema, donde el hoy petista, Manuel Bartlett, era secretario de Gobernación. Seis años después, dicen los estudiosos, Jorge Carpizo puso en acción el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Desde entonces, dicho proyecto ha dado conteos aparentemente impecables,  aunque algunos de los presidentes  del IFE, como Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés, dieron cifras parciales con el objeto de apuntalar a los que iban adelante en la contienda,  en lugar de esperar que finalizara el conteo total  y poder tener un veredicto   claro e inapelable.

Pero también, Alcocer y Consejo nos ilustran que en varios lugares los cómputos mencionados lo hacen universidades e institutos sin fines de lucro. Pero en muchos pagan a empresas privadas que cobran bastantes millones por sus servicios. Algunos ejemplos, en Durango erogarán 9 millones de pesos para dicho objetivo; en Baja California, 5; en Aguascalientes, dos; en Oaxaca-supuestamente de izquierda-,13; en Sinaloa, 7.5; en Puebla- donde no hay elección a gobernador-,16, y en Veracruz, 22. Todo en millones de pesos.

Tlaxcala y Tamaulipas están peor, ya que no dan información al respecto; la opacidad  como fórmula para el  autoritarismo y la  corrupción.

Por esos datos nos damos cuenta  de los negocios en  un proceso que se exalta como el ejemplo ciudadano. Lo que es falso a todas luces por el lucro existente.

Al saber que se cayó el PREP en Baja California, donde hubo elección para gobernador, luego que los primeros datos donde la alianza PAN-PRD iba adelante, dicho ejercicio quedó en entredicho, como ha ocurrido con otros ejemplos de aparente democracia.

Algo novedoso ahora fue la aparición de varios animales que llamaron más la atención que cualquier abanderado. En especial el Gato Morris, que fue creado por Diego Cruz y Sergio Chamorro y compite por Xalapa, Veracruz. El felino atrajo las miradas de miles en diversas partes de la República. Había, por supuesto, ciertos antecedentes internacionales al respecto.

Lo mismo en Italia, donde Bepe Grillo fue un éxito, que en Brasil, en el cual un payaso atrajo los sufragios amplios de montones que estaban hasta la madre de los políticos. Quizás en este último caso, lo que ahora ocurre en la patria de Dilma se hubiera previsto de leerse bien lo que ocurrió en elecciones pasadas. Pero vemos que los grillos tienen, siempre, reflejos lentos y torpes.

Y como apunta muy bien Juan Villoro (Reforma, 5 de julio), hay otros ejemplos de animales: el Burro Chon en Ciudad Juárez; la gallina Tina en Tepic, Nayarit; la gata Naya en Puebla y el perro Titán en Oaxaca.

El caricaturista Rocha (La Jornada, 8 de julio),  describe muy bien lo acontecido poco   en un cartón, las pasadas elecciones estuvieron significadas por el desencanto, la violencia, la apatía y el mapachismo. Amén que sobresalió la animalalia.

jamelendez44@gmail.com

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Lessons for news startups from the Entrepreneurial Journalism Lab

Image CC-licensed on Flickr via JunCTionS.

Image CC-licensed on Flickr via JunCTionS.

Tenth in a series on teaching entrepreneurial journalism.

This post is excerpted and adapted from an article originally published in Spanish in Revista Mexicana de Comunicación.

Latin American journalists have a great thirst for establishing independent media. Many of them are tired of working for low pay at media outlets that protect the friends and punish the enemies of the owners.

They want to cover topics neglected by the mainstream media, such as education, health, environment, human rights and indigenous culture. They want to expose incompetence and corruption in government.

More than a dozen digital news entrepreneurs described how they are overcoming financial obstacles to sustain independent journalism during the Ibero-American Colloquium on Digital Journalism this spring sponsored by the Knight Center for Digital Journalism in the Americas.

And 10 independent news organizations doing investigative journalism in Latin America, including some Colloquium participants, recently announced an alliance aimed at sharing content and finding new sources of financial support.

