Actas del Consejo de Radio y Televisión
El Universal, Finanzas, 30 de octubre de 2007
Telecom y medios
Gabriel Sosa Plata
Uno de sus propósitos es “elevar el nivel moral, cultural, artístico y social de las transmisiones” de la radio y la televisión. Pero en la práctica nada hace por ello. Baste leer las actas de sus sesiones llevadas a cabo en los últimos años. El Consejo Nacional de Radio y Televisión (CNRT), dependiente de la Secretaría de Gobernación, es otro de los organismos capturado por los regulados con la anuencia del gobierno federal, cuya suerte también deberá definirse en la reforma que se prepara en el Congreso de la Unión.
El CNRT nació desde 1960, junto con la aprobación de la Ley Federal de Radio y Televisión. Sus atribuciones se encuentran en esta última ley, así como en el Reglamento de dicha ley expedido por el gobierno de Vicente Fox en el 2002, como complemento del famoso “decretazo” que redujo de forma importante el denominado “tiempo fiscal” del 12.5% al que tenía acceso el gobierno federal.
Además de “elevar el nivel moral, cultural, artístico y social” de lo que transmiten las emisoras, el CNRT tiene, entre otras, las siguientes funciones: ser un órgano de consulta del Ejecutivo Federal sobre el servicio que presta la radio y la televisión; coordinarse con la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) para la transmisión de los denominados tiempos del Estado; realizar estudios sobre los contenidos de radio y televisión; proponer medidas para el “eficaz cumplimiento” de la legislación en la materia, así como organizar concursos o festivales de ambos medios electrónicos.
Pero sus casi 50 años de vida han pasado inadvertidos. Sus integrantes nada han hecho para convertir a ese organismo en un espacio vivo, de análisis, de generación de investigaciones y propuestas en torno del sector. Su conformación puede explicar ese desinterés: cuatro representan al gobierno federal (secretarías de Gobernación, Educación Pública, Salud y Comunicaciones y Transportes), dos a la industria, dos a los trabajadores y, a partir de 2002, uno a la sociedad civil y otro más a la industria (estos dos últimos con voz, pero sin voto). Es decir, se trata de un organismo, uno más, en el que sólo participan gobierno y empresarios (la representación sindical siempre da su apoyo incondicional a la parte patronal).
Sin agenda
Gracias a la ley de transparencia, obtuvimos copia de las actas de las sesiones llevadas a cabo durante la administración foxista, con excepción de la correspondiente al 22 de noviembre de 2002 por no encontrarse documentación alguna. En total hubo 10 reuniones: dos en el 2002, dos en el 2003, tres en el 2004 y dos en el 2006. Ninguna en el 2005. La información asentada en las actas es escasa e irrelevante pese a la intensidad del sector en los últimos años (ley Televisa, por ejemplo), pero hay algunos elementos que es interesante mencionar:
– Aunque la legislación establece una coordinación entre RTC y el CNRT para el uso de los tiempos del Estado en medios electrónicos, en las sesiones del Consejo sólo se informa sobre la manera en cómo han sido distribuidos dichos tiempos. Este tipo de informes son el tema principal abordado por los consejeros.
– El 2 de marzo de 2007 fue publicado en el Diario Oficial el “Acuerdo mediante el cual se emiten los criterios generales de clasificación de películas, telenovelas, series filmadas y teleteatros grabados”. Para su aprobación, el acuerdo debió tener el visto bueno del CNRT, Sin embargo, como le dijo el entonces presidente del organismo, Ricardo García Cervantes, al representante de Televisa, Javier Tejado Dondé, la opinión del Consejo “no es vinculatoria para la Secretaría de Gobernación” (sesión del 9 de junio de 2004).
– En la sesión del 3 de agosto de 2004, se presentó a los consejeros el proyecto de convocatoria para la designación del invitado permanente de la sociedad civil ante el Consejo. La representante de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), Blanca Rosa Romano, pidió excluir a la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) de la lista de las organizaciones a convocar “por existir varias denuncias de radiodifusores de que operan clandestinamente”. García Cervantes le respondió que dicha selección “no prejuzgaba o se basaba en juicios de descalificación”.
– El 21 de octubre de 2004, el entonces director de RTC y secretario técnico del Consejo, Héctor Villarreal, presentó, a sugerencia de algunos consejeros, un listado de temas que debían abordarse en el CNRT, entre ellos dos que calaron fuerte a la representación de las televisoras: los concursos de radio y televisión con etapa de azar (sorteo-concursos, hoy en el limbo jurídico, lo que ha permitido un abuso en la transmisión de estos programas) y prohibiciones sobre contenidos de las transmisiones. El activo representante de Televisa, Javier Tejado, sugirió que el primer tema a abordar fuera el de la tecnología digital en radio y televisión.
En las sesiones siguientes no hubo continuidad en la agenda planteada por Villarreal por el cambio de funcionarios en la Secretaría de Gobernación y porque la representación de las otras dependencias de gobierno, de la industria, de los trabajadores y de la “sociedad civil” no mostró interés en esos temas ni en ningún otro. El Consejo está muerto en vida. En el Senado debe también analizarse qué se hará con ese organismo que mucho podría contribuir para que la sociedad tenga medios electrónicos de mayor calidad: darle más atribuciones, modificar su estructura, desaparecerlo o convertirlo en un órgano ciudadanizado o descentralizado.
Gutiérrez Vivó-Aguirre
Desde hace algunas semanas se encuentra en librerías el libro “La batalla de Gutiérrez Vivó” de Alejandro Toledo. En la obra se hace un recuento del acoso por parte del expresidente Vicente Fox a Grupo Monitor. El autor se apoya en entrevistas que le ofreció el periodista. Casi al final del libro se dice: “Hay, en el ambiente, algunos signos positivos. Lo ha buscado en la semana, con insistencia, Francisco Aguirre Gómez, del Grupo Radio Centro…” Monitor regresó al aire el 3 de septiembre de este año.
“La radio en Iberoamérica” es otra novedad editorial sobre este medio de comunicación. La obra, coordinada por Arturo Merayo, reúne textos sobre la situación de la radio en cada uno de los países de la región, entre ellos México, en cuanto a su evolución histórica, libertad de expresión, estructura, programación y prospectiva. Es editado por Comunicación Social. Ediciones y Publicaciones, de España. Se trata de una obra única en su género.
Profesor e investigador invitado de la AUM Cuajimalpa. Columnista de El Universal y
coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación. http://radiomexicana.blogspot.com
El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo.
Sosa Plata, Gabriel, «Actas del Consejo de Radio y Televisión» en El Universal,
México, Num. 32, 854, 30 -X – 2007, Telecom y otros medios, Finanzas.