CIDH, Creel

Lapidiarium

Omar Raúl Martínez

Lunes 16 de julio
Recibo la revista DFensor, órgano de difusión de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), que dedica su edición de julio a la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión. Se trata de un número especial que compendia varias de las exposiciones y voces ofrecidas en el Seminario Internacional El Derecho a Defender los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión, efectuado a fines de mayo, organizado por la propia CDHDF y el apoyo de diversos organismos civiles, entre ellos Cencos y la Fundación Manuel Buendía. En su participación, Carmen Aristegui nos recuerda con razón implacable que un derecho que no se ejerce tiende a atrofiarse, y que para evitar el anquilosamiento de un derecho como la libertad de expresión es menester ejercerlo a plenitud. Ella es hoy de las pocas periodistas que así lo hace, sin duda ninguna.

El director del Programa de Derecho de Article 19, Toby Mendel, esboza en entrevista un tema por demás polémico y de actualidad en México: la censura velada. Es decir: las presiones de tipo económico mediante restricciones publicitarias o artilugios corruptores encaminados a debilitar la postura crítica-editorial de ciertos medios de comunicación. Tan cuestionable y dramática es la amenaza y el atentado como la coacción o el condicionamiento financiero. El propósito es el mismo: acallar, silenciar, omitir, atentar contra el derecho ciudadano a la información.

En las páginas finales del DFensor se reproduce la Declaración sobre el derecho a defender los derechos humanos y la libertad de expresión, suscrita por los organismos promotores del susodicho Seminario Internacional y que viene a ser un punto hacia el reencauzamiento de compromisos, tareas y acciones específicas para hacer frente de manera articulada a quienes agravian el ejercicio de nuestras libertades y aspiraciones por una vida digna en sociedad.

Martes 17

A través del correo electrónico, la periodista y académica Fidela Navarro me informa que Canal Once se ha propuesto impulsar una serie documentos y mecanismos de autorregulación con el afán de acercarse a un auténtico modelo de televisión de servicio público. Junto con Irma Amezquita, Fidela ha trabajado en los últimos meses en tales propuestas deontológicas desde un área creada ex profeso para esos propósitos dentro del canal de IPN. Los próximos mecanismos autorregulatorios son el Estatuto del Defensor de la Audiencia, el Estatuto del equipo de Noticias y el Reglamento del Comité Asesor. Y para no navegar en el vacío, Canal Once tendrá también herramientas más específicas: códigos de autorregulación en distintos segmentos, como la barra infantil, la serie Diálogos en Confianza, los espacios periodísticos y el sitio web. Considero que esta iniciativa es una afortunada novedad en el terreno de los medios de comunicación mexicana. Si bien faltaría observar su aplicación en la vida real y cotidiana, puede significar la posibilidad de activar el interés por mejorar los contenidos mediáticos e involucrar a los públicos en el mismo diseño programático.

Miércoles 18

Hoy por la tarde se presentó en Washington, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un amplio documento sobre libertad de expresión que elaboraron nueve organismos civiles (seis nacionales y tres internacionales). Cuatro fueron los puntos medulares: el incremento de los actos contra periodistas y medios informativos, la vulnerabilidad de los medios públicos y comunitarios, los pendientes del acceso a la información pública, así como la necesaria equidad y transparencia en la equidad publicitaria, y particularmente en lo que concierne a las publicaciones de la sociedad civil, de corte académico y cultural, ajenas a los grupos políticos y económicos. Aleida Calleja, de AMARC; Balbina Flores, de Reporteros Sin Fronteras y la Red Mexicana de Protección a Periodistas; y Brisa Maya, del Centro Nacional de Comunicación Social, estuvieron en la comparecencia y llevaron la voz de todas las organizaciones civiles para solicitar al Estado mexicano se comprometa a reformar las leyes sobre los rubros referidos en el documento presentado y de acuerdo con los estándares internacionales. A reserva de los que se comente más adelante, vale destacar dos aspectos: a) es la primera ocasión que diversas Organizaciones No gubernamentales se coordinan para preparar y presentar un informe de alcance internacional sobre libertad de expresión; b) la actitud de la representación del gobierno mexicano, si bien de bajo perfil, puede considerarse de aceptable disposición para el diálogo, el intercambio y la colaboración. Esperemos no sea sólo una excesiva percepción de optimismo de nuestra parte.

