12 reflexiones sobre periodismo cultural en México
- El contenido está basado en el artículo «Periodismo cultural, por qué y para qué» publicado en El Financiero.
- Diversos especialistas y actores de la vida cultural analizan la condición actual del periodismo y la difusión cultural.
Por Elthon García
Con base en el artículo «Periodismo cultural, por qué y para qué» publicado en El Financiero, te presentamos 12 reflexiones sobre la condición actual del periodismo y la difusión culturales en nuestro país, bajo la mirada de diversos especialistas y actores de la vida cultural.
«Somos un país con una enorme tradición cultural y artística. Por eso es necesaria la existencia de un periodismo cultural que no sólo oriente a los lectores, televidentes y radioescuchas, sino ayude a estimular e indicarles el camino correcto a los creadores. De ahí la importancia de la crítica. Sin embargo, esas funciones sustantivas no se están llevando a cabo en todos los medios. Ni siquiera en la televisión estatal donde, curiosamente, les preocupa más el rating.
El periodismo cultural tiende a desaparecer debido a que se le ha dado prioridad, digamos, a la política y los deportes. Es preocupante ver cómo cada vez se reducen más los espacios destinados a temas culturales. O, peor aún, siguiendo la lógica de la política mexicana le dan mayor importancia al espectáculo.»
«Es importante que exista el periodismo cultural, porque es la única parte divertida del periódico. El único momento en que uno deja de estar pensando en la política y todas esas tonterías del narco. La sección cultural es un descanso. Ojalá hubiera más suplementos culturales para que la gente adquiriera más cultura, tuviera mayores conocimientos y se divirtiera más.
Lo que sucede con estos espacios es que, a veces, se convierten en fuentes de elogios mutuos. Cuando ya se sienten como tales, casi todos los intelectuales se ponen a dar cátedra y utilizan un lenguaje que inhibe a la gente para leerlos. Creo que se deben hacer más accesibles y democráticas las publicaciones culturales.»
«Las secciones de Cultura cada vez publican notas más abreviadas, imitando el lenguaje y los formatos de Internet. ¡Como si fueran lo mismo! Han renunciado a los lectores de un modo vergonzoso. Notitas chiquititas (ya es pleonasmo) para que la gente las lea en un parpadeo y se quede con lo más epidérmico de cualquier cosa.
El periodismo cultural solito se ha ido desvaneciendo, desfigurando, diluyendo. Y esto es el resultado de no saber que se publica para los lectores y no para los rencores.»
«El periodismo cultural es una especialidad del periodismo de primera importancia. Tiene un papel central y diría incluso que ineludible en la fiscalización de las políticas públicas que atañen a la cultura, vista ésta no solamente como la reproducción de visiones clásicas sino como un proceso dinámico de relaciones sociales que incluyen todo tipo de expresiones idiosincráticas, identitarias y culturales. El periodismo cultural registra, además, el sedimento que va dejando esta dinámica social.
En el momento actual, el infoentretenimiento predomina ante cualquier otro enfoque u oferta por parte de los medios de comunicación industriales. Si bien es cierto que el periodismo cultural no es la única especialidad del periodismo que ha perdido en esta lógica de maquila industrial de noticias, sí es, quizás, el que más ha perdido.»
«La vida humana es cultura. Nos diferenciamos de la naturaleza por nuestra forma de sobrevivir a través de la acción cultural. Así el periodismo siempre tiene por objeto la cultura, todo periodismo es cultural. Hacer por voluntad periodismo -de la cultura- es querer reportar lo esencial de la existencia humana, el punto donde sus creaciones se liberan de la necesidad inmediata para alejarse y elevarse en las posibilidades de la inteligencia y la contemplación del arte y la información libre.
Se produce periodismo cultural para mejorar la comprensión de la cultura institucional y sus contraculturas, se hace periodismo cultural en pos de lo trascendente y valioso, no de los meros productos para el entretenimiento y el control consumista.»
«El nivel del periodismo cultural se puede mejorar, pero eso depende de sus hacedores, que tendrían que investigar cómo anda la sociedad civil mexicana, qué intereses tienen los jóvenes y cómo puede uno atraerlos hacia el arte.
Todo este esfuerzo, yo creo, idealmente debería ir dirigido al lector común y corriente, siempre y cuando se haga un periodismo de calidad, que tenga valor didáctico aunque no tradicional, pero tratando de mejorar el nivel de la gente. Es decir, un periodismo bien escrito, con significado y honesto.»
«El periodismo cultural, cuando es ejercido con generosidad, con amplitud de miras, con profundidad en los contenidos y sin sesgos de capillas o amiguismos o de consignas en pro o en contra, nos lleva a conocer lo que tenemos, a apreciarlo y, en su caso, a defenderlo.
el periodismo cultural es remitirme a algo que parece obvio pero que cada vez es más difícil de alcanzar: ser mejores o, acaso, menos rudos. Lo mejor de nosotros como pueblo está en nuestro desarrollo cultural, darlo a conocer y valorarlo en lo que tiene y lo que debe tener es tarea indispensable.»
«El llamado trabajo cultural es el único en el que todos los otros terrenos del quehacer social pueden reflexionar sobre sí mismos, hacer una pausa y considerar que lo hecho es modificable, que no hay destino político, ni económico ni social al que tengamos que sumarnos de manera inevitable, como si se tratara de una fatalidad divina. Si nuestra época margina la llamada «cultura» a un ámbito lejano es porque tiene miedo a cuestionarse y a criticarse a sí misma.»
«Actualmente hay mucha hambre de noticias culturales, pues las personas quieren saber qué sucedió en un concierto o cuáles son los nuevos libros existentes. De ahí la importancia del periodismo cultural.
El desarrollo del periodismo cultural en nuestro país lo veo doble. Cuando entro en contacto con otros colegas me parecen personas muy interesantes que tienen muchas cosas que decirles a sus lectores. Sin embargo, esas inquietudes no están reflejadas en su trabajo. Y dicha contradicción es generada por la dificultad de plasmar sus visiones en sus propios medios de comunicación. Y es una fractura que se ha ido ampliando.»
«Hoy en día, la conexión entre la sección de cultura y el resto del periódico debería de ser evidente, pues pertenecen al mismo proyecto editorial. La selección del personal y la línea editorial debería ser no sólo la de «cubrir el evento», sino ayudar al lector a entender la cultura como parte de un todo cotidiano, a conectar la cultura no como una cartelera de actos esotéricos y/o para especializados, sino invitar a hacerla parte de la vida de la gente, a decirle cómo y por qué.»
«Al periodismo le falta apertura al movimiento cultural de la nación. En pleno siglo XXI el periodismo cultural que se realiza en la Ciudad de México sólo se refiere a lo que sucede en algunas manifestaciones de las culturas de la gran urbe. A las pocas secciones culturales de los diarios capitalinos les falta tomar en cuenta a las culturas subalternas. Generalmente se dedican a cubrir lo que es el arte, con un desprecio hacia lo producido por los sectores populares de la población.»
«El aliento gubernamental a las publicaciones culturales es discriminatorio, elitista, favoreciendo a las capillas que pelean el poder económico y político. Y de falta de impulso a lo nuevo, comprometido, abierto a la reflexión. Algo que continúa en el presente sexenio.
Lo que se necesita, empero, es hacer los mayores y mejores esfuerzos por tener muchos canales -en todos los órdenes- para que la cultura, tan indispensable para el vivir, florezca. El reto es de todos.»