La primera televisión mexicana
Juego de Ojos
Miguel Ángel Sánchez de Armas
Realmente no fue Guillermo González Camarena el primer mexicano en operar un sistema de televisión, sino Francisco Javier Stávoli, en 1935, bajo los auspicios del Partido Nacional Revolucionario.. sí, el papá de nuestro actual PRI.
Esto no resta un ápice de mérito del jalisciense que inventó la televisión a colores y fabricó televisores mexicanos que fueron exportados a Estados Unidos a principio de los cincuenta. Se trata de enriquecer una vieja discusión historiográfica sobre este medio que tanta influencia ha ejercido en la sociedad mexicana.
En los treinta, con la radio firmemente establecida entre nosotros, la pantalla chica daba sus primeros pasos, aunque su principio motor no era tan joven. En 1884 Paul Nikpkow había desarrollado un sistema electromecánico de transmisión de imágenes que en los veinte perfeccionó John Logie Baird. El potencial movilizador del nuevo medio fue reconocido de inmediato. Goebbels, el genio nazi de la propaganda, mandó construir un estudio de televisión en Berlín y organizó la más extendida red de transmisión del mundo, vía cable, que estuvo en operación hasta mediados de los cuarenta.
Debemos a Francisco Hernández Lomelí, investigador del Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara, una completa referencia de este episodio. A continuación, las porciones medulares:
Las referencias históricas señalan precisamente al PNR como la primera institución mexicana que adquirió, entre 1928 y 1929, un sistema de televisión. El equipo se compró a la compañía Western Corporation de Chicago y constaba de dos cámaras, un transmisor, varios receptores y aparatos auxiliares. La instalación del equipo quedó a cargo del ingeniero mexicano Francisco Javier Stávoli quien a su vez fue auxiliado por Manuel Cerrilo Valdivia y Walter C. Buchanan. Este ultimo llegó a ser titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México en el período de 1959-1964.
En 1931 se instaló la antena transmisora que consistía en una torre compuesta por dos pirámides unidas por sus bases, que se apoyaba sobre un aislador por medio de tirantes. Sin embargo, el transmisor producía oscilaciones indeseables y por esa razón la compañía Piezo Electric Laboratories de Nueva York, fabricante del dispositivo emisor, envió al ingeniero Kellner a realizar ajustes técnicos necesarios para un correcto funcionamiento del sistema.
En ese año, el ingeniero Stávoli provisto de una cámara portátil realizaba pruebas de campo, logrando recibir en la ciudad de Cuernavaca la señal de video generada en la ciudad de México (50 kilómetros de distancia). La primera imagen que se transmitió en aquel entonces fue una fotografía de Amalia Fonseca, esposa del ingeniero Stávoli. El proyecto avanzaba y como parte complementaria se instaló un sistema de circuito cerrado.
Pero fue hasta principios de 1935 cuando el senador Ángel Posada, a su vez titular de la Secretaría de Prensa y Propaganda del PNR, anunció una reestructuración de las estaciones radiofónicas XEO y XEFO, ésta ultima en control directo del PNR. Los cambios comprendían la puesta en marcha del nuevo equipo de transmisión y recepción de señales electromagnéticas, con el único fin de ‘ampliar los servicios sociales que, como organización de opinión clasista, presenta el Instituto Político de la Revolución a las masas trabajadoras». La Secretaría de Prensa y Propaganda quería «dotar a la nación, pero sobre todo a la opinión pública revolucionaria del país, de un medio de difusión de ideas amplísimo y perfecto’.
En efecto, a la estación XEFO considerada por el propio PNR como «la tribuna social de México al servicio del proletariado», se le dotó de un equipo con características especiales capaz de generar y enviar ondas de radio pero también la señal generada por el recién comprado sistema de televisión, «de tal manera que todas las personas que tengan un receptor de televisión y su receptor de sonido, podrán ver y oír los programas transmitidos de la misma manera que el cine sonoro».
La primera demostración pública de este sistema de televisión en México fue el 16 de mayo de 1935 y tuvo lugar en un local del edificio que ocupó la sede del PNR en la capital de la república (Paseo de la Reforma 18). A esta presentación asistió el general Matías Ramos, entonces presidente del PNR y otros funcionarios de ese partido. La primera imagen que se transmitió fue una fotografía del primer mandatario de la nación general Lázaro Cárdenas. Los asistentes a la demostración salieron «complacidos de la efectividad, seguridad y precisión» [reportó El Nacional] del novedoso aparato.
