¿Por qué es importante la comunicación en la educación?


Raúl Rojas Nava

Profesor de Pedagogía de la FES Aragón

La palabra es algo tan hermosa que jamás debe usarse sin motivo.
Anónimo.

Uno de los más graves problemas que afrontan los sistemas educativos a nivel mundial, es la dificultad de los individuos para expresarse verbalmente y por escrito.

No se debe considerar como algo natural que el correcto empleo del lenguaje y la “facilidad de palabra” signifiquen un don especial que poseen algunos privilegiados, sino como una necesidad ingente y un derecho de todos los integrantes de la sociedad. ¿Por qué la enseñanza de la Gramática y de la Lengua y Literatura no logran sus objetivos deseados? Pudiera ser que al alumno se le coarta su forma de expresión natural al atiborrarlo de reglas y elementos extraños que mal comprende e interpreta, con lo cual se divorcia a la escuela de la realidad y, por ende, a los intereses de los estudiantes con ésta.

Lo ideal es que el alumno sea estimulado –según la pedagogía moderna– a expresar espontáneamente, en su lenguaje natural, las ideas e impresiones sobre el medio que le es familiar.

Los maestros deben abstenerse de modificar o sustituir esa espontaneidad, por convencionalismo. Lo conducente será ayudar al alumno a conocer mejor su mundo de vivencias y expresiones para animarlo a enriquecerlo. De esa manera, se facilitará la libre expresión oral y escrita que, como es natural, gradualmente se irá puliendo y ampliando bajo la guía del profesor hasta lograr los objetivos planteados.

Para resignificar lo anterior es necesario e importante que el maestro se encuentre al tanto del código manejado por el alumno en los niveles correspondientes, y que la formación de dicho código se halle determinada por la experiencia vital del alumno (es decir, por elementos sociales y psicológicos, por el grupo familiar a que pertenece y la clase social y el momento histórico en que dicho grupo familiar se encuentra inmerso). Al respecto David K. Berlo, en su libro El proceso de la Comunicación, expresa:

De entre todos los posibles mensajes, corresponde al maestro la elección del lenguaje adecuado a su receptor –el estudiante–, adaptar a sus posibilidades el monto de información y el grado de redundancia requerido para que se verifiquen una aprehensión y un aprendizaje correctos sin ningún tipo de distorsión. Si se va más allá de la capacidad del estudiante para comprender (para decodificar el mensaje), el problema que se plantea no es sólo el de la falta de asimilación del plus de la información, sino –la que es mucho más lamentable– el de la confusión y error en el mensaje total.

Por lo tanto, el docente es el centro de una red mucho más vasta de comunicación. No sólo es importante el Feed-back que existe entre maestro y estudiante, sino que también son esenciales las formas que adoptan las redes de comunicación en el propio grupo de alumnos: redes intragrupales que tienen como marco de referencia la comunicación alumno-maestro y que, a su vez, la afectan en la medida en que el emisor, líder institucional en este caso, debe saber manipular su estatus en lo que concierne a las exigencias de su quehacer profesional.

El maestro es, asimismo, parte de una red intragrupal en la que se encuentra comprometida con otros profesionales en el campo de la enseñanza y en la que la eficiencia de la comunicación puede conducir a nuevos procesos de aprendizaje para el docente mismo. A su vez, el maestro, el educador, es parte constituyente de la comunidad mayor, donde las redes y canales de comunicación son aún más amplias. En tal comunidad, el profesor es representante de una institución y entra en contacto con los padres, representantes a su vez de otra institución: la familia.

Por éstas y otras razones es importante la comunicación en la educación.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe citarse el anterior artículo:

Rojas Nava, Raúl, 2007: «¿Por qué es importante la comunicación en la educación?»,
en Revista Mexicana de Comunicación en línea, No. 105, México, julio:
Consulta realizada el 25 de julio de 2007.

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