Escenario gris

La realidad del periodismo en Chiapas

Isaín Mandujano

Corresponsal de la revista Proceso en Chiapas

En Chiapas, el periodista que se atreva a criticar al gobernador o a alguno de sus más cercanos colaboradores, es marginado, excluido e inmediatamente linchado desde otros medios, por periodistas prestos a defender la honorabilidad de los políticos y funcionarios que hoy día ejercen el poder.
El sustituto de Salomón González Blanco fue Juan Sabines Gutiérrez, un político que utilizó los recursos públicos como si fueran propios, y los repartió entre sus amigos, muchos de los cuales eran periodistas, haciendo suya la frase: “La corrupción somos todos”.1

Esta cita histórica corresponde a 1979 cuando el veterano político chiapaneco González Blanco tuvo que ceder el poder al padre del actual gobernador en Chiapas, Juan Sabines Guerrero. Pero, si bien esta cita nos retrata una fotografía en blanco y negro de hace 27 años, hoy día existe una igual, pero a colores. En otras palabras: en Chiapas se hace evidente una regresión política, una perversión en la relación entre la prensa y el poder.

A la llegada de Sabines Guerrero a la gubernatura del estado, impulsado por una coalición que encabezó el Partido de la Revolución Democrática, un rayo de luz iluminó el firmamento de medios y periodistas chiapanecos. Su asunción al poder fue vista con un alivio total cuando algunos parecían morir de inanición, luego de que durante seis años el malogrado gobernador chiapaneco, Pablo Salazar, decidiera poner fin al subsidio discriminado vía la publicidad oficial a los medios locales impresos y electrónicos.

En su afán por congraciarse con los medios y periodistas chiapanecos y destensar la mala relación que sostuvo Salazar con ellos, Sabines tendió puentes: liberó al hijo de los editores de Cuarto Poder, liberó a uno de sus columnistas recluidos y perseguido en el sexenio pasado, excluyó –que no despenalizó– a los medios y periodistas del delito de difamación, apoyó económicamente la realización de varios encuentros de periodistas, estrechó sus vínculos con el gremio organizado, prometió construirles una casa del periodista y creó una fiscalía para esclarecer los crímenes de periodistas.

Y lo más importante: de forma indiscriminada, en la oficina de Comunicación Social del gobierno del estado, empezaron a desfilar periodistas y editores que con factura o recibo de honorarios en mano, daban rienda suelta a lo que por muchos años se limitó a los medios nacionales impresos y electrónicos.

Pero eso no fue gratuito. Los medios se uniformaron, la crítica dio un giro radical; de tener al gobernador más represivo en la historia del estado, pasamos a tener al gobernador más responsable, honesto y atento a lo que el pueblo chiapaneco le demanda.

Estamos, pues, en un lecho de rosas. El gobernador Sabines Guerrero no es un hombre de rencores ni de revanchismos políticos. “El tirano, y el enemigo número uno de la prensa crítica, ya se fue”.2

El gobernador es condescendiente con la prensa, los medios y los periodistas; pero a cambio, éstos, en un pacto político entendido, ofrecen lealtad y apoyo a su gestión.

¿Una nueva relación?

La noche del 10 de enero de 2007, marcó el inicio de esa relación prensa-gobierno en Chiapas, cuando Sabines y más de una veintena de editores y dueños de medios electrónicos se reunieron para cenar. Allí “les reiteró el compromiso de garantizar el derecho a la libertad de expresión en la entidad”.3

Juan Sabines –dice el boletín difundido por la Coordinación de Comunicación Social– escuchó planteamientos de los directivos y editores, quienes reconocieron que esa clase de encuentros son una señal clara de la voluntad del gobierno de Juan Sabines para atender y ejercer el libre ejercicio periodístico.

Además, el gobernador Sabines Guerrero, no se hace del rogar; ni tardo ni perezoso, entiende su necesidad de cultivar esa relación perversa. El miércoles 26 de abril inauguró las instalaciones del diario local Chiapas Hoy, que por varios años estuvo excluido de la publicidad oficial, que Salazar les había negado.

En ese acto, Sabines ratificó su respeto a la libertad de expresión y al ejercicio periodístico.4

Su presencia –remató en su discurso el director del rotativo, Rodolfo Calvo Fonseca– es una demostración más de su buena voluntad y de su interés de que la prensa y el gobierno mantengan nexos de cordialidad y de respeto en este Chiapas que es nuestra casa común.

En Chiapas, el periodista que se atreva a criticar al gobernador o alguno de sus más cercanos colaboradores, es marginado, excluido e inmediatamente linchado desde otros medios, por periodistas prestos a defender la honorabilidad de los políticos y funcionarios que hoy día ejercen el poder.

Claro, desde el poder es bien visto que todos al unísono aplaudan las acciones del mandatario como sus 100 días de gobierno, la captura de un peligroso presunto criminal de periodistas y homosexuales, como Ignacio Flores Montiel, o el haber logrado que llevara a Chiapas el certamen Miss Universo.

Salvo contadas excepciones, pocos editorialistas se atreven a contar la realidad del escenario en Chiapas.

No se conforman con cerrar el pico ante los tropezones y abusos del gobierno, no. Pretenden convencer a sus lectores, a sus oidores, a ellos mismos quizá, que el empecinado gris que nos cubre todos los días, es en realidad rosa brillante. Que sólo papá gobierno sabe lo que nos conviene. Que los cotidianos trompicones y erratas de nuestros gobernantes son parte de la estrategia para destantear al enemigo.5

En Chiapas, la libertad de expresión se vislumbra gris, pues ante tal escenario, proliferan los medios, proliferan periodistas, prolifera la falacia y la desinformación con mensajes, muchas veces cifrados que se envían los mismos miembros de grupos políticos ante la indiferencia de más de cuatro millones de chiapanecos, que poco o nada saben de lo que ahí acontece.

NOTAS

1) Sarelly Martínez Mendoza, Periodismo contemporáneo en Chiapas, A Favor de México APN/Fundación Manuel Buendía, México, 2006, p. 161.

2) Alberto Ramos, columna “A Fuego Lento”, de El Diario de Chiapas, 4 de enero de 2007.

3) Boletín núm. 218, 10 de enero de 2007, consultado en www.cocoso.chiapas.gob.mx

4) Karla Ruiz, “Sabines en Chiapas Hoy: Asiste gobernador al sexto aniversario del rotativo e inaugura instalaciones”, consultado en http://www.chiapashoy.com.

5) Idem.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar el artículo anterior:

Mandujano, Isaín, «Escenario gris», Revista
Mexicana de Comunicación
, Num. 105, junio – julio, 21 – 22pp.

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