La dirigencia del PNR tenía planes muy concretos para su sistema de televisión recién instalado, no sólo tendría funciones de mera recreación, didácticos y esparcimiento, sino que sería un vehículo que contribuiría poderosamente a difundir los principios ideológicos del partido.
Se trataba de un programa completo del PNR para cubrir todo el territorio nacional, a través de una moderna red de medios de comunicación que incluían la XEFO, el diario El Nacional, el Departamento Autónomo de Prensa y Propaganda y la naciente estación de televisión. Según el senador Posada, la reorganización de la XEO y la XEFO fue pensada para dar a la radio «su verdadera función: la educativa». Y la introducción de la televisión en México venía a «ensanchar poderosamente el alcance, ya de suyo amplio, de las actividades de la Secretaría de Prensa y Propaganda del PNR».
A pesar de los planes y la inversión realizada, el equipo de televisión adquirido por el PNR nunca llegó a transmitir regularmente. […] Una posible causa es de estricto orden técnico, ya que el mencionado equipo de televisión funcionaba con base en un sistema electromecánico que aplicaba los principios de los científicos P. G. Nikpkow y J. L. Baird. […] El sistema electromecánico transmitía la señal generada en onda corta y la calidad de recepción era deficiente pero, aunque primitivo, era el único que se encontraba en el mercado y por lo tanto fue el adquirido por el PNR.
La otra causa de desaliento para la televisión en México fue de orden absolutamente político. Sólo había trascurrido un mes de la primera exhibición pública de la televisión cuando ocurre la peor crisis política del México posrevolucionario. El presidente Lázaro Cárdenas decidió terminar con el «Maximato» y, el 15 de junio de 1935 el gabinete en pleno renunció a petición de Cárdenas. […] La dirigencia del PNR fue también sustituida y, para diciembre de ese año, Cárdenas había purgado de callistas los niveles medios y bajos del partido y del gobierno. Con la eliminación de Calles, el PNR dejó de ser un instrumento limitador de la fuerza del presidente para convertirse en su gran apoyo. Los promotores de la televisión, el general Matías Ramos y el senador Ángel Posada fueron destituidos de sus funciones partidistas y el proyecto de televisión suspendido.
La posibilidad de contar con una estación de televisión fue retomada por el gobierno cardenista, pero a diferencia del proyecto anterior, fue a iniciativa y bajo la dirección de la Secretaría de Comunicaciones. Con toda la intención de alejar al PNR. Se canceló la inminente televisión «de partido» en favor de la posibilidad de una televisión «de Estado».
Consecuente con esta nueva política, el presidente Cárdenas apoyó los experimentos que venía realizado en televisión el técnico mexicano Guillermo González Camarena. [Se sostiene] que desde 1934 González Camarena había construido una cámara de televisión «con material de desecho», pero esta información se puede poner en duda si se considera que el joven técnico mexicano tenía en esa fecha tan sólo 17 años. Lo que sí es altamente probable es que González Camarena haya conocido y mejorado el sistema electromecánico adquirido por el PNR. Ya que […] el presidente Cárdenas dispuso que se facilitaran al técnico mexicano los estudios de la radiodifusora XEFO del PNR para que trabajase en ellos.
