Espacios para mujeres

La oferta en los medios de comunicación mexicanos

Pilar Ramírez
Periodista y colaboradora de la RMC

Quienes hacen periodismo con perspectiva de género asumen que es una causa que se debe apoyar casi sin discusión, del mismo modo en que se defienden muchas otras militancias con una cierta dosis de fundamentalismo. Resultaría válido pensar que las audiencias pueden ser más selectivas y exigentes simplemente con productos mediáticos de mejor calidad. Dado que tal solución no está a la vuelta de la esquina, en lugar de aventurar argumentos de defensa de la perspectiva de género puramente conceptuales, resulta conveniente revisar lo que los medios ofrecen a las mujeres: la oferta con la cual la población femenina perfila no sólo sus patrones de consumo mediático sino también su actitud hacia la vida.

Las telenovelas continúan siendo los programas femeninos por excelencia, con pocos cambios en los más de 55 años que tienen haciendo presencia protagónica en la programación televisiva; han modificado aspectos accesorios, como un lenguaje más atrevido, el vestuario que se va adaptando a la época y se abordan algunos temas que antes eran tabú como la homosexualidad o el aborto; pero conservan el manejo de los estereotipos femeninos y masculinos como la base sobre la que se construyen las historias.

El sufrimiento femenino, especialmente a causa del amor, sigue recaudando dinero a raudales. Valores como el recato y la decencia entendidos desde una dimensión muy estrecha siguen siendo muy apreciados, no importa cuán moderno sea el personaje. La cenicienta es un personaje que se renueva cada cierto tiempo, porque parece gustar mucho la historia de la mujer que en un golpe de suerte, ayudada por un flechazo de cupido gracias a su belleza, pasa de vacacionar en Xochimilco a hacerlo en Ibiza.

La mujer que espera, que calla sentimientos y emociones continúa siendo un personaje atractivo. Están, claro, las malvadas que sirven para destacar, por contraste, los estereotipos femeninos positivos. Por eso también es común que a esos personajes supervillanos, el destino les depare la muerte, la cárcel o la soledad. La distancia que separa a Simplemente María, Cuna de lobos y  Los ricos también lloran  de Sortilegio, Alma de hierro o Pasión morena  es muy corta si no se la mide en años sino en estereotipos.

La introducción que hizo la productora Argos de temas políticos y sociales en el formato telenovela con títulos como Nada personal, Al norte del corazón, Demasiado corazón  y Mirada de mujer  arrojó productos más atractivos, con una mirada renovada en algunos aspectos de la producción, de manera tal que atrajo una buena cantidad de público masculino a las telenovelas. El ensayo, sin embargo, duró poco por desacuerdos entre la productora y TV Azteca, la televisora que dio cabida a estas producciones. El otro hecho lamentable es que tampoco hizo escuela: fue un aire fresco pero efímero.

Las telenovelas continúan siendo un monumento a la repetición y a la simplicidad, pero también buenos productos comerciales que recaudan grandes cantidades de dinero. Si el mercado acepta estos productos, no hay razón empresarial que impida perpetuar los estereotipos. Así, se sigue ofreciendo al público femenino entre cuatro y seis horas diarias de telenovelas en cada una de las dos grandes cadenas televisivas del país.

«Programas femeninos»

Los programas de revista producidos especialmente para mujeres también han variado poco: recetas de cocina, horóscopos, consejos de belleza, consejos médicos, entretenimiento con los cantantes o grupos del momento, entrevistas con actores y actrices de éxito, y muchos, pero muchos chismes de espectáculos. Hoy, con una gran cantidad de tecnología disponible, no hay un programa de revista que haya logrado superar al Club del hogar de Daniel Pérez Alcaraz que podía ser un larguísimo comercial pero tenía un humor más inteligente.

El éxito de estos programas ha propiciado productos alternos como libros, discos y videos. El maestro de yoga convertido en gurú de las mujeres mexicanas edita libros y videos en los que conjugan ejercicios de relajación y lugares comunes de a montón que se presentan como filosofía de vida.

Noticiarios

Los programas informativos no están considerados, de ningún modo, productos cuyo público objetivo sean la población femenina, sin embargo para ser políticamente correctos, los equipos de producción incluyen mujeres en ciertas tareas como la conducción de los segmentos de salud, del clima y los espectáculos, a veces también cultura. Detrás de cámaras, hay reporteras y guionistas, pero generalmente las mujeres son la cara bonita de estos programas. Algunas conductoras destacadas aparecen en los informativos del mediodía, no más. La política, los temas sociales, la economía y los grandes temas de los noticiarios van de la mano de una imagen masculina.