Viernes 20

Una excelente noticia: en el Diario Oficial se da luz verde a la reforma constitucional al artículo 6º. ¿Qué significa eso? Que a partir de hoy el derecho de acceso a la información pública ya no será responsabilidad exclusiva del gobierno federal, sino también de todos los estados (incluyendo el DF) y los municipios de toda la República. Tras casi cinco lustros en que contados grupos sociales, académicos y políticos exigieron hacer verdaderamente efectivo el derecho a la información, en 2002 hubo un avance importantísimo con la aprobación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Ello indujo la creación de leyes de acceso en casi todas las entidades de la República, pero con calidades de cumplimiento y eficiencia harto irregulares. Por ese motivo en el último año, los gobiernos de cinco estados (Chihuahua, Veracruz, Zacatecas, Aguascalientes y DF) insólitamente promovieron la iniciativa para uniformar –a lo largo y ancho del país– criterios, instituciones y procedimientos en materia de transparencia y acceso a la información pública.

Así, el artículo 6º Constitucional tiene ya siete nuevas fracciones que obligan a todas las entidades a que, en un año, aprueben nuevas leyes en la materia de acuerdo con mínimos de calidad exigibles.
Sin lugar a dudas se trata de un paso fundamental para la construcción de nuestra democracia.

Sábado 21

Lo tengo que confesar hoy que acabo de verlo: soy fanático del programa infantil Charlie y Lola que se transmite en Canal Once por las mañanas. Cada emisión, que dura acaso 15 minutos, es un cuentito que dibuja con algo de candor los juegos, las peripecias, los sueños de dos hermanos. Charlie asume su rol de hermano mayor y ayuda y orienta a Lola, quien lleva una excelente relación con su amigo imaginario y se deja arrastrar por una vivaracha curiosidad y el disfrute de ser niña. A la postre emergen temas como la confianza, el respeto, la comunicación, la lectura o la imaginación. El programa es como un muestrario para no olvidar que siempre podemos seguir resguardando algo de nuestra lejana infancia, o para recordar que es posible continuar siendo niños, con la frescura de la novedad, la visión lúdica de las relaciones humanas y el viento inexorable de la imaginación.

Lunes 23

Desde el fin de semana en distintos medios ha empezado a ganar comentarios el reclamo de Santiago Creel a Televisa por el desdén a su solicitado derecho de réplica. Primero vinieron escenas descontextualizadas para ridiculizarlo en el segmento semanal “Las mangas del chaleco”. Y luego, su correligionario, Federico Doring, deslizó frente a las cámaras del consorcio la posible responsabilidad del ahora senador por la nacionalización del empresario chino Zheling Ye Gon. Como el otrora secretario de Gobernación en el sexenio foxista intentó, sin éxito, ejercer su derecho de réplica para hacer las aclaraciones pertinentes, el pasado 19 de julio envió una carta a Emilio Azcárraga Jean para manifestarle que las razones por esa aparente campaña de ataques y descalificaciones en realidad se vinculaban con postura crítica en torno a las reformas de la ley de medios.

Una vez queda de manifiesto la prepotencia y el abuso de la TV privada que reacciona con versiones desinformadoras y agraviantes cuando percibe perspectivas políticas aparentemente opuestas a sus intereses económicos. En dicha misiva, el senador panista asienta:

Anoche, en “El Noticiero” de Joaquín López-Dóriga, se difundió una nota en la cual se hicieron aseveraciones sobre mi persona que merecían una réplica de mi parte. Desde los primeros minutos del programa, intenté que Televisa me concediera ese derecho. No lo hizo y, además, López-Dóriga incurrió en una afirmación falsa, consistente en que me había buscado previamente para que yo comentara sobre el asunto. No puedo descontextualizar la actitud de Televisa de las declaraciones que usted, Sr. Azcárraga, hizo recientemente en Guadalajara, donde señaló que existían “casos de candidatos y precandidatos que ni siquiera llegaron a ser candidatos y que hoy no ven cuáles fueron sus errores, sino que se van por la fácil que es culpar a Televisa de sus fracasos”. Un medio nacional recogió su comentario y lo publicó como un mensaje hacia mi persona. El saco no me queda, aunque no dejo de pensar que “Las Mangas del Chaleco” primero y, ahora, “El Noticiero” me lo intentan poner a fuerza. Para que no quede duda sobre el asunto de mi precampaña, debe saber que el día que concluyó, expresé públicamente que el único responsable de los resultados de ese proceso era yo. Así lo reiteré en múltiples ocasiones cuando concedí entrevistas a los medios de comunicación. Echar culpas a otros para evadir responsabilidades propias no va conmigo. Aprovecho para decirle que ayer, cuando se me negó el derecho de réplica, iba precisamente a señalar cuáles son las responsabilidades de la Secretaría de Gobernación en la expedición de la carta de naturalización, hoy objeto de controversia. Nunca me he deslindado. Desde el primer momento he pedido que se investigue a fondo, eso sí, a cada quien de acuerdo a la competencia y responsabilidad que tuvo.

