Gobernar a golpes de propaganda

El Financiero, Sección Cultura, 19 de marzo de 2007.

 

BOTICA

 

Jorge Meléndez Preciado

 

Para Jorge y Antonio, por su valentía; y también a Margarita, buena madre

 

 

El arranque de Felipe Calderón en términos mediáticos ha tenido dos elementos importantes: la incertidumbre y la falta de decisión para hacer los cambios que urgen en el país.

Por un lado, nueve jefes de prensa han sido removidos de sus posiciones y la cifra será mayor en los próximos días. Pareciera cuestión banal, pero al intentar centralizar las formas de lanzar los mensajes, ha tenido menos eficacia de lo que esperaban los encargados del asunto: Juan Camilo Mouriño y Maximiliano Cortazar.

En segundo lugar, la renuncia del director de Notimex, Aurelio Bueno, luego de que fue despedida Beatriz Rojas, muestra claramente que tanto la presidencia de la República como los operadores de asuntos importantes en las noticias no saben qué hacer.

Es cierto que existe una controversia constitucional planteada por Vicente Fox –la cual de aprobarse impediría que el Senado decidiera quién es el responsable de manejar esa agencia gubernamental–, pero que hay problemas en su interior lo muestra la censura ejercida a varios, en especial a Teresa Gurza, quien señaló claramente la necesidad de que ya no fuera el oficialismo lo preponderante en la difusión de las noticias.

Hay más dificultades en el área informativa del quehacer gubernamental. Uno de ellos ahora muy evidente es decir mentiras o verdades a medias en los primeros cien días de gobierno. Muchos de los anuncios televisivos causan hilaridad o desprecio, pues asegurar que se está ganando la batalla al narcotráfico es falso. Incluso en sitios donde hay presencia militar. Además, Calderón fue agarrado en curva en la conferencia de prensa que dio junto con George Bush. Que no supiera la situación de sus parientes en Estados Unidos habla que es un personaje desorientado en asuntos claves. Pésima manera de enfrentar conflictos. La sorpresa es lo común todos los días.

 

Desastre

 

Muchas voces alertamos que la famosa Biblioteca José Vasconcelos era una obra de relumbrón más que un proyecto en beneficio de los ciudadanos. Desde luego que varios más –los lacayos de Sari Bermúdez y sus tecleadores pagados– dijeron que estábamos locos, eramos negativos en todo.
Por cierto, algunos de los actuales funcionarios de CONACULTA callaron. Hoy que el inmueble es un desastre, el cual debe ser reparado y ni el más certero sabe cuánto tiempo se cerrará para hacer los necesarios ajustes, pocos ven el asunto como un grave problema o hasta parte de una corrupción foxista. Los responsables son Vicente, Marta, el obeso de Reyes Tamez, Sari y muchos más. No aceptemos que se de vuelta a la hoja. Es necesario exigir responsabilidades a quienes insistieron en vendernos un elefante blanco. ¿Se fajarán los pantalones los legisladores y exigirán que haya un estudio serio y sanciones varias?

 

Espantados

 

El señor Hugo Valdemar, vocero de la arquidiócesis de México, nos amenaza a todos aquellos que estamos a favor del aborto con excomulgarnos. Realmente nos intimida ese personaje que no entiende nada de la vida y está con las anteojeras más amplias que se tenga memoria. Quienes fuimos católicos por tradición familiar, abandonamos ese credo porque los sacerdotes y personajes como Hugo son intolerantes, prepotentes, dogmáticos y faltos del menor sentido común. Desde luego que apreciamos a sacerdotes como Sergio Méndez Arceo, Samuel Ruiz, Frey Betto, Camilo Torres y muchos que luchan al lado de sus pueblos por su liberación, algo que no es contrario al verdadero amor a Cristo. Incluso hay iluminados como Porfirio Miranda, el cual hizo obras acerca de la similitud entre Carlos Marx y los Evangelios. Esperamos que tanto los legisladores capitalinos como Marcelo Ebrard no se dobleguen ante el fanatismo.

 

Tropezón

 

José Luis Soberanes, que se notaba muy decidido, empieza a perder valor para enfrentarse a los problemas. Y es que desde que el gobierno felipista lo ha seducido. Decir que la eutanasia es un homicidio, lo acerca más al yunque que a la sociedad. Y plantear que doña Ernestina Ascencio no murió de violación sin tener los resultados médicos, resulta algo extraño en un ombudsman que debería ser más pulcro y certero.

 

El próximo trago

 

Murió el gran Alberto Domingo, que no era poeta como aseguró un diario sin idea del personaje a que se refería (¿lo habrán confundido con Alberto Blanco?).
Periodista que tenía una prosa muy bien cuidada y durante muchos años fue jefe de redacción de la revista Siempre!, debemos recordarlo y ver como un hombre que estudió medicina supo encontrar la cura a los malos escritores. ¡Salud, Alberto!

 

Incertidumbre

 

Un juez dijo que el Canal 40 no es propiedad de TV Azteca. Lo que en cualquier país llevaría a que dejara de transmitir dicha estación que se presenta como un proyecto. Pero ya se sabe que en México los ricos Salinas se imponen a fuerza. No obstante que la ley diga otra cosa. Triste historia de la prepotencia

 

Periodista de El Financiero y El Universal.
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx

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