Los noticiarios estelares de Televisa y TV Azteca están conducidos por varones como una forma de proteger la credibilidad de la información, pues los noticiarios están dirigidos genéricamente a los hombres, pero de manera especial a la clase política.

Programas infantiles

El problema es lo que consumen las mujeres en los medios? Quizá no, es muy probable que el problema comience antes. Los niños son ahora, en lenguaje de los estudiosos del marketing, un target, un público objetivo. Y allí también encontramos patrones de consumo que se refuerzan más tarde.

Con la expansión de la televisión de paga se diversificó la oferta para niños. Baste revisar los dibujos animados que ven diariamente miles de niños mexicanos. Pokemon, Dragonball, Duelo xiaolín, Mucha lucha, Los chicos del barrio, Bob Esponja, El laboratorio de Dexter, Catdog, Yugioh, Jimmy Neutron, South Park, Ben 10 y muchos otros, donde la acción, la iniciativa, la fortaleza o la inteligencia están asociadas a figuras masculinas. Los atributos femeninos se resumen en las figuras de princesas, las buenas o las malvadas. Pocas series animadas han incluido figuras femeninas en la acción.

El caso de Las chicas superpoderosas es ejemplificante. Esta serie animada se creó en 1998 con la intención de alejarse de la imagen masculina de los superhéroes, de mostrar figuras femeninas con superpoderes como protagonistas fuertes y poderosas. Powerpuff girls es su nombre en inglés, y las chicas superpoderosas es la traducción más cercana o las chicas con poder. Cuando la serie llegó a México, la traducción que se utilizó fue Las chicas supercoquetas, que es la misma que se usa en el resto de América Latina.

Radio

La Encuesta Nacional de Prácticas y Consumos Culturales que hizo en 2005 la UNAM para CONACULTA, arrojó que los hombres y mujeres consumen radio casi por igual, pero los mayores consumidores son jóvenes y amas de casa; el consumo decrece a medida que aumenta la edad y crece a medida que aumenta el nivel de escolaridad. Estos comportamientos van asociados a las preferencias por cierta programación. Lo que más se consume en radio es música, seguida de noticiarios, deportes y programas de entrevistas.

Existen algunos programas que tienen el formato de revista, similar a los de televisión, que tienen mucho éxito, como Todo para la mujer que conduce Maxine Woodside, La mujer actual con Janet Arceo, ambos con muchos años al aire, o Vida y salud. Hay otros hechos a semejanza de estos, donde se dan consejos de belleza, horóscopos y consejos sentimentales.

También hay que decir que es en radio donde se han concentrado las propuestas para hacer una radio diferente. En el cuadrante comercial podemos encontrar un programa con Julieta Fierro, programas sobre periodismo para las mujeres, programas de análisis de problemáticas sociales, familiares o laborales no sólo con más trabajo de producción y contenido sino más atractivos, es decir, programación que está intentando neutralizar la asociación de contenido igual a aburrido. También programas musicales más informativos y formativos.

Publicidad

Otra gran aliada tradicional de los estereotipos femeninos es la publicidad. Una gran cantidad de anuncios comerciales continúan presentando a las mujeres como las “lavadoras de dos patas”; eso sí, les ofrecen comodidades y ayuda tecnológica por si tienen que cumplir doble jornada. Este aspecto ha sido el más estudiado en el análisis de los roles sociales.

Música

La canción popular es otro ámbito de consumo que ha perfilado las características de los roles femeninos. Los compositores le han cantado hasta el cansancio a la mujer buena, abnegada, a la que se le canta el 10 de mayo, a la novia a la que se lleva al altar de blanco, a la mujer digna de ser madre y también a la mujer que soporta con estoicismo y calladamente el sufrimiento. La canción romántica urbana hizo innumerables e inolvidables aportaciones a tales estereotipos, en los que cantó al amor idílico, donde la mujer aparece constantemente como objeto de adoración.

Estas imágenes no son cosa del pasado. Toda la época de oro del bolero, con la figura idílica de la mujer, revivió en la voz de Luis Miguel, con lo cual sólo se actualizan contenidos que contribuyen a reforzar los roles tradicionales.

