El collar de Felipe
- Mientras Amnistía Internacional acusaba a Calderón de no respetar los derechos humanos, el Congreso avaló que reciba la Orden al Mérito Civil de España.
Fotografía: «Felipe Calderón» por World Economic Forum @ Flickr
Jorge Meléndez Preciado
El mismo día que Amnistía Internacional reprobó al gobierno de Felipe Calderón por no respetar los derechos humanos, ya que durante su gestión murieron más de 60 mil personas y 150 mil fueron desplazados de sus comunidades, amén de que hubo 25 mil secuestros y desapariciones. Por si fuera poco, la CNDH recibió mil 921 denuncias contra las Fuerzas Armadas y 802 contra la Policía Federal, lo que trajo una impunidad generalizada de las llamadas fuerzas del orden.
Ese mismo día, el miércoles 22, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión avaló que el ex presidente mexicano reciba de manos del gobierno español la Orden al Mérito Civil, en grado de Collar. Votaron a favor 22 legisladores del PRI y el PAN y 8 de la izquierda en contra.
Uno que defendió con ahínco el asunto fue Héctor Larios, quien pretendía ser coordinador de los senadores panistas y se quedó en el camino. Su argumentación fue insólita: acusar a Felipe de corrupción es acusar al gobierno español de lo mismo. Pareciera que Héctor no ha leído la prensa ibérica, en los casos de Urdangarín y el Partido Popular, que ya no saben cómo hacerle para evitar ser llevados a los juzgados un día sí y otro también.
Es obvio que Calderón permitió antes y después de Juan Camilo Mouriño cientos de negocios a empresas hispanas que gana en México más que allá, como el banco BBVA.
Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe, escribió premonitoriamente en Milenio: “de lo que se trata no es de cambiar de collar sino dejar de ser perro”, en un ataque a Gustavo Madero.
Y Catón (Armando Fuentes Aguirre) dijo que Calderón debe conocer Boston, donde está de becario y “no escribir ramplonerías en 140 caracteres, ni meter la mano donde ya no tiene mano”, a propósitos de los consejos del blanquiazul a la lucha interna del PAN (Reforma 23 de mayo).
Felipe el pequeño, como lo bautizaron, tendrá el cobijo de pocos y el rechazo general en México.
@jmelendez4412