 

Higher barriers in Latin America

These digital entrepreneurs have a tougher road ahead than their North American counterparts. They lack some of the sources that have helped fund independent journalism in the U.S., namely:

  • an extensive network of venture capitalists looking for the next big thing
  • a donor culture and tax system that create huge charitable and corporate foundations
  • emerging entrepreneurs willing to donate millions to community service projects
  • an economic system less concentrated than Latin America’s oligarchies of linked political, media and business interests

 

Experimental online training course

Given these conditions, the Foundation for New Journalism in Iberoamerica saw a training opportunity. Two years ago, the foundation, founded by Nobel Prize winning novelist Gabriel Garcia Marquez, decided to launch an experimental project aimed at giving technical and business skills to digital news entrepreneurs. The goal was to help them achieve financial sustainability.

From a pool of applicants, 10 websites were selected to receive training in the Entrepreneurial Journalism Lab (Laboratorio de Emprendimientos Periodisticos Digitales) based on their journalism and ethical standards, and their potential for growth. They all had been in operation at least two years and had a narrow focus on culture, environment, photography, local news or sports. They were based in Mexico, Venezuela, Colombia, Uruguay, El Salvador, Peru and Costa Rica.

The course was sponsored by Asociacion Española de Cooperacion Internacional para el Desarrollo. Participants paid no tuition.

As coordinator of the Lab project, I helped select the 10 and coordinated the training over the next six months, beginning May 2011. The entire course was conducted in Spanish. There were several parts:

  • 12 webinars with experts in marketing, innovation, mobile
  • a series of written assignments and discussions on topics such as web analytics, creating graphics, analyzing web pages of other participants, and analysis of competitors, taught on the Moodle platform
  • individual coaching with Lab participants as requested
  • more than 50 blog entries that expanded the reach of the course to the wider web audience. These blogs summarized the webinars and discussed topics related to growth and sustainability, such as marketing, advertising, leadership and business as well as profiling successful digital news entrepreneurs.

Webinar presenters and their topics were:

  • Bar­bara Yuste, ABC Spain: The need to differentiate your news product
  • Est­her Var­gas, Peru21.com: Managing your brand and image in social networks
  • Mario Tas­con, LaInformacion.com: New narrative forms based on data visualization
  • Gui­llermo Culell, Grupo Mer­cu­rio de Chile: Business opportunities of independent journalism
  • Pablo Man­cini, Grupo Cla­rín, Argen­tina: Hack into journalism with new technologies and techniques
  • Chris­tian Espi­nosa, Coberturamovil.com, Ecua­dor: New tools of mobile journalism
  • Ana Ormae­chea, edi­tor of Muy Intere­sante, Spain: The entrepreneurial culture of Sili­con Valley
  • Leo Prieto, founder of FayerWayer.com, Chile: Hyperconnectivity and how to achieve it
  • James Breiner, Lab coordinator: 10 new revenue sources for digital media; Using Google Analytics to build traffic
  • Lau­rian Puerta Ordo­ñez, Zonacero.info, Colombia, a Lab participant: How the site gained rapid growth
  • Car­los Enri­que Lopez Vides, Elsalvadorfc.com, a Lab participant: How to build traffic in social networks

 

The results over six months

In terms of marketing and visibility, we tracked the cumulative traffic figures of the websites — total visits, unique users and page views — for the six months of the course and compared them with the previous six months. It is impossible to draw a direct correlation between the course and the results. However, the seven sites with analytics software (that is, beyond that available on the blogging platform) showed:

  • 80 percent average increase in site visits (median 39 percent)
  • 57 percent average increase in unique visitors (median 41 percent)
  • 73 percent average increase in page views (median 22 percent)

Two course participants gave permission to reveal their figures. El Salvador FC, a soccer website, increased its total visits by 264 percent to more than 1 million by employing a series of strategies, such as updating news at least 10 times a day, promoting news through email and seeding its news in other blogs and web pages. Although the site has not yet broken even, its investors have promised financial support through at least 2013.

«This type of marketing costs us nothing but does require a big time investment,» says founder and editor Carlos Lopez Vides. «It recognizes the power of the users to share and recommend the product. We, the editors, have to empower the users to maintain their interest and support.»

Zonacero, a site of local news and investigative journalism in Barranquilla, Colombia, had more modest growth of 12 percent in total visits, 3 percent in unique users and 17 percent in page views.