Prensa

Los diarios impresos son medios que se consumen diferencialmente según el nivel socioeconómico y los años de instrucción. Los porcentajes de su consumo crecen en la medida en que estos dos indicadores son más altos. Según la encuesta de consumo cultural de CONACULTA, el consumo de diarios es muy bajo. Once por ciento nunca lee un diario, 33% lee el periódico ocasionalmente, 9.5% una vez a la semana, 2-3 veces a la semana 5.5%, sólo los fines de semana 8.8%, casi todos los días 11.7% y todos los días 19.7%.

Sobre este mismo consumo, diferenciado por sexos, las mujeres son menos asiduas a los periódicos y las que los leen tienen como secciones preferidas los espectáculos, los anuncios comerciales, las páginas de sociales, los horóscopos y las sección policiaca, los hombres, en cambio, son declaradamente consumidores de información deportiva. Además de lo anterior, vale la pena mencionar el manejo de la información en las secciones policiacas de los diarios en cuanto a género.

A las mujeres delincuentes se les enjuicia moralmente desde una escala valorativa más severa. Se pueden encontrar notas en las que a un hombre matricida se le puede calificar de cínico si acaso o ingrato, a la mujer que mata al hijo recién nacido se le descalifica moralmente con el uso de adjetivos como hiena, desalmada o desnaturalizada.

Por otra parte, según el Directorio de Medios Impresos existen en el país 315 periódicos diarios, sólo siete de ellos están dirigidos por mujeres, y, de ellos, únicamente La Jornada es de circulación nacional, periódico que tiene una variada sección de cultura y desde hace muchos años trabaja el suplemento Doble Jornada en el que analiza la situación de las mujeres.

Revistas femeninas

El mercado editorial tiene una gran cantidad de títulos de revistas para mujeres. Sólo grupo editorial Televisa tiene ocho revistas para hombres como Mecánica popular, Salud masculina, Automóviles o Motociclismo, mientras que para mujeres tiene 19 títulos, entre ellos  Buenhogar, Cosmopolitan, Infashion, Bazaar, Marie Claire, Vanidades, Novias, Padres e Hijos, Saludable, Ideas, Cocina fácil, Dos agujas, En forma, Fácil fácil, Embarazo, Novias, Casa vivas, Cintas y TV y Novelas. Aunque resulte un poco cruel se impone una comparación sencilla. La revista Proceso, de las mejor cotizadas entre las publicaciones políticas, tiene un tiraje certificado por el Instituto Verificador de Medios de 60 mil ejemplares semanales y una página de publicidad en interiores a color cuesta cerca de 70 mil pesos. Vanidades tiene un tiraje de 300 mil ejemplares no verificado y una plana de publicidad cuesta 177 mil pesos. Las reinas de la circulación, sin embargo, son TV y Novelas y TV Notas  con tirajes que superan los 550 mil ejemplares.  El contenido está constituido por chismes de espectáculos y fotos, muchas fotos de los actores y actrices de moda.

La oferta de revistas para mujeres no se reduce a los títulos de Televisa, hay más: Mujer nueva, Ser mamá, 15 a 20, Veintitantos, Mía, Moda Parisina, Bebé, Bebé a bordo, Caras, Cocina casera, Cocina fácil, Microondas, Cristina y una cantidad insospechada de publicaciones de manualidades (arreglos florales, repujado en metal, bordados, corte, modas, listones). Abundancia de futilidad y ramplonería, aunque, para qué negarlo, también mucho entretenimiento, de ahí la razón de su éxito.

Quizá el manejo de los estereotipos, en ciertos casos, es menos obvio que hace 30 o 40 años y por ello a veces también menos perceptible. Hay quienes creen que el debate sobre el manejo de la imagen femenina está superado; para contradecir este punto de vista están allí los feminicidios en aumento y la violencia cotidiana contra las mujeres.

Ante ese panorama, puedo afirmar que se requiere un periodismo con perspectiva de género, en el que hombres y mujeres encuentren un tratamiento del tema que los lleve a asimilar, cada vez con mayor naturalidad, las luchas que libran las mujeres por lograr la equidad laboral, política o partidista; que les permita ver que la exigencia de una vida familiar más democrática es una condición para poder plantear otras exigencias. También es necesario que las mujeres y hombres periodistas que están a favor de este tipo de periodismo encuentren los medios, los formatos, el lenguaje y el tratamiento que permita ganar más espacios a una labor que todavía es minoritaria.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar este artículo:

Ramírez, Pilar, «Espacios para mujeres», en
Revista Mexicana de Comunicación Num 118, México septiembre/octubre 2009

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