Un espacio iberoamericano de la educación y cultura


La Televisión Educativa Iberoamericana y su correspondiente Asociación gestora ATEI (www.ateiamerica.com y www.atei.es) nacieron en 1992 como uno de los grandes Programas de cooperación y desarrollo de la educación y cultura de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno. A ellas se han incorporado los ministerios de educación, universidades, centros científicos y otras entidades públicas y privadas relacionadas con el tema, hasta superar una red de 220 instituciones.

Es un proyecto que arrancó como un canal de televisión por satélite con redistribución posterior por otros sistemas para llegar a los destinatarios de 21 países. Durante estos años ha ampliado su infraestructura técnica para situarse en la vanguardia de la convergencia tecnológica y mediática con su correspondiente interactividad hasta trabajar con satélites (Hispasat 1C y 1D –Bandas KU– hacia Europa, América y norte de África), Internet, videoconferencia y radio. Ha desarrollado también su Canal-Portal ATEI de envío por satélite y retorno por Internet en una primera etapa, y de envío y retorno por satélite en la segunda. Es una oferta imaginativa, ambiciosa y de aportaciones superiores a cualquier otra red. Hay ofertas internacionales basadas exclusivamente en Internet, otras sustentadas sólo en los satélites, pero ninguna ha llegado, como la de ATEI, a un modelo de integración de ambas redes para una oferta multimedia dirigida a tantos países de manera simultánea o adecuada a los horarios propios de cada uno.

Más allá de la mayor o menor complejidad de la red instrumental y administrativa, lo que importa es la red de comunicación establecida entre todos los países y socios miembros. Constituye un espacio abierto al intercambio, cooperación, diálogo, interactividad, debate, puesta en común de proyectos, acuerdos y, además, el ámbito de su ejecución y llegada a cada uno de los destinatarios participantes o usuarios de la red. Es el lugar del encuentro cultural iberoamericano.

La ATEI ofrece una programación televisiva diaria de cuatro horas. Sus contenidos manifiestan una concepción multidisciplinaria en torno a lo educativo, cultural, científico, tecnológico, salud y ambiente. Presenta diversos servicios educativos virtuales y a distancia como conferencias, cursos, talleres, máster y otras certificaciones académicas. Sus áreas de conocimiento de mayor presencia giran en torno a las ciencias de la educación, comunicación y cultura, así como medicina y salud, ingenierías y tecnologías, ciencias exactas y naturales, ciencias humanas y sociales, y ciencias económicas y empresariales. Es un abanico amplio y permanentemente abierto para incorporar el conocimiento de cualquier área de interés para el desarrollo de la comunidad iberoamericana. Durante todos estos años, la ATEI ha acumulado una documentación audiovisual y multimedia tan copiosa y variada que se ha convertido en uno de los mayores patrimonios iberoamericanos de la cultura al servicio de todos.

Es una de las grandes ambiciones de política educativa internacional que no se queda en palabras ni en firmas, sino que se perpetúa como una realidad desde sus orígenes. Ninguna otra comunidad internacional idiomática y cultural ha conseguido generar un proyecto similar, ni siquiera la anglosajona ni la francesa con sus amplias gamas de países con lengua común y culturas próximas. Sin embargo, la comunidad iberoamericana lo mantiene en pleno funcionamiento desde hace más de una década.

Las relaciones se abren sobre todo a los proyectos de colaboración entre la Unión Europea y América Latina. La Unión Europea promueve desde hace tiempo proyectos de investigación, de desarrollos de experiencias y de intercambios educativos y culturales con los países de Latinoamérica, especialmente con aquellos que más lo necesitan. Son proyectos de ayuda mutua, no de invasión de la independencia de cada país.