Still, it was generating 200,000 visits a month in a city of just 1 million. And it began generating revenuethrough the use of a contract salesperson, to total $40,000 for the year, roughly break-even.

 

Conclusions

Each of these 10 entrepreneurial ventures was unique, so the elements of interactivity, discussion and commentary during the course helped each participant find solutions uniquely suited to their projects.

Entrepreneurs need feedback from their peers and from a coach, even if they are physically separated by thousands of miles. The distance-learning tools were critical to learning. And, yes, entrepreneurial skills can be taught.

In the world of new digital ventures, a survival rate of 5 or 10 percent after two years might be good. This particular group of entrepreneurs was selected because they showed signs of beating the odds. Nine of the 10 are still publishing and are now at least four years old.

During the course, two of the participants did 90-degree turns to redesign their websites and focus more narrowly on their local markets. Based on analytics, they decided that their most loyal visitors — the ones likely to pay for events, buy premium products or services or patronize local advertisers — were close to home and interested in local people and news.

These publishers decided to forego the flyby visitors to some of the stories of national or international interest that had been padding their traffic numbers.

 

Passion is key ingredient

Of the nine, it is fair to say that they would have difficulty surviving if they were mere businesses. They are running on sweat equity and the passion of their founders to serve their online community. Some of these founders admit to being exhausted by the continual challenge.

Their modest financial goals are to survive, cover their costs and continue providing a public service that they believe in.

Laurian Puerta of Zonacero and his team live by this philosophy:

  1. We can do it.
  2. Yes, it’s my responsibility.
  3. Let’s do it now

«With this spirit,» he says, «you can accomplish a lot.»

This post originally appeared on the blog News Entrepreneurs. It is published on IJNet with permission.

James Breiner is co-director of the Global Business Journalism Program at Tsinghua University. He is a former Knight International Journalism Fellow who launched and directed the Center for Digital Journalismat the University of Guadalajara. He is bilingual in Spanish and English and is a consultant in online journalism and leadership. You can follow him on Twitter here.

Image CC-licensed on Flickr via JunCTionS.

Reforma de Telecomunicaciones: Críticas e interpretaciones

  • Los medios la presentan como parte de una temática muy especializada.
  • La reforma pide discutir qué tantas diferencias entre el viejo modelo de relación medios-gobierno-sociedad y lo que ahora se avizora con la nueva reforma y si efectivamente podrá revertir el rezago y atender.
Foto: "Acompañando a Enrique Peña en la Promulgación de la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones" por Eruviel Ávila @ Flickr

Foto: «Acompañando a Enrique Peña en la Promulgación de la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones» por Eruviel Ávila @ Flickr

Por Tanius Karam

La recientemente promulgada reforma a la Ley de Telecomunicaciones el pasado 11 de junio de este año abre una serie de debates y tensiones en distintos sectores del rubro. Frecuentemente los medios la presentan como parte de una temática muy especializada, cuando como hemos dicho en otros espacios representa uno de los debates centrales en el proceso de democratización en el país.

Hay que decir también que la reforma a Telecom, es algo más que una reforma al texto, y supone una serie de abanicos temáticos que de hecho van apareciendo dentro de la agenda pública, como los recientes incidentes vinculados al frustrado inicio del apagón analógico en Tijuana; a ello se suman los debates sobre las características del sector, los derechos de las audiencias y sobre todo las rutas para conformar los organismos respectivos así como los consejeros y comisionados que corresponden. La reforma Telecom pide también discutir qué tantas diferencias existen entre el viejo modelo de relación medios-gobierno-sociedad y lo que ahora se avizora con la nueva reforma y si efectivamente podrá revertir el rezago y atenderlo.

De manera reciente en el Seminario para el análisis de la nueva Ley Telecom, que convocó el pasado 27 de junio, el Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC) fue una oportunidad para realizar un análisis más sopesado a lo que frecuentemente aparece en notas escuetas o comentarios aislados que se realizan sobre todo en la radio. Vale la pena realizar estos ejercicios, que aun cuando el campo de las escuelas y la investigación parecería un espacio natural de reflexión, quizá el carácter legal y algunos aspectos de especialización alejan a no pocos de una reflexión imprescindible para quien tenga algún interés en la comunicación social.  En el seminario participaron como expositores expertos académicos amplísimamente conocidos en el campo académico y con gran trayectoria de reflexión sobre los medios. En lo general Javier Esteinou de la UAM-X hizo una presentación esquemática del contexto político social, pacto por México, la reforma constitucional telecom; posteriormente tanto Beatriz Solís y Gabriel Sosa, también de la UAM-X detallaron las características de la propuesta original; así como las principales modificaciones de la cámara de diputados y senadores.