Siempre asumo la responsabilidad que me corresponde. Por ello, cuando hice los señalamientos sobre la reforma de medios, inicié con una autocrítica. No le demos vueltas al asunto. Su molestia, Sr. Azcárraga, no tiene que ver con algo que nunca expresé sobre mi precampaña, sino con mi posición crítica en torno a las reformas a las leyes de medios. Contrario a lo que han sostenido algunas personas, pienso que la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no es, de ninguna manera, un retroceso; tampoco resulta en un posible ejercicio arbitrario del poder y, mucho menos, representa el fin de la televisión o de la radio comercial, como en el extremo se ha dicho. Entiendo la decisión de la Corte como una gran oportunidad para hacer transformaciones de fondo: un cambio que corrija errores, que modernice leyes obsoletas, que aproveche el avance tecnológico, que fortalezca la competencia, que consolide a un órgano regulador autónomo, que permita a la industria mexicana sortear exitosamente los desafíos de un mundo global, pero, sobre todo, que garantice que los medios cumplan con su función social y que estén a la altura del México democrático que hemos construido. Finalmente, le reitero mi absoluto respeto a la libertad de expresión y, por eso también exijo la misma libertad para poder legislar, particularmente en materia de medios.

Atentamente, Senador Santiago Creel

Martes 24

Lo que son las cosas: Ricardo Alemán nos recuerda en El Universal que si bien ahora tiene que tragar sapos, el propio Creel tuvo en el pasado apasionados amoríos con Televisa. Baste recordar tan solo el ofensivo “Decretazo” de radio y TV a fines de 2002 del que el ahora senador fue defensor y que únicamente benefició al duopolio televisivo. Lo más penoso del asunto es que allí mismo se destacaba como un hito, como un avance monumental, el llamado derecho de réplica en medios electrónicos. El tiempo político y la realidad sin maquillaje restregan en la cara de Santiago Creel que esa supuesta prerrogativa resulta hueca de sentido y aplicación. Y también constatan que los poderes mediáticos no tienen memoria ni mucho menos amigos. Acaso instrumentos e inversiones.

* * *

En conferencia de prensa efectuada en el Club de Periodistas, representantes de las organizaciones civiles que elaboraron el informe sobre libertad de expresión para la Comisión Interamericana de derechos Humanos, informaron que en tal comparecencia el gobierno mexicano asumió importantes compromisos:
a) Adoptar las medidas necesarias para aclarar todo tipo de actos contra informadores, incluyendo asesinatos, y para ello se analizará la viabilidad de fortalecer la Fiscalía Especial.

b) Presentar a la CIDH los avances de dichas investigaciones.

c) Garantizar la participación de las organizaciones interesadas y comprometidas con la libertad de expresión.

d) Aceptar el apoyo de la CIDH para el proceso legislativo de la nueva ley de medios.

e) Promocionar el reconocimiento de los medios comunitarios en el marco normativo.

Ojalá estos planteamientos no queden sólo como una lista de buenos deseos.

Miércoles 25

A mediodía, dos representantes de la Open Society Institute de la Fundación Soros visitan la Fundación Manuel Buendía para conocer sobre nuestras tareas y programas. En viaje relámpago nos informan que su propósito es conocer las actividades de distintas organizaciones civiles interesadas en la libertad de expresión en México. Alexandra Jiménez y yo les hablamos de nuestro seguimiento hemerográfico y documental sobre actos contra periodistas, de la Revista Mexicana de Comunicación, del boletín electrónico, de la página web de la Fundación Manuel Buendía, de la Unidad de Capacitación, del Fondo Editorial… Y en un momento dado interrumpen mi entusiasta exposición para preguntar cuánta gente colabora y cómo se mantienen todos esos programas. Les tengo que repetir tres veces la misma respuesta. Y se miran extrañados, acaso incrédulos o escépticos al volver a escucharla: la Fundación, cuyo equipo base es de ocho personas, sobrevive gracias a los ingresos publicitarios de la RMC.

Jueves 26

Un dato sorprendente circula hoy por mi correo electrónico que dará pie a innumerables preguntas y análisis en el ámbito académico: después de los estadunidenses, los mexicanos son los que crean y difunden mayores contenidos en la Web a nivel mundial, según un estudio de Yahoo. Blogs, videos y música es lo que más recurrente.

