Acorralar a Corral

Comentario para el noticiario Pulso de la Mañana que se transmite en Radio Educación.

Gabriel Sosa Plata

En la guerra y en el amor no hay casualidades, reza una máxima. Esa situación puede constatarse en un rápido recuento de lo que ha pasado desde 2005 a la fecha entre los comunicadores, políticos y formadores de opinión que, por un lado, se opusieron al mayor atropello a la sociedad e inteligencia mexicana, a través de la llamada “ley televisa” y, por otro, a aquellos que abiertamente brindaron su apoyo a la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

Venganza, ajuste de cuentas, lógicos acomodos, pago de facturas, la ley a secas, la justicia juarista que distingue entre amigos y enemigos, la visión de los vencidos o simples coincidencias de falta rating o pocos lectores, o de pocas posibilidades de un triunfo electoral.

“Haiga sido como haiga sido”, como se ha hecho clásica esta frase, pero desde que la correlación de fuerzas entre los dos principales grupos de apoyo de los dos principales contendientes presidenciales se modificó, a tres años de que sucedieron las elecciones, se han desplegado no sólo ceses de periodistas, directores de medios, despidos injustificados de columnistas, cancelación de programas y quiebras de empresas periodísticas, así como campañas de linchamiento mediático y cierre de candidaturas futuras contra los legisladores que entonces se opusieron a la ley televisa o que apoyaron que se revirtiera la legislación que inmoralmente aprobaron en el Congreso en el contexto de la elección presidencial más difícil.
Nombres son muchos, sin que esto suene a exageración, pero no es casualidad que Carmen Aristegui, José Gutiérrez Vivó, Gabriel Sosa Plata, Claudia Segura, Dulce María Sauri Riancho, Manuel Bartlett Díaz, César Raúl Ojeda, Santiago Creel, Pablo Gómez, entre otros, periodistas y políticos, se hayan visto afectados o cesados en sus campos de trabajo por estar en contra de la ley televisa, algunos, y otros por apostar a la candidatura de López Obrador.

En este contexto, también hubo una fuerte oposición al interior del PAN para que Javier Corral, un protagonista central, fundamental e indispensable para un congreso democrático al que aspiramos, fuera postulado y alcanzara la actual diputación federal. A Dulce María Sauri Riancho y a Manuel Bartlett, el PRI de plano les cerró el espacio, bajo pretextos diferentes pero ambos coinciden en que fue por el papel que jugaron contra el atropello que buscaban las poderosas televisoras.

Pero las condiciones con Javier Corral no han parado. Antes de que rinda protesta en defender el mandato ciudadano, obvia acción que debieran hacer los representantes populares, se han contratado plumas para que lo descalifiquen en el papel que tendrá que desempeñar en la próxima legislatura.

Así como ha ocurrido con Santiago Creel, Manuel Bartlett y Dulce María Sauri, la campaña contra el panista Javier Corral tiende a ser central para evitar que los intereses ilegítimos e ilegales de las televisoras se vean afectados.

A la par de esta ofensiva, no se dude, que la “bancada televisa”, o más bien bancada “duopólica”, se ponga a trabajar con anticipación y que sean los intereses de los consorcios mediáticos los que marquen su propia agenda.

Contra Javier Corral se han desatado los demonios de la persecución para sacar a flote su historial “oscuro”, su tendencia progresista, como si fuera un pecado y no una virtud, y hasta colgarle milagros que no son suyos, pero el futuro legislador, sin duda, porque lo conozco, estará preparado para no dejarse intimidar.

Lo más lamentable de todo esto es que conforme pasan los días, los meses y los años, el periodismo independiente en el país está en una fase que pinta para ser crítica.

Así como del lado de los lopezobradoristas, de los neozapatistas y maximalistas sociales, desde este espacio se les ha condenado porque lo que impera es la intolerancia a la crítica, a disentir y a tener puntos de vista distintos, ahora también se debe señalar que del lado del régimen hay quienes buscan imponer un pensamiento único, una sola visión de las cosas y una verdad a costa de la cancelación de los espacios libres.

Por el bien de la República, las voces democráticas de este país, ante la casual ofensiva contra los comunicadores y políticos anti-ley televisa, debe haber un pronunciamiento inmediato para que la próxima legislatura trabaje sin ataduras, sin amenazas ni coacciones.

Profesor e investigador invitado de la UAM Cuajimalpa.
Columnista del noticiario Pulso de la mañana
y coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:

Sosa Plata, Gabriel: 2009, «Acorralar a Corral», en
Revista Mexicana de Comunicación on line
, México, julio, Núm. 117. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/Tables/rmxc/sosa.htm
Fecha de consulta: 30 de julio de 2009. (ejemplo)

Deja una respuesta