La primera pregunta sobre la que cabe reflexionar es por qué hasta ahora. Para Javier Esteinou al no funcionar el viejo modelo de articulación medios-sociedad-gobierno que operó eficientemente para modelar los sentimientos, valores, expectativas, imaginarios de una sociedad es ahora distinto, es necesario construir nuevas bases. Durante el “viejo modelo”,  el marco regulatorio se centró en la caduca Ley Federal de Radio y TV de los sesenta, emitida cuando ya de alguna manera las bases prácticas de la operación de los medios estaban funcionando en las industrias; luego vino la Ley de Telecomunicaciones de 1995 que supuso una tímida actualización en una década ya abierta a las nuevas tecnologías y telecomunicaciones con la popularización del Internet. Con los gobiernos de la alternancia a partir del 2000, se generó en un sector de la sociedad la expectativa de un cambio significativo en el modelo y régimen Telecom, lo que lejos de ocurrir, se generó una inversión al modus operandi tradicional donde ahora el Estado se puso por debajo del poder de la televisión, como se verificó, entre otros incidentes con el tristemente célebre “decretazo” de octubre de 2002 y más tarde la Ley Televisa de noviembre 2005, que por fortuna meses después pudo detener la Suprema Corte de Justicia.

En los últimos años ha imperado la idea, en este “nuevo modelo” de relación, de “formula cero” en la intervención del Estado, cuyo rectoría ha dejado de ser operante para las nuevas empresas y empresarios, los mercados convergentes y los nuevos competidores, y que abogaría a que el sector se ajuste a la venia y  autorregulación de los concesionarios.  Ello tiene también como contexto una modificación en el papel de los Partidos Políticos, su escasa credibilidad y la injerencia de los grupos de interés mediáticos en las bancadas. El marco más amplio es el fortalecimiento de las “televisoras” como uno de los principales “poderes fácticos” y quienes a través de poderes meta-constitucionales se imponen ante la sociedad,  el estado y sus intereses.

 

Entre virtudes, retos y limitaciones

La Reforma Telecom, en lo general ha recibido reconocimientos de los principales especialistas, empero se impone una mirada crítica que por una parte reconozca el esfuerzo de algunos sectores por la democratización de las comunicaciones y la histórica demanda de algún puñado de colectivos que han hecho una labor significativa, frecuentemente silenciosa y silenciada. Sin regatearle mérito, la  Reforma no puede verse como algo acabado. Dentro de las críticas que se ha mencionado, la señalan como algo más relacionado para facilitar planes de negocio a través de la competitividad; o promover modelos de negocios, en lugar de beneficiar a la ciudadanía y a la sociedad en general.

Algunas de las virtudes, señaladas por Sosa Plata durante el Seminario CONEICC, es la construcción de un nuevo marco semántico para definir a los “medios” y las telecomunicaciones como entidades de servicio público e interés general. Este es un cambio que apenas ahora se formula por vez primera, aunque existían bases previas para su formulación, éstas no se habían llevado integralmente a una legislación. La definiciones tiene varias connotaciones: se supone que ahora el Estado tendría la obligación de velar por el interés público con respecto a los servicios de la radio y TV, lo que le obligaría a intervenir, por ejemplo, en el polémico tema de las tarifas finales que pagan los usuarios, a garantizar una mayor participación, a salvaguardar los derechos de audiencias, entre muchas otras cuestiones. Hay que señalar, como es histórico, que generalmente los concesionarios reaccionan muy críticamente contra cualquier intento de regulación por parte del Estado, el cual siempre es visto moralinamente como atentado a la libertad de expresión e información.