Los desarrollos de vanguardia se encaminan hacia el empleo de las redes para conectar países, organismos, instituciones, profesores y alumnos, centros de producción de contenidos y herramientas hasta alcanzar altos niveles de e-learning. Durante muchas décadas del siglo anterior se intentó establecer redes de investigadores y de intercambio de profesores o de enseñanza a distancia por correo postal, por satélite u otras opciones de cobertura, que iban más allá de los muros de las aulas y de las fronteras de los países. ATEI es pionera en ofrecer una dimensión diferente con la creación del SITE (Sistema Iberoamericano de Tele-educación). Es frecuente que el e-learning se desarrolle por Internet sustentado en las redes telefónicas, con el impedimento de éstas por la falta de ancho suficiente en gran parte de los tramos, para llegar con informaciones complejas a todos los destinos. ATEI supera esta barrera mediante el uso combinado de las redes telefónicas con las satelitales para difundir con protocolo Internet y, además, con las enormes posibilidades de calidad y rapidez para las imágenes en movimiento que ofrece el satélite. El Canal-Portal ATEI, como integrador de tales tecnologías, se pone al frente de las nuevas estrategias educativas virtuales y a distancia para cualquiera de las instituciones miembros o para las relaciones con cualquier otro organismo nacional o internacional.

Nos deslumbramos con las celebraciones de Foros Universales de la Cultura sustentados por altísimos costos económicos y recursos humanos. Se ha clausurado el de Barcelona 2004, del que ATEI ha ofrecido más de 800 horas en su programación, y recogerá la antorcha la ciudad mexicana de Monterrey en 2007. Son espacios físicos de congregación cultural para un tiempo limitado a cuatro meses. Como todo lo temporal, lo que no se reciba en el momento de la celebración se hace fugaz y se pierde. Es una idea de promoción de las culturas, de los países y, en definitiva, de los valores universales del ser humano desde la diversidad que, además, tiene cada uno. No es lo homogéneo sino lo universal existente en todas las culturas.

Frente a la temporalidad y evanescencia de estas actividades, ATEI ofrece de manera permanente el Foro de las culturas iberoamericanas con un bajísimo costo y un altísimo nivel de conocimiento y de ideas de las personas participantes. Por su programación pasan las personalidades de mayor creatividad hasta las de mayor capacidad analítica, desde economistas a filósofos, desde artistas a escritores, y aprovecha los foros, las reuniones internacionales, los cursos de verano, las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno, las conferencias relevantes de cada país o de cada universidad asociada, promueve producciones propias, exhibe las ajenas y organiza conferencias y seminarios.

Es un espacio no para el negocio sino para la cooperación y el desarrollo educativo y cultural, pero sin el financiamiento suficiente es difícil su mantenimiento, mejora y alcance. Los Gobiernos y las instituciones miembros contribuyen con sus cuotas correspondientes, pero siguen siendo escasas, por lo cual los gestores tienen que hacer día a día el milagro de la supervivencia en antena mediante soluciones de fórmulas de producción y transmisión de bajo costo. La crisis financiera de la ATEI ha sido reiterativa y seguirá siéndolo mientras no se logren ingresos reales y seguros que permitan realizar planificaciones a mediano y largo plazo.

Pero, a su vez, tal crisis se debe en gran parte a las dificultades económicas, políticas y de cataclismos naturales que sufren algunos países miembros, y reclama una mayor solidaridad. De ahí la necesidad de apoyos internacionales externos, especialmente de los implicados en el desarrollo iberoamericano como el Fondo Mundial para el Desarrollo, la Organización de Estados Iberoamericanos, la Unión Europea, así como la implicación de entidades públicas y privadas con amplia presencia en la zona. Estamos ante un programa insuficientemente valorado por los poderes políticos y económicos. Con tal de que las entidades financieras privadas del entorno invirtieran un porcentaje mínimo de sus inversiones en este programa, la ATEI alcanzaría su objetivo de servicio global para el desarrollo educativo y cultural de la Comunidad y ellas obtendrían una mejor valoración y aceptación.

Como proyecto de cooperación, la Asociación es más que una suma de países o de entidades particulares. Es un incremento multiplicador que con poco esfuerzo que se haga el desarrollo se aprecia inmediatamente. No es la apropiación de ningún país miembro sino la experiencia compartida de los proyectos de unos por todos o mediante proyectos conjuntos. Para proseguir con sus objetivos es necesario que los Gobiernos y las instituciones crean y se entreguen al proyecto y no esperen a que sea un país u otro el salvador. Si no se apoya por todos vendrán otras entidades privadas que aprovecharán la idea para sus objetivos lucrativos y en lugar de promover cooperativamente la educación y cultura para el desarrollo en igualdad de todos, implantarán una visión comercial de la educación y cultura en la que sólo aparezca lo rentable y se elimine el servicio social y democrático.

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