Sábado 28

Leo en La Jornada una interesante reflexión del Padre Miguel Concha que versa sobre los “silencios significativos” de la delegación gubernamental frente al informe que expusieron varias organizaciones civiles a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Si bien es preciso reconocer algunos de sus compromisos, no pueden perderse de vista las omisiones, y cita como ejemplo inobjetable que no se aludió a la urgencia de reglamentar la asignación de publicidad oficial a los medios independientes y a las publicaciones críticas de diversos sectores de la sociedad, como se plantea en el documento entregado a la CIDH. Y expone Concha:

En su Informe sobre la situación de la libertad de expresión en México, las organizaciones civiles señalan que durante los distintos gobiernos priístas y panistas no se han establecido criterios suficientemente transparentes en los acuerdos y lineamientos generales para la aplicación de recursos federales en materia de comunicación social, difusión y publicidad oficial de las dependencias gubernamentales, y expresan su inquietud de que los criterios de asignación publicitaria del nuevo gobierno se centren y subordinen a la ley de la oferta y la demanda, porque «si ese criterio se sigue privilegiando, o si se continúa manteniendo aislados y en el olvido los escasos proyectos editoriales y electrónicos no masivos y de carácter cultural y académico, éstos correrán el riesgo de desaparecer, con lo que se erosionará una forma de difusión prioritaria en el camino hacia la democracia».

Las redes y organizaciones recuerdan que de conformidad con el artículo 13 de la Declaración de Principios de Libertad de Expresión de la CIDH, aprobada por México, ningún Estado puede asignar arbitraria y discriminatoriamente publicidad oficial u otorgar frecuencias de radio y televisión «con el objetivo de presionar y castigar, o premiar y privilegiar, a los comunicadores sociales y a los medios de comunicación en función de sus líneas informativas», porque con ello atenta contra la libertad de expresión; y afirman que es preciso definir en México de manera clara y objetivable «mecanismos y criterios de transparencia en la asignación publicitaria, en los que se garantice un porcentaje -en un apartado especial- a las publicaciones y medios culturales, académicos y de divulgación ajenos a los círculos del gran poder económico y de gobierno».

En congruencia con todo ello, las redes y organizaciones civiles, que en esta materia asumen las consideraciones y propuestas de la Fundación Manuel Buendía y de la LIMAC (Libertad de Información-México, AC), recomiendan que el Estado mexicano cree una ley de transparencia y equidad publicitaria, en la que se integre la figura de «apoyos del Estado a publicaciones y medios de carácter cultural, académico y de divulgación», con el fin de favorecer el pluralismo, garantizar la diversidad de opciones informativas y de análisis, respaldar el derecho de grupos diversos a difundir y recibir contenidos especializados, así como alentar la variedad de expresiones políticas, culturales, académicas y artísticas. Sintomáticamente, a nada de esto respondió la delegación gubernamental que compareció en Washington, y todavía falta que cumpla con lo que sí ofreció. Las redes y organizaciones civiles estarán monitoreándola.

Martes 31

Se presenta el libro La terca memoria de Julio Scherer en la Casa Lamm ante un auditorio abarrotado. No me extraña que el gran ausente sea precisamente el fundador de Proceso. Me pregunto si su inasistencia será por la timidez –que no apocamiento– que reconoce en su nueva obra. No obstante tres inteligencias engalanaron la presentación: Lydia Cacho, Carmen Aristegui y Anabel Hernández, acompañadas de don Miguel Ángel Granados Chapa, derrocharon miel, reconocimiento, amor y aplausos hacia don Julio.

Miércoles 1 de agosto

Hoy se estrenó la película Los Simpson y la fui a ver. Desde los primeros segundos Homero se burla de nosotros los espectadores. El humor sardónico, la burla hacia la cultura estadunidense, los desplantes nauseabundos, todo eso que ha distinguido a la serie televisiva se extiende ahora a la cinta. Casi estoy seguro que romperá los records taquilleros de la temporada.

Domingo 5 de agosto

Nunca me había acercado a las letras de Andrés Henestrosa y lo lamento. Ayer, en la librería Rosario Castellanos del FCE, encontré –a un costo verdaderamente irrisorio para el valor literario y la calidad de la producción– una edición facsimilar de su libro Los hombres que dispersó la danza: una obra luminosa y deleitable.


Director de la Revista Mexicana de Comunicación, presidente de la Fundación
Manuel Buendía y profesor de periodismo de la FES Acatlán de la UNAM.
Correo electrónico: lapidiarium@yahoo.com.mx

El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el artículo anterior:
Martínez Sánchez , Omar Raúl, 2007: «CIDH, Creel…»,
en Revista Mexicana de Comunicación en línea, No. 105, México, julio. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/rmc/omar.htm
Fecha de consulta: 19 de julio de 2007.

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