Sosa Plata señaló que añadir la cuestión del Servicio Público no es únicamente una cuestión nominativa, sino que incluye una serie de componentes —por ejemplo cómo consolidar la autonomía técnica, operativa, de decisión y de gestión necesaria— que garanticen su consolidación, sin lo cual, dicho servicios no son posibles o estarían condenados—como históricamente ha sucedido— a sucumbir o perderse en los medios y servicios gubernamentales que son cuestiones muy distintas.

Durante el seminario CONEICC se pasó revista a varios aspectos considerados inconclusos por los especialistas, como por ejemplo los aspectos contenidos en el 10° Transitorio de la Reforma relacionado con la independencia editorial que los medios públicos deberían tener y lo que toca al también viejo debate sobre la reducción “público” por gubernamental. Otro asunto importante es la pregunta sobre el financiamiento de estos medios y que en el pasado ha llevado al resquebrajamiento de cualquier intento, de generar medios gubernamentales con sustentabilidad.  Y es que en la Reforma parecen abrirse la posibilidad de otras opciones de financiamiento, lo que será uno de los principales temas a discutirse en la ley secundaria que se realizará en los siguientes meses. Una de las opciones que han dado los especialistas, es conciliar la defensa del espíritu ajeno al lucro, pero que por ejemplo, algunos programas sí pudieran ser objeto de comercialización y con ello generar recursos que pudieran invertirse en su infraestructura, lo que también ayudaría a garantizar su calidad; es un mito pensar que no pueden tenerse medios públicos con calidad. Lo que es un hecho inequívoco es que sin exploración o garantía de un financiamiento eficiente, no se pude consolidar esta concesión de uso público.

Junto con la Ley hay el reto de generar una serie de instrumentos, organismos e instituciones. De estas nuevas instancias la que está prevista ya en la Reforma es la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL): este órgano sustituiría en sus funciones a muchas de las que venía realizando la COFECO. Este  IFETEL integrará cuestiones de competencia económica, que entre otras tareas debe promover la simetría en la participación, e imponer límites a la concentración de frecuencias. El establecer las bases de esas acciones antimonopolios y favorecer la competencia en el sector tendría que ser una contribución deseable como parte de la democratización del espectro radial.

De los temas más polémicos se establece la generación de tribunales especializados en materia de telecomunicaciones. Esos tribunales podrán recibir las demandas de amparo  de parte de las empresas sobre las resoluciones que emitan el IFETEL y la Comisión Federal de Competencia Económica (CFCE). El Poder Judicial trabaja en integrar estos organismos para atender las quejas contra IFETEL y CFCE. Se espera que una vez en funciones, estas dependencias podrían atender cerca de 650 casos al año, que es el promedio de juicios que se interponen ante las actuales Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y Comisión Federal de Competencia (CFC).

En cuanto contenidos de los medios. Hasta ahora la COFETEL no ha participado en ello, y eventualmente ha coadyuvado la  PROFECO, la Secretaria de Salud e incluso la SEP dentro de un galimatías jurídico donde al parecer hay muchas manos y procesos de decisión que poco hacen en realidad antes los excesos y contradicciones de los medios privados. Es decir, hasta ahora hemos tenido una legislación poco clara, que ha conllevado igualmente una aplicación errática, y que otro de los retos del IFETEL sería promover más riqueza, apertura en contenidos sociales y culturales. Ahora el IFETEL tendrá atribuciones para ver la cuestión de contenidos y particularmente vigilar el cumplimiento de los tiempos máximos de publicidad. La ley prevé sanciones cuando no se observen las restricciones de mensajes dirigidos a la población infantil en cuanto contenido, horarios, tipo de producto, etc. Esta tarea, igualmente venía ejerciéndola de manera muy irregular la famosa dirección general de Radio, Televisión y Cinematografía de la SEGOB (DGRTyC) que es esperable desaparezca —lo cual no se sabe si sucederá— y sea retomada por el IFETEL.

Ahora bien, sin dejar de conceder su carácter histórico, la ley presenta imprecisiones, cuando contradicciones, algunas de las cuales, señaladas por los expositores del seminario CONEICC durante su presentación. Una de ellas es la opinión de la SHCP en contraprestaciones y servicios vinculados y que no está suficientemente explicitado en la Ley. También hay que mencionar que dentro de las atribuciones al IFETEL, algunas se dejan al Ejecutivo Federal en la toma de decisiones, lo cual no se sabe cómo va a funcionar; el Presidente participaría en la elaboración de políticas, lo que centralmente contradice —por pequeña que pudiera ser esta participación—  la supuesta autonomía del IFETEL, que sería uno de los principales logros de la Reforma si ésta se logra. El gobierno ha dicho que el Poder Ejecutivo participaría de la política general, pero siempre de la mano del IFETEL.

