Televisa: bingos en televisión abierta
El Universal, Finanzas, 24 de julio de 2007
Telecom y medios
Gabriel Sosa Plata
Televisa se prepara para lanzar sus negocios de apuestas a través de una de sus redes nacionales de televisión
Motivada por los éxitos hasta ahora alcanzados con sus salones de bingo y salones de apuestas, la empresa de Emilio Azcárraga Jean solicitó recientemente al gobierno federal las autorizaciones correspondientes para ofrecer bingos a través del canal 2 de televisión.
Como si no fuera suficiente el bombardeo de teleconcursos y sorteos, independientemente de los excesos en la transmisión de publicidad en horarios estelares y los llamados infomerciales, Televisa presiona a la Secretaría de Gobernación para que se destrabe el permiso que le permitiría ofrecer bingos en los más de 20.7 millones de telehogares que pueden sintonizar “el canal de las estrellas”.
Por supuesto la noticia no es nueva. Desde que el ahora senador y líder de su bancada Santiago Creel le otorgó en mayo de 2005 como secretario de Gobernación los permisos para operar 65 salas de sorteos de números y 65 centros de apuestas remotas, Televisa tenía claro que parte del negocio de las apuestas podía tener un mayor éxito si la estrategia se armaba desde la televisión abierta y más aún si los permisos referidos contemplaban esa posibilidad.
Una nota de Scotia Inverlat Casa de Bolsa, fechada el 9 de junio de 2005, elaborada a propósito de la entrega de los permisos, describe claramente lo que hace poco más de dos años se propuso Televisa y que en la administración de Felipe Calderón tiene el objetivo de concretar:
“La intención inicial de Televisa —dice el reporte bursátil— es arrancar este negocio de apuestas aprovechando la enorme infraestructura que tiene en sus diversos sistemas de televisión y de distribución de revistas, aunque está evaluando la posibilidad de operar centros de apuestas en diversos estados de la República Mexicana. Probablemente buscarían hacer una especie de bingo nacional a través del canal 2 en los noticieros deportivos de este canal, mediante la venta de tarjetas que serían distribuidas a través de su amplia red de distribución de revistas. De ser así, el negocio podría ser aún más rentable y con retornos de menor plazo…”
En el 2006, Televisa abrió cinco salones de bingo y salones de apuestas deportivas bajo el nombre de Play City, con una inversión inicial de 22.5 millones de dólares. Le ha ido bien con este negocio, por lo que planea abrir 60 centros de apuestas más antes del año 2012, pero no han quitado el dedo del renglón para extenderse a la televisión abierta por los beneficios económicos que podría generarle la difusión masiva de esta forma de entretenimiento tan cuestionada en muchos países.
En la Secretaría de Gobernación han rechazado hasta ahora la solicitud de Televisa. De hecho, el mismo titular de la dependencia, Francisco Ramírez Acuña, se comprometió ante los diputados de no otorgar más permisos para centros de apuestas (La Jornada, 24 de mayo 2007). Sin embargo, las presiones se acrecientan conforme pasan los días y esto podría convertirse en un problema más del sector para el gobierno de Felipe Calderón.
Más allá del aspecto político, el tema de las apuestas en televisión abierta debe discutirse ampliamente y de cara a la sociedad. ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿en qué beneficia a la sociedad mexicana, al sector de los medios de comunicación y las telecomunicaciones, al país mismo? Para no ir más lejos, a fines del año pasado el Senado de Estados Unidos, con el aval del presidente Bush, prohibió las apuestas en internet (como ya sucede en televisión abierta). El debate fue intenso y aleccionador, pero se llegó a la conclusión que estas prácticas son en general nocivas para el país y las personas pueden ser presa fácil de los fraudes.
Creel, apuestas y CFC
Y mientras Televisa busca ampliar los beneficios de los permisos para su negocio de apuestas, su otorgante, el ahora senador Santiago Creel, vive una campaña de desprestigio en su contra implementada por la misma televisora. “No le demos vueltas al asunto. Su molestia, Sr. Azcárraga, no tiene que ver con algo que nunca expresé sobre mi precampaña, sino con mi posición crítica en torno a las reformas a las leyes de medios”, manifiesta el coordinador de los senadores del PAN en carta fechada el 19 de julio.
Ante lo difundido por la televisora, el senador ha solicitado el derecho de réplica, pero se le ha negado. Nueva paradoja. El derecho de réplica fue supuestamente garantizado en una reforma al Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión (complemento del llamado “decretazo” del 2002), promovida durante la gestión de Creel como secretario de Gobernación.
La nueva embestida de Televisa se da en el marco de la autorización, con ciertas condiciones impuestas por la Comisión Federal de Competencia (CFC), para adquirir 49% de Cablemás. Con esta adquisición y la de TV Internacional (Cablevisión de Monterrey), Televisa acaparará más de la tercera parte de la televisión restringida en el país.
Los argumentos expresados por el presidente de la CFC, Eduardo Pérez Motta, sobre la pertinencia de autorizar esa operación, no son sin embargo convincentes. Dice el funcionario que este es un paso decisivo para lograr mayor competencia en el mercado de la telefonía. El problema elemental es que los beneficiarios de la convergencia continúan siendo los mismos operadores dominantes de la televisión y las telecomunicaciones.
¿Y las pequeñas y medianas empresas del sector? Bajo esa lógica, entonces pues de una vez hay que establecer las condiciones para que Telmex le entre al mercado de la televisión abierta y no sólo al de la restringida.
De esta manera, Televisa tendría como contrapeso a Telmex y la telefónica a Televisa. Más allá de esta visión simplista, lo que resulta claro es que no existe una política pública sobre el sector.
Las decisiones de la CFC no van acompañadas necesariamente con la visión del gobierno ni los legisladores ni de la misma sociedad.
Fortalecer más a Televisa va más allá de la lógica netamente económica o de mercado.
Quizás en la CFC sólo exista ese criterio, pero aquí hay un elemento de poder, del robustecimiento de uno de los llamados poderes fácticos en un país que con dificultades avanza en su democracia.
Profesor e investigador invitado de la AUM Cuajimalpa. Columnista de El Universal y
coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación. http://radiomexicana.blogspot.com
El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo.
Sosa Plata, Gabriel, «Televisa: bingos en televisión abierta» en El Universal,
México, Num. 32, 780, 24 -VII- 2007, Telecom y otros medios, Finanzas.