Molcajeteando…
Para el archivo de las cosas “que no ocurrieron en México”, presento hoy a los lectores la transcripción de un contrato de venta de un esclavo, operación mercantil que tuvo lugar en Guanajuato en 1769, poco más de cien años después de que la esclavitud fuese legalizada entre nuestros piadosos primos del norte. El documento fue paleografiado por Rosa Ma. Porrúa Ediciones:
Venta de un mulatillo esclavo que otorgó Don Juan José Díaz Cacho a Don Pedro Moreno. En la ciudad de Santa Fé y Real de Minas de Guanajuato a quince días de el Mes de Septiembre de mil setecientos sesenta y nuebe años. Ante mi el essmo y testigos D. Juan Jose Dias Cacho Vecino de la hacienda de Labor y Campo nombrada Castelongo Jurisdiccion de la villa de Santa Maria de los lagos del nuevo reino de la Galicia occidente en esta otra ciudad aquien doy fe que conozco, otorga que vende y da en venta Real por (palabra confusa) se heredad desde ahora para siempre a don Pedro Moreno vecino y del comercio de esta ciudad para el uso de sus herederos y subzesores y quien de derecho en cualquier manera representare es hasever un mulatilllo su esclavo nombrado José de Salas color indiado pelo liso que sera de quatro años de edad nacido y creado en su casa é hijo de una mulatilla su esclava nombrada Isabel que le dono y dio grasiosamente cuando tomo estado del Santo matrimonio su legitima madre Doña Rita Luciteria de Esquivel y Bargas en cuia Casa nacio y se crio la otra mulatta Isabel cuia Mulatilla declara se halla libre de todo empeño, hipoteca Señorio ni obligacion especial ni general que no le tiene y por tal se lo asegura y van hacerlo sininguna tacha, defecto ó enfermedad publica ni secreta que haya tenido o tenga por que con las que tubiere o pareciere tener con esas se lo bende en precio y quantia de veinte y siete pesos de oro comun en (palabra confusa) que por el le hadado D. Pedro de conttado de los quales por ser en (palabra confusa) poder ser ottorgante nuebamente y a mayor abundamiento se da por entregado a su voluntad y satisfaccion sobre que renuncia la escepcion de (palabras confusas) leies se le entrega di fee y prueba y el poder decir ó alegar ó condenarlo cuia cantidad declara que siendo de quentta del comprador a satisfaccion se le de derecho de Alcabala y costos de esta escritura es el unico verdadero precio y valor de dicho mulatillo esclavo que no balga mas y en caso que mas balga de la demasia y exedencia en cualquiera cantidad que sea le hare gracia y donacion pura mera perfecta e irrebocable que el (palabra confusa) llama (palabra confusa)y parttes presentes con insignacion y demas clausulas necesarias y renuncia las leyes (palabras confusas) señores que hablan en razon de las (palabra confusa) que se compran ó venden por mas o menos de la mitad de su justo precio ó balor los quattro años que en ellas se declaran tenia para poder pedir recibos del contrato (palabras confusas) y demas leies que con eias concluiran desde oy con este tramite se desapodera deste y (palabras confusas) accion señorio dominio y propiedad que de este esclabo ha tenido y todo lo zede renuncia y trasmiteen el expresado D. Pedro Moreno comprador para que sea (palabra confusa) y adquirido con justo (palabra confusa) titulo como lo es el de esta escritura que confrontte. Se le de un tantto con el qual sea visto desde luego haver adquirido en propiedad y dominio y como vendedor se obliga a la obicion, seguridad y saneamiento de estta ventta en la mejor y mas bastante forma que por Dueño puede y debe ser obligado a la firmeza guarda y cumplimiento de esta escritura lo obliga su persona y vienes havidos y por haver con ellos se somete a las justicias de (palabra confusa) de cualquiera parttes que sean y en especial alas adonde fuere reconbenido para que le competan y así (palabra confusa) por todo rigor de dueño y como si fuese por sentencia definitiva dada por Juéz competente consenttida y pa
sada en autoridad de este jusgado renuncio de propio fuero domicilio y vecindad Ley (palabra confusa) y con todos los demas fueros y pribilegios y leies de su favor la general del dueño enforma en cuio testimonio asi lo otorgo y firmo siendo testigos D. Francisco Antonio Morales. D. Ignacio Labre de la Fuente y Mathias Benitez vecinos de esta ciudad =Juan Jose Diaz Cacho = Artemio Alonso Calderon Essmo. R. Publico y de Cavildo. Acuse para la parte oy día de su ventha y concuerda con los originales de que doy fee = En testimonio de verdad. Rubrica. Escribano publico y de Cavildo.
Profesor – investigador del departamento de Ciencias de la Comunicación de la UPAEP, Puebla.
Presidente honorario de la Fundación Manuel Buendía.
Correo electrónico: sanchezdearmas@gmail.com
El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar este artículo:
Sánchez de Armas, Miguel Ángel, 2009: «La primera televisión mexicana»,
en Revista Mexicana de Comunicación en línea, Num. 115, México, marzo. Disponible en:
Fecha de consulta: 30 de marzo de 2009.