Otra de las críticas previsibles para el IFETEL es el de las consecuencias que genera un órgano, que al contar con tantas atribuciones y poderes, podría colocar en riesgo a derechos fundamentales; preocupación que esto se lleva a lo político también.

Ya mencionamos que algunos críticos han señalado que Reforma TELECOM fue en lo general pensada para promover la nueva competencia. El vínculo con las nuevas tecnologías es muy poco y al parecer no hay debate sobre impulsar por ejemplo la creación de un Ministerio de Tecnología y Telecomunicaciones como lo hay en otros países.

En lo general, el calendario que sigue a la publicación de la Ley parece muy apretado para los próximos 180 días donde se tienen que generar las más de diez reformas secundarias, las cuales incluyen entre otras, la ley convergente de telecomunicaciones, la de inversiones extranjeras, la de los tribunales especializados, la de los contenidos de televisión (must offer, must carry), la de la red troncal CFE-Telecom, así como la que regirá al organismo descentralizado de medios audiovisuales. No es de extrañar que actores particulares como el Consejo Coordinador Empresarial ha mostrado preocupación y desconfianza, lo que explica quizá que de 120 originales, se haya extendido el plazo a 180, sobre todo por que este organismo considera una agenda ambiciosa.  Esta desconfianza aumenta en algunos sectores con poder y capacidad de presión, que no sabemos si finalmente logren generar algún tipo de influencia. Ya de hecho la Ley amplió el plazo a 6 meses para dar más tiempo a la licitación.

Si bien este es un escenario deseable para la democratización del país, dentro de los competidores más sólidos para estas dos nuevas cadenas nacionales, se mencionan a Vázquez Raña (quien ya tiene el Canal 28) y el sempi-poderoso Carlos Slim, quienes no son actores sociales de tradición democrática e incluyente.

Una temática más de debate y discusión ha sido el conflicto o apoyo entre las dos bandas principales de 700 Mhz y 2.5 GHz que pueden ayudar para mejorar, por ejemplo, los servicios existentes de telefonías y cuyos litigios no se han podido resolver. En otros países estas bandas se han privatizado; además el complicado apagón analógico que debe llegar a las grandes ciudades del país para finales del 2015, va a permitir liberar espectro lo que podría utilizarse para abonar en calidad de servicios. El polémico tema de la banda de 2.5 Ghz que generó problemas con la familia Vargas, la empresa MVS, es ahora lo que se plantea también con la banda de 700 Mhz. El caso de MVS no se ha resuelto del todo, pero se puede plantear, algo que de hecho ha señalado MVS que en lugar que el gobierno se las expropie, la empresa pueda seguir usufructuándola mediante el arrendo.

En suma lo que podemos ver es que hay una sobre-posición entre las virtudes y polémicas de la Ley, lo que dista mucho de cualquier actitud triunfalista. Una reforma histórica sin la normativa secundaria que le apoye tendría poco valor y podría redundar en lo contrario de lo que busca. Quedan, como hemos señalado, cuestiones pendientes.

 

Colofón, “¿Y las escuelas de comunicación?”, “Bien, gracias”.

Una de las temáticas más esperadas, por la institución convocante es la precisa reflexión, análisis y balance sobre la Reforma y las escuelas de comunicación. Tradicionalmente éstos no han sido espacios muy significativos o de resonancia con alguna importante significación social. Hay que celebrar la iniciativa de CONEICC, la cual al margen de las posibilidades reales de impacto, es necesaria una difusión entre formadores y formados, profesores y estudiantes, ya que si algún sector debe responder sensiblemente es éste. Es cierto que quizá el tema que más puede preocupar a las escuelas, es cómo la Reforma impactará la formación de periodistas, comunicadores y comunicólogos.  Por lo pronto, las noticias pueden ser vistas con mesurado optimismo, ya que cabe pensar se abrirán algunas —no muchas— fuentes de empleo en los nuevos medios y organizaciones que se generarán. Pero ahí la principal área de oportunidad radica en la posibilidad de construir un proyecto amplio de participación social y política, de desarrollo cultural con los nuevos espectros.

Definimos a las escuelas de comunicación como un tipo particular de actor social caracterizado por su carácter demográfico, su desorganización conceptual y social, sus débiles organizaciones y su precario desarrollo (la inmensa mayoría de los académicos por ejemplo, no se pueden dedicar centralmente a profesionalizar la docencia). Estas “escuelas” se aglutinan principalmente en el CONEICC —de aquí la importancia en el Seminario que comentamos—, creado como sabemos por decreto presidencial hace ya casi 40 años, son un componente más del llamado “campo académico de la comunicación”. Creemos que el CONEICC y con él, las escuelas tendrían que ser un actor protagónico en la difusión de la Reforma Telecom. A reserva de hacer un juicio general, en sus 50 años de historia, desde que fueron mudando de escuelas de periodismo a las de comunicación, pocos son los momentos estelares o de protagonismo social. Tradicionalmente algunos de estos momentos se recuerdan en torno al debate por el Derecho a la información en los setenta y donde muchos, entonces jóvenes académicos e investigadores, realizaron una labor para difundir sus ideas, en un entorno donde solamente algunos cuantos cuestionaban o veían posibilidades reales de un cambio dentro de los medios de comunicación. Lejos de un actor protagónico, las escuelas de comunicación, en el mejor de los casos, han sido un actor débil con muy poca visibilidad. A diferencia de los campos académicos en otros países, ha faltado en el nuestro creatividad y fuerza para esos vínculos políticos efectivos que paulatinamente permitan a tomadores de decisiones voltear hacia los opinadores y líderes de opinión en materia dentro del campo. Si bien la opinión de especialistas como Trejo o Sosa Plata es importante y muy valiosa, hacen falta resonadores y vínculos, una mayor relación estratégica no solamente entre CONEICC, AMIC o AMEDI —la cual por cierto ha logrado un posicionamiento importante, sino en otros actores.

En términos generales para la sociedad mexicana la reforma TELECOM es un tema de pocos especialistas. Con la excepción de las manifestaciones del lastimosamente debilitado #YoSoy132, que puso en el centro de la agenda la manipulación de los medios y la importancia de su democratización, no ha habido en la historia reciente del país un factor de movilización que conceda a este tema su lugar protagónico en la transición democrática. Aquí vemos ciertamente un área de oportunidad para todos los sectores preocupados del tema, pero sobre todo para las escuelas, que con esos miles de profesores y jóvenes quienes tendrían una oportunidad para construir nuevas tendencias que alimenten las prácticas de comunicación educativa, educación para los medios, recepción crítica con relación a la Reforma. Si a alguien corresponde des-especializar el debate de los medios es a las escuelas quienes en todas las regiones del país tienen el reto —frecuentemente más difícil en muchas ciudades pequeñas— de la democratización, o la pedagogía de esa transformación socio-cultural, que pasa por la posibilidad de una nueva relación audiencias-medios-realizadores-Estado. Se abre la posibilidad de refundar una tradición pedagógica de las telecomunicaciones que como hace décadas lo pretendía la recepción crítica, más que analizar mensaje o regímenes legales, fundar las bases de una democracia integral e incluyente, inconcebible sin las tele-comunicaciones hoy día.

Si la materia o asignatura que en muchos currículos consignan con aspectos legales y jurídicos había perdido vitalidad e importancia, o fue simplemente un aspecto secundario sin mucha importancia vital en la formación, hoy adquiere un nuevo aliento y renovado protagonismo, y se eleva por encima de su aparente especificidad para convertirse en un espacio de reflexión estratégico para pensar no sólo regímenes legales, sino y sobre todo problemas culturales, políticos, económicos, empresariales y sociales vinculados a los medios, las tecnologías, a sus proveedores de servicio, y sobre todo, a los nuevos retos que ahora enfrentarán sus audiencias.

 

Tanius Karam

Facultad de Comunicación /

Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada

Universidad Anáhuac México Norte

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